jueves, 5 de septiembre de 2024

 

Estar, en lo que estamos. (13)

Muchos procesos de ansiedad se corrigen cuando aprendemos a estar atentos y pendientes de la mente.

Yoko Beck.

                                                                    Cuando tenemos fe en el simple hecho de ser, nos damos cuenta que todos los asuntos de la vida se vuelven más sencillos. Cuando así los percibimos y realizamos con la calma de: una cosa a la vez, estamos abogando por un bienestar que todos nos merecemos. Aunque pareciera que no estamos haciendo nada excepcional inmersos en la vida cotidiana, esa de todos los días que nos absorbe sin más, en realidad estamos dignificando lo que nos habita, lo que nos conforma en el interior y así mantener el sentido y ánimo  propuesto.

Cuando interconectamos con las acciones y las llevamos a cabo con más consciencia, sin lapsos en los que la mente divague, es seguro que lo asertivo se hace parte. Al entregarnos a la acción que nos ocupa, nos estamos dando vida y serenidad de espíritu.

                                                               Se ha vuelto tan exigente el mundo de hoy, que cuando estamos en los momentos de la vida sencilla de cada día, nos puede dar la impresión errónea de que parece muy aburrida, cuando en realidad es la esencia de todos los momentos o actitudes, creer que la vida verdadera nos tiene que costar más esfuerzo, no es tan cierto. Como si lo que nos hemos propuesto y vivimos, parezca tan poco complicado que pueda sentirse totalmente anodino y seco. La complicación puede volverse una adicción engañosa e irrelevante.

Para algunos grupos de personas se vuelve una obligación saber todo.

Cuando nos topamos con personas que están en el frenesí de experimentar todo, interpretar todo como si fuera una obligación, hay que tener el cuidado de valorar lo nuestro y gozar lo que estamos haciendo. Pueda que sean acciones que parecen en sí mismas tan sencillas que las desvaloramos, cuando no es así la realidad. Volvemos al concepto que no hay que olvidar: el Fomo: Fear of missing out.

Hay un dicho que cuando lo repito me da certidumbre: No todo es de nuestro año,

-lo que no es de tu año, no hace daño-.

La plenitud no se da en los rubros de cantidades, es una confusión muy usual en la vida de hoy, creer que más y más en todo, es la felicidad.

La obligatoriedad de estar en todo, es la madre de las peores ansiedades.

                                                                     De las cosas que uno puede aprender de los niños, una muy significativa es cuando lo que manifiestan es su gusto por estar en casa y tan solo jugar. Me encanta cuando lo experimento a mis casi siete décadas, lo he vivido cuando mi hijo propone al suyo, que salga con él en el automóvil y el peque se voltea con el desparpajo más sutil y bello y dice - ¡No papá, yo no quiero salir, yo quiero ¡seguir jugando! -. Que hermoso es ver como un niño encuentra la felicidad en asuntos tan sencillos como armar unos blocs de plástico o tan solo distraerse con los juguetes.

Aun así, si el padre le insiste (porque sabe que es una manera de compartir yendo a diligencias juntos) y le dice -no te apures, al volver jugarás- el peque insiste con un argumento válido: -al volver tengo otras cosas, como cenar y dormir-.  Tan claro como el agua. Todo niño cuando juega, está en lo que está, no necesita más. Lo que hace más felices a los críos (además que es lo más sano para su formación) es jugar.

 En lo personal cuando escribo, que es un momento muy feliz de mi día (tengo días estipulados, y los espero como si solo quisiera hacer eso y lograr mejores textos en lo posible) lo que menos me espero es que la gatita de casa me pida que le abra la puerta y salir a sus paseos al aire libre, pues aun estando en la redacción más concentrada de un párrafo, tengo por seguro que me levanto, le abro la puerta, me espero a que medite su salida ( no se si todos los gatos  hacen una pausa meditativa antes de salir) hacer bien lo que hemos elegido, como tener un gatito a nuestro cuidado.

Los lunes que me toca bañarle, en verdad no encuentro el momento exacto y sé que ella espera ese momento porque aun resistiéndose, lo disfruta, queda olorosa y limpia, y yo como asunto programado y asumido, encuentro el espacio para ese fin.

Si tenemos que suspender una actividad cuando se da un imprevisto, como esos que son parte actuante del vivir diario, eso es lo que nos toca hacer.

No existe mayor compromiso en este mundo que con nosotros mismos, solo así les daremos a los demás lo que se merecen.

Ese compromiso implica sin duda alguna a nuestros seres queridos, personas que nos aprecian y todo ser que sintamos afín, de manera inmediata todo lo que compete para que la parte correspondiente de nuestra actividad en esos rubros se dé sin más.

                                                                           La cultura actual (me imagino que ya es algo de todo el orbe) tiene la tendencia a crear terror por lo inconveniente. Cada que surge algo que es de esa índole o algo que no se espera uno mismo, podremos enojarnos y hacer corajes que no vienen al caso, porque nos han hecho creer que si la vida no sale exacta como la predecimos y programamos es que está mal. No olvidar que no es así, no hay exactitudes a cumplir, hay momentos plenos a observar.

La vida en sí misma, en sus extremos puede ser  poesía o puede ser un desastre, es cuestión del punto de vista, mas el punto medio existe y lleva una parte poética y otra más vulgar que juntas dan la realidad común y corriente.

Amiel cuando habla de la poesía dice algo hermoso que se puede extrapolar a la vida misma: -Toda poesía intima debe ser representativa, es decir dar y traducir el alma humana y no el yo del poeta-. Y vamos a replicar: Toda vida diaria, ha de ser representativa del alma del ser que la vive, no de su ego.

Las mejores lecciones son las que la vida misma nos va mostrando, sean agradables o incomodas.

A veces tenemos conceptos equívocos de algunas personas. Esa percepción se va afinando cuando convivimos más y vemos que las personas tienen intereses muy claros respecto a nosotros. Por eso mismo uno termina etapas de convivencia. Cuando no se esperan las mismas cosas de la vida, la parte genuina de tan solo convivir se puede convertir en una conduerma. Cuando la fecha para verse se pospone y se pospone ¿de qué habla esto? De que en la vida hay prioridades y el mundo de hoy eso es lo que plantea en sus demandas. Nunca hay que forzar.  Hablar fuerte de algún asunto no a todos gusta, aunque la intención no sea incomodar, sino reflexionar. No todos los seres humanos están dispuestos a cambiar, mucho menos a edades adultas, es por eso que hay promover en los niños el buen valor de los cambios necesarios. Hay personas que ni quieren explicaciones porque su tiempo con nosotros ya dio los frutos que esperaban y no les interesa nada más. Qué bueno que uno puede saberlo y seguir adelante. No pasa nada.

A veces todos vivimos de esta frase que escuche muy seguido a mi madre: -Sueños de pescadores que arrulla el mar- Así es. Uno cree en esos sueños durante mucho tiempo, y en muchos aspectos del vivir para venir a darnos cuenta que así son, tal cual, puros sueños. Los de los que pasamos más tiempo en la tierra y no en el mar, podríamos decir que son sueños e ilusiones que arrulla lo social que tiene implicaciones más fuertes que el mismísimo cariño. Cuando alguien escala en la vida social, casi siempre deja de importar el afecto de años.

Me decía mucho a mí misma y con constancia en estos tiempos, que las decisiones creativas eran las buenas y les temía a las decisiones más comunes y corrientes. Con el devenir uno va aprendiendo que los enlaces entre unas y otras son la sal de la vida.

                                     Los verbos concretar y precisar iban haciéndose eco en mí.

 Me daba cuenta que a veces mi mente divagaba de más, y hacia todo lo posible por ser más concreta y clara conmigo misma.

                                                                Íbamos mucho a pueblear mi marido y yo. En lo personal buscaba puerta viejas y rotas para fotografiar, de esas que de pronto quedan abandonadas y llenas de flora hermosa y turgente, toman coloridos insólitos, dualidad de la vida natural y el abandono de lo creado por el hombre.

 Esos abandonos humanos que se apropia lo natural, llaman la atención. Me gusta pintar esas puertas, aunque no he hecho tantas, tal vez las vaya logrando con el tiempo, no lo se. Los temas vitales a veces se dejan de lado, y no es por falta de interés, sino porque hay otros asuntos que se hacen prioritarios.

Llevaba un orden en mis actividades y comencé a percibir como algunas de estas se concretaban dependiendo del día de la semana.

                                        Si logramos vivir con una buena disciplina y con la cara al viento, es decir de frente con la cabeza en alto y sintiendo ese devenir del día a día como el reto más hermoso que nos toca afrontar, vamos por buen camino.

Los que vivimos en Yucatán y zona aledañas, sabemos del gozo de una buena hamaca, y eso es parte del día en los días más calurosos. No importa que estemos o no en una habitación con aire acondicionado, la hamaca es un modo de descanso muy especial y el ser que lo aprende desde niño lo hace parte de toda su vida.

N. Katzansaquis cuando define la felicidad nos dice:

-Es un pájaro manso que habita nuestro corazón-.

Y yo, completo así: Y que vuela, siempre vuela ese pájaro, para regresar con nuevos bríos. 

Cuando en verdad aprendemos a comprender como se manifiesta la voluntad de Dios en nuestra vida, una buena dosis de felicidad se añade. Comprender que esa voluntad no es imposición, sino que es un flujo lógico de lo que somos en esencia.  Nos dejamos llevar y en momentos fuertes la presencia del Dios que hemos comprendido nos permite soltarnos. La vida misma propone.

La felicidad es una tierra que se labra a diario. No está exenta de inconvenientes, ni de ventiscas, ni de plagas, ni de sequias en las que creemos que de pronto no habrá más cosecha. Nada de eso es privativo del campo abierto que se labra, también puede ser parte de cualquier corazón humano. MJ (Continuará)

 

 

 

 

 

 

 

 

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