viernes, 28 de marzo de 2025

 

Día a día, es el reto. (2)

                                                         La convivencia social sana, se nos está saliendo de las manos. MJ

                                                         De nada nos está sirviendo ser seres asertivos en la intimidad o creer que las vidas están solucionadas dentro del pequeño grupo de convivencia en el que interactuamos, si al poner los pies fuera de casa la vida no es fluida y creativa. Ha sido el devenir del pensamiento en el mundo lo que ha trastocado la dinámica, mas nos ayuda mucho saber que, si nos fortalecemos en el núcleo personal, es seguro que lo que vayamos a compartir fuera de él y en particular con cada ser en convivencia con quien estamos en el día día, lograremos el circulo completo de una interacción civilizada. Sabemos que las familias han tomado rumbos nuevos, nuevas maneras a la que todos conocimos como la clásica, dando la impresión de que se desmorona todo, el mundo se ha abierto y crea exigencias y acomodos, lo importante no está en el modo sino en el fondo. Hay renovación. Son tantos los señuelos inoportunos del mundo actual (por no decir que algunos son totalmente nefastos) que me resulta inevitable tener un tanto ese sentimiento de que algo se pierde. No creo que sea así. Estamos en una nueva era.  

En esta nueva serie de textos hablaremos del último color del espectro. Hemos ido revisando cada uno de los colores teniendo en cuenta como aportan las energías concretas que emanan de ellos y que impactan al ser humano. El color que cierra y abre es el Violeta, energía que nos habla de lo que impera en el sentido del cambio.

                                                               En la convivencia diaria, la integridad personal, así como las acciones para impactar a los que tenemos cerca, serán preponderantes. Es menester saber que las rutinas son necesarias. A algunos de nosotros solo lo palabra rutinario nos confunde, pensamos que es como un cerco del que no podremos librarnos o que nos encierra y exige de más, ¿ la rutina puede ser propositiva? Solo podría contestar que: siempre lo es.

Cuando nos invade un sentimiento de que no todo ha salido como deseamos, hay que observar lo valido de lo que hemos elegido hasta hoy.

 He ahí el dilema mas perspicaz: La mente puede ser muy sutil.  El cuadro de obra plástica mas grande que he pintado hasta hoy (lo tiene una de las mejores amigas de mi hija) lleva por título: -La impermanencia de las horas-. Representa esa dinámica que creemos que nos rebasa, cuando lo único que sucede es que los ritmos nos dan las pautas con los silencios procurados.

Quienes vivimos al nivel del mar tenemos mucho de gane. Por estas alturas se vive más en contacto con el aire marino y puro y querámoslo o no, nos afecta para bien a pesar de las épocas de calor.

La luz del trópico es diferente.

Comprender el amor del Dios en el que creemos (tarea de cada día) puede abundar en los sentimientos que nos ayuden a percibir porque cambiamos y cómo podemos sonreír ante cada cambio. Es normal que no en todos los momentos de la vida seamos las personas que quisiéramos, siempre hay mucho mas por conocer y poner más énfasis en la atención del día a día.

El día a día es la célula clave de donde emana la vida real.

La revisión en estos textos es del cuaderno numero 76 (setenta y seis) y   corresponden al año 2008. Notaba los cambios en el entorno que habito, había ruidos que se habían extinguido, de pronto en casa nos preguntábamos y extrañábamos ese acompañamiento de algunos de ellos, como lo fue el silbido lejano de una serpiente que se escuchaba nítido cuando caía la tarde, como algo característico de nuestros montes bajos. Al señor que afilaba cuchillos y tijeras le dejamos de escuchar a su paso ya tan conocido en la puerta de casa, ese Afilador afable y conversador con quien me encantaba pasar un rato agradable de platica, mientras estaba haciendo su trabajo junto a mí. Ya no mas permiso de entrar al fraccionamiento. Ahora con guardias de seguridad hasta los más cercanos necesitan del QR, para acceder. Lo entendemos todos, las condiciones cambian. Hablemos del color del cambio:

 Violeta.

Es la combinación de dos primarios: el rojo (emoción) y el azul (principio).

Es maravilloso saber que todo se mueve, pero mucho más interesante es saber que de fondo, el principio vital (azul) cuando las emociones son sanas (rojo), trae lo necesario y cambiante.

Transmutar. Es ahí mismo en donde se localiza el violeta.

El diccionario nos dice:

Mudar o convertir algo en otra cosa.

Estoy segura de que muchos de nosotros podremos argumentar ¿Y para qué? ¿Qué necesidad hay de cambiar lo que sé que ha funcionado tal cual? A veces son dinámicas que vas mas allá de los asuntos personales, es la dinámica del mundo.

A los católicos nos queda claro que los tonos violetas son los de cuaresma, sabemos que viene un momento clave, Dios morirá para volver y ser otra vez. La resurrección es un concepto profundo que vale la pena reflexionar, es dar oportunidad a renovación.

¿Qué tanto nosotros comprendemos las veces que podremos volver a ser? Serán las que nos propongamos sin duda alguna, así como las que trabajemos mientras comprendamos que los cambios son un movimiento positivo.

Pues así es, también quienes llegan a un lugar nuevo, se mudan, cambian y es bueno comprender ¿que da asiento y caracteriza al mood de ese lugar al que se llega? Y por su lado, quienes recibimos a los nuevos habitantes, aun viendo trastocado el medio en el que hemos nacido y vivido toda la vida, habremos de tener claro que no es fácil llegar y menos entender todo de un plumazo. Todo acomodo duele.

No hace muchos días, se escuchó que un individuo que llegó a la ciudad a vivir, amenazo a una joven trajadora en un establecimiento. Lo primero que siente uno es tristeza. Es normal que así se sienta, mas de inmediato lo que sigue es desear que quienes tienen a su cargo el orden público y privado estén atentos. Mas puntuales han de estar los prestadores de servicios. Si la persona que está expuesta se prepara para saber cómo responder, es seguro que estos asuntos pueden solucionarse, lo más importante es tener la integridad para no caer en provocaciones.

 Esto está pasando también en el tránsito vehicular. Las calles ya están muy llenas. Pues habremos de saber mantener distancias. En lo personal en un mes tuve dos altercados en la vía pública, de los cuales salí rápido porque no permití que se enconara nada, en esos momeros la violencia tiende a salir, aparece el exceso verbal, hay que salir de eso y tratar de solucionar de la mejor manera.  Ese tipo de situaciones ya se dan mas seguido. Muchos de nosotros recordamos como la ciudad se movía a un ritmo mucho más suave y aunque lo extrañamos, sabemos que estamos ya en otra era. Estar conscientes de que ahora sí que el transito nos puede crispar los nervios, es un cambio que ya llego y hay que asumir.

Montse Osuna nos dice: - Con nuestras acciones generamos nuestro futuro- Es decir, los cambios son válidos y necesarios. Han de ser pertinentes para evolucionar con bien, o caeremos en desarmonías que luego no podremos transformar. Sabemos que somos un lugar preferencial para la migración de quienes sufren situaciones muy difíciles del país, pues estemos orgullosos de eso y no seamos parte de asuntos trastocados.

El caos siempre acompañará a la humanidad. Son los errores naturales de una especie que, creyéndose la dueña del planeta, cada día éste nos recuerda que solo somos una parte de sus habitantes. Ser mas comprensivos con nosotros mismos nos hará poder serlo con los demás congéneres.

Saber que la mente ha de estar ágil. Ya se descubrió que cuando la mente se cierra, el cuerpo lo puede resentir y endurecerse y hasta enfermar.

Sería menester observar, conocer con todo detalle nuestros errores nos urge, saber cómo resanar esa parte en nosotros.

¿Qué es eso que llamamos angustia?

Vemos que nos dice el diccionario:

Es una aflicción, una congoja, una ansiedad que se manifiesta en el centro del cuello, abarcando a veces la región torácica y abdominal. Puedo agregar: en primera instancia se logra disipar respirando acompasadamente. Ahora que doy clases de pintura a algunas niñas preadolescentes no puedo comenzar la clase sin antes hacer que respiren un poco y centren la atención, aun así, por momentos están en todos lados menos en el trabajo que estamos practicando.

En realidad, cuando nos angustiamos es porque no hemos podido poner en su sitio los pesares. Cada pensamiento que se revuelve en la mente es proclive a descomponer la paz activa. A algunos pesares los tachamos de menores y si no se trabajan de momento, se acumulan.  Toda angustia requiere ser observada y darle el espacio y el tiempo para ser superada.

Todo caduca, querámoslo o no, por lo que el cambio siempre está esperando detrás de la puerta. Lo que caduca no es algo malo, quiere decir que ya cumplió sus cometidos y sus funciones y pasar página a veces es lo más sano.

Es diferente lo que ya no funciona a lo que está caduco. Lo que caduca es algo que se cierra y si por alguna razón regresa, será diferente. Lo que se cierra, puede renovarse en su misma esencia con nuevos bríos.

Las dificultades a veces están relacionadas con el camino difícil de elegir, ya que aun lo que elegimos (cuando ya sabemos que desear es más riesgoso) a veces nos crea traspiés, aunque son menores a diferencia de estar atorados en deseos que no son parte de lo real.

En las relaciones de vida los cambios son oportunos. He visto que quien los trabaja sin rencores los lleva mucho mejor, esa es la clave para avanzar. Perdonar no quiere decir volver a la situación que ha merecido nuestro perdón, puede uno alejarse si es necesario y ocuparnos de crear los nuevos modos.

La ley básica del buen cambio se asienta en el ritmo. Somos como las olas del mar, vamos y venimos y no pasa nada, ser acordes con lo rítmico de cada quien.

En estos días que escribo ha sido la conmemoración del dia internacional de la mujer. Al reflexionar en lo que eso significa es importante no caer en lugares comunes y absurdos de pleitos por posiciones, porque no se trata de eso. Es mucho mas importante y profundo saber el lugar que tenemos en este camino de ser mujeres y como lo manejamos desde cada… ser mujer. En las posiciones tomadas por los grupos femeninos que arman grupos de choque hay mucho dolor (que es válido ya que ha habido mucho sufrimiento en nuestro género) mi opinión es que no se trata de destruir para construir, como piensan los grupos feministas radicales. Según llegué a escuchar, el grupo que ha decidido hacer desmanes está cifrando sus actos en los postulados que propone un pensador que ellas admiran y que les ha dejado claro que: -Si se quieren cambios verdaderos es necesario destruir-. No creo que sea por ahí.

Así también en un artículo escrito con total acierto por Paloma Bello, reconocida mujer pensante en nuestro medio por promover la cultura y colaboradora brillante en este mismo periódico Estamosaquí, escribió un muy buen articulo hablando de esas incongruencias que se está dando hoy día. Entre los párrafos más significativos de su texto tenemos:

-Aún no cabe en los razonamientos, qué finalidad tienen las punibles actividades de las mujeres que se prestan para vandalizar-. En lo personal creo que tienen cero finalidades. Estamos en realidad siendo testigos de cambios muy mal entendidos, porque destruir nunca ha sido el camino de reconstruir. Solo se destruye algo obsoleto o acabado y no es eso precisamente lo que estas mujeres realizan en las ciudades que atacan despiadadamente.

Y nos dice en el texto Paloma:

-Entonces, el feminismo tendría razón de ser. Honraría a Elvia Carrillo Puerto, a Beatriz Peniche de Ponce, a Toto Jiménez, - damas que abrieron paso a los derechos de la mujer, mas no en irracionales posturas de las que se consideran hoy con justa causa.

Propongo que quienes puedan y quieran, vayan hasta las páginas del periódico Estamosaquí.mx y lean todo lo que ahí mismo ha publicado Paloma Bello. El texto se titula: -Preguntas-.  (Continuará).

 

 

 

 

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