miércoles, 29 de enero de 2025

 

Escribir, leer, ser. (14)

                                                           Los colores que nos rodean son energía. Afectan lo que pensamos y por ende lo que hacemos, interactúan con todo nuestro ser.

Montse Osuna. (Paraf.)

                         Siempre habrá buenos momentos para conversar sobre los colores. Cuando nos apasiona un tema, se nos hace más presente que otros y pueden aparecer momentos para añadir nuevos puntos de vista para nosotros mismos, y cuando es posible, compartir con otras personas. No todos estamos interesados en los mismos temas, abrir la mente nos puede dar nuevas miras. Es valioso encontrar con quien compartir, propiciar que los temas puedan ser interesantes y compartibles. Los temas que nos aportan se aparecen, a menos que la apatía nos gane o estemos más involucrados en socializar.  Hay personas que tienen a los amigos como si fueran adornos o trofeos obtenidos en el devenir de la vida social y de pronto lo importante no es propiamente enriquecer la plática.  

 Los nuevos aspectos de los estudios de los colores nos dicen mucho.  Ahora ya se puede hablar un poco más de las interacciones de los coloridos, cómo éstos nos afectan y más que nada como nos pueden hacer más felices.

Los colores, tienen virtudes. Estas se expresan dependiendo de las vibraciones de onda dentro del color y dan determinado sentido a las acciones, ayudan a que algunos aspectos de la vida fluyan mejor.  

Las virtudes de los colores pueden afectar los estados de ánimo. En el mundo del diseño industrial están muy presentes estas consideraciones.

Dentro de los lineamientos generales podremos decir que las coloraciones son como agentes mentales que nos pueden ayudar a transformar.

Los ambientes arquitectónicos están regidos en gran medida por los coloridos. Hay dia, ya son más proclives los colores neutros, y ya veremos más adelante si podríamos hablar un poco del porqué. De entrada, son tonos más conducentes para mantener el ánimo sereno.  

No desdeñemos elegir el color con el que nos sentimos mejor, es seguro que nos hace vibrar aún sin entenderlo del todo, nuestro mundo se verá afectado para bien.

Ningún ser humano puede negar que siempre se puede encontrar todo lo que se necesita, en el mundo personal. En el mundo del consumismo somos más proclives a medir, a dar pie a competitividad negativa. Si este postulado le tenemos claro, jamás nos faltará nada, porque nos damos cuenta que son los mecanismos del mundo moderno los que crean espejismos de que a veces, falta algo. A veces quejosamente muchos decidimos que lo que queremos no es exacto a lo que deseamos y mucho menos lo que estamos viviendo, cuando percibimos esto y podemos hacer de nuestro mundo algo mejor si recordamos que el verbo conciliador es el de: elegir. Se puede elegir estar o no estar, ir o no ir, y así en todos los aspectos del vivir, si elegimos con adecuación vivimos con más plenitud.

Todos nos acomodamos en la vida siguiendo paradigmas aprendidos. No es negativo lo paradigmático, solo hay que valorar que tanto se concilia nuestra mente con la realidad, tener el cuidado de percibir lo obsoleto. por eso es bueno saber que el camino de desaprender a veces nos puede traer ligereza y mejores percepciones.

 A veces solo se alberga en el corazón la idea de que sería preferible tal o cual cosa, así mismo podemos pensar en el color proclive y más afín a nuestro ser interior.

Si algo en verdad nos molesta y vemos posible trasformar asuntos, baste entender que los colores tienen la energía para hacemos más fáciles los cambios.   Si nos apetece cambiar el color de una pared en casa, en el ambiente de trabajo, no dudemos en hacerlo y nos daremos cuenta del bien obtenido.  A veces, las percepciones, son tan claras como el agua misma, otras veces, aunque algo percibimos, puede tomarnos más tiempo saber bien a bien que percibimos.

 El camino de elegir no siempre es drástico, cada quien con sus tiempos y modos.

La alquimia personal es capaz de combinarse con algún color que nos venga mejor. No en vano a veces sin saber ni porque, elegimos los colores por lo que sentimos.  Un ejemplo personal: tengo predilección por los automóviles en color negro. No me he puesto a teorizarlo, tan solo así lo percibo. Ya hablaremos de esta dupla tan interesante: El total de los colores: (blanco) y la ausencia de color: (negro).

Antes habremos de recordar que hay que confiar en el poder de los pensamientos, de los sentimientos. Yo vibro muy bien con el negro. Si esto del color aun no nos queda claro, existe la teoría de los estudios profesionales, aunque más bien es empezar a fijarnos ¿que sentimos ante algún color? Ser más observadores.

 La mente sí es poderosa y hay que hacer caso a ese poder.

A la mente: Se le dirige.

Al cuerpo: Se le siente.

¿Porque habremos de dirigir nuestra mente y sentir nuestro cuerpo físico?

Porque es una responsabilidad evolucionar. No está a discusión, como a veces nos decían los padres ante una premisa que habríamos de acatar en los tiempos de nuestra educación de infancia paternal. Pues el padre universal, Dios mismo, nos pide que no esté a discusión nuestro camino evolutivo en la tierra, el ser que no evoluciona, se encona. Muchas veces la no evolución es la primicia del sufrimiento que no solo podremos propiciar a nosotros mismos, sino a los que nos rodean.

Sí, es un hecho que hemos venido a hacer para los demás, mucho antes que para nosotros mismos. Haciendo con los otros es como evolucionamos. Crecemos.

 Los seres a quienes se les llama egocéntricos, son más bien quienes están en búsqueda de reafirmar esa centralidad necesaria y luego salir a la misión encomendada. Quien no se prepara, tiene menos que aportar.

Hay que tener cuidado con esos sentires de egoísmos mal entendidos. Aprender el por qué, sí somos seres evolutivos, independientes, autónomos y se hace más llevadero saber con claridad que estamos de paso por el mundo, no por fatalismo sino por realismo.

Somos seres compuestos de bases físicas, por ahí corre la energía etérea, emocional y mental, y ¿porque no? ¡La energía colorida!

                                                                           Cada color del espectro cromático tiene un sitio en nuestro cuerpo físico, habita dependiendo del área del cuerpo, que se encuentra dando vida al ser total.

 Azul.

El color azul podríamos decir que está relacionado a la comprensión que tenemos de nosotros mismos. Quien se conoce duda menos. Es el color asociado a: Principio.

El Principio se asocia a su vez a la Voluntad.

Es decir, todo lo que nos ayuda a comprendernos mejor, tiene como requerimiento la tolerancia con nosotros mismos, no nos exigir de más y mucho menos lo que no nos corresponde. El ser que aprende a discernir consigo mismo, puede no estarse metiendo cada jueves y domingo en camisas de once varas. (como bien dirían nuestras madres).

El color azul también está asociado a los últimos pensamientos que tenemos antes de conciliar el sueño nocturno. El estado general de como llegamos a ese recinto de descanso, es sagrado, tiene mucho que ver con que tan bien descansaremos. Algunos expertos recomiendan un rato antes, una infusión de algún té, o tan solo una tacita de agua tibia. Antes de conciliar el sueño nos dicen que es bueno poner el orden de lo que se realizará al amanecer y proponer que todo saldrá bien.

Si estamos cansadísimos a la hora de dormir, más nos vale hacer una pequeña meditación, una ligera caminata y serenar respirando con ritmos pausados, para conciliar mejor ese sueño, a voluntad. Cerrar los ojos y permitirnos percibir algún tono de azul, antes de dormir. Estar cerrando el ciclo del dia no es cualquier cosa, y ese amanecer que nos espera y que a veces nos parece tan trivial, no lo es, es principio. Estar agradecidos de volver a la vida un día más, hará de ese ciclo diario algo único.  Ese nuevo principio bien puede percibirse como con un tono de azul.

Si tenemos ya en la mente esa voluntad, elegir el azul de nuestra preferencia en la mente, permitirá ese serenar para continuar. Es seguro que a renglón seguido vamos a la claridad necesaria de visualizar e implantar las acciones generales del día (para que no nos pesen) y luego la serenidad en lo emocional.  

Podemos estar tranquilos: El orden Divino ya está dado. Tengamos o no una religión, ese orden universal querámoslo o no, nos circunda, nos defiende y nos da sentido, está presente y es Principio. Lo ha permitido Dios, no con la voluntad de tipo humano, sino con la fuerza del devenir que solo a Dios corresponde.  Percibimos esa fuerza y no importa si la entendemos o no del todo, no importa si algunos la perciben diferente a nosotros mismos, lo importante es tener el orden personal con claridad. A algunas personas les ayuda practicar una religión, y quien no la practica puede armonizarse con una filosofía de vida, con una forma de ser o hacer. Si las acciones llevan sentido, estamos.

Cuando el orden Divino concuerda con lo que creemos, ya tenemos mucho por dado. Si así estamos y tenemos la paz de ese orden, habremos de activar el entusiasmo por vivir. La primera vez que me hice consiente del valor de conservar un nivel de entusiasmo vital durante el día, fue en mi primer año de preparatoria. Teníamos una clase de oratoria y la maestra nos hizo reflexionar y pasar delante del grupo en el salón de clase a referir con nuestras propias palabras que era para cada una de nosotras, el entusiasmo. Asunto que dejó abierto ese camino.

Hay una serie de Principios vitales que están asociados al color Azul:

1.    Generación.

Es la capacidad consiente de lo que sí podemos generar y aportar desde nuestro ser y vida. Depende de lo que somos, de lo que hemos elegido y de la voluntad de hacer de esto participe a quienes nos rodean. Ser creativos.

2.Causa/efecto.

Tener claro que las acciones siempre tienen reacciones. Según veo como se maneja la psicología en los críos actuales, es como recordar que todo tiene consecuencias y hay que tenerlo claro como asunto principal.

3.Ritmo.

Hace mucho que se habla de los biorritmos, es decir el cómo somos seres cíclicos. No temer al principio de cerrar y luego abrir.

4. Polaridad.

Todo tiene su contrario. Lo que es arriba es abajo y lo que es abajo es arriba.

Al Arcángel Miguel que tiene como referencia el color Azul, siempre se le relaciona con estas palabras: Como es arriba es abajo, y viceversa.

5. Vibración.

Todas nuestras células vibran. Esa vibración es seguro que afecta nuestra salud en general.

6.Correspondencia.

El movimiento que en verdad propone es el que va de aquí para allá… pero que regresa de allá para acá.

Todo tiene esa circularidad como principio. Lo que mandas, eso recibirás.

7. Mentalismo.

En la energía Azul la mente tiene un gran papel. Podemos ayudarnos estando conscientes de lo que ponemos en la mente y como logramos poder ver nuestros pensamientos y elegir los mejores. Eso que mucho se dice: acallar la mente, es real. La mente nunca deja de tener pensamientos, lo importante es saber cuáles dejamos que imperen y cuáles solo hay que dejarlos pasar como el agua de un rio que corre. (Continuará).

 

 

 

 

 

 

 

  

 

 

 

 

 

 

 

 

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