miércoles, 23 de julio de 2025

 

Día a día, es el reto (19)

                                                                           Los malos hábitos del carácter, pintan oscuras líneas en los mandalas de nuestra vida. MJ

 

                                                        Creo haber hablado bastante de los colores. Solo me es preciso admitir que, sin el aprecio a ellos, mi vida no sería la misma. Esas percepciones que nos pueden permear e infundir la buena energía y moldear el carácter, nos permiten con los coloridos circundantes hacer que veamos los cambios de luz durante el día, observar la tarde si se viste de armarillos o azules. Mi padre, en sus silencios siempre disfrutó de los coloridos y así silenciosamente lo transmitió y todo se ha quedado a mi lado. Cada que me descubro gozando de los coloridos de algún entorno o de algunas cosas u objetos, se evoca su presencia y como si me dijera ¿ves? ¡Cuánto te lo dije!... el verde seco combina perfecto con el azul cielo y ni que decir cuando se eligen los colores complementarios, que luego aprendí a valorar en clases más formales, a tener esas combinaciones presentes. Si queremos el mandala vital con certidumbre en sus líneas y cada parte lograda con todo lo que merece y con las percepciones que le dan vida en nuestra existencia, hay que observarnos en reacciones y convivencias. Si queremos más alegría (y en verdad que sí que hace mucha falta) es necesario dar lugar a ese sentimiento y así con todo. Hay razones para elegir coloridos, sea en la mente o en la realidad material. Me doy cuenta de cómo hoy día se prefiere los colores neutros.  Es claro que esto se dé así, porque son colores que vinculan, que dan paz.  No en vano nos propician que los ambientes sean más relajados. Los grises que están tan de moda, habremos de recordar que son la mezcla de todos los colores (el blanco) y el no color (el negro). ¿Puede haber más equilibrio? No creo. Saber si fueron los arquitectos, decoradores de ambientes o los diseñadores gráficos quienes fueron proponiendo esto, al común de los mortales nos da lo mismo, lo importante es que se ha dado como asunto grupal y hay que apreciarlo. No es casual el mar de fondo de las tendencias que se hacen costumbres sociales.

 Es un hecho que las buenas razones habremos de descubrirlas en la vida de cada día. A veces en lo personal se dan como una buena opción para adoptar y en lo grupal observar, valorar.

Se ha perdido mucho la consonancia con la vida, se percibe un cierto desaguisado en los ambientes, no solo en la vida común y corriente, sino tambien en las esferas más reducidas de la convivencia humana. El contrapeso en muchos aspectos brilla por su ausencia y hay dejadez en algunos sectores de la vida en común.  Existen más cada día las dificultades en la convivencia personal, en los intercambios sociales.

 La vida de hoy está urgida de que la fuerza aglutinante y renovadora esté presente, existe esa fortaleza en cada uno de nosotros y habremos de hacerla vital. Pareciera que, de los tonos de gris, se fuera a tomar la energía renovadora y silenciosa. Hay una necesidad de equilibrios y más aún, cuando vemos como los mundos de las mentiras se expanden como si nada.

Los tonos de beige tambien son parte de las coloraciones neutras y dan paso a algunas combinaciones acertadas. Están en menor escala.

                                                                Si ponemos en la mente la percepción de los colores, es seguro que las actitudes toxicas de nuestro entorno no nos llegarán tan fácilmente, el ánimo se alimenta mucho de los coloridos.

Todo es posible cuando tenemos una buena postura anímica.

El corazón añoso del mundo tiene siempre mucho que ofrecer, y hoy día pide a gritos renovación desde adentro y ésta se encuentra en los buenos momentos que nos podemos propiciar. Caminar, irnos por la ciudad en la que habitamos con pies de plomo y vista aguzada. Si salimos del país, gozar y no tomar tanta foto, ya eso nos está acaparando en demasía. Es importante saber cómo se mueve la cultura material en los entornos, expos, conciertos y todo tipo de manifestación que nos aporte.

A los apremios aprendí a darles su lugar en la vida. Aquietar impertinencias. Me daba cuenta que aún tenía ese sentimiento de que el tiempo nos puede comer el mandado, y que lo propuesto se mal logre. No es manda hacer de todo, ni concretar los diversos asuntos al mismo tiempo.

Aprendemos a fuerza de tener presente las prioridades, ¡que la vida no es carrera de obstáculos! es vivencia bien llevada.

 Fue en estos tiempos que comencé a depurar ese sentir y a darme cuenta de lo que en verdad era importante para darle el lugar merecido, el momento y el sitio. Hay momentos y situaciones que han de esperar, pues que esperen. Con pausas y sin contratiempos propiciados, la vida se disfruta más.

La mente es un hecho que nos hace creer que hay apremios infalibles.

Cuando se desfasa lo que tenemos que vivir, es cuando aparecen las líneas negras y sombreadas del mandala de la vida, entra una especie de vacío que nos empuja como si estuviéramos en un camino más nublado que de costumbre, es cuando le damos entrada al stress. Todo lo que se sale del cauce propositivo y positivo para resolver, nos da la impresión de una imprescindibilidad, que no es real. Es entonces ¿que habremos de cambiar?, el ritmo. No todo es imprescindible.

¿A qué le podemos llamar una impertinencia? Remitidos al diccionario nos dice:

Dicho o hecho fuera de propósito.

Nos deja claro el lenguaje que ese despropósito puede ser causal de mucho desorden. No sabemos cómo, pero se puede acumular todo y presentarse la vida con ese sentimiento de estar en lugar y momento equivocados.

Tambien este concepto se asienta como importunidad, o lo que es lo mismo: importunar es hacer o decir fuera de lugar.

Muchas personas son impertinentes, porque no se han educado con oportunidad la conciencia emotiva, las percepciones de lo realmente importante.

Cuidar el foco de los intereses, tener a mano una buena lectura. Leer no es memorizar, es gozar con el texto fluidamente.

Por estos dias tomé un curso muy completo sobre la obra emblema de Cervantes: Don Quijote de la Mancha. Había venido a la ciudad una especialista cubana en el tema, y en verdad que valió mucho estar varias semanas por las tardes aprendiendo y analizando este texto.  Hablaremos de algunos aspectos de esta obra.

Se nos hizo reflexionar entre las diferencias entre verdad y espejismo, la mente de Don Quijote es bien sabido que tenía sus propios derroteros. Así que nos pusimos manos a la obra aclarando algunos términos. Lo más claro que hay que tener en mente es que lo veraz, es lo que siempre se apega a verdades, son estas últimas las que están sujetas a mas circunstancias de tiempos y de momentos que pudieran ser más movibles. Diferentes aspectos, dependiendo de la cultora.

En el libro de Vladimir Nabokov sobre el tema, se aclaran cosas tales como:

-…el Quijote es el punto de partida lógico para hablar de la evolución de la novela-. Es novela, pero a la vez es crónica y así mismo es fantasía que nos divierte, habla de una época que se cierra. Es un libro que se puede comparar con un cuento de hadas y a la vez es menester no estar cerrados ya que   la ficción es parte importante, así como las maldades que algunos seres humanos suelen propiciar como divertimento, es probable que deriven de vidas ociosas.

Es una maravilla como en la vida real de la España de Miguel de Cervantes, encontró el justo y preciso instante para hablar de las ficciones que darían pie a esta magna obra. Geográficamente estamos por momentos en la zona de Argamasilla y el Toboso en la región de La Mancha, también se camina por la reseca llanura castellana, así como por la Sierra Morena, por decir lo más general, porque los ambientes son variadísimos y eso mismo enriquece la narrativa.

 Existe una evolución en la forma épica de narrar, hay -un nuevo camino entre el monstruo alado de la epopeya y la prosa especializada de la narración de entretenimiento-. Va surgiendo la novela que da pie a la consciencia.

Tanto Cervantes como su personaje eran buenos católicos de su tiempo y esto se dejará entrever entre los principios de vida que se manifiestan, siempre en la búsqueda del bien, haciendo el bien, como Don Quijote lo concebía.

Y nos dice el autor: -la lección que se saca del libro es la presunción de Don Quijote de proponer el bien general, campo de acción que solo corresponde a la iglesia-.

-…la exclusiva convicción, imperiosa y prepotente, de que para llegar al cielo había que pasar por una puerta de cuyas llaves eran ellos los guardianes-.

Un caballero y un escudero son en realidad algo así como una sola cosa. El escudero se encarga de seguirle la corriente a su caballero.

En el Quijote se habla de una nobleza extravagante. La figura flaca y caminante que vemos a lo largo de las llanuras que se recorren, es como si de pronto se proyectara a todos los confines posibles de la tierra, algo que va mucho más allá de un cuerpo humano que actúa y decide, es toda una modalidad de vida. Es así mismo como llega hasta quienes nos podemos convertir en eternos lectores, ya que El Quijote atrapa, tanto por el ser humano protagónico, así como por el personaje logrado.   

-Examinemos un tanto al triste caballero-. Fue Sancho su escudero quien lo nombra como el caballero de la triste figura.

-Antes de tomar para sí el nombre de don Quijote se llamaba Quijada o Quesada a secas. Es un hidalgo rural, con su viñedo, su casa y su trozo de tierra de labor, buen católico…flaco, frisando en los cincuenta años-.

Es un caballero con ideas muy propias de los de su estirpe, mas, yendo de pronto mucho más allá de lo esperado en sus modos nos sorprende y se exhibe con conatos de rabietas mal ubicadas y momentos de felicidad que son insospechados. A este sujeto le gustaba dormir a la intemperie y estar al pie del cañón con andanzas extremas, con visiones únicas.

Continua el texto: -se ata el yelmo improvisado con unas cintas verdes… con el escudo sobre su flaco brazo y una rama de árbol por lanza, monta sobre su Rocinante, que es igual de macilento y cuellilargo…-.

Es don Quijote un ser de piel macilenta de un tono amarillento, generalmente de ceño adusto. Disfruta de los silencios porque escoge las palabras para pronunciar con decoro y cuidado. No se maneja con malos sentimientos. (paraf.)

Hay una cosa que no ocurre jamás: -la menor sombra de critica a Dulcinea, la dama de sus sueños-.  A Don Quijote es difícil que hoy día se le pueda tachar de misógino, es verdad que a las mujeres de su tiempo no se les veía de igual a igual respecto a los varones, mas era producto de esa época, había decoro. La caballería honraba a las damas, era menester restablecer ese modo de ser en todo su haber.

Y, ¿Sancho Panza? -Es un jornalero que fue pastor. Tambien celador de una hermandad. Padre de familia y vagabundo de corazón-. Nunca aprendió de letras, ni escritas ni leídas.

Su figura contrasta bastante con la de su caballero, él es de complexión rechoncha, y demuestra -demasiado ingenio natural para pasar por tonto-.

-Cervantes utiliza el adjetivo noble con toda seriedad al hablar de la resolución de Sancho de no apartarse de su amo en un momento de especial peligro. Este amor a su amo y el amor a su burro son sus rasgos más humanos-.

Se dice mucho que los caracteres con los que tratamos suelen ser contagiosos a la larga, o tambien a la corta si son determinantes. Se habla mucho como estos dos personajes se contagian los modos, los dichos y de pronto veremos en los pasajes más emblemáticos como Sancho actúa como don Quijote y viceversa.

Don Quijote tiene un carácter ajedrezado: de pronto su mente es de cuadricula blanca y luego de cuadricula negra. Estos dos colores fluctúan en su ser, en sus rasgos más promisorios.

Se dice que en la actualidad las obras literarias ya conquistan las conciencias. En estos tiempos de la picaresca y de cuando se escribió el Quijote, aun los personajes no recuerdan ni saben los hechos que se pueden recordar de ellos. Hay menor conciencia de lo que se aporta. El Quijote quiere fortalecer el bien que se esfuma.

-El amor de Cervantes a la naturaleza es el típico del llamado Renacimiento literario italiano-. (Continuará.).

Referencia:

Curso sobre el Quijote.

Vladimir Nabokov.

Biblioteca de Ana Mario Moix.

Ed. Clásico Zeta.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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