Estar, en lo que estamos. (6)
Cuando nos preocupamos por nuestra roca mental, la carga de la vida se hace muy pesada.
Yoko Beck.
La realidad de toda vida se centra en lo que cada uno de nosotros pensamos, de ahí lo que hacemos y enfocados en ese presente tan necesario, la vida se agiliza. La preocupación no permite la mente fluida.
Nunca estar con ningún tipo de desesperación por ganarle tiempo al tiempo o presionar a que se den los hechos, porque habrá situaciones que aún no están maduras. Los aspectos vitales están ordenados de tal forma, que tienen su propio tiempo y espacio. La forma que hayamos elegido para las acciones, si es la natural, es más seguro que comprenda la parte original de cada ser. Con el devenir de los tiempos esto se ha ido complicando y ya no es tan sencillo comprender cuál es la naturaleza de lo que nos incumbe. Cuando quisiéramos sentirnos más asertivos podría ser conveniente mejorar nuestros propios tiempos, cuidando que las presiones innecesarias no hagan estragos. No son lo mismo los tiempos de la niñez, ni los de la juventud y ni se diga los tiempos de la vejez.
Recordando el mito de Sísifo, él no se dio plena cuenta mientras subía a la cima conduciendo la roca encomendada: ya era un ser libre desde que tuvo una roca para empujar, para conducir. Si nunca compró la idea de que era un condenado, su libertad estaba dada, tan solo por tener esa tarea. Siempre somos libres en lo que nos toca hacer, es la mente la que nos puede hacer creer lo contrario.
Cuando nuestras tareas se conducen por su naturaleza, la misión que venimos a desempeñar nos permite estar en donde tenemos que estar.
Todos tenemos la libertad asegurada, tan solo por tener la encomienda de conducir nuestra existencia. En algunas ocasiones se dan ataduras y complicaciones que se crean cuando no aprendemos a ser conscientes de que somos seres autónomos, individuales y que nadie tiene nunca porque poner barreras a nuestro desempeño.
El concepto de fe, el verdadero entendimiento de la fe como ese concepto que nos hace bien a todos, es el de saber elegir aunque no todo esté del todo claro, cuenta mucho la intuición.
En la juventud se cometen muchos errores y es porque el manejo de la fe está inmaduro, no tenemos tan claro que cuando tomamos riesgos también es una forma muy digna de ser conscientes. Si nos condenan otros seres con palabras, estaremos permitiendo algo muy indigno, es por eso que los críos que aprenden a expresarse bien desde niños, van haciendo más libre su camino.
En esta etapa de mi vida que reviso, me di el gusto de adquirir unas libretas especiales de hojas y portadas con diseños florales. Una está adornada con unos tulipanes holandeses. Estábamos de viaje y me di el tiempo necesario para encontrar estos cuadernos. Escribí con máximo cuidado ya que para mi es muy importante que la letra sea clara y bien formada.
Cuando salgo de la ciudad en la que vivo, me parece muy interesante observar cómo está dado el espacio urbano, si se han ocupado o no de poner setos de hojas y flores y como se ven, que tan cuidadosos han sido los jardineros. Me gusta mucho observar la mano humana en el ámbito de las plantas, tal vez porque a mi no se me da tanto. Desde niña, salía con mis padres con bastante frecuencia a la ciudad de New Orleans ,La. aprendí a observar entornos y se los agradezco, me enseñaron a tener esas percepciones. Es obvio que en las ciudades de preponderante clima cálido, es más difícil mantener viva la vegetación, aunque he descubierto que no es por ahí donde se apuntala el asunto de las flores en las urbes, si hay motivación y tiempo, todo se logra. Este aspecto no en todos lados se maneja con la importancia que tiene, ese solaz que produce en quienes lo disfrutan. En la ciudad que visitamos en estos días, lo que más nos asombró fue ver astromelias rosadas por doquier, tal vez porque es el arbusto más fácil de conservar y así lo han utilizado. El formato que se da con cierto diseño resulta muy agradable, se nota el esmero y en estos casos lo encontramos con troncos enfilados y follajes cortados.
Estando en esta visita a la ciudad de Houston, Tx. tuvimos a bien conocer la Menil Collection, arte moderno que a todos en casa nos puede fascinar. Está situado este museo en un enclave que tiene un jardín central, con algunas esculturas y en el que hay casas habitación alrededor pintadas de un gris oscuro. Los setos son hermosos, pero lo más interesante es que hay árboles floreciendo con magnolias bien cuidadas. Las ardillas se pasean a sus anchas desentendidas de que a tan solo unas cuadras de ahí, el urbanismo toma otro cariz.
Ahí mismo nos pasamos un buen rato en la Rothko Chapel, en verdad un recinto que invita a la meditación con los colores tan especiales elegidos por este artista. Uno puede pasarse horas frente a una obra monumental de Rothko, y sentir la vibración del color como algo muy sui generis. Saliendo de ahí, la meditación final la logramos en la pequeña capilla bizantina de cristal, en donde el juego de las luces es hermoso.
Por estos tiempos, el caladium, esa planta con tantas variedades y que se da muy bien en nuestra tierra, empezó a ser la preferida de mi marido. Se ocupó de encontrar varias especies de la misma y sembrarlas al por mayor. Tienen unos diseños naturales que animan a interpretarse con acuarelas, aunque esta vez como me ocupaba en bordar a mano, se me ocurrió hacer un cuadro con esa variedad de hojas.
Parte de lo que propicia el entendimiento del Zen, es a manejar las insatisfacciones. La realidad es que cuando se practica bien, estos sentimientos desaparecen del marco de referencia individual.Uno a veces tiene tan premeditada la idea de la vida perfecta que se nos olvida que todo se va dando mientras avanzamos. En nuestras manos estará siempre el gozo que ponemos en todo. Percibia lo fácil que puede resultar sentir descontento por lo que me ocupaba de saber cómo podríamos los humanos proporci onarnos una vida más armoniosa, creo que por estos tiempos me hacía falta un gato.
Eliminar de nuestra vida esos pasajes mentales que nada que ver con nuestra realidad, comienza a hacer tarea obligada con el correr de los años. Es fácil descomponernos, pensar que lo que vivimos no es lo que habíamos esperado, porque en la juventud todos creemos que tendremos esa vida maravillosa que en realidad nadie la vive del todo. Si se tienen muchos medios materiales habrase de ordenar la vida por caminos más disciplinados ya que es muy fácil caer en los excesos, si se carece de ellos, se piensa que el mundo que se resuelve en felicidad es el de quien puede tener todo lo material, y así nos la pasamos sin darnos cuenta que la realidad es tan solo tener la mente sana y como la conformamos. Lo bello de la vida lo tenemos a la mano y en el ordenamiento asertivo que logremos.
Tendemos a enjuiciar demasiado cuando estamos dentro de algún tipo de vivencias, esas que no podemos comprender del todo. Si somos observadores, enjuiciamos menos. Parte de lo que propone el Zen, es la meditación, sirve mucho para escribir, porque uno puede ver con más claridad.
Iba buscando los elementos concretos que podrían ayudar a hacer cada dia mas perfecto, apenas y me daba cuenta que jamás existirá eso, y que ningún día por más rutinario que sea se parecerá a otro y su esencia no se mide en perfección sino en flujos logrados.
Me impresionaba como la religión y sus advocaciones iban dando cobijó a tantas personas, me llegaba a preguntar ¿cómo es que es así, se podría vivir más en paz?. Nos invitaron a conocer varias tendencias de seguimiento de ritual y de pietismo dentro de la religión católica. Fuimos a conocer, a observar sin concretar en ninguna, porque a fin de cuentas algunos católicos no somos tan afines al rito y tampoco podemos encerrarnos en un solo camino, así sea dentro de la misma religión. Adorar a una sola Virgen, a un solo Santo y dar tiempo para ese conocimiento es algo que respeto, pero no entiendo del todo. He notado, y lo noté estos días, cuando despedimos a la madre de mi marido, que hay personas que en verdad entregan su vida a esas adoraciones. A casa de la señora moribunda llegaban gentes a orar, respetuosamente se le dejaba pasar, porque de que a los enfermos terminales les pueden dar una especie de remanso la oración, eso es un hecho. Todo esto le ayudó. Ella descansó en paz.
Algo que aprendí en estos días de despedir a un ser querido, es que a veces hay personas que solo por el morbo de entrar y conocer más de alguna persona y sus entornos quieren presentarse de visita. Una persona conocida mía, (que nada que ver con la señora) me pidió que quería visitarla. Me pareció una intromisión fuera de lugar, sabiendo lo delicada que estaba de salud. Lo sentí como algo tan engorroso que se lo comenté a mi marido y siendo como es él, me dijo que de ninguna manera iba a venir a la casa nadie que no fuera estrictamente persona que tuviera una relación cercana con su madre. En verdad que lo pienso hoy mismo y me doy cuenta que hay personas imprudentes, por decir lo menos, porque lo que podría pensarse es que son gentes sin conciencia ni idea de lo que es estar despidiendo a alguien. Es como cuando una vez que ya descansa en paz la persona, se presentan al velorio gentes que ni conocen al difunto.
A continuación la etapa de las misas también nos trajo variedad de sorpresas. Sabíamos que mi suegra era muy querida por muchos, mas nos encontramos con gentes sentadas en las primeras bancas de la iglesia que jamás cruzaron palabra con ella.
Algunas veces las grandezas del mundo contienen poca espiritualidad y otras veces los grandes espíritus albergan mucha sencillez humana. Todo está en cómo se desarrollan los ámbitos del conocimiento y de las esferas que lo preservan y lo difunden.
Por estos días aprendí, como la fuerza de algunas palabras es diferenciada según lo que se viva y de lo que se trate. El terror que da a algunos seres mencionar la palabra cáncer, como si solo su mención nos condujera a padecerlo. Es una enfermedad muy temida sin duda alguna, mucho mas porque se ha desarrollado de diferentes maneras e intensidades, sin embargo, he visto muchos casos que cuando se detecta a tiempo todo se resuelve, también no hay que olvidar que no estamos hechos a la cultura preventiva.
Por estos días, revisé muchas cartas recibidas y escritas a mano, me había ocupado de seleccionarlas por fechas y me hizo muy feliz sentir que en la escritura a mano notaba la personalidad de quien escribió. Las cartas a mano ya son joyas invaluables de una época pasada, son el hilo conductor de una manera en la que nos comunicamos, se siente como parte de una época ida.
Adaptarnos, tiene una acepción muy importante: respeto al tiempo que nos damos para las cosas que van privando en importancia y del mismo modo respetar los tiempos de los demás, de esos seres con los que compartimos la vida.
Si en uno mismo recae el orden de la casa, no es poca cosa percibir cómo lo llevan los que la compartimos y cómo hacer que todo fluya para el bienestar y contento de todos.Siempre quisieramos mucho mas ordenado todo, en mi caso resulta así y parte de lo que iba comprendiendo es que hay un desorden ordenado, que está en dinamismo con lo que se vive cada dia. Las cosas fuera de lugar a algunos nos pueden causar una especie de descontento, hay que saber que siempre existe camino para volver a lo que sabemos que nos agrada más. La ordenación interior de nuestro ser, tiene mucho que ver para poder comprender mejor los órdenes externos.(continuará).
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