jueves, 25 de mayo de 2023

 

D.L.V.D. Construir, Paz. (14)

 

                                              La Paz, es en primera instancia un sentimiento interior. Una vez en el ser, puede expresarse en el exterior. Paz y creatividad pueden ir de la mano: Mientras más conocemos de nuestra especie, más creativos somos. MJ

 

                          La evolución en sí misma, nunca nos da todas las herramientas. Mucho menos cuando se trata del pensamiento, que, aunque es lo que nos distingue de todas las demás especies, a veces soslayamos su verdadera función de utilizarlo propositivamente.  Estando serenos es más fácil percibir el buen flujo y desplegar la creatividad que no es otra cosa que una buena actitud propositiva. Siempre podremos sugerir, desde cómo nos levantamos por las mañanas hasta como poder llevar con más acierto y garbo el devenir constante que implica desde todo lo relativo a la familia nuclear, el trabajo diario, así como realizar los proyectos personales.

                                                                              Es importante compartir las ideas.

Compartir lo que pensamos no es algo indiscriminado, hay momentos que se adecuan más para esta acción.

Volviendo a la idea de que nuestro orden social es imaginado, y no producto biológico, no se pierde la esperanza de que llegaremos a un orden mejor, porque los ordenamientos no son rocas duras inamovibles, son más bien serie de ideas creadas para una mejor convivencia. A veces se crean en desorden y volver a la estructura deseada es faena de la conciencia.

                                  El orden establecido solo tiene sentido, vigor y efecto si es útil.

Esa misma utilidad propició la aparición del lenguaje, los números y la escritura. Ya no era posible al producir bienes, almacenar el orden deseado en el cerebro, habría de asentarse en otros códigos entendibles por la mayoría.

Muchos años han pasado desde que se crearon las primeras redes de comunicación masiva, aunque no eran accesibles a todos. Era un orden en primera instancia liberador. Ya se tiene claro hoy día, que la globalización que nos llevó a muchos nuevos modos de comprender el mundo, también tiene factores opresivos, creados con otros fines, dejan de ser funcionales. Existe ya el pensamiento de que seremos más libres en pequeños mundos, tal vez con insospechados buenos acomodos y acepciones de cultura. Sin crear preocupación en los más jóvenes, al niño es bueno enseñarle a pensar, al joven a proponer, a ambos a convivir con lo que cambia.

El sistema jerárquico social no es en esencia establecido con el fin distorsionado que ha preponderado, se estableció con el principio de orden y luego se distorsionó. Los estratos diferenciados en lo social siempre estarán presentes, son producto de la dinámica socioeconómica, no tienen por qué ser controvertidos. Mas bien han de comprender su transversalidad  y propiciar congruencia.

En casa siempre se decía una frase cuando alguien reclamaba por algo a todas luces corregible: ¿Te pusiste al revés los zapatos? es tuyo el privilegio de tomarte el tiempo para enderezarlos. En la convivencia de grupos esto tendría que ser factible y necesario, solo es cuestión de que la mayoría lo comprenda.

Nada absolutamente nada justifica ningún tipo de discriminación, aunque nos queda claro que ésta se instaló por malos entendimientos en primera biológicos (se superaron apenas en el siglo pasado) así como malos enfoques en la cultura como si las diferencias en sí y por sí mismas hablasen de superioridades. Ya hemos tocado anteriormente que el mito biológico de las razas no tiene cabida. Desterrado el asunto racista como ilógico por su cero fundamento científico ¿Qué puede hacernos discriminativos? Tan solo la ignorancia.

Se piensa que las primeras divisiones jerárquicas de género no fueron otras que las que propicio la división del trabajo, el menor rango en el que se situó al género femenino por principio fue a conveniencia y cierta necesidad, ya que parecía que las responsabilidades con la prole eran solo suyas y de rango menor. Cuando veo a mi hijo bañar, alimentar y cambiar pañales a sus hijos, me queda claro que ya estamos en otros lares, es prueba superada. Con la misma después de las faenas de los críos, él joven padre se sienta frente a la computadora y realiza el cálculo estructural de una escultura. No está reñida una acción con la otra, para él es tan importante y tienen el mismo valor humano la interacción con su hija de un año, que el trabajo que realiza para sobrevivir.

Existen varias teorías en el ámbito de los estudiosos del género humano para comprender que causó lo que en primera instancia esa división discriminatoria de los géneros.

¿Mayor fuerza muscular de los varones? tal vez algo influyo en los principios de la organización de grupos, ya en estos días del siglo XXI eso es obsoleto. A fin de cuentas, fue una mala interpretación de la realidad.

Se ha estudiado con bastante acierto como las féminas somos más capaces de resistir grandes periodos de hambre y periodos de enfermedad. Yuval, lo da por un hecho como producto de las investigaciones.

Cuando se dice que lo establecido en la cultura debe ser permanente estamos en camino sinuoso por no decir errado, son los principios culturales los más cambiantes y los más asertivos para una vida mejor llevada. Cambio + asertividad son la clave.

                                               Las contradicciones, son la esencia de la creatividad.

Existe un concepto maravilloso que todos deberíamos tener muy presente:

La disonancia cognitiva: es en el conocimiento es donde se afina, es la duda de lo que no nos suena bien, en donde hay que volver el camino de repensar y de ahí se hace más fácil llevar lo conocido hacia una sabiduría activa.

                                                                                            La creatividad es actitud.

No se nace con las herramientas para ser creativos, se nace con el potencial, descubrirlo, construirlo y hacer uso de lo que disponemos es parte del gozo por vivir. Tiene que ver con carácter y personalidad.

                                                      Los momentos históricos están asentados en las redes de sus propios mitos, desentrañar los que ya son obsoletos no es poca cosa y es tarea de cada persona, de ahí pasará a grupos sociales. La ciencia puede garantizar los asientos para un pensamiento más certero y, por ende, dar luces hacia una felicidad más realista, propiciar mejoras en el pensar cuando abre las mentes y desatora entuertos de conocimiento enconado.

En estos días hemos estado viendo en casa una serie básicamente de judíos. Situada más o menos en los años cincuenta 50 del siglo pasado, deja ver como se organizaba la vida de una familia y como se encona el modo de percibir, cuando es solo desde una perspectiva. De pronto le toca al abuelo ir a la presentación de los avances escolares del niño de 6 seis años. Los grupos de exposición en la escuela están dados por exámenes previos realizados por los maestros para situar a cada niño en un rubro de creatividad: posibles científicos, ingenieros, humanistas, escritores etc. Y cuando este abuelo descubre que hay una mesa en donde se manifiesta a los críos solamente como felices, como que se le cierra el mundo y peor aún, se siente fatal cuando ve a su propio nieto situado ahí. Antes que nada, se siente agredido en el ego, él quiere a su nieto en una acción concreta como la música, y afirma que ningún hombre de bien y con participación activa en algún aspecto de la sociedad, puede ser feliz del todo. El concepto de la felicidad ha variado, ha avanzado y se considera en verdad necesario como primera instancia vital, la persona que estudia no se prepara primordialmente para ser una troqueladora/productora de monedas, los estudios antes que nada nos dan felicidad. Si se perciben altas capacidades para no hacer nada y tener medios más sutiles de generar riqueza (como el robo sutil de patrimonios tan común hoy día, y logrado gracias al apoyo de abogados corruptos) ya se ha comprobado que es más sano y feliz quien siempre está en activo. El ocio, no es precisamente quietud o inactividad, es más bien enfocarnos en algo creativo que nos dé solaz.  La mesa de la felicidad es un primer paso. Hasta el jubilado, si se cruza de brazos es seguro que no será tan feliz. Ese entercarse del humano en encasillar, preponer y poner etiquetas es el primer mito absurdo que hay que desterrar.

Sin importar nuestro grado de conciencia, la sustancia gris cerebral que nos hace ver con más claridad nuestra misión en la tierra, se ha de cuidar, modelar y ejercitar.

                                                             Dejemos de relacionar el cambio con el dolor.

Para cerrar estos textos enfocados a la paz, es importante recordar que la paz se cultiva, esa misma que nos merecemos y que nos hará felices.

                                                      Hemos de tener presente cada mañana, al poner el pie en el piso, que contamos con un órgano privilegiado, como lo es el cerebro humano y que la actitud creativa se ubica en el.

                     No hemos evolucionado tan solo para dejar nuestras hélices de ADN.

 También hemos evolucionado para tomar sobre nuestros propios pechos el valor que tiene propiciar los cambios y proponer que estos sean fuente de felicidad.

Este nuestro mundo humano lo hemos creado nosotros mismos sin contemplar del todo la parte y el nivel de destrucción, estamos aún a tiempo de abrir más los ojos de la sabiduría.

Estar compartiendo exceso de negatividad en las redes no ayuda en nada y puede bloquear o poner en segundo plano la parte propositiva que todos llevamos dentro.

Si no podemos proponer concretamente las acciones, es mejor el silencio.

No hemos venido a mostrar los logros, sino a hacerlos parte de la vida sin tanto alarde, para activarlos propositivamente y que permeen más en acciones concretas.

                                                Si nos ha quedado claro que la revolución agrícola, fue punto determinante para un camino que parecía a todas luces positivo y ha propiciado dolor, hemos de visualizar la importancia de las decisiones con actitud y que no sean causantes de otros males colaterales.

Humanidad bien entendida es nuestra primera misión y ésta ha de ser una tarea impostergable. Aceptar la ignorancia para estar abiertos a nuevas propuestas.

                                    Con un respirar consciente y pausado podremos enfrentar, no importa el que, sino el cómo.  El cuidado mental de vivir el presente propositivo, para poder decir: estamos aquí, y gozar de lo pasado como aprendizaje y abrir un futuro prometedor. MJ

 

 

 

 

jueves, 18 de mayo de 2023

 

L.V.D. Construir, Paz. (13)

 

                                                     Hemos sido incongruentes con nuestra esencia. No es comprensible que la ganancia material en desequilibrio, produzca sufrimiento humano. MJ

 

                                En verdad, aprender a detectar las incongruencias para hacerlas vida en la vida (y más en la acción de cada día) podría ser la entrada a muchos momentos felices y de paz.

Dejar de tener miedo al miedo dándonos cuenta que es tan solo un sentimiento que tiene sus raíces en algunos infundios que no hemos superado.

 Mucho de lo que percibimos como discordante tiene su fuerza en nuevos enfoques, aunque nos cueste más trabajo visualizar y parezca un esfuerzo inútil, nunca lo es.

El sufrimiento se instala y hasta podemos hacernos afines a él, nadie tiene porque aceptarlo como inevitable. Sabemos que cualquier revés es parte actuante, mas no por eso mismo ha de causar pesares que nos descuadren la vida fluida. Obtener ganancias en el ámbito material es parte de una vida equilibrada y son muy necesarias, lo que no es aceptable es el mal uso que se les pueda dar. Tener el cuidado de que las religiones no anestesien el progreso del ser con propuestas tales como que el sufrimiento es bueno per se y dentro de otros grupos enseñan que habremos de achacar los malos momentos al karma, interpretando mal este concepto como si fuera algo inevitable. No siempre se hace ágil la acción creativa cuando lleva tantos bemoles y milagritos adosados. A fin de cuentas, lo importante es ser observantes de un equilibrio tanto material como inmaterial.

                                    Se ha llegado a considerar entre las valoraciones históricas (con el apoyo de otras disciplinas sociales) la interpretación de que la revolución agrícola fue el punto de inflexión de la separación del sapiens de la naturaleza. Al alejarnos de ese ámbito del que formamos parte, las percepciones se pueden salir del cauce preferente. Resulta hasta paradójico, ya que lo agrícola está vinculado con lo natural, mas no necesariamente funcionan en armonía.

                              ¿Qué tanto mal nos ha hecho el habernos alejado de un mundo natural tal y como lo recibimos? Ante todo, recordar que los cambios son inevitables, lo positivo vendría con la claridad de cómo serán tratados esos mismos cambios, para beneficio de más gente.

                                             Con la revolución agrícola se propició el egocentrismo.

Esta dimensión redundó en lo social y resultó nada favorable para el individuo. A la hora de la cacería y la recolección en el pequeño grupo, se piensa que hubo un buen orden al utilizarlos para subsistir. Esto no quiere decir que no se practicase la repartición diferenciada cuando habría que repartir el mamut o los frutos silvestres, obvio es que cada parte de lo obtenido correspondiera a cada sección del grupo, por la naturaleza del momento había cantidad y calidad para todos, ya luego sin previsión fue el desequilibrio lo que prevaleció.

El agricultor no solo se tenía que preocupar de sembrar con el orden aprendido de los ciclos naturales y recolectar a su tiempo, también tenía que optar por más manos disponibles, y saber qué hacer con el excedente y ni que decir los cuidados que ahora requería su prole que crecía exponencialmente, más sus bienes de casa. Cuidar los graneros de la rapiña y velar por los bienes adquiridos se volvió todo un tema.

En la mente de los agricultores, tomo la delantera el ciclo estacional temporal, así como tratar de abatir la incertidumbre de la escasez, fue todo un asunto que ocupo mucho tiempo y esfuerzo.

Así, se fundamentó el primer sistema político y social para poder regular las acciones. A la letra nos dice el autor: - Los pocos milenos que separan la revolución agrícola de la aparición de las ciudades, reinos e imperios, no fueron suficientes para permitir la evolución de un instinto de cooperación en masa- Nos perdimos de nosotros mismos en lo mismo que habíamos creado.

                                               La creatividad, vista como una actitud que se fomenta y trabaja y que resulta en un bien para mejorar muchos aspectos y situaciones de la vida diaria, es dinámica, mientras vivamos sin tenerla en cuenta y sin comprender los modos que la sustentan cada día, nos costará más trabajo ver los buenos efectos.

Los mitos son muy fuertes y determinan de maneras insospechadas los procesos humanos. Mucho daño se puede hacer a los congéneres por el manejo de ideas que no proponen y que nos llevan a desfiladeros sin salida.

                                    La palabra cooperación ha perdido su sentido original.   Habremos de entender que la cooperación varía en cuanto las necesidades, mas su esencia sigue siendo la misma: aportar para que un bien se logre más ágil y en beneficio de más personas. No es por naturaleza ni voluntaria ni igualitaria, mas si se logra manejar con un sentido propositivo, puede permear positivamente a más congéneres.

                                                    En los principios del orden humano se crearon los códigos a seguir. El código de Hammurabi es el más representativo de estos primeros intentos de orden socioeconómico. Este código fue el baluarte ideológico a seguir y uno de sus postulados más claros fue que los hijos son propiedad de los padres, asuntos como estos se percibían como muy naturales como también lo fue la pena de muerte. Esta manera de ordenar no contemplaba el dolor humano, el sistema era más práctico que humanista y causó de pronto mucho pesar. También en la declaración de independencia de los Estados Unidos se plantearon absurdos que, aunque no parezca a simple vista que lo son, no tienen base probable.  Decir que todos los seres humanos son iguales parece muy humano, cuando en la realidad lo propio es reconocer las diferencias no para discriminar, sino todo lo contrario, para sumar. La igualdad en si misma pareciera un bien, cuando no lo es necesariamente para la armonía, ya que al igualar pareciera que hay que obligar a lo que no lo es a transformarse en otra cosa dejando de lado la esencia. Si se conserva lo esencial aun en las diferencias, hay logro armónico.

 De entrada, el principio de evolución que nos rige a todos los seres vivos está basado en los cambios, por lo que estos son muy importantes para valorar que acciones tomar. Estamos determinados por el medio ambiente, por la cultura y ni que decir por las costumbres más acendradas.  

                                                                     La biología nunca garantiza la libertad. En la libertad mal entendida y el modo cultural mal enfocado, se asienta la potencialidad de que seamos más o menos violentos. No queda duda de que la violencia es desequilibrio.

Los derechos del homo sapiens no se dan por sentados en función a su natura. Estos nacen de la convivencia y de la cooperación, son resultado de ver mejoras en las acciones necesarias. El esfuerzo es a voluntad y se convierte en un don creativo en la medida que lo valoramos como propositivo para el bien individual y con los alcances pertinentes en el bien comunal.

En algunos sitios se ha enarbolado la ley del menor esfuerzo como un don, como si fuese natural el hacer menos para obtener más, cuando la necesidad de organización en su imperativo de orden da sentido al esfuerzo. No porque nos esforcemos menos seremos más felices, cada quien tiene su tarea necesaria para un equilibrio personal y no por eso hay menosprecio en el trabajo.

Se ha llegado a comprobar dentro del ámbito de los estudiosos que, de todas las actividades colectivas humanas -La más difícil de organizar es la violencia-.

El uso de la violencia requiere un esfuerzo muy especial y redunda siempre para mal. ¿Qué es lo que nos ha hecho creer que su presencia dará mejores resultados? Hasta hoy día tiene un imperio de poder e impronta, quien es violento es temido.  Los grupos de poder que se organizan con esta base nunca logran en realidad más que cuantiosas ganancias en lo material, y se puede considerar que en lo interior tengan un deterioro psicológico/social. En el caso de la guerra se cree que hoy día es más por poder. Millones de congéneres han perdido la vida por causas absurdas de la violencia y de creencias de supremacía racial y religiosa. Yuval lo explica muy claro. Dejare la ficha del texto al final, para quien quiera ampliar. Vale la pena.

Miles de mujeres mueren a manos de los varones que han creído en la violencia como una solución a sus miedos. La irracionalidad del feminicidio de género, está basada en el miedo a los cambios que propician movimientos en el status establecido, el no poder entender que las mujeres no están a su servicio, no tiene más explicación de fondo que la inconciencia.

 La exterminación de mujeres, y más las de aquellas que tan solo quieren dar voz personal a sus actividades y participar más activamente en el mundo, tiene como base el miedo que es primo hermano de la ignorancia. Aplaudir el servilismo femenino hacia los varones en las familias, no es poca cosa y ha ahondado el surco separatista.

Cuando el género femenino pudo hacer visibles sus pensamientos como actuantes fuera del ámbito del espacio como familia, ya el mito había hecho su trabajo y solo se podía concebir al género femenino con ciertas acciones preconcebidas y producto de la división del trabajo. Mal entendidas las acciones de cada género, empezó una batalla que no tiene sentido y, de entrada, perjudica mucho a los mismos varones.

                                                       Gran parte de la respuesta está en la educación.  Otro tanto a solucionar está las familias que dejen a los críos ser ellos mismos y no cuadricular el pensamiento con patrones. Muchos ordenes injustos establecidos se consideran mandados por los dioses y es por eso que es más difícil convencer de que no tienen sentido. El orden imaginado modela nuestros deseos que en realidad deberían ser preferencias siempre presumiblemente a respetar.

Habremos de tener mucho cuidado con los órdenes imaginados, porque a fin de cuentas son intersubjetivos, y al volverse imperceptibles permean las mentes sutilmente.  Están apoyados en premisas teóricas que llevan a las realidades a sucumbir ante ideas sin fundamento. (Continuará) MJ

Yuval Noah Harari

Sapiens. De animales a dioses. Editorial Debolsillo.

 

 

 

jueves, 11 de mayo de 2023

 

 D.L.V.D. Construir, Paz. (12)

 

Cuando las necesidades reales se confunden con las necesidades ficticias, estamos en problemas. MJ

                                                            Las mentes agrícolas se sintieron seguras. Fue grande el gozo de controlar los cultivos y hacer de ellos un bien para el futuro. Se almacenó el grano en los espacios destinados y al mismo tiempo, se almacenaba la serie de problemas creados por no tener la capacidad de visualizar las consecuencias de los actos. Todo acto conlleva otras acciones colaterales que es necesario percibir y contemplar y no es tan solo sentirnos seguros lo que cuenta. No nacimos visionarios, los humanos habríamos de desarrollar esa facultad. Construir y destruir pueden ser acciones consecuentes, mientras la destrucción sea menor, puede ser reversible. Bien lo sabemos ya, quien no visualiza las posibles nuevas situaciones ante cambios, esas mismas renovaciones se vuelven en contrasentido. Las consecuencias de los actos no previstas y más cuando son a largo plazo, pueden cobrar tributo caro.

La codicia de los excedentes es a veces mucho mayor que el beneficio directo. La paz que debe de proporcionar el tener de más, se confunde con la parte instintiva de acaparar, producto del miedo a lo vivido en periodos de escasez. Quien acumula de más, sin duda apela a su genética de la vida ancestral agrícola, mas si esto sirve para que los bienes sean proactivos, el bien se hace presente.

Los cazadores/recolectores prácticamente no producían excedente, la presa y la recolección se compartía en su totalidad ya que de otra manera el grupo corría el riesgo de fenecer.

 Ya en los albores de el sedentarismo la estabilidad de una aldea permanente tuvo consecuencias, entre éstas hubo las positivas como fue el saber utilizar adecuadamente los excedentes, mas no ha sido un logro total hasta el día de hoy.

La necesidad de más tierras alrededor del poblado establecido fue un imperativo. Fue un hecho que el establecimiento de los primeros asentamientos produjo protección contra las inclemencias temporales, los animales y otras adversidades. Las jerarquías sociales no se hicieron esperar, creando las primeras bases de divisiones entre los congéneres.

Se hace más grande el grupo y la diversidad no debería ser un obstáculo, mas, ¿Cuántos -deberíamos- habremos de analizar? Todos. Los necesarios, porque estar en armonía no es un una situación ni lateral ni menor, es básico. La convivencia armónica se ve comprometida y con lógica la historia ha interpretado que las divisiones crean antagonismos que no siempre son fáciles de resolver.

                                                 La agricultura confirmó la supremacía de la especie. De la nueva comunidad y modos agrícolas, se dejó de lado el bienestar del individuo. El tributo pagado (ya no digamos en especie) lo fue en aras de condicionar la felicidad. Se crean las élites y éstas se sienten separadas, esto demanda el trabajo esclavizado de una parte de los individuos, llegando al grado de decretar como algo natural la esclavitud.

¿Será que pudo haber la posibilidad de otras soluciones que no nos enfrentaran de este modo tan violento como especie? No lo sabemos. Lo que sí sabemos es que la esencia y característica de nuestra especie (no violenta por naturaleza) al verse en controversias puede tomar un camino violento, es decir la cooperación se convirtió en otra cosa diferente de lo que fue en los inicios. Nos volvimos desconocidos entre nosotros mismos y aunque ya se hace menester crear pensamientos abstractos que logran mantener a los grupos unidos, estos no fueron del todo asertivos y suficientes para la mayoría. Un pensamiento compartido es lo más fuerte para la unión grupal. Mientras se pueda decir que un Dios ha dictado un código, o que los principios sociales que nos unen son para beneficio de todos, parece que el fin se logra, mas las épocas actuales nos confirman que no siempre es asi.

El precio del avance conseguido ha cobrado cara la factura.

Y dice Yuval, -la moneda de la evolución no es el hambre ni el dolor, sino copias de hélices de ADN. - estamos más decididos a dejar descendencia, que a crear nuevos modos en los que esa misma descendencia pueda vivir y convivir mejor.

                                                    No se le ha dado valor a la convivencia armónica.

 Pareciera que es destino genético el crear controversia. Algunas veces estás interacciones negativas nacen del dolor interior de estar sometidos a jornadas de trabajo insatisfactorias. Parte de nuestra biología nos exige la reproducción masiva y son pocos los que se detienen a pensar en estas consecuencias. Las mentes claras algunas veces están copadas por ideologías demandantes que no velan por la paz o la felicidad del individuo, sino por los dividendos que se obtienen de los esfuerzos, sean comunes o sean individuales. Nadie quiere perder el orden logrado si éste le ha beneficiado, no importa cuánto esfuerzo se haya desplegado. Habremos de entender que, aunque anclados en un mundo biológico que nos sustenta, este modo natural no tiene todas las respuestas, ni tampoco son las acciones mecánicas las que nos sacaran de los atolladeros, solo las mentes que logren comprender que somos la misma especie, harán los cambios funcionales.          

El bien común es utópico, ninguna sociedad lo procura en la realidad, las mejoras en grupos concretos y más pequeños van siendo más realistas.

Las aportaciones relevantes están vinculadas con la mente, con las propuestas y no solo con las luchas de poder. Si hemos de gritar e implorar por algo, es conveniente que sean propuestas de cambios reales.

Las condiciones de vida importan e importan mucho. Nadie tiene porque pasar hambre si existen graneros cuajados de granos para hacer el pan de cada día. No hemos venido al mundo a vivir en una multifuncionalidad opresora, y comprender que mientras algunos no tengan una vida digna ninguno de nosotros la podremos tener completa. Tal vez tengamos dignidad a medias en el mundo y eso sea suficiente para algunos, pero eso no es el ideal de fondo. El ser humano no es dueño de la creación y las soluciones han de ser conscientes y concretas.

No es poca cosa que las comunicaciones ya han dado pie a la cultura global, ¿para qué? No tan solo para crear memes en las redes, sino para que se piense con más unidad y los cerebros que sean capaces den soluciones reales. Lo bueno es que en algunos ámbitos esto ya se está concretando.

Cuando vemos a los niños de la calle vivir dentro de las coladeras del sistema interno de aguas negras, es cuando nos debe quedar claro que la especie no ha sido capaz de vivir su centro digno. Porque, aunque no a todos nos compete soluciones directas a problemas concretos, si podremos tener la conciencia y saber que mucho se origina por ignorancia.

Estamos viviendo una existencia que ni por asomo responde a las capacidades reales del cerebro sapiens. En algunos ámbitos somos más bien, nonsapiens. Si fuera necesario desandar, revalorar y parar el mundo en función a revertir en lo que haga falta, sería muy válido.

Hemos tenido tiempo de tener claros los errores cometidos como especie.

 No somos totalmente conscientes de lo que somos capaces. Eso ya las nuevas generaciones lo conciben mejor, muchos jóvenes están preocupados porque ven el gran deterioro, no solo de algunos ecosistemas sino de la especie misma.

Cuando se dio inicio a la agricultura no se percibieron los reveces negativos de un solo golpe, fue un proceso con sus fases y ciclos y como no estamos acostumbrados a valor esos entreactos, se sigue de frente cargando problemas.

¿Podríamos decir que nos ganó la ambición? En cierto sentido sí. Solo pasados los años nos damos cuenta que algunas veces las mejoras no se traducen en libertad y mucho menos en felicidad y paz. He ahí el falso concepto de ésta última. Si nos colgamos al cuello las mejoras y no nos damos cuenta qué tanto nos esclavizan ¿Qué hemos logrado? Tal vez una satisfacción virtual, asunto que a fin de cuentas habla de una felicidad limitada. No se es feliz porque se acumulen bienes, se es feliz porque tenemos claro el camino.

Tal vez, aun seguimos siendo una especie que tiene como una prioridad entre muchas, mostrar, esa necesidad de decir que tenemos un poder interno, exactamente como lo hacen los chimpancés cuando muestran sus amplias dentaduras. No se puede vivir desdeñando las características que pueden tener un asiento de calidad. Siempre las cantidades son más evidentes que las cualidades, estas últimas no siempre se entienden como un valor real.

Las grandes ciudades parece que proporcionan todo aquello que cualquier humano podría aspirar dentro de los deseos de una vida civilizada, mas hoy día ya hay un detrimento en la calidad de vida, es muy evidente como la migración hacia las pequeñas urbes es una realidad, se busca tranquilidad y con ello paz.  ¿Que depara en el futuro a las grandes urbes? No lo sabemos de hecho, pero de derecho nos queda claro que podrían volverse pequeñas entidades separadas, comandadas y habitadas por menos personas.

Calibrar las consecuencias de las acciones no es precisamente lo más inteligente que ha desarrollado el sapiens, el canto de las sirenas nos encanta. Los recursos se crean para la libertad y por ende puede decirse que quien es más libre puede ser más feliz y vivir mucho más en paz.

Yuval nos dice que cuando los lujos se convierten en una necesidad, se pueden convertir en un dogal que no todos perciben como tal, si las necesidades se convierten en demandas, no son del todo justas.

La ideología y ni que decir la cultura, son factores de una civilización que existe ante todo para la felicidad de sus miembros y si una parte de éstos no está siendo feliz, el objetivo ha sido trastocado.

El sentido del arte es clave. En los últimos tiempos ha tomado un camino de mercancía y hemos observado atrocidades como la venta irracional en relación entre lo que se ofrece como obra y lo que se paga por ese bien. Son como modalidades de la actualidad en la que el individuo paga por estar presente. La masificación da terror, cuando vemos que las acciones dejan de ser de valor humano, y se convierten en mercado por el mercado mismo.  Pagar cientos de miles de dólares por una fruta pegada con cinta adhesiva a una pared (aunque caiga dentro de los ámbitos de la libertad de acción) no es congruente como un asunto de total cordura. Nadie duda de la originalidad del acto de un artista que se atreve a semejante expresión, pero que además haya una persona capaz de desembolsar esas cantidades es en sí mismo un fenómeno para analizar.

El arte antes que nada es liberador. Que algunos lo utilicen como mercancía (así sea para vivir) puede ser noble, pero no toda la nobleza conlleva valor humano. Las variantes oportunistas están a la orden del día en el crecimiento desmedido de las urbes, bien se dice que: A mar revuelto, ganancia de pescadores.  Y digo mar, aunque me queda claro que este dicho apela a un rio, hoy día ya las urbes son mares de gente.

Y dice Yuval: … -la perspectiva evolutiva es una medida incompleta del éxito-

Podemos percibir en los indicios de nuestra civilización, que desde muy pronto apareció el sufrimiento, y no hablamos en función al que sabemos es parte de la especie como lo es entre otros la enfermedad, hablamos de los errores que parecen irremediables, ¿estaremos a tiempo? (Continuará) MJ

 

D.L.V.D. Construir, Paz. (11)

                                            Al descubrir cómo la paz actúa en la vida de cada día, no volvemos a ser los mismos.                                                                                                                                                                                        

 MJ

                                                                         La paz es maestra desde la acción, no desde la quietud. Una de las acciones que la propician con mayor claridad, es hacer que lo que sabemos sea parte de lo que hacemos. No es fácil abatir las incongruencias, sin ellas no hay dinámica de cambio, por lo que más bien no se destierran las controversias, sino que les damos un sentido para que en verdad nos transformen.

                                                                         Yuval Noah Harari, es un científico hebreo que ha causado revuelo entre los que hemos esperado que sea más activa la divulgación científica en base a esas investigaciones serias que creemos tan solo son para unos cuantos. Autores como él, abren los valores de la ciencia de una manera amena y práctica. El valor real y aplicable que tiene el conocernos a través de la buena interpretación, los ojos y el empeño de los congéneres que se dedican a investigar, ya no se puede quedar tan escondido entre los textos, hay que desentrañar, cuidadosamente estudiar y así poder compartir todas las verdades de nuestro ser en la tierra.  Este asunto es el medio para comprender mejor lo que las ciencias que se ocupa del sapiens aportan. Mucho tiene para darnos la investigación en antropología cultural y es en España en donde se han hecho últimamente investigaciones, en concreto en Atapuerca. Muchísimas personas esperábamos este tipo de textos que de manera divulgativa y sencilla nos dicen quienes somos en realidad y nos dejan claras tantas preguntas que a veces revolotean como mariposas inquietas en las mentes, sin lograr asiento y peor aún, no dándonos las herramientas mentales tan necesarias. En una relación de la historia con la biología, este autor nos lleva a aspectos del pensamiento renovado y nos dice qué es lo que sí se puede aseverar del sapiens y que es lo que no. No se especula, mucho está asentado en evidencias arqueológicas.

 Yuval está especializado en historia medieval y militar y nos ha venido dando pautas invaluables. Falta muchísimo por aprender de nuestra especie.

 Me alejo unos momentos de mis textos personales revisados (a los que volveré) y me voy a comentar los primeros capítulos del libro -Sapiens- Yuval ha escrito estos textos tan necesarios para quienes genuinamente nos queramos sentir unos sapiens bien informados.

                                                             Desde sus primeras páginas el libro nos deja apreciar una obra de arte rupestre. Este arte por años subvalorado, es cada vez la fuente de mucha información del pensamiento abstracto.

                                                           El conocimiento es una parte trascendental de nuestra especie. El arte siempre habla de quienes somos sin importar que no sepamos aun cómo funciona todo el potencial del cerebro humano, lo llegaremos a saber, más lo que ya se sabe es que el nuestro es un pensamiento privilegiado. Ha sido el primer motor de la evolución.

Desde hace muchos años ha, es muy fácil vivir sin conocer a fondo lo que nos rodea. Esto se da porque ya no es trascendental este conocimiento para sobrevivir. Nuestros ancestros eran capaces de tener como una fotografía en la mente todo lo del entorno que les rodeaba, de otra manera podían morir con facilidad por lo que conocerlo, si era indispensable. Cuanto más comprendemos las bases de nuestras razones internas, más libres somos y seremos. Sin embargo, mientras más hemos avanzado más nos hemos separado de la naturaleza.

La pintura rupestre que escogió Yuval para las primeras páginas de su libro es tan sencilla como lo puede ser una mano plasmada en la roca. La trascendencia está en el modo de interpretar, un ser humano dijo: ¡Yo estuve aquí! Hubo en el sentir del artista de la cueva una necesidad actuante, tal vez inocente e inconsciente.

Si, somos inquisitivos por naturaleza.

El conocimiento nunca ha parado de crecer y es gracias a todos esos cambios propuestos por nuestra curiosidad. El esqueleto encontrado en Quintana Roo en una cueva submarina, habla de que es posible que esa joven se hubiera desligado un tanto del grupo y hubiese caído al pozo que le quito la vida. Iba buscando conocer (¿?), no lo sabemos, mas es bastante claro que pudo haberse encontrado con la muerte por ser curiosa.

En nuestro género es el homo lo que nos define en lo general, pero la parte sapiens es única, no la compartimos con ninguna otra especie. Clave ha sido la facultad adaptativa, aunque nos ha costado mucha energía cerebral el saber pensar con adecuación, aun así, hemos cometido errores.

La utilización de las manos para la creación de herramientas ha sido determinante. El cerebro se transformó gracias a esa hechura de artefactos que cada generación fue perfeccionando. Crear los artefactos dio pie y facilitó la salida de la cueva y esto mismo fue todo un asunto profundo y trascendente, los grupos pequeños mejor avenidos empezaron a organizarse con sencillas divisiones del trabajo. Subsistir ha tenido enormes costos.

La domesticación del fuego fue todo un momento revolucionario tan trascendente que propicio cambios muy drásticos, como estar más seguros ante la amenaza de animales salvajes y a la vez poder sentarnos alrededor de una fogata y cocinar. Hizo una gran transformación en el sistema digestivo, la química de los alimentos cocidos es muy diferente a la de los alimentos crudos.

Ser tolerantes no es algo natural en el ser humano.

El lenguaje fue otra herramienta determinante, logramos comunicar el aspecto imaginado y aprender a negociar para una mejor adecuación de las tareas.  Las conexiones cerebrales se fueron combinando y cambiando y así mismo mejorando y fortaleciendo conforme el lenguaje fue dando entrada a nuevos modos. Se piensa, (y es tan solo algo que se propone por las observaciones de los científicos en sociedades actuales más elementales del orbe) que chismorrear fue algo muy común y bueno, ya que permitió pasar información con más confianza, constancia y permanencia. Chismorrear une genuinamente y se siente más segura la persona cuando hay una manera segura de transmitir. Claro que el contenido cuenta y la intención ni se diga.

La cooperación más estrecha y refinada permitió la existencia de elementos abstractos en la mente, como la creación de contratos grupales que abrieron caminos en colaboración. Solo con la confianza se logra una colaboración con extraños y esto permitió que los grupos crecieran.

La fuerza real del homo sapiens es cerebral.

Las historias vinculantes producto del pensamiento ficticio fueron claves.

Las fuerzas de la naturaleza se volvieron muy apreciadas y el ser humano aprendió a ser más observador.

Gracias al desarrollo de la confianza, se dio el comercio.

Solo se producen utensilios porque hay una voluntad de cooperar.

En la psicología evolutiva (que se ocupa de las características sociales y psicológicas) se ha observado, que en el subconsciente de la especie aun se albergan datos que dan clara cuenta del valor que permanece respecto a la etapa recolectora/cazadora. Se ha observado un gen al que se le ha denominado el gen glotón, que hace que a veces se ingiera más alimento del necesario. Se desarrolló a partir de la precaución un tanto inconsciente de tener en el cuerpo los nutrientes que no fácilmente eran viables cada día.

En esta etapa ni por asomo se puede pensar que algún ser viviera en soledad, este aspecto es parte de la evolución mental de la apoca actual, y mucho menos hay trazas de que existiera el concepto de privacidad, todo era realizado con la presencia activa o pasiva del grupo.

Desde los primeros estadios de la vida humana se llegó a conocer con bastante precisión los ciclos de la naturaleza, características específicas de las plantas, las migraciones de los animales y sus modos de vida. Tanto plantas y animales asociados a la dieta y más que nada para propiciar su utilidad sin pensar en daños colaterales.

Es un hecho que el cerebro ha reducido su tamaño. No ha sucedido en detrimento del conocimiento, sino en el refinamiento del pensamiento asertivo.

Los primeros grupos pequeños tal vez se alimentaron con más acierto que cuando las poblaciones crecieron. La población se diezmaba muy fácilmente, había periodos de privaciones y penurias e hizo su aparición la enfermedad infecciosa, se cree producto de la convivencia con los animales domésticos.

Todo lo espiritual estuvo en un principio muy unido a la naturaleza, por eso se dice que se practicó el animismo, un pensamiento en el que se cree que toda planta y todo animal tiene conciencia y sentimientos.

La siguiente etapa ya contempla la creación de los primeros asentamientos agrícolas. Lejos de lo que podríamos pensar como una verdadera solución a los modos de vida en mejoría, el desarrollo agrícola fue una trampa en lo individual, se esclavizo a algunas personas y se dejó de comer con calidad, dando más posibilidad de comida a la multitud. Se arraso con los bosques y empezó la siembra masiva de semillas.

Llegar a Australia ha sido una de las travesías más importantes de la historia humana, fue en ese momento cuando se llegó la cima de la cadena alimenticia, el ecosistema australiano se transformó drásticamente y la fauna gigante en poco tiempo desapareció. Ya se sabe que el sapiens tuvo que ver con estos procesos de extinción mas, por otro lado, se comienza a manifestar el ingenio de las la adaptaciones. De la sabana también se llegó a los sitios nevados y la evidencia es la aparición de raquetas construidas para caminar en la nieve y ropa compuesta por capas de pieles de animales.

En estos momentos la agricultura está en ciernes. AL comenzar a preparar la tierra y producir en masa los cultivos la demanda de manos activas se incrementa, la demografía crece, se dio el incremento en la natalidad.

Es con todo este nuevo acomodo que la violencia comienza a dar sus primeros pasos en el ámbito de la convivencia. El granero representaba un botín que al ser logro para unos, era codiciado por otros. (Continuará) MJ

 

 

 

 

D.L.V.D Construir, Paz. (10)

 

                                                                  Toda paz interior no depende de nada, salvo de ti mismo.

Ralph Waldo Emerson.

                                                                 Tengo la impresión, de que no fuimos pocos los seres humanos que tomamos decisiones de mejoras en nuestras vidas, a partir de la entrada del nuevo siglo. Los textos que hoy reviso están situados en ese momento histórico que ha sido especial y significativo y conforme han pasado los años nos hace apreciar esa mirada retrospectiva, esa que siempre vale la pena para mejorar, aunque no se logre del todo. Hemos tenido algunos de nosotros la ventura de hacer algunos altos y reenfocar. A decir verdad, es constante en mis textos el hacer altos y revisiones, esos cortes de caja tan necesarios que a veces incomodan porque parecen ser tiempo perdido, y que al cabo vemos que no lo son. En ese momento del cambio finisecular, creo que todos sentimos la necesidad de reencontrarnos con nosotros mismos. Quienes hemos escrito por décadas y podemos revisar(nos) logramos percibir cuanto bien hace poder observar lo que hemos vivido, lo que hemos sentido y la forma como vamos yendo, se celebran los cambios logrados. La adultez permite nuevos coloridos de observación y cómo éstos mismos van dando pie a que todo se vaya acomodando en nuevos órdenes.

Por ese entonces de principios de este siglo, no nos imaginamos que depararía al mundo, queríamos percibir esa sensación de estreno, y en mucho sí que se dio.  Actualmente ya con casi 23 (veintitrés) años transcurridos de este siglo nos damos cuenta cuanta leña lleva el dulce. El desempeño de nuestra especie en el orbe ha sido multifactorial, el comienzo del homo como ser social y en función a la supervivencia no fue poca cosa y presiento que con el transcurso de los años hemos de volver los ojos a ese singular concepto: sobrevivir. Hemos intrincado todo de tal manera que ahora corresponde un tanto al acto de desaprender tomar el bastón de mando y volver a tener más paz.

Hemos hecho acciones con sentido erróneo y en algunos casos esos errores se presienten sin retorno y peor aún algunos nos están llevando a escenarios de extinción de ecosistemas y si nos descuidamos hasta de la especie misma.

 En lo personal aun me latía encontrar en los caminos propuestos dentro de la religión en la que nací, ideas de renovación y de crecimiento personal, y lo intenté sin lograrlo del todo. Necesitaba trabajar por mi paz mental y lo fui logrando. Ser realista, y lograr comprender que todo tiene un límite y cuando este llega, hay que saber ir por otros lares, se vuelve imperativo. Darnos cuenta que los textos de las fuentes bíblicas son los más indicados cuando queremos saber más de ese aspecto. El tiempo que dedicamos a lecturas varias de cada día, se alimenta con la combinación de textos (a veces es bueno leer varios libros alternando) tenerlos en la mesita de noche y tomarlos según el grado de cansancio o el interés para comprender mejor. En lo personal son los enfocados a los asuntos de la especie: ¿Quiénes somos los humanos que hemos logrado subsistir a glaciaciones y a momentos ecológicos durísimos y que al mismo tiempo algunos pueden de desear muertes ajenas, hacer guerras absurdas y que a la vez ya podemos contar con implementos que nos hablen de mejoras en la salud que antes ni soñábamos?  Hasta los neandertales (que fueron humanos que se extinguieron) hicieron cultura ya que tallaron herramientas y enterraron a sus muertos, pero aun así con esa claridad, su cerebro no fue tan fuerte como el nuestro y no lograron adaptarse, dejando el camino abierto tan solo para nosotros los sapiens, la civilización creció y al mismo tiempo nos fuimos infatuando y creyéndonos dueños de la creación.

Dentro de las acciones muy personales que hacía a principios de siglo, estaba la de guardar artículos que salían en los periódicos, recortar y volver a leer propuestas que percibía particularmente valiosas, obviamente no lo hice por mucho tiempo porque hasta los periódicos de papel dejaron de ser parte de la vida diaria. Entre los artículos tengo varios que escribió el Papa de entonces, Juan Pablo ll. Un Papa que fue para mi humilde entender, el ultimo que percibí en verdad con beatitud en su carácter, ya los que han venido luego han tenido un modo mucho más terrenal y con eso las miras a poder definir cosas tan necesarias como la aceptación de que todos somos hijos de Dios y asuntos que van en ese sentido. Hoy día, me pregunto ¿porque el creyente promedio podría necesitar que se le aclare que todos somos hijos de Dios? ¿No es acaso algo muy evidente? pues a ciencia cierta parece que no lo es, porque de serlo jamás discriminaríamos como lo hemos venido haciendo. Noto que ya la Iglesia católica se ha puesto un poco mejor las pilas y van los dirigentes encaminados a proporcionar algo muy parecido a lo que reclaman los críos de hoy, mejores explicaciones. Eso de hacernos creer las cosas porque así se manda el juego, creo que ya llegó a un punto sin retorno. Quien sea capaz de decir hoy día ese dicho de: O te aclimatas o te aclimueres, no ha entendido nada. Esa postura más bien podría ser y es, creo yo, la respuesta del porque tantos seres se han alejado de la práctica religiosa católica. Es obvio que no todos somos inquisitivos en el mismo grado ni en el mismo sentido, pero quien lo requiera y quiera una explicación deberá encontrarla sin mayores secretismos. Participar en el ritual ya requiere una intención clarificada.

Pues bien, parte de mis escritos de vida se han enfocado en libretas particularmente destinadas a los textos de la vida espiritual. Algunas, como las dos primeras de fines del siglo pasado y la de principios de este, son una ensalada, fue tal la variedad de los intereses que hoy día cuando me reencuentro conmigo misma me muero de la risa, hay momentos en los que creemos sentir que sabemos todo lo necesario y dando vuelta a la página surgen abismos en los que uno debe bucear como en un mar oscuro.  Al final todo eso lo vamos concretando sin mayores recovecos. La belleza que he encontrado en la biblia de los cristianos es que remarca en color rojo lo que dice el Dios vivo y personal, que todos conocemos como Jesús. Percatarnos del sentido de la petición en la vida espiritual es muy necesario,  según entiendo es más bien ordenar nuestro interior, es una acción para proponer dentro de nosotros, no para que otro ser nos dé, de una manera mecánica, si procediésemos así, seriamos como aquel crio de un cuento del pasado, que plantándose frente a un altar, dio con todos sus pulmones el grito petitorio de un X juguete, que cansado de pedirlo a sus familiares decidió que podría ser más seguro obtenerlo por parte del crucifijo de su parroquia.

La figura de San José, como la plantea la iglesia católica es interesante. Un tipo lleno de aceptaciones y de serena vivencia con el mandato que se le pide. A veces me ponía a pensar que pareja tan especial eligieron mis padres para nombrarme, y aunque me costó (porque de niña si recibí cuestionamientos de otros niños del porqué de mi nombre) al fin entendí que somos duales, y en verdad que la unión de María con José es eso, una dualidad complementaria, una dupla que se sostuvo con cada uno de esos personajes dando su parte y logrando un todo. Acepté mi nombre como algo bello, lástima que no tuve el oportuno momento para decírselos de viva voz a mis progenitores, y cuando entendí bien, mis padres ya se habían ido. Cuando se cierran los círculos de vida, más bien nos incumbe en lo personal, no siempre los externos pueden entender del todo. Yo soy muy comunicativa, a veces me frustro porque cuando comparto cierres y aperturas se me quedan viendo como bicho raro, tal vez en algunos aspectos lo soy, y a mucha honra.

Y aun sin gustarme pedir, sí pido en algunas ocasiones. Implorar puede ser un acto humilde y silencioso que atraiga a nuestra vida lo que en verdad nos corresponde. Me pido más bien a mí misma y me imploro de corazón el tener siempre la percepción que la fuerza mayor que me contiene, ese Dios en el que creo, me proporcione a través de mí misma los elementos solidos para la lucidez.

Esta semana me tocó participar de un bautizo, fue el de una beba esperadísima, queridísima, y con mucho llegó a este mundo llena de amor. El que ofició el sacramento es un diacono, y me fije muy bien en todo lo que dijo. Antes de escuchar un discurso, hay que observar y fijarnos que lenguaje corporal tiene el discursante. ¿Qué motivación o inquietud mueve a su ser?  no es nada difícil si nos ponemos buzos caperuzos y notamos las intenciones y así noté como de entrada en este caso, estuvo muy pendiente de los niños que participan del acto sacramental. Se esmeró en decirnos a todos los feligreses que tanto los niños como adultos tienen una participación personal y que cada uno tratase de ponerse en esa actitud, pidió de favor se dejase a los niños ser ellos mismos en el recinto y que si hablaban de más o hasta había gritos nadie se inmutase. Que bien, y así fue. Parece ser que los críos si encuentran adultos tranquilos, ellos lo perciben y se comportan mejor, no quiere decir que en todos los casos sea nuestra actitud lo que los niños perciben y se porten mal, pero si hay algo de eso. Eran dos los críos a bautizar y explicó que se darían palabras dedicadas a cada uno, a cada familia. Que había una serie de signos a observar. A mi parecer fue fabuloso que eso se explique y se haga participe al adulto que ya está en otro momento de vida. Se notó en este oficiante el pesar en su interior de saber que ya hay mucha deserción en estos lares. Su angustia se sintió sutil.  El asunto de explicar demasiado puede ser contraproducente y algunos lo hacen ante lo evidente de que la grey se esfuma como humo en ventisca. En mi humilde opinión, no pasa nada si la feligresía se aleja, solo se está buscando un punto para mejorar y eso seguro se dará con un nuevo ordenamiento que aún no termina de concretarse en la misma iglesia. Ya llegará. Estoy de acuerdo de que si es evidente que las propuestas ya no funcionan como lo hacían en tiempos pasados, habrase de cambiar los modos. Después de casi una hora al fin terminamos y la ceremonia fue cerrada con un amplio aplauso. Queremos pensar que lo que se comparte en estas ceremonias permee directamente en las actitudes, ¿cómo se logra? respondiendo preguntas con paciencia, procurando que surjan más preguntas, aunque a veces cueste contestar.  Todo lo que se renueva se sacude, y todo lo que se sacude es posible que llegue a otro orden. Es tan importante el tono, el sentido y la percepción de cómo llevarnos a la paz, que no han tenido tiempo de sacar toda la paja. Bien lo dice el Papa Francisco, muchas veces le he escuchado mencionar como es necesario volver una y otra vez al discurso y comprenderlo desde un ámbito mucho más humano.

Según las bases de los estudios científicos, los humanos solo cambiamos las acciones aprendidas cuando estamos preparados para eso, muchos de los cambios necesitan una preparación cerebral. Los otros seres de otras especies necesitan cambios más profundos a nivel del ADN, para lograr cambios reales en sus acciones de todo tipo. En el caso del sapiens, es bueno saber esa ventaja de nuestro entender tan flexible que podemos asumir lo que es bueno de una manera que solo involucre a la voluntad, mas no hay voluntad que valga, si no hay convencimiento genuino.  (Continuará) MJ