Un dia, una circularidad. (5)
El mal uso del lenguaje, induce el
mal en el alma.
Sócrates.
Existe
el amor curativo, y en mucho se haya localizado en el lenguaje,
claramente lo afirma Carme Jiménez.
Creemos que esos sonidos que emitimos y que nos caracterizan como seres
inteligentes y hablantes, son solo aquellos que se dan como parte de un modo de
expresar con bombo y platillo o de una manera rimbombante. El lenguaje no solo en
los modos como resolvemos la vida diaria, ahí está la verdadera cultura y de
ahí depende nuestra base de felicidad, de supervivencia.
Estamos en el mundo porque muchos otros seres que nos
antecedieron hicieron las cosas bien. Aunque ellos no sabían del todo como
estaba compuesto el cuerpo en la parte física, sabían que contar con ese físico
corporal era básico para que los menesteres que el día demanda se pudieran dar,
era el modo de preservar la vida. La necesidad de comunicar con adecuación y
cumpliendo necesidades obvias es parte fundamental del ser. Un tigre diente de
sable de pronto se aparecía a esos seres humanos caminantes de la sabana, era
un asunto de vida o muerte. Nos cuesta entenderlo poque no nos tocó vivirlo,
pero ni duda hay de que para muchos de nuestros ancestros esas apariciones al
enfrentar bestias, les costó la vida.
Para la reproducción de la especie, la sexualidad de
aquellos tiempos se ha tratado de interpretar y comprender a partir de las
prácticas observadas de grupos que viven hoy día en las selvas. De entrada, es
un asunto de mantener a la especie viva, y obviamente se da a partir del
instinto. Los olores de la ovulación que acercan al macho para la relación
física con la hembra, se dan en base a la química humana implicada.
No podemos
soslayar que el enamoramiento como se ha conocido en los tiempos del
romanticismo es asunto de otros momentos culturales. En los primeros
estadíos de la humanidad a las féminas se les podía tomar de los cabellos para
un acto reproductivo. Las sofisticaciones vinieron luego, producto de la
educación. La vida de relación y de las relaciones físicas de los ancestros no
era esa miel sobre hojuelas de la que nos hacemos ideas en la adolescencia
cuando nos enamoramos. Claro que el amor de pareja siempre tiene química implicada,
mas tiene una base de espiritualidad que a pesar de que no en todos los niveles
de conciencia se conoce, es algo existente.
Es seguro que esas mujeres que fueron nuestras antepasadas en idos
tempores, jamás lo pudieron comprender así y no nos vayamos tan lejos, tal vez
algunas de nuestras bisabuelas y abuelas fueron parte de los matrimonios
concertados de antemano, dados por otros intereses muy diferentes al amor del
romance. Muchas veces es hacer familia el destino, sin una valoración del ser individual
de y por, cada individuo de la pareja. Han
cambiado las ideas, mas la realidad manda el juego. El amor, está
implicado en todo, querámoslo o no, y es tarea obligada hoy día en las mejoras
de la especie. Hay parejas que por principio deciden no procrear. Las costumbres de antaño ya han cambiado, y
aunque hoy día vemos menos matrimonios, tal vez exista mas realismo al vivir. A las mujeres de la tribu no se les
preguntaba cómo se sentían o si tenían migraña, porque en esos tiempos sí que
les era necesario aumentar la población. Los niños apenas estaban viables se
convertían en mano de obra para la lidia daira. En muchos grupos esto se sigue
dando y es harina de otro costal.
Cuesta trabajo pensar en cómo se dio la supervivencia de
la especie. A muchos nos resulta fascinante comprender lo que los
investigadores leen en los vestigios: se lee en un hueso, se lee
en un pedacito de cabello encontrado en un cráneo, se lee en los
residuos a nivel del tórax, se lee de maneras tan sutiles que nos pueden
hablar con certeza de alimentos ingeridos o los frutos preferidos de algún ser
ancestral. Los investigadores hacen lecturas, y de esa manera nos dan a
los de la vida común y corriente una dimensión de lo implicado en los modos para
sobrevivir.
¿Cuál podría ser el diente de sable que se aparece en el
siglo XXI? Pues cada quien lo sabrá según su vida, aunque no hay muchas diferencias,
a quien se le aparezca un encono por mala comunicación interpersonal o social o
un problema severo por estar en ámbitos desconocidos o tener que tratar con
seres irracionales, tendrá lidia.
Se crean situaciones
que están afectando a los congéneres, y esos son los dientes de sable de la
actualidad. Los asuntos de debatirnos con alguna fiera actual, pueden
estar a la vuelta de la esquina sin nosotros apenas percatarnos.
Es así mismo como se va descubriendo quienes somos desde
lo que nos compone físicamente, hasta como nos expresamos y hablamos desde lo
que vivimos, salimos de la cueva, pero muchas esencias son las mismas. Proponer,
ha sido el verbo encomiable para hacernos la vida mucho más llevadera y
exitosa, mas estoy segura que mientras caminábamos por la pradera para
organizarnos y matar al mamut en turno, nadie proponía propiamente, tan
solo se organizaba el grupo con la dual función: matar para comer. Depredar,
es otro verbo que forma parte sustancial de nosotros los humanos, pero hoy día
sí que ha tomado caminos insospechados, es una pena que el mismo planeta este
devastado por los más inteligentes. ¿Será que lo somos?
Hemos mencionado
algo muy importante: -el amor que cura- es tal, que, si se logra a conciencia
y en su dimensión espiritual, no tiene nada que ver con lo que se ha propagado
y demeritado el significado del amor en nuestras vidas. El amor es el
sentimiento más digno del ser humano, a veces el más ausente. Si la
comunicación se da con todo lo que somos, seremos capaces de enmendar, vivir
rotunda y redondamente íntegros. Cooperar,
ha sido vital para la especie, es una acción de redondez en la creatividad de
la vida, en la actitud serena que implica avanzar. Mucho más en el sentido de crear vida
desde la expresión hablada, escrita o gestual. Con eso bastaría. Me queda claro
como a los jóvenes de hoy día, esto les transforma la vida, y ni que decir en
el caso de la procreación física de la especie. Es verdad que aún hay mucho espacio
en el mundo para miles de seres humanos, pero está tan mal lograda la especie,
que esto de la vida humana ya nos quedó claro que no es un asunto de cantidades,
sino aportar calidad en la experiencia.
Mas nos valdría
recomponernos antes de seguir trayendo niños al mundo a vivir vidas desventuradas.
¿Qué hay familias que creen que con dinero suficiente pueden traer más niños a
la tierra? Dios les bendiga y así sea. Al mundo no se le engendra vida humana
para vivir al ahí se va.
Cada niño que entra al mundo ha de ser percibido como una
bendición total y única. No solo con los bienes materiales se bendice y
beneficia a la vida, al individuo se le forma con ahínco, con desvelos,
cuidando los momentos de enfermedad. Educando.
Las habilidades de
transmitir se han de reformar y hacer crecer a esos seres como dignos del siglo
XXI. Es penoso pensar en una niñez desvalida. Basta solo escuchar a cuantos
niños se les abandona recién al nacer. Es el horror de nuestra especie.
La comunicación real entre mundo y ser humano se ha roto,
han sido excesivas las ambiciones irreales, necesidades creadas que no
resultan creativas.
La vida real puede ser ambiciosa en sentido positivo y la
podremos comprender mejor si observamos como era la vida de los que nos han
antecedido, desde ese principio bendito en el tiempo pasado.
En lo personal tengo un sentimiento de mucho interés por
la otra especie humana, esa que terminó extinguiéndose y que, aunque por
un periodo en la tierra convivio con nosotros los Homo sapiens, ellos,
los Neandertales, se acabaron. Lo bueno es que con lo que dejaron podremos
concretar el circulo. Una enorme cultura se ha encontrado en todos los sitios
del orbe donde habitaron, podemos aprender mucho de ellos. Hicieron todo lo que
estaba en su entender para sobrevivir, no lo lograron.
¿Será que no usaron el lenguaje apropiado para preservar
lo que les daría más vida en el mundo?
¿Será que fueron muy arduas las luchas con nosotros, los homos
sapiens?
Es muy difícil saber cuál fue la estocada que se llevó a
los últimos grupos de neandertales de este planeta, generalmente son asuntos
multicausales. La vida cultural que dejaron se percibe creativa y se cree que
desarrollaron un tipo de lenguaje porque en los cráneos completos encontrados
(prácticamente uno o dos) es evidente que el sistema fonético está presente.
Vayamos pues en busca de algunos puntos interesantes de
esta especie para comprender que no basta solo querer vivir en la tierra que
nos ha visto nacer, sino que hay que poner todo de nuestra parte para la
verdadera e intrínseca supervivencia digna.
El lenguaje es sagrado. Quien no lo quiera entender así,
está en camino de sufrimientos innecesarios. Con lo que expresamos, afectamos a
todos y a todo. Cuando la comunicación se utiliza para fines siniestros aparece
la mentira y de ahí puede nacer la destrucción.
De hecho, estoy
convencida que todo lo que hoy día se destruye y mal logra en el mundo, este
ligado a un mal uso del lenguaje. Decimos… pero no decimos. Hablamos,
pero no comunicamos. Pensamos y creemos correcto lo que creemos, cuando
en esta vida o nos pasamos observantes y atentos o nos lleva la corriente, exacto
como le sucede al camarón que se duerme. Es algo así como creer que Putin, el
líder de la Rusia actual habla en serio cuando piensa en la paz, lo último que
le interesa es lo pacifico, porque sus intereses están en otros lares. Es
difícil aceptarlo.
Me ha interesado saber todo lo posible sobre los neandertales
y algunos aspectos me avocaré a comentar.
En Atapuerca España, es donde se han encontrado buena
cantidad de los vestigios, de cuerpos humanos y de cultura.
Aldous Huxley nos
dice: -Comprender la relación de las palabras con las cosas, del razonamiento
sistemático con el insondable misterio que trata, por siempre jamás, vanamente
de comprender-. Es decir, no es fácil poder entender todo lo que abarca el
idioma, porque está permeado por la cultura misma, por razonamientos que son
intrincados. Hoy, podemos hacer un esfuerzo (ir en lo posible al diccionario) y
hacer por entender ese mar de fondo. Todo en la cultura humana es un asunto de
esfuerzos y la cultura actual nos ha hecho creer que quien hace menos esfuerzo
es más inteligente. Si tu agenda está llena esta mañana, es caer en cuenta de
lo que a cada uno nos corresponde y ahí radica la verdadera felicidad. El ser
que observa al que ha logrado mucha materialidad, quiere lo mismo, no todo se
logra con los mismos esfuerzos, hay otras variantes de espiritualidad que hay
que considerar y así transformar las acciones de fondo y observar las formas
como parte de lo práctico, no vivir para las formas en sí mismas.
Brincar etapas de
aprendizaje podría ser fatal y de hecho lo es, porque nos habla de minimizar
esfuerzos que en el motor de la vida a veces son la clave de los asuntos
exitosos.
Volver a retomar
siempre y saber comprender el lenguaje corporal, las miradas y vernos a los
ojos. Ya solo con eso estaríamos proponiéndonos algo muy vital.
Hoy día, a pesar de que llevo años practicando algunas
técnicas de plástica para expresarme con ellas, como son: el grafito, la
acuarela y ni qué decir de los lápices a color, que amo desde muy niña (y que
apenas de adulta aprendí bien la técnica) me sentía ya bastante segura con los
logros de mis haceres. De pronto me di cuenta que todo ha sido lirico o
auto aprendido con manuales, libros y ayuda personal. En el caso de la acuarela
la aprendí en el estudio de mi padre. Siempre pensé que no habría más por
aprender. Pues nada de eso. De pronto decidí ir a tomar clases porque la vida
me acerco a una persona que, siendo estudiosísima y muy buena maestra de lo
artístico y en las técnicas, me habló de lo que es tan importante ir cerrando y
lograr una circularidad en algunos puntos en el aprendizaje académico. Cada miércoles
a mis 70 (setenta) años de edad, me he propuesto hacer con disciplina renovada
la parte académica de las técnicas plásticas. Estoy haciendo grafito desde la
base, estoy preparando el camino para las demás técnicas y repasar y ¡casi
volver a aprender los caminos! Cuando me veo a mí misma con los útiles como si
tuviera 10 (diez) años de edad, siento que me rio por dentro, mi madre dijo
siempre: Nunca es tarde cuando la dicha es buena.
Se, que algunas personas dirán ¡Que exageración!, querer
saber todo. No, no es querer saberlo todo, es retomar desde el fondo lo que uno
ama. Lo mismo pasa con el cuerpo, siempre es bueno mantener los músculos
entonados. (Continuará).
Referencia.
Breve historia de los Neandertales.
Fernando Díez Martin. Ed. Tombooktu.com.mx