Escribir, leer, ser. (16)
Solo
aquel que se dedica a una causa con toda su fuerza, puede ser considerado
maestro.
Albert Einstein.
Los maestros no se dan en
los árboles frutales. Tampoco en los esfuerzos desmedidos y en demasía que
pueda hacer el individuo. El esforzarnos de más puede ser contraproducente. La
maestría es saber el justo medio. Hoy día, cuando estamos en la era en la que
se puede decir que los niveles de educación se pueden lograr bastante altos,
muchos podrán ser llamados a ser maestros, mas no se trata de cuanto se
aprende, sino el cómo se obtiene la información y para qué se utilizará.
Podremos estar interesados en mil temáticas, pero si pasamos la mirada a
vista de pájaro sobre esos conocimientos y no los vamos a utilizar para
algo creativo, pues más temprano que tarde se nos irán de la mente o peor aún,
nos serán un estorbo. Es como sucede con las fotografías de mala calidad,
aunque no estén expuestas al sol directo o la luminosidad del día, terminan por
perder los colores y peor aún borrarse del todo.
Como hemos visto al mencionar la voluntad (color azul) es
muy necearía para los logros y los aprendizajes, nos dice Amiel:
-El pensamiento (que es donde radica la libertad) es la
cima de una serie de metamorfosis ascendentes…La personalidad vuelve a
encontrar la profundidad interior… esa dirección de uno mismo que se llama libertad-.
Y en otro párrafo más allá nos dice: -Somos libres con el espíritu…que consiste
en anticipar la experiencia y hacer economía de faltas-.
Si la maestría en algún ámbito es el resultado de ir
acumulando el conocimiento preciso, habremos de saber que solo mientras nos
sintamos libres con esos adosamientos conceptuales es que estos darán fruto,
porque no todas las personalidades son para todos los conocimientos, ni
obtenerlo en la misma forma y sentido. Si el espíritu esta apresado en
voluntades que no nos corresponden, aun yendo por caminos de maestrías,
aprenderemos, nada. Qué bello lo dice Amiel: economía de faltas… es también
tratar de no volver a tropezar con la misma piedra.
En una ocasión observaba atentamente el ir y venir de las
maripositas de la luz. Los pequeños insectos que son atraídos hacia esta
energía cuando ven la luminosidad, se animan y llegan hasta ahí. Pues se dio la
situación de que junto al punto lumínico había unos pequeños charcos de agua,
algunas de las mariposas después de pasar por lo luminoso descendían a beber y
sus alitas (tal vez por cambios de temperatura) se pegaban al agua y ahí
quedaban ahogadas. No siempre es menester creer que habremos de encontrar
respuestas en todo lo que brilla, ese oro prometido que puede traer
controversia si no es el indicado. Lo que brilla puede ser muy bello, pero no
siempre lo es para uno mismo o para nadie que solo se acerque por curiosidad y
sin objetivo claro. Hay objetivos ausentes de nobleza, como los que se dan en
las personas que buscan a otras gentes en nombre de la amistad (mal
entendida) para escalar socialmente y que al cabo si no logran sus objetivos
terminan alejándose.
¿Qué quiere decirnos Einstein cuando afirma que, si
queremos algo, hay que poner toda la fuerza? ante todo que esto no es literal,
porque hay de fuerzas a fuerzas y creo yo que se refiere a que más bien
habremos de estar atentos a lo que si nos es propicio y de nuestra incumbencia.
Por eso el chisme es tan destructivo, porque nos acerca a asuntos que ni nos
incumben, ni entendemos del todo, pero hablamos de tal tópico que nos contamina
irremediablemente. La fuerza de la voluntad asegurada con un halo azul, nos
puede llevar a la sabia decisión de tomar o no lo que nos parece apetecible en lo
sabio (amarillo) y por ese camino asegurar que las emociones estén en su sitio
con el rojo (emotivo). Estamos en el mes de lo emotivo/amoroso y podemos hacer
el bien desde regalar una sonrisa, hasta hacer alguna acción concreta por otro
ser humano. A veces pagan justos por pecadores, porque si en los ámbitos en
donde nos movemos encontramos buenas personas que comulgan con los falsos
profetas, pues por ahí dejaremos de ir. Aprendemos a detectar las malas
energías y tendremos que cuidar que no estén cerca.
Un ejemplo actual es el asunto de la migración. No estoy
en desacuerdo de que si las personas corren peligro en sus ciudades de origen
tengan que ir a buscar una vida mejor, mas el camino no es el mismo para todos,
no todos están preparados para encontrar lo que anhelan. Me mata de pena ver
los llantos y rechinar de dientes cuando todo ese caminar termina truncado,
peor aun cuando los niños son llevados por caminos tan tremendamente inhóspitos
para la niñez, y mil etc. etc. Queda muy
bien la reflexión actual: tal vez ahora
se lo piensen dos veces antes de avanzar para chocar contra una pared.
Tal vez, otros caminos se abrirán y quien quita y esos caminos sean opciones en
lugares más cercanos a la tierra de origen, ese horizonte lejano no siempre
tiene la luz que promete. Espacios menos brillantes y con promesas más de
esfuerzo personal, pueden ser la respuesta. Esos sitios en donde se prometen
sueños que solo son como insomnios, vigilias eternas o espejismos, pueden (y de
hecho lo hacen) causar dolor.
En verdad que
desde que el mundo es mundo el migrante ha existido. Todos tenemos en nuestra
linera filial inmigrantes que vinieron, y que no podemos considerar como un
azar, más temprano o más tarde es algo que no podemos negar. En América Latina
lo que vemos hoy día, en mucho se percibe descabellado en el sentido que ha
sido propiciado por lo que se ha percibido promisorio y que termina no siendo
lo esperado. Es doloroso, porque cada vez se vuelve más un albur el camino y
más profundo el riesgo.
Entonces, que decimos de las maestrías ¿Nos volvemos
maestros en un santiamén? O ¿mejor tal vez nos avocamos a averiguar qué es
lo nuestro y en donde se ubica? No olvidemos que a veces las soluciones están en
la punta de la nariz… y las percibimos en lejanías que nada que ver.
En la sencillez no se minimiza nada. Se le teme mucho a
lo sencillo, a veces porque se cree que es menos valioso, menos propositivo,
como algo que siempre nos está en deuda, cuando en realidad en lo sencillo y
llevadero, tal vez fluya mucho más la conciencia. Cuanto hemos escuchado que no
todo lo que brilla es oro y tampoco todo lo que promete es una verdad, también
podremos decir que volvernos maestros no es algo que se hace a la fuerza y no
es camino para todo Dios. Es más bien, una condición de algunos seres que se lo
merecen y como bien se dice: se les da. Lo que se da, no es que alguien
se los de físicamente, es algo que fluye en el centro del ser. Aceptar con
cautela lo que se transforma, aunque no sea el relumbrón.
En los textos que he escrito a mano, siempre me gusta
mejorar la letra, tengo varias que de pronto salen a ser protagonistas, un
tanto depende del temple.
En el verano de 2008 tuve un cambio muy drástico en la inclinación
de la cursiva con la que escribía, estaba como que, buscando un asiento más
pausado en las palabras que expresaban mis sentires, las expresara más
homogénea en los renglones, que, aunque Dios no los había torcido, yo no los
percibía tan rectos.
Había pasado unas semanas en Cancún en donde vivía mi
hija. Solo el cambio de aires me dio una nueva percepción y eso me hizo sentir renovación.
Nos afirma Amiel:
-Para que los cambios fluyan a nuestro favor, hay que
tener claro: que intenciones-
El respeto a la naturaleza de las cosas, visualizar en
presente y con propósito claro y creativo-.
-No importa el porvenir si posees la paz de la conciencia
y te sientes reconciliado con el orden-.
Hay que tener mucho cuidado con llegar de momento a
sentir que la vida nos cansa. A veces hasta queremos que los demás comprendan
mejor nuestros postulados personales, y eso es mucho pedir. Si de pronto nos
sentimos cansados hay que hacer los altos consabidos y retomar, regresar,
desaprender.
Nadie tiene porque entender de más lo que solo es
nuestro. Los seres cercanos (aun siendo nuestros parientes) no están obligados
a tener que poner demasiada energía en la resolución de cosas que solo a uno
mismo incumben, a menos que se dé con naturalidad, o se pida con intención.
Y pasamos a disertaciones respecto al tercer color
primario:
Rojo.
El sentido más generalizado de la interpretación del rojo
es: Amor / Emoción.
En Egipto este color es considerado el color del luto,
por ser el color de la sangre.
Para muchas personas el color rojo está asociado al
optimismo.
Su derivado, el rosa, es un color que se asocia
directamente a las emociones.
Cicerón consideraba que las enfermedades del alma son
mucho más peligrosas que las del cuerpo.
Amiel, deja muy claro el aspecto de los cariños en la vida,
en varios pasajes de su diario personal lo menciona con acierto, porque sí que
son importantes y más que nada saber darles el lugar que les corresponde, y nos
dice:
-Hace un tiempo terriblemente largo que no exijo nada de mí
mismo… el único interés verdadero de mi vida son algunos afectos-.
Algunas veces -cuando más hombre es el hombre, más
aislado se encuentra, a medida que se crece en inteligencia y en bondad se
tienen menos semejantes-.
Este color primario con sus derivaciones en rosado, es un
color que a muchos seres humanos nos alegra la vida.
¿Buenos sentimientos? Si los quieres mejores, visualízate
rodeado de rosado. La hermana mayor de mi padre, con quien pase muchos periodos
de mi vida en su casa en los suburbios y bosques cercanos a Nueva York, todo lo
obtenía en rosado, siempre me pregunte el porqué. Jabones de manos, esponjas
para el baño y la cocina, cestos de plástico para la ropa, sábanas, toallas, en
fin, todo lo posible habido y por haber. No había duda cuando íbamos a comprar,
solo me decía: Toma uno de esos… en color rosado.
Todas las relaciones humanas están relacionadas con
asuntos emotivos, así sea amor de pareja, amor filial o amor incondicional,
cualquiera está dentro del halo del rojo/rosado.
El dinamismo humano de la ley de atracción/repulsión se manifiesta
en la vibración atómica en su totalidad.
Vibramos desde nuestro pensamiento, emociones y
sentimientos.
¿Cómo nos movemos?
¿Cómo interactuamos cuando se ejerce la voluntad del ser?
La sintonía universal y personal logra la armonía
percibiendo este colorido.
En estos ámbitos del color rojo también está regida la
ley de economía cósmica que abarca las finanzas de cada ser humano. Todos
nuestros asuntos de economía están regidos por el color rosa.
Si hay fallos en la voluntad de lo que se pretende lograr
a profundidad y los sentimientos están trastocados dentro del ser, la ley de la
economía lo resiente. Nuestro ser acción/reacción regula la emocionalidad y de
esta depende que las finanzas sean sanas.
Cuando bloqueamos nuestro buen desempeño amoroso se
afecta la armonía de lo material.
El modo como damos… es el modo como recibimos.
Si no hay armonía con el rojo, afectamos nuestro debe
y haber.
¿Qué es Dar? Es todo lo que parte de nosotros hacia otros,
desde la respiración, el movimiento, el modo de mirar, como respondemos con la
palabra, y ni qué decir de las interacciones entre los congéneres.
Con constancia habremos de revisar los modos de sentir y
de hablar.
Si damos condicionadamente, podremos cerrar las puertas
del bien, la interacción sana demanda un buen grado de incondicionalidad.
La sensibilidad contempla la gratitud, misma que propicia
la felicidad, sin un buen sentido de lo feliz, no hay tranquilidad.
La mente viene siendo como el útero de los buenos
pensares, mismos que se manifiestan en los actuares.
Lo masculino es más directriz y cuando propicia lo
generativo de lo femenino y se unen ambos, se propicia armonía con sentido creativo
y evolutivo. (Continuará).
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