miércoles, 12 de febrero de 2025

 

Escribir, leer, ser. (16)

                                         Solo aquel que se dedica a una causa con toda su fuerza, puede ser considerado maestro.

Albert Einstein.

                                                      Los maestros no se dan en los árboles frutales. Tampoco en los esfuerzos desmedidos y en demasía que pueda hacer el individuo. El esforzarnos de más puede ser contraproducente. La maestría es saber el justo medio. Hoy día, cuando estamos en la era en la que se puede decir que los niveles de educación se pueden lograr bastante altos, muchos podrán ser llamados a ser maestros, mas no se trata de cuanto se aprende, sino el cómo se obtiene la información y para qué se utilizará. Podremos estar interesados en mil temáticas, pero si pasamos la mirada a vista de pájaro sobre esos conocimientos y no los vamos a utilizar para algo creativo, pues más temprano que tarde se nos irán de la mente o peor aún, nos serán un estorbo. Es como sucede con las fotografías de mala calidad, aunque no estén expuestas al sol directo o la luminosidad del día, terminan por perder los colores y peor aún borrarse del todo.

Como hemos visto al mencionar la voluntad (color azul) es muy necearía para los logros y los aprendizajes, nos dice Amiel:

-El pensamiento (que es donde radica la libertad) es la cima de una serie de metamorfosis ascendentes…La personalidad vuelve a encontrar la profundidad interior… esa dirección de uno mismo que se llama libertad-. Y en otro párrafo más allá nos dice: -Somos libres con el espíritu…que consiste en anticipar la experiencia y hacer economía de faltas-.

Si la maestría en algún ámbito es el resultado de ir acumulando el conocimiento preciso, habremos de saber que solo mientras nos sintamos libres con esos adosamientos conceptuales es que estos darán fruto, porque no todas las personalidades son para todos los conocimientos, ni obtenerlo en la misma forma y sentido. Si el espíritu esta apresado en voluntades que no nos corresponden, aun yendo por caminos de maestrías, aprenderemos, nada. Qué bello lo dice Amiel: economía de faltas… es también tratar de no volver a tropezar con la misma piedra.

En una ocasión observaba atentamente el ir y venir de las maripositas de la luz. Los pequeños insectos que son atraídos hacia esta energía cuando ven la luminosidad, se animan y llegan hasta ahí. Pues se dio la situación de que junto al punto lumínico había unos pequeños charcos de agua, algunas de las mariposas después de pasar por lo luminoso descendían a beber y sus alitas (tal vez por cambios de temperatura) se pegaban al agua y ahí quedaban ahogadas. No siempre es menester creer que habremos de encontrar respuestas en todo lo que brilla, ese oro prometido que puede traer controversia si no es el indicado. Lo que brilla puede ser muy bello, pero no siempre lo es para uno mismo o para nadie que solo se acerque por curiosidad y sin objetivo claro. Hay objetivos ausentes de nobleza, como los que se dan en las personas que buscan a otras gentes en nombre de la amistad (mal entendida) para escalar socialmente y que al cabo si no logran sus objetivos terminan alejándose.

¿Qué quiere decirnos Einstein cuando afirma que, si queremos algo, hay que poner toda la fuerza? ante todo que esto no es literal, porque hay de fuerzas a fuerzas y creo yo que se refiere a que más bien habremos de estar atentos a lo que si nos es propicio y de nuestra incumbencia. Por eso el chisme es tan destructivo, porque nos acerca a asuntos que ni nos incumben, ni entendemos del todo, pero hablamos de tal tópico que nos contamina irremediablemente. La fuerza de la voluntad asegurada con un halo azul, nos puede llevar a la sabia decisión de tomar o no lo que nos parece apetecible en lo sabio (amarillo) y por ese camino asegurar que las emociones estén en su sitio con el rojo (emotivo). Estamos en el mes de lo emotivo/amoroso y podemos hacer el bien desde regalar una sonrisa, hasta hacer alguna acción concreta por otro ser humano. A veces pagan justos por pecadores, porque si en los ámbitos en donde nos movemos encontramos buenas personas que comulgan con los falsos profetas, pues por ahí dejaremos de ir. Aprendemos a detectar las malas energías y tendremos que cuidar que no estén cerca.

Un ejemplo actual es el asunto de la migración. No estoy en desacuerdo de que si las personas corren peligro en sus ciudades de origen tengan que ir a buscar una vida mejor, mas el camino no es el mismo para todos, no todos están preparados para encontrar lo que anhelan. Me mata de pena ver los llantos y rechinar de dientes cuando todo ese caminar termina truncado, peor aun cuando los niños son llevados por caminos tan tremendamente inhóspitos para la niñez, y mil etc. etc.  Queda muy bien la reflexión actual:  tal vez ahora se lo piensen dos veces antes de avanzar para chocar contra una pared. Tal vez, otros caminos se abrirán y quien quita y esos caminos sean opciones en lugares más cercanos a la tierra de origen, ese horizonte lejano no siempre tiene la luz que promete. Espacios menos brillantes y con promesas más de esfuerzo personal, pueden ser la respuesta. Esos sitios en donde se prometen sueños que solo son como insomnios, vigilias eternas o espejismos, pueden (y de hecho lo hacen) causar dolor.

 En verdad que desde que el mundo es mundo el migrante ha existido. Todos tenemos en nuestra linera filial inmigrantes que vinieron, y que no podemos considerar como un azar, más temprano o más tarde es algo que no podemos negar. En América Latina lo que vemos hoy día, en mucho se percibe descabellado en el sentido que ha sido propiciado por lo que se ha percibido promisorio y que termina no siendo lo esperado. Es doloroso, porque cada vez se vuelve más un albur el camino y más profundo el riesgo. 

Entonces, que decimos de las maestrías ¿Nos volvemos maestros en un santiamén? O ¿mejor tal vez nos avocamos a averiguar qué es lo nuestro y en donde se ubica? No olvidemos que a veces las soluciones están en la punta de la nariz… y las percibimos en lejanías que nada que ver.

En la sencillez no se minimiza nada. Se le teme mucho a lo sencillo, a veces porque se cree que es menos valioso, menos propositivo, como algo que siempre nos está en deuda, cuando en realidad en lo sencillo y llevadero, tal vez fluya mucho más la conciencia. Cuanto hemos escuchado que no todo lo que brilla es oro y tampoco todo lo que promete es una verdad, también podremos decir que volvernos maestros no es algo que se hace a la fuerza y no es camino para todo Dios. Es más bien, una condición de algunos seres que se lo merecen y como bien se dice: se les da. Lo que se da, no es que alguien se los de físicamente, es algo que fluye en el centro del ser. Aceptar con cautela lo que se transforma, aunque no sea el relumbrón.

En los textos que he escrito a mano, siempre me gusta mejorar la letra, tengo varias que de pronto salen a ser protagonistas, un tanto depende del temple.

En el verano de 2008 tuve un cambio muy drástico en la inclinación de la cursiva con la que escribía, estaba como que, buscando un asiento más pausado en las palabras que expresaban mis sentires, las expresara más homogénea en los renglones, que, aunque Dios no los había torcido, yo no los percibía tan rectos.

Había pasado unas semanas en Cancún en donde vivía mi hija. Solo el cambio de aires me dio una nueva percepción y eso me hizo sentir renovación.

Nos afirma Amiel:

-Para que los cambios fluyan a nuestro favor, hay que tener claro:  que intenciones-

El respeto a la naturaleza de las cosas, visualizar en presente y con propósito claro y creativo-.

-No importa el porvenir si posees la paz de la conciencia y te sientes reconciliado con el orden-.

Hay que tener mucho cuidado con llegar de momento a sentir que la vida nos cansa. A veces hasta queremos que los demás comprendan mejor nuestros postulados personales, y eso es mucho pedir. Si de pronto nos sentimos cansados hay que hacer los altos consabidos y retomar, regresar, desaprender.

Nadie tiene porque entender de más lo que solo es nuestro. Los seres cercanos (aun siendo nuestros parientes) no están obligados a tener que poner demasiada energía en la resolución de cosas que solo a uno mismo incumben, a menos que se dé con naturalidad, o se pida con intención.  

Y pasamos a disertaciones respecto al tercer color primario:

Rojo.

El sentido más generalizado de la interpretación del rojo es: Amor / Emoción.

En Egipto este color es considerado el color del luto, por ser el color de la sangre.

Para muchas personas el color rojo está asociado al optimismo.

Su derivado, el rosa, es un color que se asocia directamente a las emociones.

Cicerón consideraba que las enfermedades del alma son mucho más peligrosas que las del cuerpo.

Amiel, deja muy claro el aspecto de los cariños en la vida, en varios pasajes de su diario personal lo menciona con acierto, porque sí que son importantes y más que nada saber darles el lugar que les corresponde, y nos dice:

-Hace un tiempo terriblemente largo que no exijo nada de mí mismo… el único interés verdadero de mi vida son algunos afectos-.

Algunas veces -cuando más hombre es el hombre, más aislado se encuentra, a medida que se crece en inteligencia y en bondad se tienen menos semejantes-.

Este color primario con sus derivaciones en rosado, es un color que a muchos seres humanos nos alegra la vida.

¿Buenos sentimientos? Si los quieres mejores, visualízate rodeado de rosado. La hermana mayor de mi padre, con quien pase muchos periodos de mi vida en su casa en los suburbios y bosques cercanos a Nueva York, todo lo obtenía en rosado, siempre me pregunte el porqué. Jabones de manos, esponjas para el baño y la cocina, cestos de plástico para la ropa, sábanas, toallas, en fin, todo lo posible habido y por haber. No había duda cuando íbamos a comprar, solo me decía: Toma uno de esos… en color rosado.

Todas las relaciones humanas están relacionadas con asuntos emotivos, así sea amor de pareja, amor filial o amor incondicional, cualquiera está dentro del halo del rojo/rosado.

El dinamismo humano de la ley de atracción/repulsión se manifiesta en la vibración atómica en su totalidad.

Vibramos desde nuestro pensamiento, emociones y sentimientos.

¿Cómo nos movemos?

¿Cómo interactuamos cuando se ejerce la voluntad del ser?

La sintonía universal y personal logra la armonía percibiendo este colorido.

En estos ámbitos del color rojo también está regida la ley de economía cósmica que abarca las finanzas de cada ser humano. Todos nuestros asuntos de economía están regidos por el color rosa.

Si hay fallos en la voluntad de lo que se pretende lograr a profundidad y los sentimientos están trastocados dentro del ser, la ley de la economía lo resiente. Nuestro ser acción/reacción regula la emocionalidad y de esta depende que las finanzas sean sanas.

Cuando bloqueamos nuestro buen desempeño amoroso se afecta la armonía de lo material.

El modo como damos… es el modo como recibimos.

Si no hay armonía con el rojo, afectamos nuestro debe y haber.

¿Qué es Dar? Es todo lo que parte de nosotros hacia otros, desde la respiración, el movimiento, el modo de mirar, como respondemos con la palabra, y ni qué decir de las interacciones entre los congéneres.

Con constancia habremos de revisar los modos de sentir y de hablar.

Si damos condicionadamente, podremos cerrar las puertas del bien, la interacción sana demanda un buen grado de incondicionalidad.

La sensibilidad contempla la gratitud, misma que propicia la felicidad, sin un buen sentido de lo feliz, no hay tranquilidad.

La mente viene siendo como el útero de los buenos pensares, mismos que se manifiestan en los actuares.

Lo masculino es más directriz y cuando propicia lo generativo de lo femenino y se unen ambos, se propicia armonía con sentido creativo y evolutivo. (Continuará).

 

 

 

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