lunes, 31 de octubre de 2022

 

De la vida diaria.

Felicidad, actitud que se trabaja. (6)

 

       He descubierto que el placer es eficaz únicamente para enmascarar el miedo. Dan Baker.

 

                                               No estamos hablando de que el placer sea negativo, tenemos claro que algunas tradiciones lo llegan a considerar como no deseable y hasta lo estigmatizan, mas es una parte muy positiva de la vida, también es eficaz por estar asociado al gozo y cuando es genuino aporta vitalidad, habremos de saber percibir sus tiempos y momentos. Cuando el Dr. Baker afirma que el placer enmascara, tan solo está diciéndonos que puede no ayudar a lograr  la claridad necesaria para los miedos a desterrar. Si como dice el autor, se ofuscan sentires más profundos, esos que a veces van quedando escondidos en el limo de los días, pues vale la pena tomarlos en cuenta y hacer un buen corte de caja.

                                                                  Leer es uno de los más grandes placeres.

 No soy afecta al retumbar de tambores y sombrerazos  para hacer notar o demandar exigencias apremiantes, ni comulgo con los días establecidos para festejar cosas como el día del pancake, mas ya escuché que se piensa proponer un día mundial para festinar a los que somos lectores irredentos. Es verdad que la lectura (y más en libros de papel) parece estar de bajada en la curva positiva que ha mantenido, ya hay muchos otros intereses que se pueden volver distractores que nos impiden tomar al libro como algo primordial, por lo que crear el día  del libro y del lector podría ser algo positivo, mucho más  para quienes gozan con esas celebraciones.

El placer polariza el cerebro, y por eso mismo hay que tener la conciencia clara de sus beneficios. Cuando enmascara nos puede ofuscar el sentido del amor, esto habrase de tener presente tan solo para estar atentos a cómo funciona esa emoción/moción  en nuestra humanidad. Entender todas las facetas del amor es una tarea necesaria, y en cuanto más claras las tenemos más disfrutaremos de los placeres elegidos y personales.

Las personas felices celebran las consecuciones pequeñas, con éstas se va armando el entramado realista, que conjuntamente con la actitud bien elegida, logran hacer permanente en el alma la presencia de las pequeñas alegrías y de los momentos gratos que nos darán el bálsamo y la fuerza ante los reveces de la vida. A veces, cuando las complacencias son en exceso, se pierde un tanto el rumbo de los buenos sentimientos y de las razones de la virtud, como cuando a un crio se le consiente en demasía y se le puede confundir el curso de la vida con ese quehacer desmedido. A veces se relaciona lo muy ordenado con escatimar, cuando en realidad saber las medidas de los actos, solo permite poder percibir mejor la felicidad.

Ser agradecidos se aprende desde la infancia, porque en la juventud son ya tantas cosas de las que habrase de estar atentos que agradecer puede pasarse por alto. Cuando alguien realiza una tarea en pro de nosotros habremos de saber cerrar el círculo con buen agradecimiento, aunque ya la persona no vuelva a tener actividad hacia nosotros. Mi hija que trata con jóvenes a los que ayuda en sus trámites de intercambios en el extranjero me cuenta como nota esas diferencias de quienes saben volver a su escritorio y darle unas palabras de cierre cuando regresan a la ciudad. Es tan sencillo poner punto final con gesto humano, que es una pena no comprender el valor de un buen cierre.

El placer es el postre de la vida, no la comida.  

                                                             Cuando realmente ponemos lo placentero en su justo medio, se vuelve algo muy deseable porque lo sabemos percibir en el momento exacto, empacharnos de placeres solo crea ansiedades.

                       Existe una diferencia enorme entre sentirnos bien y sentirnos felices.

Cuando nos sentimos bien, el cuerpo está en sus funciones adecuadas y vamos yendo sin más, tal vez podría decirse que sobre ruedas, un poco con las inercias planteadas que se hacen positivas cuando se han elegido con acierto, pero eso no propicia el sentimiento feliz a menos que lo procuremos deliberadamente,  hay mucho más que eso para implementar el día a día y es referente a tener presente la buena actitud que se trabaja, o lo que es lo mismo ser conscientes de cómo la felicidad es una suma que implementa. Es otro nivel de satisfacción. Caminamos sabiendo que en la generalidad somos felices y podremos serlo más si sabemos cómo los pequeños gozos harán más rica y completa la experiencia. Poder ver venir algunos contratiempos lejos de hacernos infelices nos ayuda a afrontarlos mejor. Los reveces del vivir no son ni una manda ni un castigo, son el resultado de malas decisiones que hemos tomando porque seguramente nos fuimos mas por la emoción y  nos ha sido necesario aprender alguna lección concreta. Esa pregunta de hoy día: ¿Y, porque a mí? (Ya hasta se ha escrito un libro titulado: ¿Por qué a mí? ¿Porque esto? ¿Porque ahora? De la psicóloga Robin Norwood) Porque no es que la vida se ensañe con algunas personas, es que lo que se vive a fin de cuentas es lo necesario.

¿Qué significa vivir en plenitud?

Estar plenos es tener claro el panorama que estamos enfrentando. La plenitud no se mide con cantidades de nada, se mide en estados de paz interior. Ir adosando a lo que ya sabemos (que se fortalece con los episodios de dolor) esos pedacitos de sabiduría. Las lecturas se perciben diferente cuando sabemos obtener de ellas lo que nos ayuda a crecer. A los críos que se les lee antes de dormir, no es tan solo para tranquilizarlos de las faenas del día y que se duerman rápido, es para crear conciencia de algunos asuntos.

He conocido en mi tiempo de vida el síndrome de la escalada social.               Encuentro a veces a personas polarizadas con ese estar tan presentes en mundos o grupos sociales que resultan atractivos, lo hacen ante viento y marea y a veces pagando precios altísimos de desgaste tanto físico como espiritual. Se aparece el señuelo vestido de lo más burdo del bienestar material, y atrae así como a las hormigas que buscan en los sitios el dulce que tal vez les lleve a la muerte (porque obviamente las más de las veces se les saca de esos menesteres cuando entran a las casas a hacer desmanes con la comida que aunque les atrae no es para ellas) las personas son atraídas por los medios sociales más prósperos. Con estas actitudes se pueden hasta desdeñar y acabar con cariños genuinos con tal de estar. Proust, el escritor francés fue capaz de dormir todo el día con tal de estar bien alerta por las noches y deambular a sus anchas en los salones de la sociedad parisina de su tiempo,  a fin de cuentas solo los encontró llenos de  vacío humano,  lo bueno fue que le motivaron la maravillosa obra literaria que nos legó. Generalmente la vida social insulsa es un espejismo burdo que al serlo se ve con más claridad el señuelo de la prosperidad y cuando ésto deslumbra, ya no hay poder humano que pueda apaciguar esa falsa luminosidad.  Esos seres que han creído que la vida es ir de celebración en celebración ¿A qué hora celebran sus progresos interiores? Se puede acartonar alma.Si aprendemos a observar sonrisas, descubriremos el color del hastío y veremos algunas tan rígidas como la de un robot.  Andar con prisas excesivas no propicia una actitud de felicidad, la prisa es sinónimo de desasosiego interior y es verdad que muchos de nosotros andamos a veces sintiendo como si nos desgajásemos como una naranja, mas esto es algo que puede ser revertido con buena actitud. Nos preguntamos ¿Y qué vamos a hacer con las tremendas demandas del mundo actual? Hay mucho por hacer, acciones tan claras como implementar un nuevo sistema organizativo en lo personal y de preferencias en la vida.  Darnos ratos de ocio que sean para promover el interior no tan solo para quedar con la mente en blanco, o para ir de evento en evento. Les tengo la mala noticia de que la mente nunca queda totalmente en blanco, siempre está ocupada por algún asunto, más vale que sea algo propuesto con sentido y  no lo que ha llegado por inercia. Es una falacia serenarse en blanco, mas bien nos vamos encontrando con lo que es más demandante y es necesario depurar. Hacer una revisión periódica sobre lo que nos estamos exigiendo y poder observar si responde en realidad a la centralidad de nuestra vida personal, a veces adoptamos necesidades  de otros seres que nada tienen que ver con el camino personal.

La buena plática es algo muy positivo, sea un momento en el supermercado, sea en la espera para entrar a una consulta médica, sea donde sea, intercambiar unas palabras puede hacer la diferencia de nuestro día y en el de alguien más.  Tal vez no todos opinen así y esto sea tan personal que no sea afín a todos, mas en terminaos generales creo que nos está demandando tanto la vida actual que nos olvidamos del placer de compartir de persona a persona.

                                                        Para el miedo ancestral existen antídotos clave.

Uno de estos puede ser: Amar lo que hacemos. Tal vez no hemos tenido tiempo de centrarnos a pensarlo, pero existen muchas cosas que hacemos sin el amor necesario en ese preciso momento.

¿Has sentido de pronto como que el mundo se detiene?

Es una sensación como de flotar y como que no terminamos de disfrutar esa actividad motivadora que lo ha propiciado y no queremos que eso termine. Podremos aprender a observar un poco más, detectar estados de ánimo tanto en nosotros como en los seres con los que convivimos.

La vida es preciosa y efímera, mas si comprendemos el sentido de lo efímero ya vamos yendo con muchas más satisfacciones.

Existe en los Estados Unidos un festival muy concurrido que se llama Burning man. Se desarrolla en el desierto de Nevada en donde por varias semanas antes, se construyen enormes estructuras de madera entre otros materiales, que fácilmente se consumirán por el fuego.  Se desarrolla una enorme creatividad en la que participan artistas, ingenieros, diseñadores, entre otros y todos saben  con claridad la consigna que lo construido será quemado ante los ojos de los participantes, y así refrendar  el sentido de lo efímero. Hay festividad alrededor  y es una celebración a la vida que se cierra con las piras de estos logros, que se van a consumir por un fuego enorme. Es una renovación planeada y artística. Al término se limpia hasta el más mínimo detalle y el desierto queda como si nada hubiese ocurrido ahí  en espera de lo que ocurrirá el siguiente año.

El amor bien entendido y practicado en el día a día, tiene tantos efectos purificadores como el valor que tiene la respiración. Quien está en el presente amoroso seguro respira mucho más pausadamente que quien no lo está.                    No es lo mismo conducir una acción que resolverla. (Continuará) MJ

 

 

 

 

 

            

martes, 25 de octubre de 2022

 

De la vida diaria.

Felicidad, actitud que se trabaja.(5)

Las lecturas elegidas en la adultez se van haciendo atemporales, ya no importa el cuándo ni el porqué, lo bello es volver al texto.  MJ

 

                  Toda acción que está impregnada de optimismo, valor, satisfacción y por ende amor, está bien encaminada a que la paloma blanca que nos acompaña, esa felicidad que poco a poco hemos logrado amansar, no levante el vuelo. A fin de cuentas lo que leemos no está determinado por la temporalidad ya que de un libro antiquísimo podremos obtener una y otra vez  maravillosos conceptos (cada vez que se regresa a un texto éste se percibe con nuevo enfoque) así como un libro de moda nos da lo más novedoso, y propicia un momento de solaz. Volvemos a las lecturas pasadas porque recordamos el bien obtenido, con los nuevos ojos de la adultez nos renovamos.  De una manera u otra la lectura va iluminando lo que uno ya sabe, acercándonos más a la verdad.

En nuestro organismo biológico en permanente cambio una constante es la  del miedo, que se detona de una manera automática, y dice el autor: la reacción del miedo automática se hizo más rápida que el proceso del pensamiento racional.

                                   Es nuestro el don evolutivo de trabajar nuestro pensamiento.

 Cultivar la actitud que pone al miedo en su sitio y da entrada a la acción  propositiva. Al miedo se le transforma a voluntad. Uno de los miedos más infundados que existen en la especie humana es el de perder un estilo de vida logrado. A veces pareciera que estuviese al aire algo que en realidad llevamos dentro de nosotros y somos capaces de  preservar, sin olvidar que lo material siempre es efímero.  Con las transformaciones necesarias de tiempo y época, podemos tener claro que si lo externo cambia no necesariamente es para mal y de esta manera todos los miedos se vayan a paseo.  Asimismo por ratos pudiéramos percibir  que nuestra libertad está en entredicho, mas cuando sabemos claramente que la libertad está unida al poder de decidir, si optamos por lo más certero  estamos activando el nivel más alto de la libertad y del libre albedrío. Algunos autores de la modernidad se atreven a decir que ya no somos libres de decidir, porque la cultura ha desarrollado un determinismo tan fuerte en nosotros los humanos, que estamos a su merced y caprichos, mas lo importante es que no olvidemos que aunque puede ser muy determinante  el fenómeno cultural que nos contiene, es más importante el modo como lo observamos y vivimos, son modos de hacer que nosotros podremos aceptar o cambiar. Afrontar  y vivir acorde a nuestras decisiones  es el privilegio de nuestra mente única e irrepetible y no es verdad que nos obliguen a pensar de tal o cual manera, mientras nosotros no lo permitamos. Solo en situaciones muy extremas se arrebata de fondo la vida establecida, como sucede en las guerras. En lo personal me queda claro que aun en las condiciones extremas de mal, la libertad interior es el baluarte de luz. ¿Alguien por ahí recuerda la película -La vida es bella?- Un padre que permite que el niño que está con él en un campo de concentración, en los momentos más duros transforma el caos en una felicidad, y aunque es más una propuesta mental que real, no deja de ser una buena opción. ¿No en la Biblia se nos dice que quien se haga como un niño entrará al reino de los cielos? Aun cuando se nos pide mirar con ojos nuevos, se aparece el fantasma del miedo y la irracionalidad, mas saber que son transformables, es el secreto. Me viene a la mente el pasado no muy lejano cuando los niños jugaban con los Transformers, creo que a muchos les hizo mucho bien. Lograr entender que nuestra vida es única, cambiante y que no se asienta tan solo en la materialidad que puede ir o venir, sino en el trabajo que hemos hecho desde y con el espíritu. El miedo es contrario a la lógica. Todos queremos recibir amor, creemos que es lo que se nos debe y a veces creemos que es deber de la vida proporcionarle, olvidando que para poder desencadenar el amor feliz, primero hay que darlo y al vivirlo se hace parte nuestra. El amor mediocre es exigente, el amor real es conducente y nos abre la puerta en la medida que somos capaces de amar en primera instancia sin actitudes exigentes.

Nadie de nosotros tiene la menor duda de que el dolor está mucho más presente de lo que desearíamos en la vida humana, mas las herramientas para neutralizarlo y reconducirle son la otra cara de la moneda y es nuestro privilegio darle la vuelta.

Cuanto más doloroso es un acontecimiento, más profunda es la lección.

De nuestro potencial espiritual proviene el saber asirnos al valor, ser valerosos es una gran virtud y nos ayuda a que el miedo se mantenga lejos. Las buenas elecciones surgidas desde nuestro centro de paz, nunca fallan. No somos víctimas de nada ni de nadie, y si llegásemos a tener miedo a la muerte habremos de darnos cuenta que lo que realmente debería preocuparnos es  no vivir la vida en todo su potencial y plenitud.

En estos días vi una serie televisiva en la que dialogan  un musulmán y un americano cristiano. El americano le pregunta al musulmán  a quemarropa: -¿Porque inmolarse y morir por un principio religioso?- Y el musulmán responde con su visión  totalmente fundamentalista: -Porque quienes no tememos a la muerte, sabemos que nunca moriremos.- Esto también lo creemos muchos de nosotros de otra manera y con las mismas bases  espirituales, y no por eso nos queremos inmolar y quitarnos la vida. Los puntos de vista son muy válidos y hay que respetarlos. Desde la época de nuestros ancestros cazadores/recolectores las ideas mal interpretadas han dado pie a las peores decisiones.

Aun peinando canas estamos en la obligación de redefinir la finalidad de nuestro quehacer. No solo es ir por la vida solucionando o pasándola lo mejor posible, ante todo la evolución nos exige tener claro en la mente el sentido de progresar, a cualquier edad y del modo más adecuado.

¿Puedes afirmar que tienes brillo en la mirada? Ve,  mírate al espejo y encuentra ese punto de luz en cada uno de tus ojos. Sonríete a ti mismo.

Me encanta siempre que me topo con los congéneres a los que aprecio y me conocen un poco, decirles: - me encanta el brillo de tus ojos.- porque se nos olvida la fuerza que hay en una mirada iluminada y solo nosotros mismos podremos conservar esa luz. Recordarlo a quienes podemos tener cerca es bueno y aunque quedan desconcertados, parte de la misión es descuadrar al que va junto a nosotros, hacer pensar es una de las maneras del amor.

Una de las acciones de renovar nuestro sentido de la felicidad es tener claro en nosotros el sentido del aprecio. Solo nosotros sabemos que es lo que define nuestro sentido de apreciar, de saber qué valor damos tanto a las acciones como a las relaciones. Tomarnos de la mano del sentimiento de progreso y saber que ahí exactamente en donde nos encontramos podemos hacer una diferencia. No hay que salir de más ni ir muy lejos, tan solo en nuestro entorno tenemos todo para una felicidad bien encausada y vivida en plenitud.

Hay que tener cuidado de no adorar al Becerro de Oro. Puede transfigurar nuestra percepción y llevarnos a una de las peores trampas de la felicidad: Acumular de más. También no podemos olvidar que esa felicidad prometida como una constante no existe, solo existe el talante de trabajarla adosando los momentos de satisfacción que en un día pueden ser muchos, desde el momento de abrir los ojos y disfrutar el amanecer hasta el agradecimiento de irnos a la cama con un sabor satisfecho de la tarea cumplida. El aprecio, es una de las formas más dignas del amor, es una vertiente del mismo y nos permite ver con claridad lo valioso en las cosas sencillas. A veces decía mi madre, -hay que tener cuidado de no bordar en el vacío- o lo que es lo mismo tener el pendiente de que lo que estamos realizando lleva sentido, no es puro idealismo y va encausado para un crecimiento constante.

Los momentos de ocio son muy importantes, a veces cuando no se comprenden bien, tal pareciera que uno pierde el tiempo. Una buena caminata, una tarde de café con buenas amistades, así como tan solo patear la pared, como decimos a veces los yucatecos que somos parte de una hamaca y la hamaca es parte de nosotros.

Cuando uno tiene que realizar tareas que no son del todo satisfactorias lo importante a valorar es que en sí mismas son camino y dan sentido al proyecto total de vida.

Es verdad que la seguridad económica descuadra o cuadra vidas. A veces ese solo asunto puede traer mucha infelicidad cuando no se ha organizado la vida con adecuación a lo que realmente somos y poseemos. Hay que tener mucho cuidado con los espejismos del vivir. Eso de viajar es maravilloso pero no es una necesidad tan apremiante como se plantea en la actualidad, los viajes ya están a la orden del día y pareciera que es una obligación ir aquí y allá, cuando uno en realidad ha de combinar el gozo constante de la casa y salir de vez en cuando como un cambio, hacia lugares que en verdad sean de interés y no solo de moda. En un viaje una parte es de aprendizaje/crecimiento y otra de relax.

Nos dice el autor, las personas felices tienen el valor de aceptar su inseguridad. ¿Cuánta? nos podemos y debemos preguntar. Cada uno sabemos nuestros límites, mas no podemos dejar de tener claro que la vida sentida en plenitud es una creación personal.

                   Regir la vida de otros es de lo más cansado que existe en este mundo.

 ¿Cómo entonces pensar en el modo positivo que podremos influir en la vida de los demás? De entrada no olvidando el postulado zen: -Solo da tu opinión cuando te la pidan tres veces-, porque las opiniones son muy personales y no se lanzan al viento como un cometa de papel. Un comentario puede ser propicio sin tener que dar opiniones de fondo que a veces solo son para nosotros mismos.

Me he quedado asombrada cuando a mi nieto de cuatro años se le pregunta algo y a veces antes de emitir palabra nos dice- deja veo que dice mi cabeza- en realidad produce una risa asombrosa, que uno debe emitir con cautela para no crearle inseguridad, mas es grandioso llegar a saber desde la infancia para qué sirve el pensamiento. No es adorno, es herramienta.

Y continúa el autor: Las personas felices celebran las consecuciones pequeñas, o lo que es lo mismo: en la pequeñez a veces habita la más enorme grandeza. (Continuará) MJ

 

viernes, 21 de octubre de 2022

 

De la vida diaria.

Felicidad, actitud que se trabaja.(4)

Los cambios suelen producir un cierto temor, mas cuando sabemos por qué ocurren y en donde se origina ese miedo, todo se agiliza para ver nuevas luces. MJ

 

                                                        A veces da mucho miedo cambiar lo aprendido.

Creemos que se nos han fijado  con tinta indeleble en el alma ciertos asuntos y nos da terror tan siquiera averiguar qué tan ciertos siguen siendo, es bueno tenerlo presente porque andar por la vida con lo obsoleto a las espaldas, es como cargar un costal de piedras.  Dicen por ahí que los tatuajes que hoy día se plasman los jóvenes sobre la piel, son mensajes de autoafirmación  que mandan a los demás congéneres, la mayoría son para toda la vida ya que les recuerdan a ellos mismos los signos importantes que les definen, mas los tatuajes de la vida si se pueden renovar y es muy conveniente hacerlo. Si recordamos que la salud de la psiquis está dada con la congruencia de empalmar lo que sabemos con lo que es cierto, se vuelve muy apetecible complementar sabiduría y verdad. Por medio de la palabra se transforma la acción y se dan mejores entendimientos, por lo que utilizar el lenguaje hablado de manera bien encaminada es básico. Nada de lo que sabemos es eterno, los conceptos varían con el tiempo.

Asimismo se hace necesario reconsiderar la creencia tan difundida de que la conciencia es una fuente recriminante. Es necesario, (mucho más en este milenio) saber cómo podemos hacernos de una conciencia expandida e irnos hacia  la idea clara: Estar conscientes tiene relación con todo todo el bagaje sapiencial que hemos acumulado y que puede ayudar a que  nuestro ser  sea mejor, practicar la renovación de conciencia puede ser divertido y nos da asiento para una felicidad compañera, no enemiga. No importa si otros ven o saben que es lo que decidimos.

Como seres únicos que somos, afectamos a todo el universo aunque creamos que nuestra acción solo se ubica en la inmediatez, no solo está centrada en el grupo con el que interactuamos. El punto es recordar que aún sin conocer a alguna persona le podemos impactar la vida con lo que pensamos. Esto aún está en proceso de ser comprendido del todo, mas no hay que desdeñar que el pensamiento impacta a otros. Si esto nos parece de susto, más vale asustarnos de una santa vez y saber qué afectamos todo en negativo si posponemos lo que nos corresponde realizar, las omisiones a veces pueden ser muy caras. Saber respetar al diferente aun  sin palabras y tan solo siendo empáticos, aceptar al que propone algo para la mayoría, aunque no estemos del todo de acuerdo en sus modos y maneras, hacer un esfuerzo para entender a quién piensa distinto. A veces,  los modos de pensar están asociados a grupos definidos por la cultura.

 La vida no solo es de un pequeño grupo, pertenece a todos nosotros los seres vivientes sobre la tierra  y los humanos por ser los del lenguaje más desarrollado se nos da la libertad de ser como decidamos, es decir optar es un don muy especial y único de la especie, hay que saber cómo trasciende. No nos preocupemos de más,  la fuerza de la cultura se encarga de crear las nuevas condiciones. Habremos de apreciar a los jóvenes por sus nuevas miras y no forzar en perpetuar lo que de pronto sentimos que va variando, ellos saben muy bien sus cuentos y  contarlos a su manera es imperante y necesario.

                       Estar agradecidos a la vida sea cual sea la condición en que nos ha puesto el mundo, aunque sepamos que varían a veces las condiciones a tales grados que podemos sentir pesar. A veces en la etapa de la niñez se nos evitan los pesares y es por ello que ya adultos queremos desterrarlos como malos bichos, porque no sabemos los giros de bien que pueden traer. Como decía mi madre: -Nunca es tarde cuando la dicha es buena-. Y esto en realidad es saber que la dicha está y tiene sus tiempos. Todo está en nuestras manos, no las llenemos de basura creyéndonos todo lo que se comunica hoy día, seleccionar lo que nos interesa es bogar por una felicidad mas concreta.

 A veces, visualizo la vida como dos arcos concéntricos que toman movimiento. Cada uno de ellos tiene su propia dinámica. Aparentemente uno es mayor que el otro, mas es solo espejismo, a veces se cambian de lugar y esto da pie a que uno se convierta en el otro. Estos arcos son el ser y el otro que es la vida misma, es el estar. Están llenos de color y se intercambian los tonos logrando varias combinaciones según la etapa de vida en la que nos encontremos. No sé si esto lo soñé o lo inventé, muchas veces lo visualizo cuando cierro los ojos y me da alegría. Si esos dos arcos de pronto son uno solo, es maravilloso ya que toman una luz especial, se autoafirman y mientras estemos vivos estarán activos, llenos de movimiento y no importa que no siempre se empalmen del todo, porque esa es exactamente la misión vital, tratar de buscar la armonía. Representan también un tanto la dualidad que se vive  y que constantemente nos está llevando a unificarnos mientras más maduros somos. El desasosiego así como la angustia son modelos erróneos del alma, otras trampas de la felicidad, por lo que es necesario a veces sentarse meditar y seguir adelante.  ¿Porque a veces a pesar de todo hay momentos en los que sentimos vacío? porque nos debatimos en la dualidad, sin estar conscientes de ello. Hay que saber que somos enteros, que estamos completos todo el tiempo tal y como somos y que las circunstancias son la oportunidad para ser ese ser total que a veces pareciera que se nos desparrama. No hay medias naranjas ni en la vida de pareja, ni en el ser único, todos estamos completos.

Hay un dinamismo entre el yo ego y el yo  divino. Este último muchas personas lo perciben dentro de las creencias religiosas que se practican, mientras que otros lo sienten como un flujo de bien sin nombramiento concreto. Las razones mundanas toman su real sentido ante la fuerza de una espiritualidad bien conformada no necesariamente religiosa.

                        Los que hoy peinamos canas ya debemos permitirnos un lujo necesario: saber que el conocimiento es tan solo por el bien de lo que aporta, no se acumula como tal, solo en la medida que nos es beneficio vital, pues solo así esa paloma blanca que es la felicidad, permitirá que le acariciemos y en sus ojos luminosos miraremos que no tiene por qué moverse de nuestro regazo si sabemos entenderla, tratarla y asirla sin miedos.

                               Las condiciones para la felicidad uno mismo las crea.                        Además de tener voluntad (como dice Camus) tal vez necesitemos saber que todos podemos ser felices sabiendo nuestra condición limitada de humanos. Las respuestas de nuestra condición biológica cada día se conocen mejor, lo que nos lleva a visualizar  las condiciones mentales que solo uno mismo logra.

En alguna ocasión comentamos que habría que tenerle miedo al miedo, cuando más bien lo que hay que tener presente es que hay que tenerle fuera de nuestros sentires, sin temor, esto no quiere decir que nunca más podría aparecer, aparecerá cada vez que sea necesario, y la gloria estriba más bien en sacarlo transformado en amor. Se puede hacer una costumbre sentir miedo y de inmediato saber como transformar ese sentimiento.

                             Parafrasear ha sido uno de mis vicios más prominentes.                   Reinterpretar dentro de los escritos personales es un gozo aun mayor  y a veces también lo podremos hacer  con los libros que nos han calado el alma. En lo personal en esta ocasión lo haré con un libro que he vuelto a retomar por aquello de puntualizar en lo que da bases a una felicidad bien armada en la vida.

El autor es el Dr. Psicólogo Dan Baker y ha titulado su texto así: Lo que sabe la gente feliz. Editorial Urano. Todo lo que voy citando de él, lo pondré en letra cursiva.

El Dr. Baker, ha dedicado gran parte de su vida a que personas que se hunden en su propia ignorancia, logren con  claridad  salir airosos ellos mismos, ante la luz de sus propios pensamientos. Reivindica a cada persona con las herramientas vitales que cada uno tiene. No importa cuando encontremos cualidades escondidas, saldrán y serán parte de la felicidad. Revolucionó el modo terapéutico de la psicología no haciendo hincapié en los males ni en las partes negativas de sus pacientes, sino dándoles la mano para ver su propia luz, sus herramientas y cualidades. La felicidad más allá de ser un derecho es una obligación personal. Tiene trampas la felicidad y hay que saber descubrirlas.

No basta tener todo bajo control, como a veces creemos, también hay que descubrirnos en nuestras negatividades y plantarles cara.

Amar la vida pareciera muy sencillo, mas no lo es. Podemos tener todos los bienes materiales posibles del mundo y mucho más y aun así de pronto amanecer sintiendo un pesar en el pecho, un desorden en nuestros sentires y peor aún un dolor de creer que algo nos falta. La actitud de una vida sentida en todo su potencial es algo que hay que trabajar. No basta que todo marche bien, porque más bien estaríamos hablando de máquinas respondiendo a estímulos, lo importante es ver con ojos llenos de brillo, esos que dan sedimento a la sabiduría. Dice el medico citado aquí, que quienes están fuera de su centro feliz lo reflejan en sus ojos. Si hemos dejado de apreciar en el ambiente los colores, los olores, los sabores y no logramos dejar que estos una y otra vez nos sorprendan, tal vez estamos necesitando volver el camino y replantear nuestra percepción.

Dos elementos evolutivos tiene nuestro cerebro: El miedo, que gracias a su presencia hemos sorteado peligros milenarios para sobrevivir y el amor que paralizado por el miedo, puede esconderse. El temor, mismo que pensamos será pasajero, debe sacarse siempre de escena. La felicidad no es el humor, ni tampoco es tan solo de algunos momentos alegres y fuertemente dichosos que solo son parte del paquete, hay una actitud que se decanta, mas no se puede definir como el estado en el que nos encontramos, es más bien saber que nosotros podemos conducirnos en su esencia y no porque las condiciones de vida cambien la felicidad se aleja. (Continuará) MJ

 

                              

miércoles, 12 de octubre de 2022

 

De la vida diaria.

Felicidad, actitud que se trabaja. (3)

Los libros pueden ser los mejores aliados en el momento adecuado, mas leer por inercia puede confundir mucho.MJ

 

                                                   De las páginas de la obra de Santa Teresa de Jesús así como de las de Santa Teresita de Liceaux se aprende mucho y ni se diga de San Juan de la Cruz que han sido muy centrales para comprender mejor lo que es el misticismo. Tal vez más adelante comente pasajes específicos  de estos  místicos. La lectura y por ende los libros en primer lugar, así como artículos de periódicos o revistas que van pasando por nuestras vidas tienen sus tiempos y ni que decir de que tienen sus espacios, los libros no se leen como van llegando, en lo personal creo que deben tener su tiempo preciso que no es ni exactamente cuándo se adquieren (a menos que sean propicios para ese crecimiento del momento) mas bien es bueno tomarlos cuando nuestro ser requiere de esa  información. Todo esto debe hacerse con calma y con paciencia porque esos conceptos que nos presentan (y más en el caso de  los místicos) no son de aplicabilidad inmediata, en lo personal soy de extraer ideas escribiendo, así es que mis libretas de vida están siempre marcadas por esos apuntes. Puede resultar frustrante que asuntos tan abstractos se quieran aplicar en la práctica vivencial del día a día, es por eso que viene bien escribir, dejar reposar las ideas y luego regresar a esos apuntes. Se requiere un trabajo sereno de permanecer por ratos en reflexión, con idea de volver a las fuentes cuando se precise. 

De los cambios clarísimos de la vida adulta, los momentos de insomnio son maravillosos para volver a lo leído, releer es toda una experiencia sin pelear con el tiempo, así sea de madrugada. Cuando estudié Cristología le puse mucho interés ya que era realmente el camino por donde había comenzado mi espiritualidad unida y relativa a religión. Un libro muy interesante fue El Dios de Jesús de Benjamín Ferreira. Tengo varios cuadernos específicos de esto, escritos a mano y sería larguísimo comentar, tal vez lo haga dentro de lo que vaya encontrando en mis apuntes de narrativa diaria.

No se necesitan muchos libros para poder hacer de la lectura un completo deleite. Una vez más hay que desterrar la idea de que la cantidad está asociada a las felicidades, no es así en ningún aspecto, la felicidad tiene que ver con una actitud y nada que ver con lo cuantitativo. Una frase muy trillada hoy día es: Menos es más,  en este caso viene muy bien recordarla. Ir intercalando intereses de temas diversos hace mucho más rica la experiencia de la lectura, para también volver a los mismos caminos con nueva mirada, porque se reafirman las ideas y se profundizan. Hay libros a los que se regresa y regresará por siempre y son de los autores que en verdad nos marcan o somos más afines a ellos, en mi caso personal son Virginia Woolf, Marcel Proust y Jack London.

                           Antes de entrar al nuevo siglo tengo muchos pasajes escritos de mi época de docente, una de las más felices de mi vida. Esta actividad la practique por varios años con mucha entrega y gusto, hasta que la vida misma me marco otro camino y como así sucede de pronto cuando algo se cierra y en el cambio de camino se presenta el temor (un visitante que nadie queremos cerca y todos somos capaces de mantener a raya y mucho más  cuando sabemos que es porque vendrá una oportunidad diferente) uno acepta y se sigue de frente. Descubrí la felicidad de estar frente a los grupos de jóvenes cuando vi que tenía tiempo disponible, no había hecho compromisos de trabajo relativos a mi carrera, mis hijos ya tenían sus rutinas bien marcadas y esta era una manera de compartir todo lo aprendido con jóvenes, que aunque no eran de la misma línea de mis estudios, éstos se requerían por las materias humanistas afines. Ahí en donde impartí varias materias, había una consigna: los egresados tendrían preferencia a la hora de impartir clases, yo no había estudiado ahi. En esas andaba cuando empecé  a retomar mis quehaceres en la plástica. Instalé un espacio en la biblioteca de casa de mis padres para retomar mi actividad en la acuarela y me acompañe con música de Enya y Mozart ya que me resultaron inspiradoras y había encontrado una habitación propia en la cual refugiarme, me abstraía tanto que hasta se me olvidaba la hora de comer. Un día cualquiera como suele pasar con las cosas significativas, haciendo un poco de ejercicio en bicicleta por el fraccionamiento en el que vivo, una  amiga muy querida y vecina me encontró y me dijo ¿Les darías clases de acuarela a mis hijos? y sin más, dio pie a una etapa fabulosa de motivar niños en el arte. Una puerta enorme se me abrió sin haberlo propiciado ni pensado, fueron 14 años mas o menos,  los niños se multiplicaron y vinieron cada semana al taller de creatividad y más adelante a un amplio y cómodo espacio que el Club de Golf de Yucatán me ofreció cuando les pedí un salón  para hacer la primera muestra de los trabajos que les encantó, esto les pareció interesante para hacerlo más en forma en sus áreas comunes. Llegamos a trabajar con más de 25 críos a la vez, tuve que pedir ayuda,  y una prima queridísima comenzó a ser mi compañera en estas lides tan gratificantes, a quien hasta hoy recuerdo con mucho cariño compartiendo momentos inolvidables con los niños. Aunque este taller se cerró a su debido tiempo (como la mayoría de las cosas en la vida) nunca he dejado de enseñar lo que me apasiona en ámbitos de creación plástica. A veces paso etapas sin hacerlo, pero jamás lo he dejado de lado, porque es un tema que me puede fascinar de fondo. Con la pandemia todo cambió y voy viendo hoy día que se me abre un momento para mis propios proyectos que son varios.

 Según nos dice la teóloga católica Caroline Myss lo mejor de la vida es el  contrato que hacemos con nosotros mismos. 

De las lecturas de textos de Lin Yutang me quedó claro como el oriente ha dado al ser humano occidental la posibilidad de comprender el valor de algunos momentos de ocio para reenfocar y solo mirar para encausar de nuevo. El mismo autor tiene todo el capítulo: -El arte de tenderse en la cama-, del libro titulado: La Importancia de Vivir. La felicidad no es hacer y menos hacer con fruición. La inspiración y la esperanza son sentimientos que nacen en la mente disciplinada, que encuentra sus momentos sin prisas. De la creatividad hay mucho que comentar, mas algo que si me queda claro al respecto es que cuando se logra ser creativo hay que enfocar el sentido que vamos llevando, es algo muy personal que uno sabe cómo se asienta en el interior, cuidado con los comentarios de quienes solo lo aprecian en la superficie.

 De una espiritualidad bien llevada nacerán los dos componentes básicos del espíritu: el carisma fortalecido que da pie a la gracia. Uno debe confiar en la fuerza del espíritu. Tener la fe bien puesta. La definición más bella de fe que he encontrado es: Estar convencidos del valor que tiene lo que no se puede ver.

                         Escribí, algunos puntos que quise poder seguir, en esta época de mi vida de tanta ocupación. Más o menos lo logré y hoy se los comparto tal como los escribí en esa época y como los veo con nuevos ojos:

1. Saber entender un poco más las emociones y no dejar que nos descuadren el día. Son tan solo movimientos que uno puede observar y conducir.

No lo logré tan rápido como hubiera querido, porque requiere disciplina el saber observarnos. Me ha tomado tiempo comprender como dice el zen: concentrarnos y estar en lo que estamos. Esta situación se percibe clara como un proceso dentro de mis escritos, al revisar uno encuentra lo que se está reflejando en toda una etapa. La emoción positiva hay que dejarla ser, gozar y carcajearnos si es necesario exacto como lo hace un niño. Y la emoción negativa observarla como si la pusiéramos en el banquillo de los acusados y le preguntásemos: ¿Qué quieres?

2. No desdeñar el paquete energético que nos habita.

Poco a poco fui comprendiendo lo importante que es saber que nuestro cuerpo es nuestro mejor aliado y que si la energía no se cuida nos puede causar desorden. Cuidado con las modas. Como decían las abuelas: -De la moda, lo que te acomoda-.

3. La adversidad es una donadora de bienes.

Nunca me imaginé cuanto tendría que vivir esto. Lo he vivido en enfermedades superadas que me han dejadocon la visión de que debo cuidarme en lo posible con lo que me queda de cuerpo sano, sin temor a nada.

4. Saber definir nuestro mapa interno, todos tenemos uno y hay que amarlo para  seguirlo.

 Me da lo mismo lo que pase a mí  alrededor cuando se ve afectada la paz interna, seguro que por ahí no voy, no todos estamos hechos para lo mismo. La madurez ayuda mucho para asentar esta idea.

5. La creatividad de asuntos importantes  no se da de un plumazo, todo se produce por etapas.

Mucho me costó comprender esto. Había vivido una infancia en donde mucho se daba en la inmediatez, en casa de mis padres en ciertos momentos la malcriadez prevaleció, proveniente de ser hijos de padres mayores. A veces se nos cumplían demasiado rápido los caprichos, gracias a Dios no siempre fue así y ya en la juventud mucho menos. Creo que puedo decir que mis padres vivieron a su manera y eso lo termine respetando profundamente, apreciando lo que fueron sin mirar de más sus errores, más bien verlos como lecciones.

6. Tomar la actitud adecuada, es básico.

Aprender a saber qué actitud corresponde en cada caso, no es nada fácil en principio. Tuve de dos sabores en casa: Una madre parlanchina y un padre de total silencio, en verdad muy diferentes entre sí y creo que por eso se complementaron muy bien. Me encanta hablar y me ha dado tanto satisfacciones como malos momentos.

7. Nunca pensar qué hubiera sido de nuestra vida si hubiéramos optado diferente, no lo hicimos por mil razones más una y seguro de lo que decidimos, aprendimos.  (Continuará)      MJ

 

domingo, 9 de octubre de 2022

Viaje a Boston.

                                                    Viaje a Boston.

                                               Un camino en busca del Arte.

                                                                      Viajar con objetivos y búsquedas específicas,  es una buena idea a la hora de salir de casa. Hay personas que salen a otros lugares un tanto para dejar de pensar en lo cotidiano y es maravilloso porque darnos nuevos espacios es lo mejor que restaura al alma, mas hay que salir con algo predispuesto, he comprobado que se disfruta mucho más. No siempre se logran totales los puntos propuestos de antemano (como sucede con la mayoría de las situaciones en la vida real) mas lo que sí puede darse, es que en esos recorridos uno encuentre infinidad de sorpresas. La apertura para el asombro habremos de tenerla a flor de piel y permitir que cada entorno  proporcione lo suyo dejándonos a veces llevar y fluir como vayan llegando los momentos.

                                                                         Manejar hacia Cancún fue toda una proeza.  Los trabajos del Tren Maya van a todo vapor y se notan con buen talante, mas a los viajeros en automóvil de esa ruta  no se nos da todo para bien, ya que toparse con un camión enorme, en un único carril compartido, se hace eterno y peligroso.              Notamos que los camiones están transitando más profusamente por las noches.      Habrase de abrir la puerta a la paciencia, dejarle entrar con todo su garbo y buen talante y saber que los tramos carreteros a veces son mas de meditación que de velocidad. Nos encontramos por momentos en los que de plano tuvimos casi que detener el automóvil en espera de que el flujo del tránsito fuera mejorando,  se ve y se nota que la carretera a fin de cuentas será renovada en muchos de sus tramos que ya están bastante desgastados. Al fin después de pasar por momentos en los que creíamos serían horas interminables, vimos la llegada a Cancún muy próxima a pesar de que íbamos ya con una hora más de lo acostumbrado en esa vía, para toparnos con que las calles por donde se entra a la ciudad están también siendo remozadas en la parte de los hoteles cercanos al aeropuerto y volvimos a tener que esperar ejercitando la  paz, la paciencia ya nos acompañaba así que volvió a ser bien recibida. La reserva del hotel ya estaba confirmada para el miércoles 14 de septiembre,  aunque llegamos más tarde de lo previsto una vez más el número de mi sino fue para positivo. No soy tan conocedora de la numerología, mas en mi caso personal mucho se da en torno al número catorce o sus números afiliados.

                                                                                            Los hoteles Marriot son buenos.   Cuando uno se topa con gente torpe cualquiera nos puede hacer perder la paciencia, más aún después de varias horas de carretera trastocada por obras de remodelación. En algunos lugares por más amable que se les pida ser a los empleados, éstos no se terminan de dar cuenta que importante es la sonrisa y el buen trato. Re tuvo la paciencia con un asunto que no resultó tanto de torpeza humana sino de fallas técnicas, ya que las terminales para las tarjetas a veces no funcionan adecuadamente. Esto es el pan nuestro de cada día hoy, yo creo que esta tecnología deberá ser reconsiderada en su efectividad. Al fin logramos un registro más o menos rápido para poder cenar temprano.                        No se puede pedir peras al olmo, decía mi madre, así que el mal humor de una empleada no debe descomponernos. 

El Restaurante del hotel Courtyard está muy agradable, a esas horas de nuestra llegada ya la terraza estaba cerrada así que la cena fue al interior para tan solo prepararnos para el día siguiente a la levantada muy temprano.  El vuelo a Miami (ciudad enlace en nuestro recorrido) salía a las siete de la mañana.  Todo fue muy bien para encontrarnos a la llegada con que en la ciudad de la Florida estaban con las máquinas de revision de equipaje descompuestas, una vez más esas fallas técnicas que ponen en vilo la paciencia de cualquiera,  tuvimos una larga espera que casi sentimos que el vuelo de conexión se nos escapaba. Suerte te dé Dios, diría mi madre y en esta ocasión así fue, porque la sala de embarque a Boston estaba tan solo a unos cien metros. Con pocos minutos de tiempo tomamos el vuelo a Boston, nuestro destino final.

                                                                                    El aeropuerto de Boston es pequeño. Tiene  buena organización y  salimos fluidamente sin más contratiempo que el normal del paso de revision de papeles. Los taxis como en otros lugares muy bien organizados aunque por la hora era de esperarse hiciera el trayecto un poco más largo, no importa porque uno disfruta ver y apreciar la ciudad mucho más en el atardecer casi noche,  se muestra desde otros ángulos, otras luces se aparecen y observar esas partes urbanas que no se visitan en sí mismas. Parte de las áreas industriales (que son tan sombrías) quedan a la vista más o menos a lo lejos, las partes rudas de cualquier ciudad. 

                                                       El hotel al que llegamos está muy cerca del aeropuerto ( supimos luego)  mas en este momento  como íbamos sin apuro alguno, llegamos muy a tiempo  para cenar. El Hotel Revere, con acogedora entrada  se impone con sus más de veinte pisos. La temática del interior es toda en relación al héroe americano Paul Revere, un orfebre que tuvo mucho éxito siendo mensajero mientras las batallas se desarrollan en los años de la lucha armada. Por todos lados se ven asuntos relativos a éste, con cuadros modernos de mediano formato que hacen que uno se detenga un momento a apreciar coloridos y buena técnica, tanto  en las habitaciones como en los pasillos, así como una escultura tamaño natural del héroe en su caballo hecho de metales reciclados que está a un lado del lobby bar, alguien tuvo la ocurrencia de ponerle una camisa de los Red Sox del equipo de baseball. Nos acomoda mucho llegar a hoteles, siempre sentimos más fluido todo, a diferencia de las parejas actuales de jóvenes que prefieren las airbnb, Cam Otero nos sugirió uno por el área a la que íbamos, mas nos resistimos porque a veces son demasiadas las escaleras y no es tan cómodo como parece ya para quienes peinamos canas.

                                                            La urbanización de la ciudad se ve bastante lograda. En los ámbitos del centro se disfrutan amplias aceras limpias y llenas de maceteros con flores en variados colores. Lo más sorprendente es el cuidado de las áreas verdes, siempre nítidas y llenas de vida. Muy asombrada quedé cuando me tope con unas macetas de flores de Vicaria (Una de mis flores favoritas, en color blanco) en plena y profusa floración, ya desearíamos encontrar esa linda flor en los ámbitos acalorados de la península de Yucatán, que aunque mucho la tenemos, estas flores por aquí en Mérida no lucen igual. El alumbrado de farolas estilo clásico dan un toque de mucha elegancia y por las noches la luz es bien manejada y sin ser deslumbrante es la necesaria, se puede caminar con mucha tranquilidad sin prisas ni temor a nada hasta más allá de las nueve o diez de la noche. Más tarde asomados al balcón de la habitación que estaba  en el piso 17, pudimos ver gente transitar hasta altas horas de la noche. Se siente la ciudad segura y no es que se vean patrullas policiacas aquí o allá, es tan salo que se respira confianza, los ciclistas están a la orden del día y las bicis que se toman en alquiler en la mayoría de las aceras están bien cuidadas, muchos citadinos las utilizan como medio de transporte diario, las ciclopistas a veces ocupan la mitad del área de la cinta asfáltica y los automóviles sabiendo su ruta las respetan sin más. Re, que salió varios días a correr temprano por los parques adyacentes, nos comentaba sus encuentros en las horas tempraneras, todo fluye de maravilla. Algunas personas hacen pic nic en los pastos de los parques  llenos de ardillas. Dos áreas verdes grandes tuvimos a bien visitar desde el primer día, el Jardín Público o Public Garden con un lago bastante amplio con patos y sauces llorones por doquier y el otro parque que es más bien para hacer ejercicio y caminar, conocido como el Boston Common, ambos parques son cruce obligado para ir más allá y conocer otras áreas de este rumbo de la ciudad. El área de estos parques conocida como Beacon hill tiene calles amplias, que permiten paseos sin prisa, con camellones muy verdes y arbolados que dan pie a caminatas y a ratos con el descanso de una parada en alguna banca con buena vista. El clima creemos que es el ideal en el mes de septiembre, porque rara vez tuvimos que recurrir a más abrigo que un  buen sweater o chamarra, excepto unas mañanas que salimos  temprano y había mucho viento.

                                   Hay sensibilidad y buen gusto en muchos edificios y áreas públicas.  En lo personal aprecio mucho la expresión grafitera de las urbes ya que considero que es una manifestación muy genuina y en la calle del hotel al que llegamos el Museo de Arte Contemporáneo tiene obra, precisamente con temática de unos jóvenes haciendo graffiti. El Hotel Revere, tiene una terraza Restaurante en los pisos superiores que vale mucho la pena, porque se aprecia con  amplitud la ciudad. Algunas gaviotas enormes dan sus vueltas en busca de comida que se ha dejado en algunos platos, vimos a una de estas aves llevarse media pizza así como si nada. Muchos animales se están acercando a las áreas citadinas por la extensión de la mancha urbana que se adentra en lo que son sus hábitats, también estos seres que son más bien de la vida silvestre, cada vez más se alimentan de lo que encuentran en estos núcleos. En los parques de Boston claramente se dice que por favor no se les dé de comer a ningún animal, son hábitats  cerrados con personal encargado de todo y obviamente es mucho mejor, porque aprenden a ser más parte de su entornos naturales. A nuestro parecer las ardillas ya están en sobrepoblación, siendo que lejos de ser un bien, puede resultar algo negativo. Me imagino debe ser difícil este control de la fauna que ya vive más cercana a los seres humanos.

                                                               Un cuadro muy bello con temática de un soldado americano  llamó mi atención desde el primer día, este individuo llevando del collar a un perro pointer. Situado justo al momento de esperar el elevador, podría decirse que había a ratos buen tiempo para admirar su buena factura y composición. Bien pintado con bonitos tonos. En lo personal tengo buenos recuerdos de esos perros y aunque en la adultez no he tenido ninguno en casa, tengo buenos recuerdos de infancia ya que mi padre tuvo varios y nos acompañaban algunas mañanas en la caza de las codornices en las afueras de Mérida.

El hotel tiene un Restaurante muy bien puesto, ahí cenamos algunos días con buena comida, a veces uno cree que hay que salir más allá para comer o cenar pero como nosotros somos más diurnos que nocturnos pues tomamos esa decisión algunas tardes. Una o dos noches nos aventuramos en caminata pausada y siempre con personas paseantes como nosotros alrededor, por la calle Newbury que está llena de buenos lugares para cenar, en donde disfrutamos de un sitio muy acogedor que propone buenos vinos franceses, mismos que solo probé yo, porque a los Otero les encanta la cerveza y repitieron  la que les gusta, la Samuel Adams. El mesero muy amable escogió para mi un vino suave que disfruté con algo de comida bostoniana como lo son las crepas de cangrejo. Toda esta calle tiene tiendas de vitrinas para contemplar, obviamente no para todos los bolsillos porque ahí está Tiffany & Co., Ralph Lauren y otras de escaparates muy bien puestos. Uno lo goza, porque los coloridos en si son atrayentes. La sopa típica, clam chowder (almejas con una crema muy especial) la probamos en el hotel y luego la version del Restaurante más allá resultó casi lo mismo. Nosotros no somos ni catadores de comida ni de vinos, mas el gozo puede ser igual de disfrutable, porque eso sí, nos encanta comer.

No fuimos propiamente (como sabemos hacen muchas personas y es asunto de preferencias) a un recorrido gastro, mas bien fue el Arte lo que nos atrajo, en la ciudad la arquitectura  y ni qué decir de los museos, eso sí con visitas planeadas y con salas específicas, porque no se trata tampoco de ver todo sino de apreciar lo que más nos interese.

No podría dejar de mencionar un lugar para comer (con varias sucursales en esta zona) llamado Tatte, excelente para desayunar. Con una gran variedad de comida bien hecha y ni qué decir de los diferentes tipos de café, zumos de frutas, panes variados y quiché de varios tipos. En lo personal amo los sandwiches y con pan brioche ni que decir. La verdad para nosotros suficiente y muy rico.

Lo primero que hicimos, como buenos caminantes (yo no tanto como mis acompañantes, así que me avoque a seguirles en lo posible el ritmo y en los espacios que podía me senté a admirar) fue un caminar con bastante ventura, los Otero caminan mucho. Los Roche somos madrugadores, así que yo tenía que orar y meditar para no despertar antes de tiempo a nadie. Nos estrenamos por el Public Garden que nos quedó a tres o cuatros cuadras del hotel, una caminata al Tatte  más allá de los parques.Los árboles añosos me pueden fascinar, así es que por ratos mi decisión de esperar sentada contemplando rindió frutos, un gran placer en el silencio para gozar de trinos de pájaros diferentes y saltos de ardillas que se acercan bastante sin temor al humano.

                                              El paseo del bus abierto de una mañana vale mucho la pena.  Montarse en él, ayuda para apreciar desde otra perspectiva  la ciudad, para situarse mejor y saber si hay otros intereses que se puedan añadir. Ese saber qué es lo que hay más allá creo que es necesario, ver otros edificios emblema, como el Massachusetts State Hall, así como en este recorrido también llegar a nuestros destinos preferidos, algunos museos.

          El Museo de Arte Contemporáneo fue parte de nuestro subir y bajar del camioncito.  Vale mucho la pena todo el entorno porque está situado en un área  remozada de la ciudad con una modernidad admirable. Cerca está el embarcadero y permite una vista preciosa de los barcos. El museo es un edificio en sí mismo admirable y con mucho cristal que da  luz suficiente para las colecciones de arte. Lo primero que encontramos  al entrar fue una escultura en tela o más bien una instalación de varios colores fuertes que en sí mismos forman círculos, en lo personal en todo veo  mandalas y eso fue lo que interpreté, acordandome que en mucho el arte de instalación es para eso, para permitirnos pensar e interpretar con la imaginación,  ese gusto de gozar  forma y color/ color y forma. Si nos preguntamos ¿ Y, eso que es? Ya perdimos la mitad o más del total gozo que una instalación nos puede dar.  Con las instalaciones se fluye, no se pregunta, eso creo yo.      Sé que muchos dirán que unas telas o lienzos colgados no son nada y cualquiera las cuelga (es lo que a veces he escuchado decir a algunas personas ante el arte contemporáneo) pero cada uno de nosotros no somos cualquiera, y quien tuvo esa parte  necesaria para expresarse así ha hecho una diferencia y eso cuenta, seguro tiene una trayectoria digna de averiguar que nos permitirá saber más de la historia personal de ese artista,  este nuevo arte nos lleva directo y casi de cabeza al ser humano, a saber:  ¿quien  es? y ese porqué seguro va tomando camino en nuestra mente. Si lo vemos bien, hasta ese horror que nos produce que no sean nada (las expresiones de otros) nos habla de que son mucho. El ICA o Institute of Contemporary Art es muy bello. 

Otra pieza que admiré mucho aquí en este recinto fue una escultura de un niño como leyendo boca abajo con un globo terráqueo en la cabeza, título: Planets in my head de Yinka Shonibare. El nombre del autor a veces es bueno tenerlo en mente, por si se nos antoja buscar y averiguar de más trabajos. No son demasiadas salas las del ICA, por lo que vale mucho y se puede recorrer en una mañana. Tuvimos la suerte de que la instalación de la artista Yayoi Kusama de título: Love is calling estaba muy accesible, solo unas jóvenes y nosotros éramos los visitantes en ese preciso momento,                   ¡valioso momento!, así es que saliendo ellas, esa instalación tan colorida quedo toda para nosotros. Re admira mucho a esta autora, es una artista esquizoide declarada y recluida por propia voluntad en un centro en donde le dan los cuidados necesarios. Vale la pena investigar más sobre su obra que es en base a calabazas que tienen una razón de ser y no son un invento sacado de la manga, sus instalaciones siempre son llenas de color, en verdad que son maravillosas.                                                                                                  No se que tanto podremos comprender como el amor se manifiesta de muchísimas   formas,  yo concuerdo con ella de que el color es una de ellas.

                                              Una mañana de sabado  completa nos tomó el recorrido de la casa/ museo Isabella Gardner.Todos estábamos muy interesados en conocer este lugar, un poco más allá del centro en lo que antes eran las afueras de la ciudad, mas hoy dia ya es parte de la urbe. Prácticamente transportado todo el interior desde Italia. Leer antes siempre viene muy bien. Ya sabíamos más o menos lo que nos esperaba. En verdad que nos sorprendió la cantidad de gente visitante, seguro por ser fin de semana. Con esa gran multitud nos abocamos a visitar yendo más bien en busca de  las piezas escogidas y gozando mucho esos momentos. Tanto la Planta Baja como los dos pisos tienen profusión de objetos originales y muy artísticos, para nuestro gusto son excesivos, mas como así lo pidió la Sra  Gardner, se ha respetado hasta el último detalle su decisión, se nota que ésta coleccionista se dedicó a la compra apoyada en su guía que viviendo en Europa le daba los tips más valiosos y ella así adquiere tanto. Su guia de compras fue Bernard Berenson. 

                                                                El robo, es un asunto muy importante del museo. 

Todo porque hace varios años ya,  robaron con facilidad varias obras que a fin de cuentas se cree que fueron mandadas a buscar por algún coleccionista ávido y malicioso. Ninguna ha sido recuperada y los marcos siguen en sus sitios, vacíos. Los arcos italianos de piedra gris estilo gótico veneciano crean una atmósfera muy peculiar, muy parecida a la de los Cloisters a las afueras de New York, que también fue un edificio traído de Europa. Esta similitud me la hizo reflexionar y notar una gran amiga cuando le compartí todo lo de este recinto, ella que es muy viajada, se dió cuenta, y hasta me hizo volver a mis albumes de fotos de cuando hace años visité ese edificio tanto románico como en partes gótico en N.Y. En el caso concreto del Isabella toda la construcción fue ideada y dirigida para el arte que se coleccionó. Cada sala es nombrada según el color o tonos que prevalecen o por la proveniencia del país de origen. 

El retrato de la Sra Gardner pintado por el artista preferido de ella, John Singer Sargent así como el cuadro de título: El Jaleo del mismo autor, son piezas clave. 

               El jardín central y sus flores es un imán a la hora que uno entra a la Planta Baja. Conservado tal y como ella misma lo planeo, la Sra Gardner  ha sido respetada hasta la última hoja. Las flores que prevalecen son como unas espigas en color malva, otras blancas así como palmeras flacas y exóticas. Existe un vivero que se puede visitar y disfrutar (estaba en arreglos por el momento) en el cual  se mantienen esas plantas con todo cuidado. Una pequeña terraza de mosaico italiano da la centralidad al jardín.

                                                               Todo está tan bien organizado en el país del Norte que cuando uno sale cansado y hambriento ahí está una cafetería esperando, nada del otro mundo pero si con lo necesario para restablecer las fuerzas. Nosotros pensábamos esta tarde hacer una caminata de unos quince minutos hasta el estadio Fenway Park de los Red Sox, porque el juego de Baseball comenzaba como a las cuatro y media de la tarde, mas tuvimos que cambiar de opinión, y preferimos ir en Uber, nos esperaba todavía un domingo bastante profuso de la visita al último museo que son varios en uno, los de Harvard. 

                                                 Ir a disfrutar del juego de baseball fue realmente un antojo.  El Otero mayor no tiene el menor interés en el baseball y menos ir a los estadios en vivo. Éramos tres, y en verdad que fuimos disfrutando lo que cada uno más deseaba, cada quien con sus momentos clave y especiales. Re, que es amante de los museos en sumo grado no podía dejar pasar algunos espacios más allá y que con su juventud eso era necesario, y cuando me propuso lo del baseball acepté, en realidad tanto a madre e hija nos habían motivado Cam que habiendo estudiado a una hora de Boston durante un año, tenía los buenos recuerdos de muchos juegos. Nos interesaba tan sólo para conocer el estadio tan clásico y para percibir el ambiente, que en verdad resultó ser único, ya que  los aficionados están alborotados desde los alrededores y gozan  el atuendo que se ponen así como el lugar en que se sientan en las graderías, los gritos son de un entusiasmo que en verdad contagia, había momentos en los que no sabíamos ni porque era la algarabía y la felicidad. Terminada la séptima entrada nos decidimos regresar al hotel antes del anochecer, los diurnos así somos, preferimos todo con luz de día y eso nos hace una organización lograda. Al llegar al hotel estaba muy animado todo, en el área del Bar abierto con la transmisión del juego desde una pantalla, así que nos unimos para constatar que no ha sido esta la mejor temporada del equipo de Boston, los Red Sox perdieron y pronto se acabó el entusiasmo.                                                                        Ahí en el Bar nos atendió un mesero mexicano que se atrevió a hablar de su nacionalidad por escucharnos hablando en español y preguntó. Me sorprendió que dijera que aunque lleva varios años en la ciudad de Boston  está considerando volver a México, aunque es de la CDMX nos dijo que su idea es irse al sureste yucateco. Cuál fue su sorpresa y la nuestra al decirle nuestro lugar de procedencia, por lo que por poco no deja de conversar y como yo me pinto sola para esas lides ya los Otero me conocen mas que bien, querían volar. Nos dijo este compatriota que ha investigado y sabe que es muy bello todo lo del sureste. Es increible como está de moda la península yucateca, muchos han llegado y vemos como otros tantos están por llegar.

Un domingo en Harvard.

                                                        La entrada a este lugar tan emblemático está marcada por una reja de hierro alta y garbosa, por toda la ciudad se maneja el hierro con tanta diversidad de modelos de rejas que en verdad no sabe uno ni cual fotografiar. Tome varias fotos porque los enrejados me pueden fascinar, Harvard tiene variedad. Al entrar ya se percibe el verdor de los jardines que unen a todos los edificios más conocidos, tanto dormitorios de estudiantes como sedes de las oficinas y sitios de estudio. Tomamos un tour a pie dirigidos por una joven estudiante que hizo el recorrido muy ameno y que nos llevó con mucho entusiasmo por diferentes sitios. Me llamó mucho la atención que hiciera mención de que en Harvard apenas se están abatiendo asuntos de discriminación añosos, fue  a principios de este siglo cuando las mujeres han comenzado a recibir el mismo diploma o certificación de estudios que los varones, antes había uno especial para cada género. De hecho más atrás en el tiempo las clases eran en salones diferentes y se impartía la misma materia dos veces al día, asunto que por lógica decidieron acabar y hacerlo más práctico juntando a las féminas con los varones. Se extiende el jardín arbolado, las pequeñas áreas demarcadas por grupos de sillas o bancas invitan a sentarse dispuestas para conversar, leer o estudiar. Hay una estatua que muchos asocian con el Sr.Harvard, que no lo es, es en realidad un monumento a uno de los fundadores de lo académico. Harvard fue más bien un benefactor en lo económico.

                                                                  Los museos son varios dentro de un solo edificio.

El edificio fue diseñado por Renzo Piano y se nota su estilo. Las colecciones son completas y escogidas casi sin piezas de relleno, valen la pena todas las áreas ya que no son mayormente grandes y se pueden recorrer con calma, no se sintió tan lleno de gente. En el patio central un móvil titulado: Triangle Constellation nos llamó mucho la atención  y mucho más cuando nos enteramos que es obra de un compatriota nuestro llamado Carlos Amorales.

El área contemporánea está muy bien dispuesta, hay obra desde Kandinsky, Pollock y otros menos conocidos.  Un cuadro que en lo personal me encanto y que adquirí la postal  para conservar, es uno de Georgia O Keeffe de 1925, Un abstracto en sentido biológico titulado: Red and Pink.

                                                        Desde el uber se pueden apreciar muy bien los veleros en el río Charles.   Se ven a montones las velas en movimiento y creemos que son muchas más los domingos. Otro día nos acercamos al río para sentarnos un rato en un pequeño muelle que da directo, sitio que descubrió Re en sus caminatas matutinas. Gracias a esa juventud aventurera es que se aparecen de pronto esculturas por los jardines y otras cosas que ya las edades más avanzadas no detectamos tan fácil, somos afortunados los de las seis décadas de edad o más, de que nos acompañe una mujer joven que además de ser buena compañía sabe resolver mil cosas y  con variadisimos  intereses compartidos.

                                                              El Museo Fine Arts de la ciudad está en un edificio estilo Beaux Arts.  Es una estructura grande, uno de plano tiene que hacer una selección de salas porque no se puede abarcar tanto en una sola visita. El edificio en sí mismo merece ser visto y apreciado con detenimiento, la escalinata central del Hall, la majestad del recinto y que al estar flanqueada por enormes columnas hacen que se perciba  más imponente. 

En lo personal me centré  en las pinturas de Monet porque la colección de sus obras esta muy bien escogida y vale la pena detenerse un poco, la sala es pequeña y muy interesante. En el salón adjunto me encontré con una sorpresa, Manet interpretó el asesinato de Maximiliano de Habsburgo en México, llama la atención, porque como que no asociamos a Manet con estas pinturas un tanto de reclamo o protesta y en el escrito lateral al cuadro se puede leer que fue porque en Francia no les pareció que Napoleón hubiese abogado para ese asunto de mandar a un Habsburgo a México a ser emperador. Es un cuadro de formato medio que se nota se realizó más por demandas políticas de otros que por la misma inspiración del autor. Fusilar a alguien no creo que sea el mejor camino para dar escarmientos a nadie, aunque políticamente parezca que sí lo es. Espejismos de una civilización mal entendida.

                    La sala de Grecia llama mucho la atención por una enorme estatua de mujer.  Quien esculpe así, obviamente no puede tener ni por asomo sentimientos de misoginia, que lástima   que no todo se perciba desde el arte y apreciemos más allá de lo simple material. Como muchas esculturas de la antigua Grecia, ésta impone.                              Se lee ahí mismo que es la de mayor tamaño de las colecciones griegas en Estados Unidos. 

                                                                Unos retratos de los Obama estaban de visitantes. En el área de la Planta Baja muy solicitados el expresidente y su esposa propiciaron larga cola para entrar. Nos esperamos un rato y logramos un poco más despejado para pasar muy rápido frente a cada retrato. Re, que tiene participación en las redes sociales en sitios en los que comparte visitas a museos concretamente, quiso una foto que yo tomé de volada.                                                                                                                                 En verdad nada del otro mundo, buenas técnicas y en el caso de ella Michelle, no bien lograda la expresión. Yo creo ( y es mi personal apreciación ) que un retrato sea cual sea la técnica del artista, es central que refleje la expresión del retratado. Michelle no se parece, aunque el cuadro está bien logrado como una factura de lo moderno, el colorido es muy personal de la artista que la pintó. El caso de Barack, aunque es un cuadro de factura más dentro de lo clásico y de otro artista diferente al de su esposa, no aporta más allá de las tendencias modernas, tiene buen colorido, es alegre y sí refleja la expresión de él mismo.                                                                                                                           Valió la pena esperar un poco y estar tan rodeados de gente porque ahí mismo en el recinto había varios paneles con pinturas de niños a quienes motivaron a plasmar a su héroe favorito y es muy interesante apreciar lo que los niños expresan con tanta naturalidad y colorido, en lo personal esto de los crios lo gocé muchisimo.

Caminar y apreciar la cúpula del edificio desde el segundo piso resulta más espectacular por la cercanía, así como los pasillos intersalas que tienen lo suyo, un edificio bastante bien conservado a diferencia de la Biblioteca Pública que es un edificio muy parecido al de este museo, pero con descuido. Fue aquí en las áreas de la Biblioteca en donde vimos personas que viven en la calle, en lo personal me puede cuadricular el corazón y amargar la vida, porque no concibo este fenómeno mundial. Conozco a personas cercanas que se dedican a ayudar en estos rubros y me han comentado q a veces a estos seres conocidos como homeless, no les interesa ser ayudados ni sacados de esa condición.                     Es una pregunta que queda al aire: ¿Porque? Me encantaría saber tu version. 

                                                                              Vale mucho la pena la ciudad de Boston.  Llevaba años sabiéndolo en teoría, pero ahora ya lo comprobé.  Es una ciudad emblema de los Estados Unidos. La mayoría de sus sectores están bien cuidados y mas que nada el asombro que nos hace percibir una ciudad fluida, limpia y con mucho desarrollo moderno, lo que hace que uno disfrute cada día. MJ