Escribir, leer, ser. (8)
Nadie pondrá la verdad en tu mente.
El mundo es un lugar muy misterioso y confuso, si no
estás dispuesto a confundirte, te conviertes en una réplica de la mente de otra
persona.
Noam Chomsky.
Los filósofos que han
estudiado el movimiento de las sociedades y de las mentes que las rigen, mucho
nos han ayudado a comprender ese dinamismo que se da entre la naturaleza del
devenir social y como los seres humanos pueden ser parte e influir en éste. En
algunos casos pareciera que es una sola mente la que rige a todo un grupo, esto
no es así porque la mente central que preside, siempre está formada por las
ideas de otros muchos. La fuerza de las demandas sociales son las que van dando
las pautas. Esto, en el mejor de los casos hay que dejarlo a los científicos
sociales y a sus investigaciones y propuestas, más nos vale a nosotros mismos
observar la conducta y acción social como es la que podríamos denominar doméstica
y hacer de la vida un continuo de actos propositivos y creativos. La energía de
los colores siempre rige muchos aspectos, ya volveré con mas profundizaciones
respecto a los colores y sus acciones sobre los seres humanos.
Cuando escuché por primera vez de Noam Chomsky me interesé
mucho en sus postulados. Me di cuenta que era interesante porque apela a los
movimientos del lenguaje, ese ser inasible que permea de fondo, no solo
en el habla cotidiana o de algún punto específico del saber, así como a las
mentes y sociedades, ese poder decir, poder escribir y escribir
con sentido, esos signos especiales que dan movimiento continuo en cada grupo social.
Desarrolló lo que se llama la Gramática Generativa que dice que el lenguaje no
es solo un conjunto de hábitos, sino es innato al ser humano. Nos recuerda que
todas las lenguas comparten principios universales. En la cita que he escogido
para dar inicio a este texto, podemos ver con claridad como debemos y podemos
sin temor alguno estar dispuestos a confundirnos y que esas mismas confusiones
nos vayan aclarando el camino. Quien no se confunde es porque ha aceptado el pensamiento
de otro y lo cree certero a raja tabla, ese no es el modo que nos saque de
dudas.
Quien apela a sus dudas se está dando vida y movimiento
mental. Nunca llegar a postulados que manifiestan pensares que ya no
concuerdan. Las sociedades son entidades muy dinámicas, esto tiende a dar miedo
cuando se piensa detenidamente, ya que al percibir los cambios creemos que lo
único que tenemos de frente es un precipicio ineludible, mas cuando nos
percatamos que podemos tener un determinado modo en la mente personal, es que
estamos apelando a una buena voluntad que dará fruto.
Nadie crece solo, es un hecho que estamos interconectados,
en primera instancia con el pensamiento del pequeño grupo en el que hemos
nacido y éste a su vez está inmerso en una cultura y en unos pensamientos que
la rigen.
No hay que
desdeñar el escuchar y leer, y con los filtros pertinentes de la experiencia
ver y aportar a nuestra mente nuevos puntos de vista, el ser se transforma.
Cuando hoy día reflexiono en la aseveración que mucho se
escucha: la vida es corta,
me queda claro que todo depende de cómo la mire uno mismo. De que la vida pasa
rápido no hay duda alguna y mucho mas cuando lo percibimos todo dentro de la
dinámica de las comunicaciones, lo que en realidad sucede es que se cierran
etapas concretas y ni que decir para lo que queremos escribir, leer y ser.
Es así que me entero: el padre de los estudios del
lenguaje, el mismísimo Chomsky ya no puede hablar, mucho menos escribir. ¿En
dónde queda su ser? Este, se mantiene integro en lo que nos lega. Tal vez no a muchos
se nos ha dado la oportunidad de leer toda su obra, mas no por eso podemos
dejar de tener claro que ha sido grande en su postulación de ideas filosóficas
sobre la especie. Este filosofo norteamericano tan actual, ha tenido un pensamiento
muy claro en cuanto a sus estudios de los sistemas globales del ser humano.
Durante mucho tiempo he escuchado de Juan Rulfo, el
escritor mexicano que en la literatura de nuestro país ha hecho un parteaguas,
no había vuelto a sus textos. Recordaba que me había llamado mucho la atención
en su momento en el pasado, el hecho de cambios bruscos en la lectura, asunto
que hace muy dinámica su escritura y más que nada interesante el modo como
conduce todo el pensamiento entre la realidad y lo mágico. La primera vez que lo leí no capté tanto
valor artístico.
Es así que
volviendo al texto emblema, de la tan considerada la mejor de las novelas
mexicanas, he encontrado tanto arte, tanta creatividad expuesta, que ahora que
han filmado -Pedro Paramo- (una nueva versión) me he quedado atónita ante el
filme, me ha parecido que no solo su director es admirable, sino que los
personajes están muy bien logrados con una fotografía muy artística. Habiendo pasado
la primera hora del filme, me dije: -esta película es de las que se ven dos, o
más veces-.
Y volvemos con Simone de Beauvoir, porque nos refrenda:
No hay lectura que
no nos deje huella. Las conversaciones
mundanas también enseñan mucho, son esas que sin trastocarse ni entrar a
criticas extensivas nos brindan material para reflexionar y con ellas mejorar
la calidad de vida. La calidad de la experiencia es básica para evolucionar.
Tengo fama de ser muy conversadora, es ahí en donde también aprendo porque
escuchar a los otros, enseña.
Cuando el mundo propone ser observado en sus claros y
diversos asuntos muy mundanos, Simone nos dice: -Hay que observar, lograr que
en nuestra mente se muestre como algo divertido y que se pueda asentar de a
poco-.
Cuando el mundanismo es muy fuerte hay que
observar con más silencio.
Nos dice: -Nunca me había gustado perder el tiempo-. No
importa que el fragor de lo que nos rodea tienda a aturdirnos, y nos haga creer
que el tiempo se está ausentando, las claves están en no involucrar al corazón
en asuntos banales, jamás resignarnos y al formarnos un juicio si este por
momentos parece ser equivoco, es una felicidad prevista el avanzar y sentir claramente
cuando nos conducimos en evolución.
Dice: -Estoy sola, uno siempre está solo-
Todos tenemos una manera especial de sentir a Dios, de
percibirle como el factor de nuestra contingencia total. Estamos en este mundo
y aquí es donde Dios se manifiesta a cada uno. En lo personal el canto me
acerca a Dios y no ha sido hasta la tercera edad en que lo he practicado un
poco más, que lo termino de comprender.
Dice Simone: -El catolicismo me había convencido de que
no se debe considerar a ningún individuo, ni al mas desheredado, como
desdeñable-.
Este principio lo promueven las religiones, mas si lo
observamos con atención es el principio más humano de interacción entre
nosotros y que a muchos nos cuesta comprender. Es verdad que no podemos tener química
con todos los seres humanos que tratamos, pero si podemos respetar al que vemos
diferente y saber qué es tan digno como cualquiera.
En ninguna época de la historia el mundo ha vivido sin
complicaciones, éstas tienen su origen más profundo en la desubicación de la calidad
de la experiencia, peor si seguimos creyendo que las palabras, la escritura y
la lectura poco tienen que aportar, nos estaríamos negando una fuente
inagotable de sabiduría.
Las conversaciones mas inocentes las percibía Simone como
tramposas y dice: -mis padres siempre traducían mis palabras a su idioma
personal. Me imputaban ideas que nada tenían que ver con las mías-.
Si, así es. El lenguaje puede volverse opresor. Todos
sabemos que las entonaciones, los discursos demasiado largos y otras manifestaciones
a veces se vuelven contraproducentes. De plano ese lenguaje silencioso, las
campanadas de una iglesia o la música que escucha el vecino de la casa de al
lado, siempre nos estarán dando un discurso específico. Ahora, que en estos
días se reabrió Notre Dame de Paris (después del incendio que la daño hace 5
(cinco) años) no creo que ningún ser humano haya quedado indiferente a ese tañido
tan sonoro y especial del campanario. ¿Qué Nos dice cada campanada? Algo así
como: ¡Aquí estoy!, he regresado.
Como podemos ver y cada día nos hacernos más conscientes
de eso, lo que se vive en otros países, estados y ciudades nos llega.
Es por eso que también hay que hacernos cada quien un
espacio de selectividad de los mensajes. Pensaríamos que podrían ser para
nosotros ¿todos los que nos llegan? de ninguna manera, si no seleccionamos lo
que queremos escuchar, leer y de lo que nos queremos enterar, así como que es
lo que vamos a metabolizar de la información, solitos nos estamos dando píldoras
de stress gratuito.
Simone, esa
mujer tan especial de quien hemos venido comentando y que nos deja traslucir
por los signos equívocos que ella percibió, como le hicieron pensar que podría
hacer pareja con un primo suyo. A fin de cuentas, como fémina de su tiempo vivió
el prurito de ese deseo, que a pesar de saber en su seno interno que no le
correspondía, en su fuero de mujer (que iba a cambiar al mundo) si tuvo una
idea de que Jacques fuera el indicado. Él le dejaba vislumbrar un cariño
genuino, nunca de pareja. Ella se hacía ilusiones que bien sabia todas eran
falaces. Así fue que él se va de Paris, y cuando se reencuentran un tiempo
después, ella se da cuenta de su error. Mantuvo diálogos muy interesantes con
este joven, quien llegó a valorarle con conversaciones fáciles, pero a la vez
profundas. Solían ir al teatro juntos, conversar a cabalidad de lo observado en
los escenarios, gozaban mucho con los ballets rusos que se presentaban en la
capital francesa con platicas que enriquecieron a ambos.
Solo hay ciertos aspectos de la intelectualidad que
ayudan a configurar parejas y que estas relaciones sean duraderas y estables. A
veces el mismo conocimiento une y también distancía. Se dice que a veces,
cuando se dan matrimonios del mismo nivel intelectual, las mujeres suelen
sufrir mas, peor aun cuando se traen al mundo hijos que hay que educar por
ambos. A veces, si se logra fluidamente la etapa de educación de los hijos, ya
como adultos los intelectuales pueden retomar su vida de pareja de muchas
maneras, porque en realidad algo que une a las personas es el nivel de
intercambio de ideas, es lo más genuino de una unión.
Son personas que a
veces se hablan en sus silencios, asunto hermoso y poco visto en todos los
casos.
Al final, Jacques es considerado como un hermano mayor
por Simone. Nunca se dejan de apreciar y admirar mutuamente.
En una ocasión de visita en casa de su primo le expresa:
- El secreto de la felicidad y el colmo del arte, es vivir como todo el mundo y
no siendo como nadie-.
¡Hermosísimo pensamiento! Nos evoca la comprensión de esa dualidad que
habremos de mantener, en primera instancia con la totalidad de lo que nos rodea
y en lo particular defender a capa y espada nuestra individualidad.
A los 19 (diecinueve) años de edad casi siempre se sopesa
el amor, se vislumbra y a algunos les queda claro que es mejor vivir la vida en
soltería.
Cuando Simone valora las posturas del primo como una
pareja posible, llega a darse cuenta de: -Decididamente me parecía inestable, versátil,
se perdía en pequeñas camaraderías y pequeños disgustos, no le daba importancia
a los pequeños problemas que me atormentaban…-. Así lo percibía. No encontraba
a ese ser como un buen compañero de vida. Eran muchas las distancias
insondables y se había percatado de que algunas veces la sinceridad brillaba
por su ausencia.
Llegó a decir: -Yo necesitaba una vida devoradora.
Necesito obrar, gastarme, realizarme. Dificultades que vencer, no estoy hecha
para el lujo-.
Jacques a fin de
cuentas cultivaba mucho mas los valores burgueses de la época. Simone no estaba
hecha para eso. Sabía cuáles eran las prioridades que ella sentía latir en su
seno, y no iba a permitirse un matrimonio convencional.
Mis padres llegaron a considerar: -…que mis gustos y mis
opiniones eran un desafío al sentido común y a ellos mismos…Consideraban el
charlatanismo de los artistas modernos-. (Continuará)
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