jueves, 26 de enero de 2023

 

De la vida diaria.

Colores, del día a día. (11)

                                       

                                     La mente se aferra a todo aquello que es placentero. M.Osuna.

                                                     No siempre los placeres son acordes a la sanidad.

Para que la vida placentera sea realmente parte de lo que edifica, habrase de dotar de claridad, sentido y medida, ya que si nos ganan los deseos sin mayor reflexión, puede haber desequilibrio y la acción puede cobrar  tributo.  El placer es la acción  más buscada dentro de la vida humana ya que en muchos sentidos entona, mas también puede causar atonías severas que redundan en una sanidad trastocada. El placer es necesario, hay que recordar lo que nos dicen los estudiosos: es el postre de la vida.

Los seres humanos nos conducimos por preferencias, éstas pueden ser los indicadores más puntuales y van de la mano de la claridad para poder saber que no todos los placeres son para todas las personas.

Una de las vertientes del placer mal entendido es el apego, apegarnos a algunas  acciones o a las cosas y a las personas siempre nos da seguridad, mas cuando sabemos claramente que todo es cambiante, el asunto ya es diferente.  Tener por sentado que algo es bueno por un lapso grande de tiempo puede ser positivo, mientras no olvidemos que todo es cíclico. Los apegos a veces se disfrazan de bienes tan placenteros que no percibimos cuando ya son obsoletos. Los apegos no necesariamente se refieren a asuntos que hay que abandonar, es más bien saber observar cómo nos toca hacer los cambios o las transformaciones. (Ya veremos en su momento el color que es energía para transfigurar, el violeta.).

Todo lo que nuestra mente decide, puede convertirse en acción y como hemos dicho anteriormente, incluso la conciencia. Al programar una acción, el sentido especifico es la clave.  

Las constantes revisiones de los asuntos nunca son en vano, siempre ayudan a los procesos de sanear.

Todos los seres humanos por el tipo de mente que hemos desarrollado como especie en lo evolutivo y en los procesos de supervivencia que abarcan mente y materia,  tendemos asimismo   a tener un cierto tipo de vida, es ahí donde se nos pide ser más objetivos. No estamos hablando de talentos, hablamos de la energía que se necesita para el desarrollo del día a día, para que todo fluya mejor es necesaria la atención de cómo nos concentramos en lo importante y de eso saldrán las vertientes de lo necesario. Mucha energía se escapa en asuntos nimios y  sin darnos cuenta nos ocupan a veces de una manera excesiva.  Por ejemplo, hay personas que con pocas horas de sueño les es suficiente para desempeñarse durante el día, pueden dormir unas cuantas horas en la noche y estar tan frescos como una lechuga al día siguiente, no así otros seres que necesitan claridad en la rutina y poder realizarla sin sobresaltos.  

Es un hecho de que hay verdades que pueden considerarse como eternas y que por lo general no se cambian, cuando se mueven más bien es para ajustarse.

El asunto de la satisfacción personal es otro aspecto que hay que tomar muy en cuenta en cuanto se habla de sanidad. No a todos nos satisface lo mismo y habremos de hacer la tarea de averiguar. En cuanto al ejercicio físico esto aplica de una manera contundente ya que hay personas a las que no les apetece ejercitarse para nada, ni caminar que es el más noble de los ejercicios, algunos prefieren nadar, así como a otros nos encanta ir en bici mientras que los habrá que prefieren los gimnasios, tiene esto que ver también con la etapa de la vida en que nos encontremos. Personalmente en la juventud nunca me imaginé que dejaría de jugar tenis y nadar, actividades que he cambiado con los años. Cada quien habrá de averiguar cuál es su mejor manera de realizar esa parte. En la etapa que vivo hoy día me es grato caminar, es un ejercicio muy recomendable porque nos da esparcimiento sereno, respirar profundo si la caminata la hacemos debajo de zonas arboladas dará mucho más beneficio. Yo viví con un padre que gozaba mucho el ejercicio físico y una madre que jamás ni se le pasó por la mente hacer nada por ejercitar su cuerpo,  ella era así, de vida sedentaria y muy ordenada. Caminaba todo el día yendo y viniendo por la casa y de joven subida de lleno en los tacones más altos que encontraba, aun para las faenas diarias. El ruido de los tacones de mi madre al caminar aun ahora me acompaña, lo tengo presente en mi espíritu. Si iba de prisa, si estaba tan solo transitando de un lado a otro o si se tomaba unos minutos parsimoniosos, era un taconeo  de ritmo inolvidable.

En los comienzos de año es muy recomendable bajar los closets y solo regresar a ellos los objetos  realmente servibles. Es algo que forma parte del modo de ser de cada persona y yo lo aprendí como faena impostergable: El orden, decían en mi niñez, conduce a Dios. Es muy sabido y se dice mucho la frase  -como está tu closet está tu mente- porque sanamente se desaloja lo que ya no es útil para nosotros y puede serlo para otras personas. Mucho de lo que está en buen estado y ya no utilizamos se puede donar a los bazares de segunda mano que son maravillosos para que todo se recicle. En el closet se esconde una energía que hay que mover, que hay que revolucionar y cambiar.

 Las cosas que están aún servibles solemos pensar que tal vez nos vuelvan a servir algún día, hay que ser justos, las más de las veces acaban arrumbadas.

No siempre logramos ver todo el universo que nos rodea tal y como es, y  no pasa nada, es normal que nuestro universo tenga sus propios límites y esté regido por cosas que se acumulan, depurar es un verbo muy necesario. Existe una condición mental en algunos de nosotros, algo así como que no nos queremos perder nada, y nuestra atención se exacerba a tales grados que se puede crear ansiedad, los estadounidenses le llaman: Fear of Missing Out o en corto se conoce como Fomo.  Hoy día que nuestro universo está en mucho regido por las redes sociales, nos vemos bombardeados con ideas que a veces son falsas, que resultan innecesarias y hasta contaminantes para la mente. Las llamadas fakenews están a la orden del día.

Hablamos también con el cuerpo, con los gestos y los silencios. Aprender a observar los movimientos del lenguaje corporal es muy sabio.

En el mundo de la sanidad, la misma autora M.Osuna nos dice: -La visión correcta es reconocer que cosas son beneficiosas y cuáles no.-

De entrada aprender a no juzgar, asunto que a veces se hace como si fuera el deporte más afín en las conversaciones. Esta costumbre de estar poniendo valor desde nuestra mirada personal a las acciones de otros seres humanos es pésima. Lo que hacen los otros incumbe a los otros y si estamos en el ámbito social o político lo que más es conveniente apreciar son los hechos y hablar desde la perspectiva de construir y no de destruir. Cuando se utilizan las palabras correctas el discurso fluye mejor.

Hablar lo necesario, lo justo con las mejores palabras que podamos. En particular hacerlo con los niños les ayudará a tener más clara la visión del mundo.

Vuelve M.Osuna y nos dice:

-El habla correcta se basa en el pensamiento correcto-. Cuando algo es de una manera, no debemos decir que es de otra.-

Las bases de la conducta se aprenden desde la infancia, y la conducta siempre ha sido de mucho mas arrastre que las palabras. Si vemos cómo se comporta una persona, que es lo que aporta y como se desenvuelve en los ámbitos de acción común, ya con eso nos está diciendo mucho.

El consumo de bienes y servicios también está ligado a la conciencia. Quienes no tienen una normativa de vida y viven con acciones que se dan sin mayor reflexión, es seguro que esto repercutirá en la buena salud.

Para la sanidad en general la alegría debe ser parte del ánimo, es verdad que no siempre nos apetece estar sonriendo y alegres, mas es bueno saber que tanto bien nos puede traer el buen ánimo.

Ser consecuentes y tratar de tener muy despierto el sentido común es algo que a veces dejamos de lado.

La meditación tiene el valor primordial de ayudarnos a ejercitar el estar atentos, las distracciones que pueden presentarse  en el curso sano de los quehaceres más sencillos pueden llevarnos a un desbalance.

Dice M. Osuna: -Dirigir cada vez más nuestras emociones positivamente- -Cada pensamiento tiene energía-.

Concentrarnos no quiere decir que nos abstraiga la vida en algún asunto y nos olvidemos de lo demás. Se dice mucho que los varones son más proclives a tan solo realizar una actividad a la vez, puede que sea cierto y por eso tendrán que tener más paciencia de lograr varias cosas que tengan pendientes, las mujeres somos más proclives a  hacer varias cosas a la vez, asunto que tiene sus bemoles y puede ser abrumante si no se lleva con cuidado y orden. Querer todo al mismo tiempo es algo que nos puede crear desconcierto.

Hacer lo que hacemos de la mejor manera, es el principio básico de la sanidad. El color verde con su energía tan especial nos ayuda mucho, centrarnos con la mirada en áreas verdes cercanas mientras hacemos las tareas diarias nos eleva el ánimo y es muy bueno para la concentración. Se dice que la mente unidireccional es el mejor motor para la sanidad.

Hay situaciones que no podemos cambiar y hay que vivirlas tal cual llegan,  en esos casos habremos de tener mejor actitud, el modo de encarar es muy importante.

El verde es un color luminoso. Lleva la luz en su interior así como la voluntad. Es propositivo y vivo.

Nadie tiene el derecho de cuestionar nuestras acciones y mucho menos si no lo hemos pedido. El respeto a los modos de ser y de hacer es básico para una vida sana.

La sanidad más necesaria en el ser humano es en el ámbito de las relaciones interpersonales. (Continuará).MJ

 

 

 

jueves, 19 de enero de 2023

 

De la vida diaria.

Colores del día a día. (10)

 

                                                                                   Hemos venido al mundo a vivir.

                          En algunos momentos podremos sentir que tan solo sobrevivimos.                                      

¿Qué tanto esto tiene  que ver con la sanidad?  MJ

 

                                          El color verde se asocia a la vida en todos sus aspectos. Se piensa en verde cuando hacemos una asociación en la mente con el término sano, sanidad.

Estar sanos implica un equilibrio especial de algunos aspectos en los que nos damos cuenta hemos de trabajar en particular. Todos queremos una vida en plenitud y la sanidad implica atención puntual hacia lo que más observamos en detrimento. Si es la salud, la mente o la forma como encaramos la existencia, da igual, lo importante es enfocarnos en lo que puede producirnos un daño y  evitar que éste ocurra.

Algo que abarca todo nuestro ciclo en la tierra como lo es la vida personal, lo queremos vivir de la mejor manera, es trabajo personal, único e irrepetible. Esa forma de vivir y de ser que elegimos, es lo que afecta a todas nuestras acciones.

Estar en el mundo y tener vida en el cuerpo y en la mente no significa que en verdad estemos viviendo en plenitud, porque es muy fácil caer en el ámbito   de la supervivencia y desencadenar lo insano. Una de las definiciones de sanidad la plantea como:

-Precaverse de un daño ante la más leve amenaza.-

Como bien podremos interpretar en esta definición, la total sanidad no es lo más fácil de lograr, ya que abarca todos los aspectos y habremos de conformarla en nuestra vida de una manera razonable. Vivir totalmente sanos es una ilusión.

El color verde está presente en amplias zonas (junto con el azul) en el planeta que habitamos. Es producto de una serie de vibraciones lumínicas lo que hace posible que lo podamos observar en todos sus tonos presentes en la naturaleza. Sucede que  por las condiciones especiales de todo lo verde, el toque de la luz que se da en una forma particular nos permite poder captarlo con los ojos humanos.

Se ha descubierto que caminar debajo de sitios arbolados nos hace bien.

El color verde ocupa el cuarto lugar en el espectro luminoso. Es la combinación del amarillo con el azul. Ambos colores primarios. El primero implica a la luz y el segundo implica a la voluntad.

Tener una vida sana no es tan solo cultivar los bienes de la sanidad en lo físico, es más bien cultivarlos y mantenerlos en un cierto rigor mental que a fin de cuentas se localizará en el pensamiento y se manifestará en los modos de interactuar. Muchos aspectos del equilibrio sano se dan por naturaleza, mas hay algunos asuntos que implican la fuerza de la voluntad. Ya se sabe de claro (y hasta algunas religiones lo promueven) que en mente sana el cuerpo tenderá a una sanidad por añadidura, la armonía de la pureza creativa es necesaria para lograr una mente clara para que la meditación  y la reflexión den buen fruto. No solo es moda meditar, es una realidad para la sanidad.

El conocimiento de nosotros mismos como seres físicos con determinadas características es básico. ¿De qué nos sirve tener el peso ideal, comer con acierto y vivir con los ciclos de sueño bien regulados si a la primera de cambio respondemos con la amígdala cerebral y no con la mente reflexiva? Algo de lo más interesante que han proporcionado las neurociencias en los últimos tiempos es el conocimiento de la amígdala cerebral, ese pequeño órgano del tamaño de una almendra que rige en mucho la totalidad de nuestro comportamiento. Es detonante de las respuestas poco controladas (que son normales, mas no deseadas) que en la vida de relación es mejor saber controlar. Mucha de la violencia del homo sapiens está ligada a las respuestas de varios factores físicos ya  planteados en las ciencias: el desajuste en la cantidad de testosterona en el cuerpo humano que puede propiciar respuestas viscerales, así como desconocer la función de la amígdala cerebral.

En el ciclo vital todo tiene su polo opuesto y eso mismo equilibra la circularidad de los procesos y fenómenos, ya que todo comienza y lleva intrínseco el sentido de concluir. No porque la vida sea  algo cíclico con fecha de caducidad, vamos a desdeñar algunas de las vivencias que menos nos agradan, porque todas son las que  nos enseñan los aspectos positivos y no porque estemos constantemente en momentos de pequeñas muertes simbólicas, esto significa que vamos con menos. Aquí quedaría muy ad hoc la frase ya tan manejada en nuestros días: menos es más. Si ya acumulamos años, es un buen momento de afinar lo que habremos de elegir para hacer más plena la vida que nos resta hacia adelante.

En el enfoque espiritual de la existencia, algunas veces se llega a creer que el sufrimiento es insuperable y hay que aceptarlo como tal, a veces se piensa que hay que sufrir para que la vida presente sus dones, cuando no necesariamente es así, más bien hay que saber encausar el mal momento. La sanidad ya planteada con sentido de actualidad contempla todos los aspectos, tanto los positivos como los negativos. Los budistas creen en una condición conocida como vagabundear por el sufrimiento, y lo aceptan tan solo porque saben el camino de salida y son capaces de encontrar las armonías necesarias para salir de esa condición, o más bien transformarla.

Existe en la naturaleza un ejemplo de cómo lo adverso se puede convertir en un bien.El ejemplo es el caso de las ostras que producen las perlas. Para que una perla pueda ser creada por la ostra tiene que haber un estímulo y este es tan solo una pequeña arenita que se infiltra dentro de la concha, ante esa molestia el animal  crea capas y capas sobre ella protegiéndose del intruso, para que al final se convierta en una  perla. Es un trabajo inconsciente en este caso, pero en el caso humano esto puede hacerse con conciencia. Es parte actuante de la sanidad convertir los estímulos adversos en bienes actuantes.

Uno de los trabajos más necesarios para ser mejores personas consiste en observar las emociones y  saber de dónde vienen, porque llegan y a donde nos llevan. Pareciera un asunto sin trascendencia, pero se puede llegar a afirmar que si tenemos las emociones bajo un determinado control,  nuestro cuerpo físico podría verse beneficiado.

El cuerpo humano, adquiere ligereza cuando somos proclives a una mente proactiva. Algunos casos de obesidad física responden a desequilibrios mentales, corregidos estos desajustes  el cuerpo podría corregir lo que a veces es un trastorno de ansiedad.

El budismo ha aportado al mundo uno de los conceptos más revolucionarios de la sanidad: La impermanencia. Ser impermanente es lo mismo que saber que en el mismo momento que estamos obteniendo algo, es ahí exactamente que se está dando la acción para que ese algo se vaya descomponiendo en otra u otras cosas. Nada dura para siempre. A muchos de nosotros nos puede dar temor esta aseveración, mas si la observamos con atención  veremos que es la dinámica de todo. Resulta mejor saberlo para estar alerta,  a diferencia de  creer que todo permanecerá como está o como cada uno de nosotros deseamos.  Todo se mueve y  todos terminaremos cada ciclo para reiniciar uno nuevo. En el caso de pérdidas humanas que nos afectan, sabemos que habremos de tener un tiempo de aceptación del hecho, con el proceso que la tanatología propone.

Abatir la ignorancia es algo que cuesta, no es nada fácil desaprender para renovarnos con conceptos y acciones, aferrarse nunca es sano y produce rupturas porque lo que se aferra es contrario al flujo del devenir. No todos estamos dispuestos siempre a abrir la mente para reaprender, mas esto es catalizador para la sanidad: Todo lo que uno puede saber y convertir en sabiduría será implícitamente actuante para nuestra sanidad.

Nos dice Osuna, en su maravilloso libro sobre las virtudes de los colores:

-El no saber nos ciega.-

 Hay temor en muchos de nosotros de perder el cuerpo físico. La muerte como cambio de estado es algo que ya permea en todas o casi todas las mentes. Para quienes no creen en el alma y piensan que al cerrar el ciclo físico y material su vida  se acaba, es más difícil de comprender.

Si nos rigen los deseos desmedidos, el ansia y la codicia, así como vivir estados sociales forzando la realidad, es seguro que estamos desbalanceado nuestro sentido de bien. El asunto de las posesiones es un juego de doble filo y habremos de aprender desde edades tempranas que las cosas materiales son para el servicio de la sanidad mental y no para el juego de poseer en sí mismo.

Es un hecho que somos limitados. Este concepto también crea incertidumbre porque nos gusta pensar que podemos con todo, poseer todo, saber todo y hacer todo. Como el asunto del concepto de milagro, que para algunas personas creer que se merecen vivir milagros es un hecho, cuando estos solo ocurren cuando las condiciones mentales están acordes con las condiciones físicas. Nos encanta sabernos omnipotentes. Cuando sufrimos una discapacidad la vida al mismo tiempo nos regala la potencialidad de recordar que no por los límites físicos o por la abundancia de  bienes es que somos, El ser humano es, por la capacidad de tener claridad mental y una vida interior, misma que muchos desdeñan por estar jugando juegos sociales.

Hay un aspecto de la ignorancia que no es precisamente falta de conocimiento sino más bien el vacío de saber claramente lo que a cada uno nos compete para progresar. Cuando nos cuesta trabajo saber cuál es la verdad que nos toca practicar y que está  en función a lo que somos, es cuando podemos sentir algo de angustia. Se dice  mucho que algunas enfermedades están regidas por el cauce de las emociones y no es algo descabellado. No hay que confundir en pensar que un estado de ánimo o modo de ser crea la enfermedad, eso es erróneo, lo que sí se puede tener claro es que  se puede propiciar un mal físico por las situaciones de energías negativas.

Tener autocontrol, establecer una dirección concreta a la hora de actuar es básico para una buena salud. Las intenciones de los actos juegan un papel muy importante en la sanidad humana.

Nuestra conciencia puede tomar forma, es decir el modo de asumir la realidad puede manifestarse en lo físico y ayudarnos a propiciar ciertas condiciones que resulten más favorables a la salud integral. (Continuará).MJ

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

miércoles, 11 de enero de 2023

 

De la vida diaria.

Colores del día a día. (9)

                                        

                                 Blanco, color acromático, de claridad máxima y oscuridad nula. Wikipedia.

 

                                 Con una definición así tan técnica como ésta que nos da el diccionario, podríamos pensar que este color, el blanco, tiene repercusiones de lo más simples y nulas en la vida del ser humano. Poco a poco iremos descubriendo su presencia y como ésta está ligada en primera instancia a la creatividad.

Conformado por la totalidad de los colores, el color blanco lleva en su interior una energía muy particular por lo que no en vano muchos congéneres  lo utilizan para simbolizar la paz, la pureza, la energía pura y hasta el color del alma.

En lo personal comencé a sentir la llegada del siglo XXI con ciertos asuntos de inquietud, como preguntándome que sería lo que habría de reformarse y reajustarse, dado que un ciclo muy grande daba inicio ante nuestros ojos. El concepto de creatividad fue retomado en mi fuero interno para definir todo lo que fuera totalmente genuino (aun sabiendo que no hay nada nuevo bajo el sol) yo sabía que uno debe saber por amor propio y autoestima en qué consiste el quehacer que hemos venido a desempeñar y hacerlo con la firmeza y claridad posibles. En primera instancia saber que no todos los humanos somos privilegiados al poder observar cómo se inicia un siglo y ya solo con eso habríamos de estar muy agradecidos. El cambio de los tiempos en el tiempo, es un movimiento que  afecta la era o ciclo  que se cierra y es conveniente revisar, ya que aun sin percibirlo del todo, se abren nuevos caminos de creatividad que poco a poco habremos de vislumbrar.  No es tan simple como un cambio de ropa o de lugar, en la totalidad del cosmos algo se fragua y los testigos tendríamos que comprender el sentido de este giro radical, muchos así lo hemos percibido.

Para el momento de cambio de siglo poco sabía yo de la fuerza especial de los colores en teoria, aunque siempre lo había percibido. Poco a poco fui encontrando respuestas.

Las relaciones humanas también se han transformado durante estos 23 años y es seguro que cuando cerremos este primer cuarto del siglo, los humanos estaremos en nuevos niveles de conciencia. Hemos  respondido a exigencias imperantes y necesarias como el hecho de saber percibir más con el corazón, la intuición, manejar con más acierto la inteligencia emocional y saber que es lo que nos corresponde vivir con cada ser humano. Los enfoques en las ciencias humanas y sus propuestas  nos permiten comprender mejor las razones de nuestros movimientos interiores.  Se solía esperar siempre de más de los congéneres y la experiencia mundial nos demostró  que de nadie habremos de esperar de más, las expectativas son más bien solo  en cuanto a nosotros mismos ya que la sana convivencia está más aparcada en el compartir y si cada uno estamos enteros, mucho tendremos para dar. Cuando esto va quedando claro, el ir y venir del flujo de intercambios va mostrando las causas y los efectos, se hace mucho más genuino todo y a veces ya dejamos detrás muchas relaciones que cierran en una circularidad concluyente y fuerte.   En los ámbitos de desterrar conflictos innecesarios es cuando el color blanco se puede asociar a la Paz, esa paz con mayúscula de la que tanto se habla y a veces poco se entiende.  En la revisión de lo relativo a las relaciones humanas, en lo personal me había yo esmerado en unir gente diferente a la hora de compartir, me parecía interesante, hasta que  comprendí que a pocos les interesa inaugurar empatías con otros congéneres, los caminos se van haciendo claros para cada uno en lo particular para aceptar diferencias y saber a que se le da  valor.  Conforme vamos siendo maduros la adultez nos muestra a los verdaderos cariños y el colorido del blanco que es relativo a la pureza se esmera en mostrarnos con quienes podremos llegar a finales y con quienes no.

Ser creativos es gozar con lo inesperado, ya sea propuesto por uno mismo o por otros congéneres, mas habremos de escoger los rubros en este ámbito, porque no en toda acción que de pronto se aparece y se fragua, se dan coincidiencias. 

Así está pasando con los nuevos caminos del arte que han maravillado a algunos y dejado muy molestos y estupefactos  a otros. Conforme nos vamos asentando en la vida de este siglo el sentido de la empatía creativa se abre. Aprender a aceptar aun lo que no es del todo entendido.

Es uno mismo quien crea el entorno, ese entorno personal.

Ser agradecidos, siempre, ya es un bien impostergable.

Ser agradecidos en la justa medida, es algo que se aprende sin juzgar.

Ser agradecidos al vibrar en diferencias, porque el mundo es así, diverso.

Avanzar, en lo profundo con sentido nuevo.

Ser agradecidos eternamente.

Con la pureza bien comprendida se depura la rutina.

M. Osuna, una estudiosa asidua del valor de los colores nos dice:

El blanco… es armonía. Si queremos que el movimiento creativo lleve buen ritmo, con el color blanco habremos de interactuar.

Considerado el color blanco como una síntesis de los tres colores primarios, (Rojo/Azul/Amarillo) al observar en el espectro luminoso que lo produce, su brillo es tan fuerte que solo se percibe brillante, dando la impresión que es un color sin color, cuando en la realidad los contiene a todos.

Es el blanco el color que se asocia a la belleza.

Dante Aligheri pensaba que: -La belleza despierta el alma a actuar-.

Si lo observamos con detenimiento es claro y muy seguro que lo que consideramos bello nos motive más, nos haga más atentos y felices.

                                           Como seres humanos llevamos en nuestro ser una esencia pura desde que nacemos, es mucho pedir que así se mantenga porque hemos venido a la tierra a librar batallas y estas son en esencia cambio y radicalidad.  En nosotros está la materia prima para hacer de nuestra entrega vital un producto creativo. Sí, es claro que traemos mucho asentado en la genética, mas la parte creativa solo nos incumbe en cuanto comprendemos con que voluntad trabajamos, que nos proponemos hacer en cuanto  lo que nos es más valioso y como nos desempeñamos en el amor.  Es toda una tarea, misma que al asumirla observantes en todos los aspectos, la vida se convierte en la mejor empresa.

El color blanco nos ayuda mucho a purificar la conciencia individual. Saber elegir mucho más claramente, más que apostarle a los deseos. No es que nos convirtamos en individualistas, sino que comprendemos que en la medida que cultivemos los valores personales, podremos tener la fuerza que con creatividad afecte a todos los congéneres, es seguro que podremos estar en el camino que nos corresponde en la interacción con los demás.

La creatividad está presente en todo ser humano, no es privilegio de algunos,  se trabaja y se logra, se cultiva con disciplina y buena voluntad, requiere paciencia y tiempo disponible para poder saber que es lo genuino, nunca es copiar, sino más bien reinterpretar. Cada quien es responsable de sus modos de expresión con las herramientas indicadas.

Cuando cuestionamos nuestra forma de expresarnos  le vamos dando entrada a lo que más amamos en este ámbito, la vida nos cambia, nos permite encontrar nuestro verdadero sentido de ser. Ser creativos comienza con la actitud y ya luego se expresará en caminos elegidos: actividad profesional, arte, cocina, deporte, llevar  una casa  etc.

Hacer con claridad. Vivir con sencillez. Asuntos relativos al color blanco.

Uno de los aspectos más dignos de la creatividad es aprender a mirar de otro modo. La apreciación del arte también es creativa, porque nos permite mirar con ojos especiales y  entender que es el arte: -Es la expresión de algo que todos conocemos que se manifiesta de manera genuina y que es posible que apreciemos con especial mirada-.MJ. Es verdad que el arte de hoy se ha excedido y tomado caminos engañosos en algunos ámbitos y aspectos, esto es producto de que se ha expandido la conciencia y es asunto personal de quien engaña y de quien se deja engañar. Un plátano pegado a una pared con cinta adhesiva  (que se vendió en una feria de arte en más de cien mil dólares) en muchos causó revuelo, estupefacción. Es normal que a muchos nos desconcierte, se busca impactar más que otra cosa y no necesariamente es arte.Se está dando al dinero otro sentido del que tiene en la realidad: ser un medio de intercambio. Si el dinero se convierte en protagonista, nos queda claro cómo se afecta al valor artístico en sí mismo, hay un determinismo de conciencia y no nos debe causar inquietud el harina del costal ajeno. El ser humano que desembolsa tales cantidades de dinero para comparar un asunto trivial y efímero solo está buscando protagonismo.

La palabra fealdad, ya sabemos que es parte de una categoría filosófica que cae dentro de la ciencia Estética. No hay arte feo, solo hay arte bien hecho o mal hecho o que nos guste porque nos es afín o nos disguste porque no es lo que nos resuena.

El blanco es un color que nos ayuda a no entrar en estados discordantes.

Al color blanco se le asocia con el prevalecer de lo joven, de lo eterno.

Toda emoción necesita ser expresada. Habremos de comprender esto para encausar nuestra vibración artística que no necesariamente tiene que ser plasmada en el espacio físico, ni conservada, el arte efímero está siendo muy actual y es válido.

 En el arte de la plástica  se valora el manejo de la técnica, la trayectoria genuina de una expresión con estilo personal, temáticas que están asociadas al alma del creador de la obra. El arte es comunicación. Todos podremos aprender a leer los signos del arte y en particular el aspecto de los colores, aunque estos no se necesitan como presencia actuante en una obra de arte.

La pureza, lo blanco que se expresa en el día miércoles, es la centralidad de la semana.

El blanco es un color muy cómodo. Se puede combinar con todos los demás.

El aspecto de la paz también se puede encontrar en el color naranja como luego veremos. (Continuará) MJ

 

 

 

 

jueves, 5 de enero de 2023

 

De la vida diaria.

Colores, del día a día. (8)

 

                                      Amor es una  palabra  profunda, según la  interpretación que le demos  y para qué la utilicemos  puede  desgastarse. MJ

 

                                      El amor tiene muchos sentidos, la palabra se ha utilizado tan a discrecionalidad que en algunos ámbitos ha tenido desgastes en su real interpretación, y aunque no todas las vertientes de este vocablo aplican para la singularidad  del amor en cada ser humano, siempre está presente  por ser el motor de todas las acciones. Por ser parte actuante y constante, es que se torna conveniente afinar su significado en nuestro léxico así como reconsiderar el impacto que tiene en nuestra vida.

En las relecturas que mucho se disfrutan en la madurez,  me encuentro un relato que viví y escribí, mismo que en su momento me conmovió hasta la medula y hoy toma un nuevo giro en cuanto al sentido respecto al amor.

Una tía muy querida que no había tenido descendencia (algunas jóvenes en ese momento no sabíamos el por qué, asunto que ni se preguntaba, porque de esas cosas no se hablaba antaño). Una mañana de pronto escuchó el llanto de un niño en la puerta de su casa. Salieron ella y la señora que le ayudaba en el quehacer doméstico y se encontraron con un bebé de pocos meses, y una nota que decía: -Aquí le dejo al niño, es para usted-. De entrada quedó desconcertada, atónita, mas  con una voluntad férrea y forma de ser clara muy característica en ella, prevaleció la realidad de su carácter: No había tenido hijos ni los quería tener. En ese momento se dio parte a las autoridades y mientras vinieron a recoger al niño la mucama se hizo cargo de todo a todo para el cuidado de ese niño.

Cuando mi madre y otras amigas de ella le preguntaron porque no hizo caso a la voluntad de Dios, montó en cólera y les hizo ver con contundencia y aplomo que no confundieran, esa no era la voluntad de Dios, más bien era el desorden que se vive cuando algunas personas procrean y luego no pueden hacerse cargo del crío.

Esta señora de carácter definido tenía muy claro que no por no haber procreado hijos habría de aceptar algo así, en lo absoluto tenia duda de que no era para ella esa situación y se ocupó de dejarlo bien claro. El niño fue llevado al DIF, lugar en donde en ese momento fue bien aceptado para darlo en adopción como Dios manda.

¡Cuánto se aprende de los caracteres  bien definidos!

¿Fue desamorada una señora  en sus primeros años de madurez, en desdeñar a un recién nacido que el destino llevó hasta su puerta?  Para nada. No hay porque confundir. El amor, no es hacer de la voluntad de otros algo viable, es la voluntad de hacer lo que se cree, sin emotividades adyacentes. Esto hay que dejarlo muy claro, porque con los actos del amor mal entendido se crean chantajes a tutiplén.

-La vida, es una aventura atrevida o no es nada- dijo alguna vez Helen Keller.

Crear desgastes innecesarios en nombre del amor es una temeridad, es más importante comprender en que consiste la voluntad de vivir, ese asunto de tener claridad en lo que nos toca hacer y lo que no nos toca hacer. Cuando tenemos claro el rumbo (sabiduría) y somos dueños de nuestra voluntad (buenos principios) podemos salir de nosotros mismos y ser mucho más felices, tener claro el papel del amor en nuestra vida personal, y así ser mejores compañeros de vida de los cercanos, de los amigos y hasta de los desconocidos. La relación con los congéneres puede tomar una mejor dimensión.

Somos como una rueda, ya que tenemos centralidad e irradiamos, mas la dimensión del amor en nuestra vida es algo a lo que nosotros le damos el ritmo, los rayos que surgen de nuestro centro son las actividades que se dirigen en diversas direcciones.

Ane Morrow Lindbergh, la esposa del hombre que atravesó  el Atlántico en un pequeño avión, escribió: -Hay que retroceder con reverencia, ante el milagro de otra individualidad-

Todos los seres se merecen tener la dignidad bien compuesta y puesta en su sitio, no somos cosas que se mueven al antojo de otros congéneres.

La Felicidad, si logramos que resulte de una suma de gozos como propone el zen, es seguro que nos mirará a los ojos, y mucho más si va de la mano del amor.

 Así que ahora tratamos el tercer color del espectro cromático: el color Rojo/Rosa, asociado a toda la dimensión del Amor.

En esta tierra del Mayab en donde yo habito, al color rosa (rojo más blanco) se le conoce también como: Rosado.

Uno de los aspectos más significativos (aunque no siempre del todo claro) del amor, es el de las relaciones humanas y sus fuerzas, es decir esas acciones reciprocas que no siempre concuerdan con lo que se piensa por un lado y por otro, es decir las discrepancias son arenas movedizas en casi todos los casos. Aprender a aprender (valga la redundancia) de este ámbito, es algo que incumbe a toda la especie, porque no me dejarán mentir cuando puedo asegurar que a veces con los seres más cercanos es en donde habremos de afinar mas estas fuerzas. Sin el amor  bien entendido nadie vibra adecuadamente,  ni se da  nada ni se  mueve nada si no es por la fuerza más creativa y poderosa del ser. En el amor se dan las fuerzas de atracción y de repulsión a la vez, no es sencillo el equilibrio y es un reto muy noble. Esta vibración, del color rojo/rosa se aclara en conjunción a las dos anteriores: la buena voluntad y la sabiduría. Conjuntar en acción armónica mente /corazón es el dilema humano.

En el amor hay una dimensión de contabilidad cósmica que se encarga de la regulación de las causas, esos porqués que a veces no es fácil ni comprender y mucho menos responder pero que nadie se salva de tener y cuestionar, como fuerza natural  la causalidad tiene un sentido creativo en sí mismo, mientras el ser humano la observe con atención. Es en las elecciones hechas sin mayor cautela cuando se abre la puerta al dolor, el amor se puede volver con presteza en nuestra contra.

En estos ámbitos de la presencia del amor lo que regula todo es la ley de intercambios, es sabio tener presente que no necesariamente son equitativos en el momento en que se viven, porque lo amoroso está regulado por tiempos que no rigen los humanos, mucho hemos escuchado que los tiempos de Dios no son los de los hombres. Si sabemos dar, y conocer los sentidos de la paciencia, asimismo recibiremos y viceversa. Si damos confusión no recibiremos claridad y así en todo. Lo primero y más importante que damos es el verbo. Las cosas primero se nombraron en el devenir de los tiempos, y así su viabilidad se fue haciendo más y más clara una vez nombrado el hecho. Las palabras pueden ser creadoras o destructoras, por lo que hay que revisar cómo se emiten, con que intenciones y en que direcciones. El pensamiento así como la palabra están muy vinculadas a la energía amorosa, es sabiduría muy necesaria para un buen manejo del amor.

Si somos generosos es probable que recibamos generosidad, aunque tal vez no en el mismo sentido en el que se dio. Es decir, podremos ser generosos sin esperar lo mismo de quienes reciban nuestra generosidad y por otro lado otras personas  podrán ser generosos con nosotros sin que tengamos que hacerlo reciproco, así es la fuerza universal. Nos cuesta entender, siempre queremos la reciprocidad conocida y concreta de ida y vuelta,  en la realidad no se da así. El amor así como el dar, es conveniente que lleve una tónica de incondicionalidad, es decir hacerlo por el valor mismo, sin espera de nada. De la nada pura se puede dar todo, y esto está bien asentado en el concepto de Fe.

El amor bien llevado es catalíco y reduce los conflictos, hasta podría resolvernos del todo si se sabe cómo proceder con esta fuerza. El amor es la fuerza generadora de todo, por lo que habremos de entenderla como la dinámica interna que da sentido desde lo más profundo permeando hasta en lo más sencillo. El color rojo cuando se complementa con el color verde se expresa en toda su dimensión. Está ligado al día martes. Esta combinación de complementarios en ciertas cantidades da origen al color terroso, el amor tiene un asiento básico en la tierra.

El rojo propiamente es un color primario cálido,  se utilizó desde la prehistoria en el arte primitivo. Los dibujos rupestres tienen una gran presencia de rojo, porque se obtiene de barros y terracotas naturales que son minerales muy fáciles de aglutinar para aplicar como pinturas sobre la piedra. Este arte no solo se expresó en las cuevas sino creo los primeros instrumentos musicales. Este arte primitivo nos ha ayudado a conocernos como especie, ¿qué fue lo que nos motivó en esos momentos? Y que ha permeado en lo que nos mueve hoy día.

Para algunas culturas el solo sentir del color el rojo se vincula con alegría, buena suerte, fertilidad y fortuna. En la China toma un tono más cercano al naranja.

Los astrónomos que necesitan hacer mediciones de movimientos cósmicos, hablan de algo muy interesante que han observado astronautas en el espacio: Le llaman rojo extendido al color que observan que se da con la rapidez de movimientos en el espacio, solo ahí el color rojo se nota como amplificado.

Una cualidad muy unida al amor es la sinceridad, ésta es la actitud que le da asiento a un amor sano y es cuando se habla desde la verdad para la verdad. Sabemos la limitación de las verdades ya que en su fuero interna responden a situaciones específicas, se diferencian  dependiendo de los ámbitos,  cuando se trabajan con sinceridad todo fluye mejor. Mas valen verdades que duelan que verdades a medias.

Cuando el amor priva en nuestras vidas nuestras palabras se hacen más nítidas.

Las mezquindades humanas son en cierta forma enemigas del amor, son espejismos que embotan la actitud fluida.

Hojas.

Como Hojas somos.

Como una Hoja nos miramos.

Cúmulos de Hojas en el árbol.

Hoja única  asida  de la rama.

Viento que mueve la nitidez de las Hojas.

Hoja como amor genuino.

Como Hojas somos.

Hojas.MJ. (Continuará)