sábado, 1 de mayo de 2021

 De la vida diaria.(En word)

                            El tenis, un juego que se puede volver fascinante aún sin practicarlo. MJ


                            Jugar o más bien practicar un deporte es algo muy personal, mas se vuelve muy interesante cuando nos damos cuenta cuanto nos puede hablar y hasta enseñar para el desempeño de la vida diaria, aunque no lo hayamos practicado nunca.

Cuando la acción toma posesión de la cancha, es como si estuviéramos viendo momentos de la vida de cada día como si fuera un teatro, con la acción de visualizar, cuando nos ponemos en la posición adecuada y cómo resolvemos.

                               Jugué este deporte desde muy niña. Al principio fueron más bien lecciones de disciplina porque desde las cinco de la mañana ya estaba yo de pie los días que mi padre y yo íbamos a las canchas. Era a veces un poco de madrugada y hasta estaba un tanto oscuro según la época del año, mas siempre con ilusión. Aprendí a gozar los olores en primera instancia ya que las pelotas siendo como de un textil particular despiden un aroma muy característico. Originalmente eran de color neutro, hoy día son de un amarillo subido que las hace más visibles. El tensado de las cuerdas de una raqueta propicia con los golpes sonidos diferentes según la inclinación o fuerza con que se golpee, también eso se disfruta porque sabemos cómo suena un golpe bien dado. Hoy día los comentaristas hasta lo mencionan como parte del modo que se da en particular con cada jugador. Es la voz de la raqueta que hasta para algunos cobra vida porque es su herramienta principal después de su mente. Quienes jugamos con raquetas de madera no podemos olvidar esos sonidos, porque también nos tocó sostener algunas de materiales mucho más ligeros que suenan de otra manera.

Nunca entendí hasta ya siendo una adulta cuanto tiene de psicológico este deporte. Ayer que lo platicaba con mi hijo (que lo practicó y a veces lo ha hecho en los últimos años) me decía lo mismo, es un deporte de mucha mentalidad y psicología. Cuando solo se ve como un pasar y pasar una pelotita de un lado a otro de la cancha ( hoy día algunos comentaristas dicen pista al referirse al área de juego pero me suena mal porque pista siento que es para carreras de autos) parecería que es un poco tonto, mas de tonto no tiene nada ya que hay toda una estrategia inmersa que se puede disfrutar, admirar y gozar.

Cuando uno percibe esos asuntos de similitud con la vida, observar todo el contexto del deporte blanco ( hoy día se juega con indumentarias de todos los colores habidos y por haber) nos puede llevar a ámbitos muy interesantes que trataré de compartir con la visión personal mas no exacta que he adquirido con los años observando y viendo cómo cada jugador es único. Hemos visto a algunos retirarse y uno siente la misma tristeza que ellos.

                                En el tenis se puede jugar singles, que es el enfrentamiento entre dos personas una de cada lado de la cancha, o se puede jugar dobles que es compartir la cancha personal con alguien más como compañero siendo cuatro las personas en el juego. En cada caso es un tanto diferente la estrategia y cambia en parte el tamaño de la cancha así como algunas tácticas. En este caso haré la comparación basándome en la modalidad de singles.

Cuando los jugadores entran a la cancha saben obviamente  que son contrincantes porque alguno deberá ser el triunfador, mas no es un triunfo de rendir  al otro y dejarlo acabado sino es más bien un triunfo que se logra haciendo bien las cosas y hasta el contrincante o perdedor podrá aprender mucho del duelo. El sentimiento de que hay rivalidad está claramente enfocado en que habrá divertimento sin malicia ni torpeza de ver al otro como un enemigo. Se entra con buen talante (diría uno de mis primeros maestros) como si uno dispusiera el ánimo para dar lo mejor exacto como en la vida diaria cuando ponemos un pie fuera de la cama y empezamos la vida de un día cualquiera.

                                Quien me dió las primeras lecciones de tenis siempre me preguntaba cómo me sentía antes de empezar la clase y se interesaba en cómo había yo amanecido, creo que veía mi cara de sueño madrugador. Los errores eran comentados muy puntualmente mas en esos momentos no hubo nada de enseñanza de estrategia. ¿Se pensará que un niño o una niña de seis años no tiene porque estar pendiente de esa dimensión del juego? tal vez eso se creía. Tanto mi padre como el maestro querían que yo me divirtiera. He de decir que siempre jugué dando lo máximo pero no me era fácil llevar un sentido constante de nivel ni de ritmo y sí me hubiera encantado que me dieran un poco de conocimiento de estrategias ya que me daba cuenta cuanto contaba el ánimo que cuando hay cansancio es peor. Siempre hay lapsos de descansos como en un día muy activo que demanda pausas para reponer fuerzas. Tuve un solo triunfo total de singles a los once años de edad y aunque he de decir que es algo muy singular llegar a ese punto, nunca entendí como fué porque solo recuerdo haber jugado con ahínco y muy poca estrategia, creo que todas las contrincantes eran todo menos tenistas así que hoy día me doy cuenta que si se perdió ese trofeo ( en un cambio de casa se fué para no volver) fue porque tenía yo que aprender que me lo gane por ser tan solo quien tuvo un poco de visión en un mundo de ciegos. En mi juventud tuve varios momentos de ser finalista en partidos de dobles y fue muy gratificante.

Se comienza un partido con una rifa para ver quien empieza sirviendo y aquí me detendré con la palabra servir: es sinónimo de dar pie a que haya un ritmo de peloteo que nunca en el tenis bien jugado se trata de acabar de entrada el punto y ganar, sino se sirve paras dar pie a un peloteo que conlleva una estrategia con un ritmo de base que es muy bello. ¿Cómo servimos en la vida diaria? Dando pie a las acciones que ya solo por compartir con buen talante se sabrá que son de gane para los implicados. Claro que el servicio tiene su propia dignidad, tanto en el deporte como en la vida diaria. En el día a día somos afortunados si logramos entender que sirviendo a quienes nos rodean estamos hechos. Cuando se sirve la primera pelota en el juego ( son dos chances en cada momento) se trata de hacer lo mejor y esto puede traducirse en un servicio as, es decir el otro prácticamente lo ve pasar, lo admira si está pleno el ánimo y da por sentado que no podrá regresar esa pelota. A veces estos ases son maravillosos pero no fáciles. Se admiran como acción bien lograda. Se tiene que tener claro que parte de la cancha podrá recibir ese fuerte tiro ya que viene con mucha fuerza y bien situado. Es como en la vida diaria cuando tenemos algo tan claro y contundente y aunque nuestros compañeros de vida quisieran argumentar o pelotear las situaciones en algunos casos la claridad podrá tener la última palabra. Tendremos la garantía de que si todo está nítido seremos dueños de la situación por ese preciso momento. Nuestra asertividad en realidad puede servir al otro porque da pie a que tenga presente cómo se desarrollará todo, dando seguridad y facilidad para pasar al siguiente momento.

Cuando el primer servicio es fallido tenemos otra opción, el segundo saque. No es igual al primero ya que conlleva más precisión atenuada, más cautela y más centralidad del lugar al que queremos que llegue la pelota y  se trata más de asegurar el juego para luego ganar el punto. Siempre hay opciones en la vida. En el tenis se enfoca ya con otros tonos porque se baja la velocidad, se busca más claro el sitio y se espera que este segundo intento propicie una buena bolea. A veces un rally (veces en que va y viene la pelota) puede durar mucho y es fascinante ver que estrategia prevé el jugador para cerrar el punto misma que a quienes estamos observando nos puede mantener al filo del asiento. Lo que en tenis se llama la bolea  es lo mismo que en la vida el ir y venir de convenciones para llevar una mejor resolución en lo que se está tratando. Es obvio que de entrada uno trata de ser amable y aunque podría ser que uno tenga la posibilidad de hacer unos buenos remates a veces se prefiere pasar la pelota varias veces con ritmo y balance  así como con claridad de miras para ponerla en posición de un buen cierre y siempre buscando el momento de obtener el punto. Mucho tiene que ver en donde nos paramos en la cancha y saber si el contrincante es diestro o zurdo y haber desarrollado las herramientas del propio juego para saber situar la pelota en puntos estratégicos. Es toda una similitud con la vida ya que todo cuenta mas al final alguien tendrá más contundencia y habremos de aceptarlo.

Actitudes.

                                 Con la actitud comienza la develación psicológica que dará pie a que se de un partido con una presencia de acción ofensiva o defensiva. La mentalidad de cada jugador pondrá en la palestra y por ende en la cancha lo que se va  a desarrollar. Si se sabe que un jugador es de menores herramientas y experiencia que otro ya hay una fuerza mental que está presente y será determinante. Se sabe que un jugador de tenis puede estar o no estar presente en el juego. En la vida diaria siempre es mucho mejor estar enteros y bien descansados para hablar asuntos importantes. Uno Se pregunta ¿cómo se va a dejar de estar, si se está  en lo físico? es exacto lo que pasa en la vida diaria, uno puede estar en lo que le toca vivir pero estar ausente. Esto en el tenis se nota más cuando uno ve un partido en el que ya conoce  a los participantes y ya se sabe más o menos como son y se ha visto algo de sus herramientas escogidas en otros momentos y más que nada sus reacciones. Lo que se pretende en el juego de este deporte tan bello es que precisamente ¡haya juego!. Si algún jugador permite que le gane el mal humor o el miedo de cometer errores se jugará sin juego. Pareciera contradictorio mas no lo es.Y ¿Cómo se da esto de jugar sin que haya juego? pues muy fácil, devolviendo tan solo la pelota en una especie de inercia y teniendo la mente en otro lado. En la vida diaria no se puede discutir en positivo con alguien que de plano no quiere poner sus mejores esfuerzos. Así pues es que se aprecia a los jugadores que saben poner el buen talante y acción asertiva y concentrada en la cancha. Así como en la vida se dice que una persona está cerrada, lo mismo vemos cuando un jugador deja que su ánimo negativo le invada.Es impresionante lo que hace la porra desde las gradas, ahora que hemos visto partidos sin público por la pandemia se ha notado la diferencia.

Cuando ambos jugadores están presentes se nota de inmediato desde la práctica preliminar y uno como espectador lo disfruta. Se ve a los jugadores entrar con seguridad y como se alientan y alimentan a sí mismos. Cuando se empieza el partido lo más esperado es que vayan con similitud de puntos ganados, esto nos habla que se está jugando con equidad y que lo que sucederá para desenlazar será como las herramientas especiales de alguno de ellos cambiará el marcador a su favor. Estos partidos cerrados son maravillosos porque se les nota seguros y dando todo. Encontrar momentos en que el contrincante aplaude un buen punto de su oponente es grandioso ya que nos denota que  esa persona está en juego es segura de sí misma y  tiene claro que no es solo competir para ganar es competir para jugar y aprender del mismo juego. 

En una ocasión jugando un partido de dobles me sucedió algo muy cómico que no puedo dejar de mencionar porque fue comentado entre los de casa cuando se los conté y no daban crédito. Yo quedé tan fascinada de la devolución bien ejecutada de una de las contrincantes que de plano me nació del alma alabar el punto antes de continuar. La persona con quien compartía yo la cancha (mi compañera de juego, que no era la de siempre sino una asignada por necesidad y a quien no conocía yo del todo) pidió un momento y se detuvo el partido para irnos hacia un rincón y hablar. Me dijo: Por favor no estés alabando lo que ellas hacen bien, no de eso se trata. Me quedé atónita.¡Claro que de eso se trata! Es un juego. En esto se nota la importancia de saber (un tanto al menos) los principios que rigen la mente de quienes tengan resoluciones compartidas con nosotros. La mentalidad cuenta y a veces no vale la pena entrar en diálogos que no llevan a nada.

Así mismo podremos decir que estamos viviendo plenamente cuando comprendemos que lo que hacen los demás no nos evita a nosotros hacer lo mismo o lograrlo mejor y así comprender que observar, decir y hasta alabar lo bien que otro de nuestros congéneres haga algo, nos redundará en beneficio propio. Nunca dejar de recordar que estamos en el mismo barco y que aunque de momento pareciera que estamos encontrados es tan solo una percepción que se ha creado en el mundo. En la vida real hay mucho interés de parte de algunos grupos, de que nos veamos más como enemigos entre nosotros, les parece estratégico para obtener beneficios mas no hay que olvidar que las positividades de unos no evitan los logros de otros. El éxito no es excluyente.

Se presupone que quien sirve es quien tiene más posibilidades de ganar ese juego en concreto. 

Se dice que se le quiebra el servicio a alguien cuando el que sirve no logra ganar los puntos y da pie a que el otro se quede con ese juego en concreto. Uno siente tristeza cuando se nota que un jugador no puede conservar sus servicios para ganar pero siempre como en la vida diaria la esperanza está presente y en este juego hay seis oportunidades. Es anímicamente muy fuerte perder el juego en el que se sirvió, porque se sirve paras dar juego y ganar. Aquí vemos la actitud de resiliencia muy palpable ya que el jugador que va perdiendo sus servicios tiene dos caminos o se desanima o se levanta más fuerte. Nunca está perdido nada hasta el último segundo del partido, siempre todo se puede revertir y es muy gratificante observar como por la determinación anímica un jugador toma un ritmo nuevo y regresa al partido para llevarlo más equilibrado. Así es en la vida, aunque todo parezca  perdido hay que tener buen humor y ánimo de lucha siempre. Cuando un jugador se desanima se dice que ya no hay partido, porque  está haciendo todo por inercias y eso se nota ya que el humor general cambia y se siente gran pesar. 

Se aprende mucho observando un partido de tenis.

Como en la vida diaria también en el tenis se puede apreciar el lenguaje corporal de los jugadores y es fascinante. Quien mantiene la serenidad y sabe poner de lado el momento amargo está dando pie a que todo le vuelva a fluir a favor. Si el jugador se mantiene en movimiento, bien plantado y va conservando el calor del cuerpo así como saliendo más allá de su zona de confort para ir a responder la pelota más difícil o más lejana, vemos una muy buena actitud. Algunos jugadores hablan en voz alta para sí mismos y cuando tienen un punto especial lo celebran con gestos que uno como espectador aprecia y comparte. No dar nada por sentado ya que cada punto puede darnos un nuevo camino. En el tenis la presencia de ánimo es básica y es medular porque permite prever con ese ver de antemano que es lo que está presentando el otro para poder tomar decisiones acertadas. Si el enojo invade (que en estos rumbos se expresa con el aporreón de la raqueta, las más de las veces) algunos destrozan la raqueta, y mucho se comenta que es poner en ello una culpa como si tan solo la extensión de su mano la pudiera tener.Todo eso está penalizado y se pierden puntos y a veces hay multas de por medio. Aquí sí que aplica muy claro el dicho de que quien se enoja lo más seguro es que pierda.

Así pues, cuando comienza el partido ya hay asuntos planteados de antemano. Esas claras posturas ya conocidas nos hacen prever el final, mas lo más interesante es la expectativa. Hoy día, muchos jugadores que son las nuevas promesas están desbancando a los veteranos experimentados y en esos partidos se disfruta la voz de la experiencia remontando pérdidas que parecían de pronto infranqueables y que lógicamente son provenientes de la innovación y fuerza de los jóvenes. Habrá que aprender a despedirse con dignidad, exacto como en la vida de cada día y no tener la terquedad de seguir cuando ya no se tienen las condiciones. Existen varias lesiones físicas características de este deporte que llevan a los jugadores a periodos de descanso, cirugías y término de etapas que hay que saber tomar o en su caso cerrar.

Sí existen abandonos de partido por alguna lesión evidente lo que es triste pero realista. Algunas veces algún jugador de no muy buenos principios puede aludir a alguna lesión con objeto de dejar el partido y no tener que hacer frente a una situación de pérdida. Esto no es lo más común pero se ha dado y también crea mucho pesar porque es una acción nada deportiva. 

El primer servicio (que muchos lo sitúan en el centro de la cancha exacto en donde se juntan las líneas en forma de T mayúscula) dice todo.

Si el primer servicio resulta muy bueno y el contrincante lo responde, tenemos juego y no es cualquier promesa porque la contundencia saca los mejores humores y golpes. Es ahí donde vamos viendo como se irá posicionando lo personal de cada uno de los jugadores. Ya más entrado en puntajes en el partido empiezan también a utilizarse otras estrategias de servir (que también se conocen como de saque) como el que se conoce como tirar al cuerpo, es decir la pelota se apunta directo al cuerpo del contrincante para que este tenga que encontrar una posición cómoda antes de devolver. Es una estrategia agresiva sin duda alguna, pero es parte del asunto. A veces esta pelota se cuaja en la raqueta del que recibe y otras veces cuando se tiene la calma necesaria esta pelota se responde con tal dignidad que regresa contundente y seguro habrá unos buenos puntos. Algunos toman como estrategia en los primeros momentos contestar y subir a la red, es decir irse con todo muy cerca de la misma, para zanjar con una smash (remate sin rebote previo que se toma en el aire) contundente. Esto no es más que decisión de cada jugador y algunos prefieren el juego de fondo que es  pasar y pasar la pelota de lado a lado dando tiempo y oportunidad a tener alguna estrategia, mientras que subir a la cercanía de la red no a todos les funciona, implica serenidad para ver venir el globo y poderlo poner en un lugar claro.

¿Frustraciones?  Si que las hay. Se puede gozar con mucho ver venir un globo para volverlo un espléndido smash y la pelota puede estrellarse en la red. También se puede intentar llevar  una pelota al extremo junto a las líneas traseras o laterales y que esta se salga del límite. En los días del vivir pasa lo mismo, querer cerrar un asunto cuando se ve que tiene claridad a veces nos lleva a precipitaciones que acaban mal. Y otra veces sobre actuamos en la vida y nos salimos del carril.

                              Uno ve la seguridad de un jugador cuando tiene una derecha bien plantada, es decir sabe lo que va a hacer con su razón y una buena técnica y no hay más. El golpe de derecha de un jugador puede ser lo más original de su juego y también puede considerarse el golpe más clásico de este deporte. No hay pie a la intuición, es tan solo aplicar desde el fondo lo que se conoce como slice, es decir la pelota se desliza sobre un viento a favor pasando casi rozando la red con bastante fuerza. Muchos manejan su derecha estupendo y es muy gratificante ver esa seguridad. El pegar de izquierda (que se puede hacer a una mano como en el tenis clásico o a dos manos que es la modalidad de hace algunos años para acá) de ambas maneras puede hacerse maravillosamente y poniendo con esos golpes la pelota en algún sitio bien escogido. Es un hecho que hay jugadores que manejan mejor su golpe de revés que de derecha. Un golpe que es bellísimo es cuando de revés la pelota se sitúa en lo que se llama revés paralelo,es decir se sitúa sin diagonal tan solo respondiendo con un golpe recto que va a todo lo largo de la línea de demarcación llegando a botar en la esquina de la cancha.

El golpe de revés con una mano es el más elegante. 

No se concibió más que ese formato en los principios del tenis, mas luego se dió entrada a sujetar la raqueta con las dos manos y aunque a mi gusto perdió elegancia es muy seguro cuando se realiza bien.

Se dice que se abre cancha cuando por estrategia un jugador pone la pelota muy a los extremos laterales con angulación. es un golpe que requiere una meditada posición tanto para quien lo envía como para quien recibe. Es optar para encontrar mejores resultados. Como espectadores aprendemos a visualizar qué está pasando en la mente de los jugadores y como se les puede notar que están adelantando con jugadas que a veces son inesperadas. En la vida diaria también se puede decir que sucede algo así, cuando las posibilidades clásicas se agotan y uno va en busca de nuevas propuestas y más posibilidades.

Se puede pegar con efecto es decir poner la raqueta con tal angulación a la hora de dar el golpe que la pelota caerá en lugar imprevisible o movida del lugar en el que se le espera. En la vida diaria es cuando algo se dice que es inesperado y noquea de momento porque es una respuesta no esperada. Puede causar hilaridad porque al querer contestar uno se aturde. Es claro que los más experimentados ya saben y ven venir el asunto y se preparan dando pie a más bolea y por ende más juego interesante. Estas pelotas con efecto a veces se sitúan muy cerca de la red haciendo imposible su alcance, es decir es cuando con buena previsión y estando bien parado un jugador puede poner como si fuera una sencilla gota de agua, una pelota suave. Es bello ver como algunos aun estando muy lejos corren para llegar a devolver ese golpe inesperado, que otras veces se conoce como dropshot  que sin necesidad de efecto especial la pelota se deja caer muy cerca de la red. Aquí se ve muy claro el carácter del jugador aguerrido que trata de llegar a todo o el jugador estratégico que decide qué jugadas peleará a rabiar y cuáles dejará pasar por la paz.

Como en la vida de cada día quien no visualiza de antemano y tiene que correr para resolver, es posible que no logre todo. En la cancha se debe aprender a leer la actitud, nunca una pelota que se responde corriendo tendrá el mismo resultado que una pelota que se responde con previa observación y por ende previa preparación de posición, estrategia y mas que nada técnica. Parado con firmeza un jugador con la raqueta bien sostenida y con el ángulo necesario reduce las posibilidades de fallar.

Un concepto interesantísimo de este bello deporte es el timing.

No solo se refiere a que todo tenga su propio tiempo que de entrada ya es un asunto a favor más bien se trata de que los ritmos unidos a las estrategias y a los movimientos dentro de la cancha no cejen y no se debiliten y así el jugador no pierda la concentración. En la vida diaria pareciera que no es tan importante estar concentrado mas si lo observamos con detenimiento si que lo es. La puntualidad es básica, hoy día el jugador tienen un tiempo límite para emitir su servicio, esto se implementó porque antes se tomaban demasiado tiempo y no era justo para nadie.Las penalizaciones por tomarse tiempo de más son a veces motivo de discusión con el juez de silla.

A bote pronto se le pega a la pelota cuando no se le permite  lograr completa la trayectoria de la que es capaz y se entra de momento con solidez a pegar mucho más pronto de lo que necesita un golpe clásico. En la vida diaria es como cuando alguien responde antes de haber escuchado todo el argumento, no es algo desdeñable en lo absoluto y conlleva una buena dosis de seguridad.

A veces las respuestas a bote pronto son más eficaces. Quien las recibe puede perder de momento el control porque se le saca de ritmo.

Errores no forzados, son los errores en los que uno se decide a tener una respuesta pero de plano se nota que no se dió con toda la posibilidad completa, bien posicionada y eficaz. Uno lo lamenta porque se lleva buena intención misma que no basta. Es un hecho que de algo asi se aprende. A veces y como coloquialmente se dice: Por buscar la mejor respuesta uno redrogea en demasía para dar al final la equivocada. En lo personal aprendí de cuando estudie el Raja Yoga en un momento de mi vida, que vale mucho las primera respuesta que llegan con la claridad de la inmediatez cuando algo hay que resolver ya sabemos que  a veces dar demasiadas vueltas a los asuntos solo los enturbia y nada se logra mejor. Responder con el corazón es algo que vale mucho pero no aplica en todos los casos. En tenis la decisión de momento es  básica ¿Podemos decir lo mismo del día a día ? Yo creo que sí. Decididos haremos menos fallidos muchos momentos que en verdad valen la pena.

Nunca es lo mismo la rapidez que la fuerza. 

Mucho de lo rápido que piense un jugador la jugada será mucho más asertiva que la fuerza que otro jugador pueda imprimir en su golpe. En tenis si que sirve la respuesta con mucha velocidad mas  ante todo lo que se disfruta es la respuesta con buena estrategia. 

                              Puede ser fascinante observar un partido de tenis como si fuera una vida circular.

Desde que se abre hasta que se cierra, un partido tiene muchísimo que proponer porque sabemos lo que promete y nos hace mantener la atención  como  observadores. El modo de cada jugador hace las diferencias y hay toda una cultura al respecto. Es maravilloso verlos entrar, como se proponen para el juego, desde la ropa que se elige hasta los colores que un tipo de persona por sus preferencias es capaz de escoger. El tenis clásico se jugó solo con indumentaria en color blanco mas hoy día solo en Inglaterra en concreto en Wimbledon se exige entrar a la cancha con el albo color, siendo que ahí además se juega sobre pasto asunto que no a todos gusta porque aunque es lo más tradicional no todos están capacitados para esa superficie. Habremos de saber que dependiendo de la superficie la pelota rebota diferente. Es como cuando nos gusta más tener una conversación importante frente a una taza de café o caminando. Hay jugadores de respuestas rápidas que prefieren el cemento y los que juegan sobre arcilla han de saber los beneficios e inconvenientes.

Obviamente se abrió el colorido total porque la mercadotecnia tenia que hacer su parte además de dar más  colorido a la cancha. Hoy día todos (o la mayoría) de los profesionales están avalados por una firma de ropa, por empresas enormes que les dan las opciones más personalizadas y mas ad hoc a sus preferencias para convertirlos en  productos deseados por todos los fans. Me comenta mi hija mercadóloga, que cuando un tenista sale con un outfit nuevo éste sólo lo utilizará él mismo. Al final de los torneos las demandas de ese producto rebasan las miles de ventas ya que todos las quieren, porque así somos los humanos nos manejan a ojos cerrados y ni nos damos cuenta y si nos llegamos a dar cuenta pues no tenemos objeción porque parte de nuestra debilidad en el mundo es creer que somos más persona si tenemos lo que el otro desea o tiene. En fin en todos lados se cocinan habas más vale que nuestra estufa de la vida sea personal y que si las habas nos gustan bien doradas pues a comer a nuestro modo. Se ha dicho.

                              No les pido que lleguen al extremo al que llego yo de tener un cuaderno especialísimo en donde sigo la trayectoria de los sesenta o setenta tenistas más prominentes de hoy día, incluyendo claro está a las mujeres que no diré de paso están un tanto discriminadas en algunos campeonatos porque ni asisten todas y a veces los partidos  no se transmiten. Yo creo que el profesional del tenis tiene una vida muy demandante entre aviones y sedes que les hacen tener una vida agitada. Son felices muchos de ellos sin duda alguna y los hay a los que los acompañan sus padres porque han entrado al profesionalismo apenas en sus primeros veintes. La vida del tenis es grandiosa y hay que seguirla sin exagerar tanto y disfrutando los buenos partidos.Yo que apunto hasta las rabietas que hacen en la cancha así como las buenas actitudes que se pueden observar con claridad, puedo decir que  soy una tanto fanática del comportamiento humano, me puede parecer fascinante y del tenis se puede obtener mucho conocimiento.

Continuaremos. MJ