domingo, 1 de septiembre de 2019

Un Viaje de Verano.

ITALIA
Un viaje de verano.
Roma.Florencia.Venecia.Milán.
2019


La Vida, un caleidoscopio,
Se mueve como uno lo va decidiendo
Así,
Van armándose las coordinaciones coloridas. MJ


                            Cuando salimos de casa y la vida nos permite disfrutar de lugares y de culturas distintas, muchas cosas nos mueven, nos dan una visión y crecimiento que enriquecen al espíritu.
                            La transformación de nuestro ser se acrecienta con los viajes y  la percepción de la temporalidad  nos permite darnos cuenta que en verdad el tiempo y el espacio pueden ser aliados en la creatividad del vivir diario.
                           La movilidad de hoy es enorme. Grandes masas de  seres humanos van en busca de nuevas y variadas experiencias. Sabemos que la esencia de la especie nos unifica y es verdaderamente bello como cada grupo la expresa a su manera y a su aire. Las culturas particulares, en lo básico son lo mismo.
Diría Ralph Linton, el antropólogo: Tan solo modos de ser, modos de hacer.
                           Conociendo y apreciando lo que nos diferencia, propiciamos valorar en su justa medida lo que nos unifica.
                           La interioridad compartida comienza desde el aprecio de los entornos hasta la más fidedigna y bella expresión artística de un lienzo, una escultura, arquitectura civil o sacra así como las trazas urbanas y formas en las que se organizan hoy dia  las ciudades.
                           Italia, con su esencia latina nos cautiva. Su cultura base, se percibe en cada ser humano.
                          Decidir, es el verbo del verdadero Ser Humano. Así, las decisiones van tornándose en formas  que van adaptándose, dependiendo de los momentos históricos.
Cómplices en modos y acciones nos abocamos a gozar desde el entorno natural, hasta las profundidades del arte.
La cuna de la cultura occidental fue en mucho Grecia, y propició las expresiones culturales de un gran Imperio: el romano. Con cualidades propias y sus divergencias entre los distintos entornos sociales de los italianos.
Se dice que los descendientes de Eneas son los primeros pobladores de Roma a la caída de Troya.
Florencia tiene una base etrusca. Artistas por naturaleza, han dejado en cada poro de la ciudad y su gente, una gran elegancia.
Venecia es a su vez, única. Fundada como bastión protector contra las invasiones bárbaras nos asombra con sus canales y aguas eternas y vitales.
Milan, influenciada por su cercanía con Francia y gran comunicación en su naturaleza, esencialmente rodeada de bellos y eternos bosques así como únicos afluentes de agua, se da un tiempo para una diferente creatividad que la convierte en la enorme metrópolis que es hoy: cuna del diseño gráfico e industrial así como de la moda en el vestir.  Su entorno natural inspiró a Leonardo da Vinci.
                            Los primeros momentos en las cercanías de Roma hablan de una vegetación muy especial: enormes arbustos de Adelfas de varios tonos de rosado, blanco y tonos crudo. Levantando un poco la mirada, hacen su aparición los enormes pinos de troncos muy altos coronados con un follaje en forma de plato. Más adelante, en las largas y gozadas caminatas por la ciudad, habremos de observar, ya más de cerca, las diferentes rugosidades de las cortezas de los troncos de los pinos. Bellisimas y muy diferentes a las de otros sitios.
                           Los entornos de nuestro sitio de hospedaje son inmejorables: prácticamente todo se puede visitar a pie. La calle San Martino ai Monte en sus pintorescos reductos, es nuestra salida a muchos destinos citadinos.
El primero sera una amplia caminata con subidas y bajadas para encontrarnos con la bella Via Urbana: Llena de lindos lugares para observar vitrinas y pequeños espacios para comer. En los trayectos nos vamos encontrando con verdaderas sorpresas al fondo de las vias: Aparecen torres, campanarios y fachadas medievales muy bellas, que parecen acechar de pronto como con descuido.
Vivimos en un hospedaje muy original:  la base constructiva de un edificio que en otros momentos fue un enorme convento adosado a una Iglesia. A media escalera hasta el piso del departamento que habitamos, podemos observar desde las ventanas el claustro perfecto de una construcción religiosa muy antigua. Así, los muros gruesos hablan por si mismos de un estilo eterno y las dimensiones han sido adaptados para la vida moderna.
Ahí dentro se respira paz.
Una gran experiencia es sentir el grosor añejado en las paredes de estos espacios.
                             Los jovenes estan dando nuevas respuestas a la vida actual.
Una de estas, es alojarse en los Air BB, que le hacen a uno sentir, como si estuviera en su propia vivienda. Dos balcones nos dieron la mejor de las vistas de Roma: Una de la vida cotidiana en la calle, que una noche cualquiera vistió de serenata con acordeón que tocaba un bello tango a las puertas de una pizzería y otro que nos lleva más allá de la ciudad, con vista hacia la lejanía cubierta de tejados en tonos rojos y marrón tan característicos.
Roma es grandiosa. Es una ciudad majestuosa e imponente.
Por donde uno voltee a ver, aparecen estructuras fuertes y robustas que se perciben hasta en los rincones más cotidianos.
La basílica de Santa Maria la Mayor está a dos esquinas de nuestra entrada. Habremos de ver por fuera y por dentro una majestuosa  construcción, Iglesia que aún recogiendo el alma, nos apena mucho ver que está totalmente resguardada y rodeada por la milicia italiana: hay amenazas de violencia en estos recintos, y que aun así y tras una revision de bolsas y arco antimetales las gentes siguen sus rutinas de visitas y los clérigos observantes de dar las confesiones diarias a quienes las requieran. Algunas personas se observan en pleno recogimiento en una que otra banca.
                            En la calle de atrás de la de nuestro departamento, una linda terraza nos acoge para una rica cena italiana, acompañada de un aperol, se llama Bar Monti.
Rematando en caminata cuesta arriba que cierra el dia, disfrutamos los gelatos tan característicos de pistacho y limón.
El camino de vuelta nos permite apreciar una tenue y muy clara iluminación nocturna que se refleja en los adoquines, esos tan característicos en forma de cuadro pequeño que dan una serie de reflejos hermosos. Los faroles de las calles esperan una muy movida vida nocturna, lo vemos así a diario, las personas caminan y salen a paseos tranquilos por las noches.

El Palazzo Colonna.
                              Una visita muy especial. Con la necesidad de ser guiados, ya que hay mucha historia que escuchar en este singular recinto, de entrada habremos de ver sus jardines que se sitúan en lo que fue el templo de Serapis y están a diferentes niveles de pequeñas colinas. Fuentes, estatuas, esculturas que se sitúan a variadas alturas dando pie a un entorno muy equilibrado entre jardín y arte. Este verano comenzaron en forma, las guías en idioma español, así que fue muy grato escuchar todo en nuestro idioma. En la terraza mayor, con toda una explanada de gravilla cuidada nos encontramos con una enorme vista de la cúpula de San Pedro y aspectos generales de la ciudad con los típicos tejados y muchos campanarios: Hay muchas iglesias en estos sitios, imposible de visitar todas, así que desde ahí podremos contemplar y decidir más tarde, a cuales habrá momento de ir.
Nuestro compañero mayor, tiene muchas cosas que revisar en este palazzo, así que nos unimos a la parte del Gran Salón. Su barroquismo empalaga y admira con cuadros y adornos que llenan por completo casi todas las paredes de mármoles de varios tonos.
Maria Teresa nuestra joven y preparada guia nos explica: La cúpula de entrada es un gran lienzo en el que se ve la figura de uno de los Colonna más apreciado: Marco Antonio II.Triunfó en varias batallas y se ha quedado como ejemplo de esta familia. Por el lado izquierdo en la pintura está con Hércules que le señala la presencia de un ángel que le lleva un mensaje: Semper Immota.
Maria Teresa nos aclara: quiere decir: Siempre de Pie. Me encanta la frase. La adopto, será la fuerza de nuestro viaje y de todos los recorridos por llegar.
Después de observar algunos muebles muy profusamente adornados con marfiles, joyas y estatuas así como todas las esculturas de mármol, pasamos a un área de pinacoteca clásica en la que la familia ha resguardado pinturas desde hace siglos. Tienen pinturas con claro sentido moderno que según nos dijo la joven, inspiraron mucho a los futuros impresionistas.
 Este palazzo aún es habitado por la misma familia desde tiempo atrás, hoy dia con un área privada que también se puede visitar, es la última parte del recorrido.
La primera parte de los salones privados está dando a un patio central adornado por una columna: regalo del último príncipe Colonna a su hija, cuando esta cumplió 18 años.
Desde ahí, se recibe a los visitantes. En las paredes llama nuestra atención una serie de almohadas colgadas: Son las que se ponen en el piso, para que se arrodillen los que reciben al Papa.
No se podía dejar de apreciar de cerca y gozar una imagen pintada sobre cobre, titulada, La Adoración de los Reyes Magos, por el pintor Brueghel. Estas pinturas son de formato pequeño y con infinidad de detalles.
                             La Plaza de España es un gran espacio abierto y concurrido. Con enormes escalinatas para llegar hasta los edificios que la forman. Ahí se encuentra la embajada de España y otros inmuebles  de enormes y trabajadas puertas con herrajes muy originales.
                             Cerca de allí, disfrutamos de la Galería Alberto Sordi y nos tomamos un rico café expresso en Vanni.
                              Todas las caminatas nos acercan a esas grandes puertas, que se gozan mucho por su herrería.
                              La Fontana de Trevi, plagada. Como hormigas las personas se amontonan ahí, pasamos un rato y decidimos que esas brumas es mejor evitarlas. Hay mucho mas allá, y seguimos la caminata.

Coliseo.
                              Esta majestuosa construcción siempre habrá de sorprender sea el momento o la hora del dia que uno llegue hasta ella. Nos tocó un sol radiante, que mitigamos sin pensar, caminando y admirando el Arco de Constantino y disfrutando todas las perspectivas desde ángulos diferentes.                                   Así mismo, pasamos por el Foro romano para dirigirnos con más atención hacia el Circo Máximo y la Plaza de la Boca de la Verita o lo que es lo mismo, de la Verdad. Situada en el pequeño corredor de la Iglesia de Santa Maria Cosmedin, existe la leyenda que esta boca en piedra, servía para que las personas no mintieran: a los que se sospechaba en mentiras se les hacia meter la mano ahi, con idea de que fuera tragada por tan enorme agujero. En realidad nos dijeron que es el reducto de un antiquísimo desagüe de la ciudad.
En Roma existen partes con mucho descuido. Hay basura amontonada y algunos espacios públicos están un tanto olvidados. Da tristeza, más sabemos que eso es lo de hoy: No hay conciencia necesaria y completa en lo que respecta al patrimonio cultural. Algunos arcos están  plagados de maleza, que no se ve del todo mal, pero sabemos que eso acaba destruyendo a la piedra antigua.
                            En la  Plaza de Cosmedin existe un reducto de varios edificios pequeños muy bellos. Esta casi junto al puente para pasar al Trastevere. Un interesante edificio de la Edad Media, nos explicó nuestro guía mayor, representa la construcción más antigua de ese tipo. Es ecléctico, con claras diferencias de estilos en su fachada y de nuevo, una bellísima y enorme puerta de madera adornada con molduras.
Atravesar el puente Palatino es toda una experiencia para gozar de los cruces del río Tiber.
Caminar por el rumbo tan pintoresco del Trastevere es toda una experiencia. Paredes llenas de enredaderas varias, tonos de verdor, balcones con sabor y patina añosa, que termina reflejándose en las puertas antiguas.
                            La Plaza de Santa Maria del Trastevere es muy particular: La Iglesia tiene tres estilos en uno.
Románico en su estructura central, Bizantino en su fachada y Neoclásico. En su altar central se percibe el estilo Bizantino muy clásico y muy bien presentado con sus tonos de color, hoja de oro y mosaicos. Son de gran diseño los pisos de este estilo que dan formas geométricas en especial redondas en forma de mandala.
En estas calles nos encontramos con una escultura contemporánea: Un hombre que descansa sobre una banca, en una plaza chiquita. Título: Homeless Jesus. Muy interesante.

Florencia.
                            Los trenes italianos están muy bien organizados y aunque en verano las multitudes pueden abatir cualquier ánimo,  si uno sabe a dónde dirigirse y con claridad, todo se encuentra rapido y fluido. Esta fluidez en nuestro caso, se la debemos a Re. Siempre con todo su derrotero bien organizado, nos lleva por el mejor camino.
                            En lo personal, algunos números son parte constante de mi vida, y no puedo evitar fijarme en ellos:los múltiplos de 7. Es así que disfruto mucho la numerología:  Tren 414 / asiento 16 que sumado da siete.
Con grandes ventanales en los vagones, mucho se puede observar de los entornos en las salidas y llegadas de las estaciones.
En los muros que quedan aislados, los grafiteros encuentran lienzos magníficos para su expresión artística. Unos más logrados que otros todos hablan de lo mismo: el ser humano necesita decir, y lo dice a su modo y aire.
                            Los grupos que fundaron Florencia son de base etrusca.
Del espíritu de estos grupos nacio esta ciudad que básicamente se define por una elegancia muy visual y llena de conjuntos edificados con mucho arte. Una traza urbana muy singular que parte de la Plaza de la Diosa Floresta, y marca la división en forma de cruz desde la que se extiende toda la ciudad. La presencia de lo etrusco está en el arte,  fueron pueblos misteriosos, más antiguos que los latinos con un definido carácter sibarita y de buen vivir. Grandes orfebres.
                            El alojamiento me vuelve a sorprender: es el número 14 de la Via Guelfa. Absorta en el número en la pared, lo fotografió y no me doy cuenta: subir sera lo nuestro estos días, volteo a ver hacia arriba  y veo infinito el cubo de la escalera. Subiremos para adivinar una vez arriba, que el departamento esta en un cuarto piso.
Antes de gozar de los clásicos  ventanales de este palomar, me percato que es un hecho: algunas palomas están ahí. Apenas se percibe el murmullo de sus gargantas.
                            Un lindo tour para diez personas nos espera ya. A las 5 de la tarde en punto, dos jóvenes florentinas nos conducen con mucho salero y avidez. Nos quieren compartir lo que para ellas define a su ciudad como algo especial. Comienza Dalila contandonos que habremos de saborear un rico café muy cargado en la cafetería mas antigua de la ciudad, es así que entramos a Gilli.
Este café, nos advierten: se toma rápido, casi de unos dos o tres tragos.
Yo creo que quieren que nos pongamos más alerta, son varias las paradas que nos esperan en esta bien llevada caminata.
Así, como ellas mismas se definen: intensas, rápidas y fuertes nos conducen hasta un austero y bien logrado edificio de tejados colorados conocido como la Biblioteca Central de la ciudad. Ahí, los estudiantes se pasan muchas horas en consulta, por lo que se nos advierte pasar en silencio. Hay varias estaciones: Un árbol del claustro central del que penden los marcos coloridos de varias puertas: escultura moderna y original. Todo el patio plagado de Adelfas. Los jóvenes pasan a nuestro alrededor y los vemos cargando y leyendo sus textos en bancas que se  encuentran por todo el jardín.
En el interior hay varias esculturas contemporáneas y una pared con un fresco antiguo que podemos ver desde cierta distancia. Pasamos a una amplia terraza desde donde podemos apreciar la Cúpula de San Giovanni y todos la disfrutamos tomando algunas fotos.
Se nos ofrece un refrigerio de vinos y quesos para continuar con nuevos bríos.
                            Al salir, parte de lo que vemos es la marca en una de las paredes de la ciudad,  en donde se ha quedado clara la altura a la que llegó el agua, tras una enorme inundación que ocurrió en 1966. Tremendo. Murieron muchas personas. Se perdieron muchos textos y obras de arte.
                            Llegamos a un mirador muy especial: Hotel Baglioni. Gran Hotel. Con una terraza muy verde tapizada de techos hechos de frágiles troncos naturales y plantas.
Ahí se nos ofrece conocer un vino producto de Florencia: Chianti.
Este vino tiene como emblema un gallo negro, cuando proviene de los viñedos originales.
 Lo disfrutamos con enorme panorámica que culminará con la puesta del sol.
                            Cayendo la tarde, y de nuevo en las callecitas aledañas, nos explican una costumbre de épocas antiguas que se dio en algunas partes de la ciudad, la presencia de pequeñas ventanas por las que los ciudadanos introducían su copa para obtener vino. Un asunto de control que hoy ya es historia, pero se conservan tapiadas como emblemas.
Casi ya cayendo la noche y listos para despedirnos, vamos a probar el gelato característico florentino, el llamado Talentosissimo. Un sabor a base de leche y crema.
                             El mes séptimo del año nos ha encontrado en un séptimo cielo. Asomarse a los ventanales nos permite ver la vida nocturna aledaña a nuestro retiro temporal. Personas que en bicicleta recorren las calles con mucha confianza, tenderos que van cerrando sus establecimientos porque ya se retira la vida de las aceras para volver, hasta el dia siguiente. Turistas que felices van en busca de sus refugios. Así se recoge la ciudad poco a poco.
En lo personal el cansancio excesivo suele producir insomnio, mismo que distraigo coloreando un Mandala. Este tendrá como título: Adelfas italianas.
Conozco bien las Adelfas desde niña, sin embargo con esa profusión con la que se cultivan en las tierras italianas nunca las habia visto, es una flor que después de las Margaritas y  de las Vicarias es una de mis preferidas.
                            Con varios días por delante, tomamos bríos con un rico desayuno que se siente como en casa. Apenas vamos acostumbrándonos a los fuertes cafes italianos, pero nos encanta utilizar la cafetera especial y hacerlo bien cargado.
La Re, en su serena y valiosa actitud de viajera consumada, nos ayuda a revisar que todo esté en orden para salir. Vamos directo a comprar con anticipación, los boletos para un concierto sinfónico que se dará en el patio central del Palazzo Medici Riccardi.
La visita a la Catedral es tan obligada que nos armamos de fuerza para las multitudes humanas. No es posible verla por dentro en estas mañanas tan concurridas. Descubrimos que por la tarde es mejor y así lo hacemos.
Revestida con coloridas placas de mármol nos absorbe y llena de asombro.
Gozamos del Baptisterio, Camilo también encuentra ahi motivos para foto especial: Una imagen de Los Santos Reyes Magos.
La casona situada contraesquina de la Catedral merece especial atención. No es muy mencionada, más  tiene mucho que ofrecer en su ecléctica arquitectura. Se llama hoy dia  Museo Birgelli.

Palazzo Medici Riccardi.
                            En este recinto, históricamente fue muy importante la Capilla. De dimensiones bastante moderadas presenta unos frescos especiales. La Gran Cabalgata de los Reyes Magos. Nuestro guía mayor, amante de esta advocación nos explica: Observen a los Reyes Magos, son en realidad las caras de los Medici.
Representa la llegada de los bizantinos a Florencia, vienen a pedir ayuda porque los turcos los acosaban sin medida. No se logra. Bizancio termina por caer.
A los bizantinos se les reconoce por la modalidad de llevar largas barbas.
En este palazzo los muebles estan muy bien conservados. Los hay desde estilo medieval hasta muy florentino con las coloraturas de la madera y flores pintadas.
La clásica silla Savonarola esta varias veces presente. Savonarola fue un religioso extremadamente radical, el quería que todo se rigiera con principios demasiado drásticos e impositivos, de pobreza, templanza y por estos rigores, el acabó asesinado.
En los muebles se observa un momento de transición de épocas, camino al Renacimiento.
                           Más adelante visitamos el Palazzo Strozzi.
En su espacio central una enorme escultura contemporánea formada de hamacas de lona, todas unidas por los bordes haciendo un gran lienzo de tela fuerte para la perfecta diversión de los críos y descanso momentáneo de su padres. Los niños suben y bajan después de fluidas mecidas que hacen un ruido extraño, y observamos que en los extremos hay móviles profusos de tapas de plástico de mil colores.
¿ Será que nos quieren decir que ya basta de consumir tanto plástico?
Muy buena la idea de hacer arte con los residuos profusos de nuestra civilización.
Ahí dentro en sus bien puestas salas de exhibición museográfica nos encontramos con todo lo que apoyó la base del conocimiento artístico de Leonardo da Vinci. Las obras de su Maestro por excelencia: Andrea del Verrocchio.
Proliferan sus esculturas y más adelante dedicó gran parte de su creatividad en la pintura. Mucho aprendió Da Vinci de él. Varios museos del mundo han sido convocados aquí, para darnos a los visitantes una muestra muy completa y compartida de este magnífico autor.
Es interesante saber que cuando en sus estudios se realizaba  la obra pictórica conocida como el Bautismo, Del Verrocchio dejó en manos de Leonardo la realización del ángel del lado izquierdo del lienzo: Se dice que cuando el Maestro observó ese trabajo terminado dijo: Estas listo para tus propios caminos. Considerando que su alumno estaba ya, pintando con estilo propio.
Visita muy obligada es el museo con las reproducciones de las obras mas emblemáticas de Leonardo da Vinci. Maravillosa experiencia porque permite entender el calibre de su genio. Los que de verdad gozan son los niños o los que aun tenemos ese espíritu de experimentar haciendo que algo funcione ante nuestros ojos. Asombrados, nos avocamos a comprar al peque que nos espera en Mérida un bello libro que habla de todas estas maravillas. Que le vamos a hacer, todos somos amantes de los libros y los cargamos con gusto desde donde sea necesario.
                            En una de estas salidas de visitas profusas y que nos hacen tener una caminata pensativa y un tanto descuidada mientras nos encaminamos de nuevo, se nos acerca un joven de color que sin más, nos pone a Camilo y a mi unas pulseras hechas a mano. Yo contemplo la mía en mi brazo extasiada por la hechura bien lograda y original, sin ver más allá. El joven nos dice: son suyas. Yo de pronto no entiendo cómo es que llega este regalito, y Regina de un solo salto llega junto a nosotros y nos las hace quitar de inmediato. El joven molestisimo las toma y se marcha despotricando. Resultado: Nada de regalo. El buscaba ayuda, en el mejor de los casos, pero además podrían haber otras intenciones que no queremos ni pensar. Estos asuntos de obligar al transeúnte a  comprar una cosa así, abunda hoy dia. Los jóvenes ya lo saben: no se puede ser tan confiado. Es algo ya de la vida contemporánea.
                           El Palazzo Vecchio y las Galerías de los Uffizi son extensos y con muchisimo que apreciar, desde la arquitectura y obras de arte ahí resguardadas. Hay muchisimo, por lo que se debe hacer una selección. Este recinto recibe este nombre porque tuvo un uso original para el resguardo de todos los oficios citadinos.
La pintura original del Bautismo, de la que hemos mencionado el ángel pintado por Leonardo se encuentra aquí. Así como otras obras de este gran genio del arte.
Una Adoración de los Reyes Magos  inconclusa vuelve a situarnos por los caminos preferidos de Camilo.
                           El Palazzo Medici Ricardi ofrece un concierto:Vivaldi en todos sus coloridos.
Habremos de asistir, no sin antes hacer una parada obligada en Simbiosis, restaurante que nos encanto. Esta vez, gozamos un Risotto de la casa, Raviolis en salsa de remolacha con pétalos de alguna flor y mousse de queso de cabra con manzana.
Bien provistos y con la felicidad del estómago en paz, nos encaminamos a unas cuadras cercanas para el Concierto: Hay que hacer una pequeña fila, muy ordenada. Vemos a propios y extraños, turistas como nosotros así como florentinos, todos vestidos con cierto decoro para llegar hasta ese recinto: Sillas de plástico rojo con la leyenda por detrás: Ayuntamiento de Firenze.
Nadie perdona un movimiento en falso, nos acomodamos con mucha civilidad y la música nos embelesa en extremo, magníficas ejecuciones de gente joven, algunos más maduros y todos expertos. Expertisimos. nos asombra una joven que ejecuta el clavicordio: Una maravilla de sonidos que dan el toque finísimo a estas melodías. Se nota que es un instrumento antiguo, pintado de color verde azulado y con adornos florales. No se escucha ni el respirar de los escuchantes, todos gozan el momento musical.
También se ejecutaron varias piezas de Mozart.
                            El Ponte Vecchio es parada obligada, más en camino hacia el Palazzo Pitti.
La entrada a este palazzo  es enorme explanada en forma semicircular colina arriba.
Grandes puerta nos introducen a un recinto central de enormes columnatas por las que vuelan libres muchas palomas.
El paseo primero se hace por los jardines, también como en muchos casos de otros palazzo italianos están diseñados sobre pequeñas colinas que se adornan con caminos de grava o estatuas por aquí y por ahí. Una vez más, hay presencia de arte contemporáneo: Enormes esculturas de color rojo, otra en negro y una más en acero que recorta con su esbelta altura el paisaje de la ciudad.
En las Galerías internas nos toca ver una exposición temporal de ropa de varon. Muy interesante, se mezclan las vestiduras de épocas pasadas con los diseños modernos.
Un poco de historia nos comparte nuestro guia mayor: Aquí hubo pleitos de familias. Nada raro.
Veamos. Los Pitti se enemistaron con los Medici. Estos últimos acabaron siendo los dueños del palazzo, por lo que se ocuparon de agrandar más allá de sus límites originales el area del jardin.
Cosimo de Medicis, quien caso con Eleonora de Toledo (Fam. aragonesa ) fueron los habitantes de quienes se tiene muchos recuerdos: Parte de su ropa y cosas personales.Siempre es muy conmovedor encontrarnos con objetos que se ven usados, que fueron de alguien más, en tiempos tan idos que apenas y concibe uno que aún estén con tanta vida.
Marcaron moda, por lo que se les recuerda y menciona así.
Este palazzo pareciera ser de los más grandes de Italia.
La armonía entre espacios abiertos y cerrados es genial.
El ponte Vechio tiene una estructura superior que es un pasaje cerrado que fue utilizado para el paso entre la ciudad y el palazzo. Necesidad de no ser vistos. O, tal vez necesidades de protección que son parte de la especie humana.

La Toscana. 
                            Paisaje de asombro total.
                            Las grandes extensiones  y colinas verdes, lo percibamos o no, afectan nuestro ánimo para bien.
La Luz de estas tierra toca al espíritu humano de una manera muy especial.
Es variada la cantidad de tonos de verde, combinados  en algunos resquicios con amarillos, pardos, marrones y violetas. Los tonos celeste de la bóveda de la tierra se abrillantan con tanto verdor.
El tour es grande en personajes, inmenso el bus. Convivimos con algunos que han venido de Argentina, Barcelona y hasta una pareja que nos comenta que su hija vive en CDMX.

Siena.
                            La caminata para llegar a la cerrada placita es cuesta arriba.
Nos encontramos gran movilidad: Acaba de pasar el festejo de la localidad, el que se conoce como el Palio, que es una competencia que se hace cada año con banderas atadas a un madero alto, que lleva la insignia en forma de banderola de cada grupo.
En estos festejos los caballos toman gran preeminencia, mayor a la presencia en sí, de las personas.
Se tratas de carreras por grupos y el grupo ganador tendrá el privilegio de pasearse a sus anchas por todas estan bellas callecitas.
La gran pista de arena aún está fresca. Con mucho interés todos la pasean y contemplan una plazoleta muy interesante.
La guia que nos conduce, de fuerte carácter y voz,  nos avisa que hemos de terminar a una hora pactada, porque nuestro próximo destino es un lindo poblado cuesta arriba de una colina.
De lo que más se disfruta en estos paseos es la cercanía con edificios muy originales. Con ventanales que a cada paso sorprenden por su singular hechura arquitectónica, formato y herrajes.
No puede uno dejar de pensar en el color siena tan utilizado en el arte pictórico. Es un tono que en estos asuntos se encuentra en tono tostado, marrón oscuro que sirve mucho para sombra,  y uno lo vislumbra en empedrados, ventanas y demás elementos arquitectónicos tan clásicos. También el color siena natural más presente en la campiña.

San. Gimignano.
                            Enclavado en una gran colina el pueblito va apareciendo conforme uno va subiendo las empinadas rampas. A ratos hay que hacer una pequeña escala  para tomar aire y continuar con los brios necesarios.Al llegar a lo más alto, aparecen las primeras torres, los primeros paisajes que se descubren entre los edificios.
De las torres habrá que saber, llegaron a ser más de 70 en años pasados. Hoy dia solo hay 14, más son muy resguardadas por ser el emblema del lugar. Algunas más altas que otras hablan de mayor o menor poder.
Lo pintoresco hace su aparición en estos singulares lugares, haciendo que las texturas de las piedras constructivas así como los logros arquitectónicos de cada edificio nos produzcan gran asombro.
No se trata de torres defensivas, son más bien habitacionales que se dieron en tiempos medievales.
Varios puntos de las colinas donde se extiende la ciudad son miradores profusos y que quitan el aliento por momentos: Es extenso y muy variado este paisaje salpicado de caseríos en algunos sitios, pinos y muchos terrenos de cultivo bien logrados.

Pisa.
                          En lo personal, por haber estado ahí en años pasados hubiera omitido este paseo. Pisa está muy descuidada como ciudad, solo tiene el emblema de su torre que hoy dia es visitada por demasiada gente y no del todo con fluidez. Los jardines alrededor de la torre plagados de hindues que toman un descanso. Re y Camilo caminaron hasta  varios edificios eclesiásticos  y disfrutaron observar todo  más  cerca. Yo, me mantuve un poco más lejos. No puedo con las aglomeraciones. Ademas nos habían advertido que los gitanos suelen acosar, y aunque no fue el caso, si nos llamó mucho la atención la cantidad de gente que vende de todo por todos lados, una verdadera romería innecesaria, así como lo burdo de puestos de baratijas como una peste. Dan un aspecto horrible al entorno.
Los saris a cual más coloridos y sudados, todos con una bolsita de plástico atravesando el pecho, con la leyenda: See the World. Una ciudad que resulta ser rehén de vendedores y masas de turistas, todo esto contrastando con el mármol blanco impoluto de su edificaciones.

Venecia.
                          El penúltimo eslabón de la cadena de visitas se da inspiradora, es en la ciudad de Venecia.
Desde el tren se puede apreciar la variada y compleja red de islotes que componen el área, que es bien sabido, ocuparon los más grandes para establecer este reducto de grupos que se protegían de las hordas de bárbaros.
Mi reencuentro con la ciudad y el agua verde seco de sus canales estuvo muy soleado. En lo personal disfruto mucho de los verdes, y este es de un tono tan peculiar que roba la mirada. Llegamos a media mañana para encontrar que nuestro alojamiento ocuparía un lindo lugar muy privilegiado cerca  de espacios  peatonales y disfrutables. Esta vez nos alojamos a nivel de la calle, para salir directo a la ciudad.  Bendecidos los días que fijan recuerdos en uno que serán perdurables y que con mucho nos darán respiros de diversidad placentera y de gozo.
En mi,Venecia renovó el asombro. No es real la leyenda negra de sus hedores y de sus aguas sucias. Para nada. Todo esta muy navegado y navegable.
Los Apeninos no resultaron suficiente resguardo, eso explica porque entre las aguas se encontró el refugio necesario. El pasaje del agua, como centro para poder vivir en Paz. Y, si que se respira Paz en muchos rincones venecianos. En verano, mucho menos, pero aun así la ciudad ofrece muchos rincones en los que uno y la ciudad pueden convivir sin muchedumbre.
Concebir estructuras rodeadas de agua de antemano es algo que resulta exótico, pero mucho mas si son estructuras con una estupenda y rica arquitectura. Los edificios presentan variedad y en muchas de las concepciones hoy dia ya se encuentran estilos eclécticos.
El colorido general es diferente a cualquier otra ciudad. Tiene toques de brisa marina.
Camino al Gran Canal, que atravesamos entre otras muchas embarcaciones al fin llegamos a nuestro muelle.
Zattere, es el sitio.
Al desembarcar del vaporetto vemos un lindo puente que seria de gran gozo en las noches siguientes. Solo para pasar y continuar sus recorridos las personas lo utilizan. Quedamos a media cuadra de el.
El departamento es una mínima expresión de lo que pueda llamarse una vivienda. Casi pidiendo permiso a un pie para mover el otro todo se olvida en cuestión de espacio al ver el buen gusto y la propiedad con que está dispuesto. Tiene todo muy moderno en un mínimo espacio. Es admirable como cuando es necesario el ser humano sabe hacer de un jarrito todo un recinto vivible.
Observo el mapa de Venecia que han puesto en una de las paredes. Parece un perro, parece un canguro. Qué más da, nos presenta a la ciudad entera y nos sirve para hacer los planes con más claridad.
                            Listos para una buena caminata nos llegamos hasta la Plaza de San Marcos. está bastante despejada y muy caminable. Gozamos darle la vuelta y plantarnos en espera de las explicaciones de nuestro guia mayor: Observando con atención se nos recuerda que la Catedral es Bizantina porque de Bizancio se trajo mucho, si no es que todo. De los saqueos vino mucho arte. Enormes columnas que están plantadas como trofeos, en una esquina cerca los cuatro Tetrarcas tallados en bella piedra de Pórfido de coloración púrpura llaman mucho la atención. Esta piedra era la predilecta de reyes y jerarcas .
Los enormes caballos en la cornisa superior de la fachada central son muy especiales. Re toma la iniciativa y sube a admirarlos. Nosotros le esperamos abajo.
Cae la tarde, las luces en tonos rosa de los faroles van tomando su lugar entre el enorme público que ya se congrega y baja de sus consabidos paseos en góndola. La Plaza cambia sus tonos a la caída del sol.
Un gondolero que ha cerrado su jornada está atento a su celular. Esta sentado sobre unos gruesos trancos de madera, en uno de los muelles. Vamos camino al puente de los suspiros. No, nos dice nuestro guía mayor, no crean uds. que aquí se suspiro de amor. Para nada, aquí los suspiros fueron de añoranza de saber que por última vez se vería el paisaje de la ciudad. Este puente servía para pasar a los reos de la libertad a las barracas de sus cárceles.
Se notan las ventanas pequeñas y enjutas. Se adivinan las últimas miradas. Se puede uno imaginar la tristeza.
Nosotros dimos la última mirada a la tarde rosa/amarilla/azul, y en entretenida caminata nos regresamos a casa, nuestro mínimo espacio tan personal y tan gozado.
En la mínima y bien dispuesta terracita del fondo, nos proponemos gozar de la plática del fin del dia, así como de unos frescos aperoles y una copa de vino que acompañan a algunos jamones y verduras que hemos dispuesto para este momento. Cansados y felices nos preparamos para el siguiente dia.
                            Nos amanece, pasando por el camino  de altas adelfas rojo/rosa que se forma por la calle posterior a nuestro departamento, hay esmero en esta concepción de conducidos ramajes. Lo caminamos con gran gusto, porque es un paseo en si mismo.Vamos en camino para entrar con mas agilidad a la Catedral.
Por el camino observamos muchas construcciones eclécticas. hacen a la ciudad verse como un collage muy colorido. La mezcla de estilos nos encanta. Lo observamos una y otra vez.
Visitamos en el recorrido varias iglesias.
Nuestro guía mayor se transforma al explicar, porque hay más o menos inciensos, porque la existencia de biombos, porque existen los altares laterales así como todos los simbolismos eclesiásticos que son su gran pasión. Escuchamos atentas.
Siempre me han llamado la atención las caras tristes de los Santos de bulto. Siento que están apresados en cuerpos que no les hacen bien a sus espíritus, como seres torturados por la vida misma.
En las calles se nota en todo momento la pátina marina. En paredes, en ventanas, en puertas.
De algunas ventanas cuelga la ropa acabada de lavar.
Es maravilloso observar a la gente del lugar, siempre con un halo de ser parte y que uno no puede dejar de admirar cuando las aglomeraciones seguro se dan en los pórticos de sus propias viviendas.
Las texturas de los muros son infinitas.Variadas, siempre tocadas por el ladrillo rojo/café/marrón tan clásico de Italia.
Interior de San Marcos.
                            San Marcos está con una enorme fila de personas al frente, mas hay la opción de comprar unos boletos. Tardamos menos, a Re le dan un abrigo desechable de tela/papel azul, no está permitido estar ahí dentro en shorts ni con los brazos descubiertos. Seguimos nuestro recorrido. Asombrados alzamos la mirada hacia las enormes cúpulas, recubiertas de mosaicos de variados colores siendo el dorado el que más se aprecia. La luz, es poca, mas ahi no es necesaria porque todo es tan profuso que puede verse de cualquier manera. Así es que nos vamos dirigiendo a los diferentes rincones que queremos disfrutar.
La Pala de Oro.
Retablo amplio y muy profusamente trabajado en hoja de oro, con piedras de muchos tipos y colores.
La Virgen de Nicopea.
La Patrona de Bizancio que vino a dar aquí. Es una imagen sencilla que carga a un niño como la mayoría de las madonas.
Sabemos que no siempre es necesario ver de muy cerca estos tesoros artísticos. Algunos se aprecian mejor a cierta distancia.
Aun habiendo mucha gente, el flujo es rápido.
Alrededor de la Plaza de San Marcos hay mucho que apreciar de las arcadas que la delimitan.
Saliendo al fondo a la derecha está el Museo Correr.
Es el área napoleónica de la Plaza con recintos museográficos muy interesantes. Napoleón hizo trabajos muy profusos de un estilo muy característico francés.
Era como un Palacio Real, que también fue visitado por Sissi Emperatriz.
Tiene una gran colección arqueológica, pinacoteca así como estancias que son salas o recamaras.
Un área muy importante es la Biblioteca conocida como Marciana, por San Marcos. Hoy dia sin volúmenes, por encontrarse bajo resguardo ya que las inundaciones, en otros momentos han causado mucho problema.
Varios globos terráqueos muy interesantes con mapas del mundo antiguo. Ahí localizamos la Península de Yucatán  con este nombre: Iucatan.
Una expo temporal del Dux de Venecia, Morossini. Muy amplia y llamó mucho mi atención una biblia que recortada por dentro se convirtió en funda de su pistola personal. Maneras personales de hacer uso práctico de lo que uno tiene. Eso es parte de nuestro ser original.
También hay gran colección de espadas, cascos,estatuas y una orfebrería de uso doméstico muy bella.
                            La Iglesia de San Mauricio vale mucho la pena. Hoy dia resguardo del Museo de la Música con variedad de instrumentos de diferentes épocas y estilos. Muebles con adornos pintados que en su clásico estilo italiano dan muestra de trabajos exquisitos.
                            La Iglesia de Ntra. Señora del Rosario, muy bien conservada a pesar de lo inclemente que puede llegar a ser el tiempo, cerca del mar. En uno de sus pasillos laterales se puede observar un confesionario muy original: Abierto, con mesita para dos personas que se pueden mirar a los ojos, adornada con trabajado mantel de deshilado y dos finas sillas talladas en madera. Del otro lado el confesionario tradicional en el que nadie se ve de frente.
¿Cual escogería usted?
Sabemos que cada dia estas prácticas de la Iglesia Católica van en desuso. Ahora es el consultorio de un buen psicólogo el que ayuda a los asuntos del alma.
                                          El edificio de la Academia es muy interesante.
Se enmarca con enormes puertas de madera bien trabajada, muy conservadas y con aplicaciones de hierro muy bellas.
Una gran escultura moderna, en color negro, se localiza en su patio central: Seres humanos de dimensiones enormes que dan la impresión de estar en amena plática.
Un florero de naturaleza floral, de cristal transparente en forma de vainas.
                            Uno de los mejores recintos de esta ciudad es el Museo Peggy Guggenheim.
Esta fundación promovida por la señora Guggenheim desde el siglo pasado tiene una de las mejores muestras de Arte moderno del planeta.
Cierra temprano, por lo que nos tocó recorrido muy rápido viendo lo más posible y disfrutando algunos cuadros en especial: Recibe, en el primer salón un cuadro de Pablo Picasso: titulo:On the beach.de 1937. Con un fondo azul plumbago, la obra es de su temprana interpretación de temas playeros.
Varios de Kandinsky, siendo el que lleva por título:Upward de 1929 el que más llamó mi atención.
Un óleo sobre cartón con los logros más geniales de textura y combinación del color.
Un cuadro de autor veneciano es imprescindible: titulo: Sea dance. de Gino Severini. Este cuadro abarca hasta el enmarcado como parte del lienzo.Texturas logradas con pinceladas genuinas y una vez más, el estupendo uso del color.
Ahí, en nuestra correteada entrada y salida, las agradables jóvenes que lo resguardan nos conducen por el área donde se encuentra la tumba de la mecenas. Un recuadro sencillisimo lleva su nombre.
Nuestro cierre vespertino fue genial.
El vaporetto de Zattere venía casi vacío. Vamos a un ritmo pausado sintiendo y escuchando las aguas del mar Adriático hacer olas al paso del barco. El color de las aguas en la tarde toma otro cariz verdoso: mas profundo.
Mención especial habremos de hacer de la Bienal de Arte: Varios palacetes la resguardan y nos permiten extasiados por momentos de un arte que solo puede apreciarse en estos recintos. Vale la pena el entorno y las obras serán por siempre eternas en nuestro recuerdo.

Milan.
                            A esta ciudad solo Re había ido con anterioridad. Con su natural discreción y silencio no nos adelanto mucho, aunque si nos dijo que sabia que era muy fácil moverse con las bien localizadas entradas del metro, como lo hemos venido haciendo gracias a su buen sentido de orientación.
Gran metrópolis hoy dia ofrece también la posibilidad de ser visitada por rutas de bicicletas que se rentan por casi todo el centro histórico. No nos animamos, aunque las ganas no le faltaron a Re.
En esta ocasión el Air BB dio paso a un céntrico y bien localizado hotelito que se encuentra frente a una linda plaza. Desde un tercer piso gozamos el arco, las explanadas sencillas y el paso de los peatones a todas horas, en los alrededores del barrio de Brera entre elegante y bohemio.
En esta ciudad se respira arte a cada paso.
Grandes edificios de estilo neoclásico en combinación con renovadas estructuras de acero y metal.
En toda Europa no se lloraron mayormente las pérdidas urbanas y arquitectónicas de sus guerras, se han reconstruido con mucho garbo.
La calle Monte Santo fue nuestro caminar diario. a unas cuadras un ágil estación del metro nos espera y permite grandes y rápidos recorridos a nuestras visitas.
Con buena y disfrutada caminata, llegamos en primer dia hasta el Arco de Garibaldi, enorme arcada bien cuidada, se encuentra rodeado de vegetación de pequeñas plantas de Vid.
El Castello  Sforzesco.
                            Construido en 1450 con un estilo muy original, y arquitectura a base de ladrillo rojo.
Un enorme puente colgante da la bienvenida, encontrándonos con multitudes de visitantes locales y extranjeros. Definitivamente el castello  no compite en cuanto otras partes de la ciudad, pero no es por falta de atractivos. No podemos dejarnos llevar solo por la moda de lo que la mayoría concibe como emblemático, hay que caminar y mucho, para sentir los verdaderos sitios citadinos.
Hay que optar. Una vez más lo que se escoge se visita con más calma y el gozo es enorme. Nadie nos corretea, aunque a ratos si haya que esperar las enormes filas que como quiera se mueven por la forma como se organizan para los accesos.
Área de Leonado da Vinci.
Un museo logradisimo. Presenta parte de la obra del genio del renacimiento de una manera muy plástica y accesible. Algunas instalaciones con proyecciones virtuales que le sitúan a uno como si estuviera en la presencia del artista.
Hay una parte en la que se recrea el jardín que diseño a Ludovico el Moro. Que dicho sea de paso, no era tal, solo le decían moro por su piel morena. Era en realidad Ludovico Sforza.
Esta decoración como un jardín redondo conocida como Asse, es más bien un domo floral.
Muchos de los trabajos de Leonardo eran tan profusos que quedaron inconclusos.
Las luchas contra Francia en esta época hacen que el maestro se traslade a ese país dejando mucho a medio hacer.
Se puede apreciar el amor por la naturaleza que tenía este gran genio.

El Duomo.
                            Paseo obligado.
                            Si es de tarde, se verá como el mármol de la Catedral cambiara de todos al irse poniendo el sol, porque aunque sea de mármol blanco, que no lo es del todo, nunca se vera del mismo tono.
Plaza concurridisima. Los peatones al por mayor, y los ciclistas ni se diga. Nos tocó repleta, pero no se siente en demasía a las multitudes porque es grande y muy movida. Son varias las direcciones qur hay que tomar para ver las diferentes perspectivas.
Si se tiene el tiempo de estar caminando con calma veremos como la Iglesia pasa de blanco/grisáceo a gris/blancuzco para llegar con los amarillos del sol en puesta hasta un rosado tenue. Cayendo más las tarde y yéndose el sol, pasa a ser de tonos cremosos. Por la iluminación las vetas del mármol se hacen mucho más evidentes, haciendo que parezca más texturizado que liso.
La Galería Vittorio Emmanuelle: Grandiosa. Nada llama más la atención que una gran cúpula, y mucho más si es de cristal. Su forma de cañón roba la mirada a cualquier hora del dia y mucho más por la tarde que tiene un elemento añadido: las luces artificiales. Observar cómo se van encendiendo conforme entra la noche va dando un nuevo aspecto a la cristalera superior. Un sueño de espectaculo.
Elegantísima toda la ciudad de Milán, por momentos me recordó en reductos de sus calles y avenidas a la hermosa CDMX.
En el metro encontramos una civilidad pasmosa:Todos se respetan, todos dan paso y lugar al otro.
Al abordar, un señor canoso, guapo y vestido con un elegante traje completo, bien combinado con corbata fina y portafolios en mano, me intentó ceder su asiento al darse cuenta que yo estaría de pie. Con un gesto y una sonrisa le agradecí, diciéndole que no.Yo, había estado sentada horas en la contemplación de  la puesta de sol en la Plaza, el, regresaba de trabajar y seguro estaba más cansado que yo.
                            La gentileza está viva en el mundo. Sin duda alguna, no podemos pensar que esas prisas en la que se vive hoy dia, haya de robarla al verdadero ser humano.
Este recorrido se terminó al dia siguiente de pasear hasta muy tarde caminando por bellas calles de Milán llegando a nuestro hotel.
Desayuno buffet muy espléndido y bueno nos recibió por la mañana, para cerrar maletas e ir por un lindo trajecito de lino blanco para Camchi, que habíamos visto la Re y yo la tarde anterior en una boutique cerca del hotel, llamada Le petit Bateau. La dueña, una señora de mediana edad ayudada por su hija adolescente nos lo envuelve para regalo muy especial. Nos dice que nos dará la cajita cerrada para que al llegar a Mérida la abramos y no este arrugada. Se lo agradecimos y prometimos volver. Lo mas seguro es que yo no. Pero la tia/madrina tal vez si, porque seguro regresará a Milano con su ahijado. Aun hay mucho más que apreciar a esta espléndida ciudad. Me parece mas una ciudad para vivir que para visitar, a diferencia de las otras plagadas de turistas y souvenirs.
Nuestro último momento italiano fue una foto en la plazoleta de enfrente del hotel.
Unos japoneses jóvenes fueron los destinados a tomarnos la fotografía que dijo ¡arrivederci Italia!
Es un hecho: Los viajes cansan al cuerpo y uno desea volver a casa.
Es mucho lo que uno desea ver, sabiendo de antemano que se verá lo que se ha escogido, y eso es lo que da verdadero sentido al paseo.
No salimos para ver de más. Es absurdo pensarlo. Salimos para gozar la salida en sí, y lo que se puede apreciar seguro, en paz, y que dará mayores frutos.
Se cierra con mucho bien, hasta con la ilusión de volver, que seguro no siempre es posible, más uno sabe que no es la cantidad de lo visitado lo que importa, sino expandir el espíritu con las bellas experiencias que siempre son únicas. MJ
























































































































                                                                           








                                                                                 


                                     

                   





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