miércoles, 15 de enero de 2025

 

Escribir, leer, ser. (12)

                           

                                              No es lo mismo el arte para las masas, que lo masivo del arte.

Vasarely.

                                                     Ir comprendiendo que la expresión humana conforme el devenir de los tiempos va tomando formas muy específicas, es apreciar que somos en verdad seres llenos de creatividad. Esta creatividad ha tomado más protagonismo, porque ya sabemos la amplitud del término y tratamos de llevarlo a mas aspectos y espacios de la vida diaria.

Ya sea que escribamos, que leamos con un sentido u otro, o más aún, que seamos seres activos de una expresión muy personal del ser, estamos respondiendo a una época.

Vasarely tuvo esa preocupación y nos la dejo con claridad en sus ideas: mientras lo que se construye en el arte pueda llegar a la mayoría de los seres, y éstos puedan verse afectados por eso mismo, los creadores deben ser más conscientes de que el arte es de masas y aun así quienes prefieran hacer obra más personal, es una opción siempre valida. La dimensión del tamaño material de la obra creada no es lo importante, sean obras de caballete o de dimensiones mayores, todo es arte mientras sean logradas con buenas técnicas y con sentido ético y así mismo llevar a los espectadores a apreciar con sentimientos genuinos. No podemos tratar de ver formas figurativas en lo abstracto o de creer que solo lo hiperreal es válido.

El espectador nunca es tonto, porque el arte nos guste o no, lleva inmersa una espiritualidad que todos pueden apreciar a cualquier edad.

                                                   Estar retomando escritos, para mí no es poca cosa. Me siento bendecida de poder tomar lo escrito en tiempo pasado y revertirlo con nuevas miras en tiempo presente y más aún poder darlo al campo abierto de los lectores.

En este momento de revisiones estoy leyendo el cuaderno numero 75 (setenta y cinco).

Corresponde al año 2008 del siglo en curso. Tengo 53 (cincuenta y tres) años de vida, y mis ocupaciones son mas que nada en torno a mis hijos. 

En particular revisaba lo que le había escrito a mi hija y así mismo cerrar esos textos y ponerlos a buen recaudo para que los tomaran cuando ellos lo considerasen. Desde muy temprano demostró ser una mujer de vida autónoma, disciplinada y con sus miras muy claras en la vida, así que todo lo escrito se lo dejé a su aire y tiempo. Son tan solo las percepciones de una madre a su hija, como le percibí durante la etapa en que le escribí.

Somos seres concretamente únicos, si uno se atreve a escribir algo sobre otra persona, es tan solo los asuntos vividos en compañía y las porciones de percepción de tales hechos, algunos sentimientos y nada más. Las interpretaciones de la vida ajena pueden ser muy temerarias, porque si apenas podemos comprender por momentos lo que vivimos nosotros mismos como personas interiores y ensimismadas en nosotros ¿Cómo podríamos hablar de algo que le incumbe a otro ser?

Eso nunca.

Disfruté hacerles estos diarios personales de pedazos de infancias. Todos esos textos se los he entregado a ellos.

Leí y releí el Salmo 1437/5, Y dice:

-Me acuerdo de los días de antaño y medito en todas tus acciones, pondero las obras de tus manos y hacia ti mis manos tiendo, mi alma es como una tierra que tiene sed de ti, Señor-.

Me queda totalmente claro que llamar Señor, al Dios en el que creemos no resulta fácil para todos. Habremos de entenderlo como una manera de acercarnos a esa divinidad, de concretar en el interior de cada quien esa contingencia que nos da asiento y a la que volveremos algún dia.

Los formatos de la religión (cualquier que ésta sea) permitido a muchos seres humanos dignificar ante todo a la especie y así poder tener más cercanía hacia esa comunicación que solo se implementa para mayor dignidad, si esto no se cumple al menos en parte, pues es que no se está entendiendo para que sirve seguir una serie de creencias.

No todos entienden a Dios por el mismo camino, y es muy válido.

Ya en el año 2008 que reviso, me ha quedado muy claro (como el agua misma) la importancia de que lo que ocupase nuestra mente, siempre estuviera bien claro en el camino personal elegido. Clarificar, empresa nada fácil, pero si muy necesaria.

Hace poco escuche a un filósofo catalán que habla de la vida y de la muerte. Expresó: -Esta vida es como estar subidos en un tren que no se detiene, solo cuando nos tenemos que bajar de él es posible que cambie de ritmo y la velocidad-

Algunos nos vamos a bajar abruptamente, otros tendremos más tiempo para saber que la parada para bajarnos está cerca y tal vez tener momentos de reflexión. Es como tantas cosas en la vida, una situación siempre muy personal.

Tener el boleto para abordar el tren de la vida, es un don que se otorga a todos  sin pedirlo, aunque se dice mucho, que el alma de cada ser elige en donde quiere encarnar para vivir el aprendizaje antes de salir del mundo. No es un querer mundano y como el que todos conocemos, es una dirección que va más allá del entendimiento racional. por alguna razón profunda todos y cada uno de nosotros estamos aquí. Es tarea obligada y podemos hacerla divertida el saber cuál es el motivo terrenal.

Elegir vivir en pareja es uno de los asuntos que por Gracia de Dios hoy dia ya se cuestiona y se piensa más. El niño de 6 (seis) años pregunta a su tía: ¿porque no estás en pareja? Ella le contesta dignamente el porqué de no haber elegido ese camino: -porque es un camino muy serio y no se elige tan solo porque sí-.

 Si la pareja ideal no se presenta, es totalmente digno llevar la vida en soltería. Así todos los que escuchamos este diálogo le decimos al niño que no es así nada más, como se elige a las personas que queremos cerca, hay que discernir, como apunta San Ignacio de Loyola. El discernimiento hoy día, esta como que durmiendo el sueño de los justos y no aparece fácil.

Elegir, hasta a las personas con las que interactuamos, porque una vez más: las intenciones cuentan. No somos trofeos para nadie y mucho menos juguetes del ámbito social.

A veces cuando se convive en pareja, hay que entregar parte de lo que somos, de nuestro ser original y nos queda clarísimo: no todos hemos venido al mundo a tal tarea, y si la elegimos hay que tener en cuenta lo que escuche decir a una amiga: la vida en pareja a veces sí tiene fecha de caducidad y si se entiende bien, hay que aceptarlo. Es por eso mismo y nos queda claro el porque muchos prefieren no pasar por ese tramite.

Apreciar las acciones de los hombres y de las mujeres que nos rodean no es nunca enjuiciar con la vara de medición terrenal. Todos tenemos un ser profundo que no está a la disponibilidad y merced de las opiniones del grupo.

Las palabras de mi padre resuenan en mi interior (y han pasado casi 46 años de estar emparejada con mi marido) cuando decidí vivir en pareja, solo me dijo: ¿-Estas segura-? Y mi -sí- fue rotundo. -Estoy segura-.

Creo que también su intención era hacerme ver si estaría lista para las adecuaciones y revisiones necesarias que trae la vida en común y ahora, (aunque no está presente) en mis sueños puedo decirle que he luchado y acicalado mi relación de pareja, y así lograr nuevos sentidos. Los hijos importan mucho y cuando se rompen las relaciones hay que ver que tanto los hijos van a sobrevivir dignamente esos asuntos.

Él sabía en sus silencios muy elocuentes, muy bien sabía mi padre cuanto azúcar lleva ese dulce de matrimoniarse. Hoy día ya se sabe y se logra pensar mejor los caminos y como se manejan los tiempos para que ese dulce vivir en compañía de otro ser, no se convierta en amargura.

Estar en lo que estamos mientras vivimos lo elegido, conlleva sin duda alguna que los aprendizajes los atesoremos a cabalidad, aunque no siempre puedan ser compartidos con todos.

Si las experiencias vividas pueden darnos algo de luz, es seguro que esas tonalidades saldrán a alumbrar al mundo de otros seres. Mas esto, no se hace con facilidad, hay que tener en cuenta que lo que se vive de dentro no siempre justifica que otros lo puedan comprender de fuera.

Si nos desenvolvemos en los ámbitos de una religiosidad y lo místico/religioso nos acompaña, es seguro que la luz que refleje nuestro ser sea de otra índole. Es claro que el concepto de Dios ha cambiado, aunque Dios sigue rigiendo las realidades infinitamente. Todas las culturas, querámoslo o no, están permeadas por principios de religión básicos, sea que los adoptemos o no, nos permean.

La cristiandad ha permeado por siglos, aunque sus modos cambien, la esencia social está regida por esos principios básicos. Nadie se puede salir del todo, aunque así lo desee, porque siempre hay bases que quedan en todas las generaciones como parte de la cultura en general. He escuchado decir que hay gente que llega a expresar que se ha vuelto ateo por el favor de Dios.

En 2008 aún se rentaban las películas en esos centros de distribución a los que se acudía para llevar a casa esas cintas embobinadas dentro de una caja de plástico. Aun no estaba establecido con tanta formalidad ese conducto tan novedoso llamado Netflix. Hoy dia, quienes amábamos ir las salas clásicas de cine, ya no nos atrae tanto, la sala de TV casera ha dado todo para que disfrutemos las producciones cinematográficas.

La vida, se hace sobre la marcha. Lo vivido no se improvisa y no podeos desdeñar lo que a nuestra época incumbe.

Las valoraciones nunca dejan de ser personales. Solo podemos compartir lo vivido, lo demás es interpretación.

 El cómo hemos sido educados cuenta mucho. La valoración de la vida se asienta en esos caminos que percibimos desde los primeros años de vida.

Cada ser tiene sus propios motivos. Vasarely dibujaba en la niebla asentada en las ventanas de doble cristal de su natal Hungría, y cuando habla de eso lo hace con una hermosa nostalgia.

Todo lo hecho al vapor en el diario vivir, cobra tributo. En la alimentación es diferente, eso que se cocina al vapor resulta más sano. ¡Ironía!

Por estos días leí una frase estupenda:

 -El roble, con los vientos cruzados es como se forja-. (Continuará).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario