lunes, 23 de agosto de 2021

 De la vida diaria.(En word)

                                             El estado de ánimo no solo es el balance entre alegrías y tristezas, es el conjunto de todo lo que somos y hacemos. MJ


                                             Los humores que circulan por nuestro cuerpo físico tienen todo que ver para los movimientos del ánimo y ni que decir como son la base para la toma de actitudes.

El diccionario de la Real Academia nos dice: Lo animado es algo que está dotado de alma.

                                            No en vano se dice cada vez más, y con muchas personas para atestiguar, que cuando estamos a punto de irnos de este mundo una película pasa ante nuestros ojos: la de nuestra propia vida. A veces escuchamos cosas como ésta y nos preguntamos qué tan cierto es, porque son cosas que nos inquietan pero que solo viviremos en su momento. Es así que comprendemos que la vida aunque está hecha de momentos, es en su conjunto total y en su animosidad que tiene más relevancia.

Tiene una fuerte razón de ser el hecho de que veamos toda nuestra vida como un solo paquete, ya que es así como la vivimos aunque para poderla realizar mejor la separamos por partes. Así es como preferimos ver las partes más iluminadas olvidando que las más sombreadas también aportan. En ese aporte de tonificación necesaria también entran en juego otros elementos, como quienes somos y qué hacemos con eso que somos. Qué actitudes tomamos. Todo está afectado por el ánimo.

Con la vida de cada día viene pasando lo mismo, escuchamos de eventos y situaciones pero nada sabemos hasta que nos toca vivirlos en carne propia. Todo está vinculado, al llegar a nosotros esos momentos de vida tan personal y únicos es seguro que lo que sentiremos es algo que ni en sueños imaginamos como tal, cuando contemplamos la totalidad de nuestra vida. Así pues nos sucede con lo anímico: permea todo, porque lo más valioso que tenemos es dar con la respuesta de lo que se nos pide a cada momento. Estar pensando en lo que fué,  no nos hace ningún bien mientras esto no sea para vivir mejor el presente.

Los humores son sumamente importantes y estan tambien muy vinculados con la cantidad de stress que permitimos que esté presente, ya que sí es un hecho que uno puede aprender a atenuar los grados de tensión.

                                 Los eventos inesperados a veces los vinculamos con hechos que no tendrían porqué suceder (o eso es lo que deseamos) pero se nos olvida que todo lo que sucede es totalmente viable y que por algo muy natural llegan. Estando revisando esta parte de mis escritos que pertenece a las fechas de principios de este siglo me encontré con que estoy viendo lo que viví en el mes de agosto de hace veinte años y aunque soy la misma y me reconozco, ya no veo la vida de la misma manera y eso es algo por lo que estoy agradecida, cada evento en su momento parece ser único, mas es tan solo parte.

Ahora quiero compartirles un evento que paralizó todo lo que estábamos haciendo hoy día, como que todo se detuvo para atender lo más imperioso que llegó. Estuvimos sin energía eléctrica más de cuarenta y ocho horas sintiendo que fueron como cuarenta y ocho semanas. Cuando llega la burbuja de una situación inesperada es un hecho que la temporalidad toma nuevos tonos y se nos presenta como eterna y diferente (esto no tiene la mayor importancia porque tiempo habrá de sobra siempre para lo importante) y aunque de momento no es exacto a lo que queremos, el real problema no es lo nuevo que se vive, sino que nos cambie el estado de ánimo de forma drástica. Dice un dicho por ahí que todo se supera para ser mejores seres humanos.

Ante una situación de emergencia es normal asustarnos, pero en nosotros está el saber que ante todo debemos estar lo más enteros para ir resolviendo, es seguro que saldremos fortalecidos.

El jueves pasado eran casi las dos de la tarde cuando sentimos que un ovni nos cayó encima (literal, fueron tan poco comunes los ruidos escuchados en nuestro techo exactamente arriba de donde nos encontrábamos, que creímos que algo había aterrizado ahí) obviamente salimos aún con lluvia y viento (el ciclón Grace estaba comenzado a hacerse sentir en nuestro entorno) y desde una terraza vimos lo ocurrido: un poste estaba ladeado y solo sostenido por los mismos cables que a su vez sostenía. No sabíamos todo lo demás que había ocurrido: Un árbol en la misma calle y mas allá de nuestra casa, cayó completo y jaló con mucha fuerza otro poste que quebrado se asentó en medio de la calle cerrando el paso a muchas casas que quedaron prácticamente sin salida, se trata de una calle cerrada. Todo esto nos dejó atónitos y solo supimos de la magnitud más tarde. 

Aquí en casa, de inmediato entramos en modalidad paciencia con mayúsculas y empezamos a decidir como sería la organización de los próximos días. Manos a la obra, y hacer lo que nos ayudaría a pasarlo lo menos mal posible.

El ciclón pasó, dejó a muchas áreas del estado dañadas aunque no fue tan fuerte como otros del pasado. Muchos volvieron a la normalidad con cierta rapidez, misma que nosotros no volvimos a tener hasta cuarenta y ocho horas más tarde. La CFE, con su mala fama nos hizo pensar que sería mucho el tiempo de espera, pero cual fue nuestra sorpresa que llegaron a la reparación también cuarenta y ocho horas después de lo ocurrido. Como el poste dañado estaba en la puerta de la casa, pudimos seguir completa la faena y nos dejaron muy bien impresionados con sus destrezas y habilidades. Como si nada, se subieron a la punta del poste inclinado  y aunque les tomó prácticamente medio día desmantelarlo, lo bajaron  con total armonía entre ellos y con la diligencia más espectacular que yo haya visto. Bromeaban a ratos, cada avance lo gozamos junto con ellos que seguían trabajando  sin cejar. Les tomé varios videos que he de guardar para la posteridad. 

Era la media tarde cuando vimos erguirse al nuevo poste, no sin seguir asombrados de como tomó su lugar.Todos con litros de sudor a sus espaldas bebían para reponer la deshidratación.

 Fue hasta las once de la noche que la energía eléctrica volvio a todas las casas, hubo gran felicidad expresada en el chat que compartimos como vecinos y los aplausos en la calle de quienes vimos esta proeza única.

¿El ánimo? nunca decayó.

Entramos en esta burbuja y salimos de ella fortalecidos. 

El estado de ánimo tiene todo que ver con nuestra esencia. 

Todo lo anímico está en primera instancia determinado por lo que yo considero el primer pensamiento que nos debe guiar: somos únicos e irrepetibles y así mismo es lo que vivimos aunque a veces no nos guste tanto. Me dió muchisimo gusto observar como estas personas que se ocupan de tareas tan difíciles saben muy claramente que sin ellos estamos paralizados.

Habremos de valorar todo lo que tenemos al accionar un simple contacto de electricidad dentro de la casa, detrás está ese apoyo de los seres que se ocupan de todo ese tendido de energía. 

Aquí en casa nos quedó clarísimo que los cableados subterráneos no solo son necesarios por estética, lo son por el simple hecho de ser mucho más prácticos, aunque aquí en nuestras tierras a veces se los coman las hormigas, no se si esto ocurre en otros climas.

 Hablo un poco de esto hoy porque conforme avanzo en lo que estoy revisando de mis textos pasados (que no es poca cosa la vida transcurrida a lo largo de más de cuarenta años)  me topo con cuestiones del porque sentí o porque hice tal o cual acción, se nota como se plasmó un estado de ánimo muy particular y que conforme se avanza se va notando en el tono y modo de decir, no sin perder la generalidad del momento de vida, y en mi caso hasta la letra manuscrita que utilizo habla por sí misma, cambia, (he de decir que tengo varias dependiendo si estoy de tal o cual humor, si estoy cansada o si quiero sentirme más serena o recordar tiempos idos). Esto de la variedad de letras no es que yo sea de personalidad múltiple, es que a los 14 años una prima me enseño a hacer varias letras cambiando la dirección y posición de la mano, tan solo por estética. He aprendido en este camino a reirme de mi misma, ha resultado muy divertido. En un momento dado me quise forzar a tener solo una forma de escribir, mas no duró mucho la intención porque me di cuenta que cada tipo de letra responde a un momento vivido y estado de ánimo particular.

Todo lo que sentimos o concretamente lo que hacemos tiene un fondo anímico irreversible y de la misma forma que nuestro genoma: es algo único. Cuando aprendemos a sacar nuestro ánimo al sol, estamos del otro lado, mucho habremos ganado al no regodearnos en animosidades que ya no proceden. Si, es bueno saber que es lo que vamos dejando detrás para ser nuevas personas. Es como cambiar de piel.

Es una maravilla como hoy día ya todos los profesionales de los asuntos de la personalidad humana están dando mucho asiento a las dudas y ayudando. Hay muchas nuevas teorías que apoyan la vida serena, empezando por las teorías de nuevas teologías que están más al servicio de todos, así como posturas en lo psicológico que ayudan a que nuestro ánimo tome sus derroteros más creativos. No olvidemos que la creatividad no es una acción física en sí, ahí se manifiesta mas es mucho más la actitud.

Somos los únicos dueños y señores de nuestro ser anímico, nadie nos puede ayudar en esos ámbitos, nos pide la vida sacar la casta y hay que hacerlo dignamente.

Muchas de las personas de mi generación seguro tendrán presente en sus recuerdos que siempre había un presbítero cerca de la familia y era como el conductor de los ánimos del grupo. Hasta si un niño caía y se rompía el brazo, primero se llamaba al padre (no al de familia, sino al de la iglesia, pobres tipos, eran todólogos) Hoy día volví a recordar esa situación viendo una serie televisiva ubicada en el siglo antepasado, en la que de pronto se manifiesta algo así presentándose la disyuntiva: el hilo conductor entre personalidad y alma. La joven protagonista tiene un alma pura y tocada por el dolor de una orfandad mal llevada, hasta que llega a la casa de sus días, al ambito de ser parte de un grupo. En los ajustes se dan situaciones difíciles para las dos personas que la reciben y ahí se despliega todo. Es en un momento de incertidumbre ante las acciones poco controladas de una joven que ha vivido durezas y sinsabores, que los adultos piden ayuda al presbítero, este llega a la casa y una vez aclarado el asunto concreto (de que hubo mentiras y que éstas no deben existir) pasa a decirle a esta joven lo que él piensa que deberá ser su destino. Esto que le dice es: Prepárate para ser esposa. La joven nada convencida se cuestionó de inmediato (como es lo normal) aunque le cambia el ánimo de alegre a sombrío, para su  su bien logra encontrarse a renglón seguido con que su mentora le apoya diferente y le dice: Tu, solo seras lo que tu decidas.

No siempre es fácil ser lo que uno decide, lo sabemos. Menos fácil es cuando no se tiene claro que ese es el ideal de cada ser y no lo que los que le acompañan a crecer consideren. Yo si soy de las personas que pueden decir que si volviera a vivir, sí cambiaría muchas cosas, jamas lo haria tal cual como lo he hecho, de eso estoy segura.

En la antigüedad el parecer de los hombres dotados de una fé que se consideraba docta e inquebrantable, eran los que decidían los ánimos que habrían de regir, y aún más, sugerían los caminos con una presteza sin imaginar que estaban determinando destinos. Los acontecimientos del mundo ya nos han llevado a poder ver que esa rigidez no era la adecuada y aunque el mundo se haya vuelto más convulso mucho podemos decir que hay de ganancia en esa nueva visión de permitir que lo anímico lo decida cada persona: Hay mucha más responsabilidad propia en encausarnos. Nunca de los nuncas podremos decir a nadie ni insinuar qué derroteros tomar con su vida, esa premisa ya quedó asentada y creo que ya lo es para siempre. 

Es maravilloso observar como una joven que es aconsejada por un extraño logra sobreponer su propio parecer,  controlar su ánimo y preguntarse por dónde querrá ir. Estoy segura que lo hace con mucha más claridad que muchas de las otras jóvenes de su entorno que han sido conducidas para responder a las expectativas de los adultos que las rodean y lo más triste es que obviamente han tenido una vida mucho más llevadera. La adversidad guarda buenas razones.

Algunas personas pensarán que lo convulso y adolorido del mundo actual se debe a que se ha dejado ya más libre el camino de decisiones profundas, mas yo creo que no, hoy día podrá haber más movimiento y opciones para los seres humanos, mas no por ello se cuestiona una felicidad que se basa en el corazón. 

¿De cuando acá? (diría mi madre) ¿tu puedes saber lo que quieres si no lo consultas con tus superiores? De cuando ya el mundo se comprende mucho mejor en lo que es,  es mucho más claro lo que somos como  seres que conformamos la especie más pensante del planeta, totalmente libres y soberanos de hacer lo que el corazón nos mande. 

Existe un libro muy bello de una abuela que habla a su nieta de su pasado. Título: Donde el corazón te lleve. Escrito por Susanna Tamaro, creo que lo he mencionado antes, vale mucho la pena leerlo.

En otra de esas series que están tan en boga hoy día para el esparcimiento casero, nos topamos que una joven decide dar a luz a un bebé que no busco y lo quiere dar en adopción, cuando de pronto el amigo de su hermano que está muy enamorado de ella rescata a ese crío y decide ver por él. Este, joven no es el padre, mas es un ser humano que comprende mucho mejor el ánimo humano que le habita y decide tomar esa decisión aún en contra de lo que la madre ha decidido. Cuando ésta se manifiesta molesta por lo que él hace, éste solo la mira y se nota que la animosidad de su decisión se puede manifestar en sus silencios o frases muy certeras. Se le ve en su casa a él solo con el niño, dandole el biberon y velando su sueño. Escenas que estoy segura en las generación pasada no podrían entender jamás. Ya ha cambiado muchísimo la idea que se tenía de la paternidad al mismo tiempo que ya muchos varones optan con toda claridad de no querer ser padres. Ni se diga de las mujeres que también tienen claro que la maternidad no es lo suyo, es una maravilla tener esas claridades. Cuando yo contraje nupcias mi padre que hablaba poco solo me menciono con total claridad: La vida en pareja es una vocación y uno debe saber si en realidad la tiene o está jugando la baraja de una demanda social. Esto último es el porqué de tanto divorcio.

Por estar jugando con las demandas sociales, perdemos hasta el cariño genuino de personas que prefieren marcharse.

No, a nadie nos gusta ver a las personas divorciarse (un amigo me dijo en una ocasión que el divorcio hoy día equivale a una simpleza tal, que equivale a algo simple como comerse  una galleta de soda) y obviamente esto sucede más por el simple hecho de creer que hacer una vida conjunta es lo más fácil. No lo es y cada día nos debería quedar más claro lo que con tanta sencillez mi padre aseveró: es una vocación y no todas las personas la tienen.

                              Hoy día, somos mucho más dueños del ánimo que queremos y deseamos cultivar.

                             A quienes nos gusta el texto escrito lo realizamos desde el alma de las vivencias y mucho de los sentimientos. Ahí en mis escritos encontré que me dije:

Escribir (me) es volcar el alma. Una acción que nivela al corazón llevándonos a pensares que propiciarán más paz. Y Así me percibo, logrando estar en lo que estoy como bien plantea el Zen.

Inmaculada, la vida cotidiana puede ser la tarea más creativa de nuestro ser, en el desempeño más genuino que podamos darle. Nadie podemos pensar en perfecciones personales, solo en las perfectibilidades de ese quehacer de cada día. Ser lo mejor a nuestros propios ojos, porque los ojos de los demás habrán de estar en la visión de sus propios derroteros.

Al niño se le encausa a estar atento en lo suyo, es algo que se propicia y nadie lo tenemos como un don natural. A quien no se le enseña desde la infancia a no estar atento de más de la vida de los otros, seguro vivirá esos mundos de chisme que tanto mal hacen. El ánimo angustiado tiene sus orígenes en estar viendo lo que no nos incumbe. Tan sencillo lo noté el otro día que jugamos Loteria y el niño de esta casa a sus tres años lo disfruta mucho, mas tiende a estar más atento de lo que apuntamos los otros y no de su propia cartilla. Nos iba señalando lo que en nuestra cartilla habríamos de apuntar, descuidando la suya. Es ahí donde le dijimos que antes habría de atender su juego, para luego poder ver lo que apuntan los otros jugadores. Es un hecho que nos encanta compartir, pero no podemos hacerlo si no tenemos un juego bien claro en lo que es lo nuestro.

Leía en estos tiempos de principios de siglo el libro Tu yo sagrado de Wayne Dyler. Este autor deja muy claro que el mundo fisico solo es un vehículo en el que se asienta la animosidad que puede variar dependiendo de lo que vamos implementando en ella, es decir crecimiento. Cada problema es la oportunidad para esa evolución que nos va atenuando los sinsabores, que nos va permitiendo que no vivamos con subidas y bajadas en lo anímico.

¿La meta? Lo repetimos: Desear menos, tener mucho menos expectativas y ser más concretos en lo que preferimos. Es decir, optar sin tener la mente cerrada y solo estar atentos al flujo de creatividad.

No tenemos que ser un muégano en relación a la gente que amamos. Libremente haciendo lo que nos toca, cerca, lejos o donde esto se dé, seremos mucho más felices. La cercanía nunca es garante de una relación plena.

Una mente inteligente opta para su beneficio personal porque sabe que solo siendo persona podrá implementar en el beneficio de otros, sean estos animales, otras personas o situaciones.

Los modos de ver la vida son únicos, hay que respetar y a veces tan solo dar una opinión. 

Una mañana de estos días de verano apareció una pequeña zarigüeya dentro del bote en donde se ponen las bolsas ya cerradas de la basura en espera de ser recogidas. Están bien cerradas pero el olor atrajo a tan entusiasta animal en busca de  alimento. Lo vi con sus pequeños ojos muy negros mirarme asustadisima acurrucada al fondo de un enorme bote, como diciendo: aquí buscaba alimento y solo encontre un pozo que me tragó. Llame a la señora que nos ayuda en casa y le dije que me ayudara  a soltar a esa pobre víctima en un terreno baldío y cual fue mi sorpresa que me dijo: Si quiere ahora mismo la mato, siempre lo hago en mi casa. ¿Cómo? le pregunté. y ¿porqué? y me dió una respuesta válida pero no convincente: porque se comen a mis gallinas. Le dije que era mejor que pusiera a buen recaudo a sus gallinas y no matara a un ser vivo que podría encontrar su alimento de otra manera. Solo sonrió y soltamos al animal. Me vió como un bicho raro. 

Lamente que no estuviera presente el niño de esta casa que a sus tres años hubiera gozado la llegada del pequeño animal a su hábitat. Más tarde mi hija se lo contó diciéndole que la habíamos liberado y su pregunta fue: ¿Y, se fue con su mamá y su papá? mismo asunto que nos enterneció y le dijimos obviamente que sí.

Carl Jung lo deja claro: todo lo que nos irrita de los demás, puede conducirnos a un envenenamiento de nosotros mismos.

¿Porque pondremos en juego nuestro ánimo al irritarnos por lo que otros deben descubrir por sí mismos?

Un buen momento de silencio, puede valer mucho más que mil palabras. Y más aún, cuando ya conocemos a las personas habremos de dejarlas fluir en su interacción. Algunas personas están mejor de lejos, no todos hemos de compartir todo, eso no es posible aunque se proponga como lo mejor. Siempre lo dijo mi madre: Lo mejor, puede ser enemigo de lo bueno.

Nadie es poseedor de la verdad. En busca de verdades cerradas es cuando el ánimo se trastoca.

Sí existen verdades eternas, eso lo sabemos desde que el mundo es mundo. Cuando las cerramos y no permitimos que fluyan es cuando se propicia la semilla de dolor.

                                ¿Cómo se concreta la esperanza?

Con la libertad bien encausada a diario. 

Cuando uno en verdad vive en libertad hay una manera de constatar: Sintiendo que uno lo da todo y que si en el siguiente momento la vida llegara a acabarse, estamos con la lámpara bien encendida y nos iremos en paz.

Muchos asuntos de la vida diaria nos pueden cambiar el animo injustamente. Cuidado.

En lo personal no me tiento el corazón cuando a mi telefono entra una llamada (aún dirigiéndose a mí con nombre de pila y apellido) y me dicen que me van a ofrecer un producto bancario o de cualquier tipo. Con educación solo les digo: Yo no tomo llamadas de este tipo. Muchas Gracias y cuelgo. Normalmente me quedaba irritada por estas intromisiones a mi intimidad que a veces tienen la desfachatez de hacerlas en domingo por la mañana. Hoy día no me producen mas que pena, quienes las hacen son personas que se prestan a ese tipo de trabajo y deben encontrar otra manera de ganarse la vida. Tampoco me parece bien que se contrate a seres humanos para  repartir papel impreso con anuncios que solo se convierten en basura. Es el precio de una civilización mal entendida que crea asuntos de desperdicio y nos pueden alterar los ánimos a muchos.

La autoestima nos puede dar como resultado sentir que a fin de cuentas estamos en el camino, aún si se nos pidiera cerrar la vida física. Podríamos decir que la autoestima es sustentable cuando nos reditúa paz.

No es el crédito de los demás lo más importante. Es tan solo el ánimo bien cubierto con una vida de acciones bien encaminadas lo que nos permite estar atentos y decidir sin mayores titubeos.

Se dice que cuando estamos en flujo vital de gracia, los exámenes que se nos piden son más bien resueltos por la vida misma y hasta aparecen maestros para darnos las pautas acertadas de las decisiones que a veces nos mueven el ánimo. Estos maestros no necesariamente son en forma de personas, puede ser que vengan del texto de algún libro que nos llame la atención o de la misma naturaleza.

Hace mucha falta observar más la naturaleza, no solo por la frescura que nos brinda en el esparcimiento, sino para aprender de ella.

                                No es lo mismo conocer a Dios que creer en Dios. 

Muchos creemos pero no conocemos como interactúa esa fuerza. Porque de entrada no interactúa como un asunto físico de tomar y dar, sino es una fuerza que cuando se conoce implementa para nuestra paz.

La experiencia de Dios se ejecuta a nivel celular. Lo que trasciende de un ser humano son sus acciones no lo físico en ninguna forma. Hace unos días vi la entrevista que le hicieron a un japonés que ha creado el reloj más completo y preciso hecho totalmente a mano y por él mismo. Se notaba a todas luces un orgullo enorme en toda su persona. Solo hace piezas únicas y parte de lo que dijo es que desea que con eso perduren en el mundo muchísimos años. Esta idea de que lo perdurable es lo mejor tampoco es muy creíble, tal vez perdure pero tal vez sea ya inútil ante nuevas propuestas. 

¿Cuando vamos a entender que lo material solo está a nuestro servicio para ser mejores personas?

Los cambios verdaderos son a nivel del espíritu, que en su atemporalidad e infinito perdurar nos podrá llevar a otros niveles de conciencia.

                                Cuando es necesario recapitular, es la disciplina la primera aliada, porque somos testigos de el orden en las acciones, no meros hacedores de las mismas.

Se dice que cuando se le presenta a alguien elegir entre tener razón o ser amable, siempre opta por la buena acción. A veces es mejor no pelear por tener la razón, no lleva a nada más que a pérdida del buen ánimo. Existe un frenesí interior que nos empuja a ser felices de momento creyendo que teniendo la razón ya hemos ganado el cielo, pero que no implementa para el espíritu cuando esto se vuelve una acción controvertida. No olvidar que la paz nunca es ausencia de conflicto, es más bien tener claro el camino para desentrañar y llevar a otro nivel lo que se ha conflictuado, a veces calladamente.

                                Somos más bien almas encarnadas, mucho más que si solo nos vemos como cuerpos animados.

Es recomendable practicar un rato de silencio cada día. Exactamente como lo hacen los gatos. Obviamente ellos tienen mucha más necesidad de sueño, porque sus acciones así están dadas por la natura. Nosotros con dormir las horas necesarias no tendriamos porque perder el buen ánimo.

¡Ánimo!    

Que aún hay mucho más que compartir. MJ














viernes, 6 de agosto de 2021

 De la vida diaria.(En word)

                            Todo es circular. A la mente le encanta saber como nos hemos inventado los tiempos, tan solo para encontrar y recordar en qué parte del círculo andamos. MJ


                           Es una realidad que llevamos a cuestas pasado presente y futuro.

Me encanta cuando Canetti dice:

El futuro siempre es falso, influenciamos demasiado en él. 

Es nuestra mente la que se encarga de decirnos qué tiempo es el que nos habita, porque de hecho todos van juntos en nosotros. Es una tarea de control mental saber cuando es agradable volver a los recuerdos así como en qué momento nos es grata la ensoñación del futuro, mas nos queda claro que lo realmente importante es lo que está en el presente.

Relativo a esto me remonté y volví a pensar en el concepto creado por Jung del inconsciente colectivo. Esa parte que Brian Weiss define como la fuente de energía que nos rodea y contiene los recuerdos de toda la raza humana, es algo que se hereda de generación en generación. Que fascinante puede resultar esto si nos cae el veinte de la dimensión que abarca y nos confirma algo con lo que todos seríamos mucho más felices, el hecho de que estamos todos unidos por esa energía global.

Me encanta la frase que inicia el libro más conocido de Weiss: Se que hay un motivo para todo.

Es en este texto titulado Muchas vidas, muchos maestros, en el que he encontrado la razón de tantas sinrazones en mis escritos del pasado. Al volver a él, me doy cuenta que no queda pregunta sin respuesta después de que sabemos ya, que la humanidad es en esencia espíritu y que ante todo solo hemos venido a la tierra a aprender para seguir nuestro camino eterno. Es una belleza saber que la eternidad de nuestra alma está dada.

Antes de mi revision de hoy haré algunas anotaciones para centralizar: Todo es circular, porque aunque parezca que la vida es una línea que tiene un principio y un fin, ni la vida es así de lineal ni los fenómenos que la componen. Cuántas veces nos hemos visto haciéndonos las mismas preguntas y dándonos cuenta que ya nos respondemos de diferente manera, porque aunque regresemos a la misma circularidad, la dimensión de cada momento es diferente. En mi juventud cuando estudié bastante a fondo el materialismo dialéctico, me quedó muy claro el concepto de la vida y del desarrollo en espiral, es decir avanzamos aunque a veces hayamos de bajar y si hay regreso nunca es retroceso, es más bien refrendar lo que se sabe para aplicarlo mejor. Amé estudiar todas estas teorías que abrieron mi mente, mas aunque hoy ya todo eso está bastante superado hay mucho que de ahí se tomó para el pensamiento nuevo. Como en todo, siempre hay un asiento que a veces se nos olvida o preferimos pasarlo por alto cuando en realidad de ahí partimos. Es como cuando algunas personas se preguntan para qué habremos de saber de dónde venimos si ya estamos aquí. Quien no sabe y no refrenda sus orígenes se pierde mucho y limita su propia felicidad.

Sabiendo que estamos en una eternidad que nos acoge y nos da sentido, es un hecho que nos sentimos más seguros y llenos de paz.

Esto mismo nos permite saber que riesgos tomar y cuándo poder hacerlo, es decir serena nuestra percepción interna y nos da más certidumbre.

Los procesos de nuestras acciones toman su tiempo y eso es de lo más natural. Nada se puede implementar de la noche a la mañana, mas no podemos negar que algunos eventos sí nos llegan de pronto y nos sobrecogen sin medida. Es por ello que siempre nos viene bien estar en la adecuada mentalidad de observación, para ayudarnos en los imprevistos. No dar nada por sentado. A veces la vida misma nos mina la confianza. Nos asusta lo que no esperábamos y nos da la impresión de que retrocedemos y algunas veces hasta de que perdemos el control de nuestra propia vida.

Cuando estamos en paz nos es muy beneficioso que en ese modo de observación a nosotros mismos podamos darnos cuenta si tenemos patrones de conducta que nos llevan a la ansiedad y lograr ponerlos fuera si nos es posible. Mucho de esto se trabaja en sesiones psiquiátricas que a veces son muy necesarias. Ver nuestros temores y desconfianzas con calma nos puede ayudar mucho, reconociendo que los tenemos y que pueden ser superados.

Es así, que podemos asumir que conforme pasan los años podremos ser más sabios si así nos lo proponemos. Todo en nosotros tiene una razón y si la serena visión de la madurez nos lo permite, podremos tener claras nuestras razones del porque vamos tomando opciones diversas  y que nos lleven a más paz.

No es sano pensar que algo del pasado lo pudimos haber hecho mejor o diferente, eso no es nada bueno, porque nos aferramos a la actitud de dudar cuando las verdades en sí mismas tienen la verdadera pauta que nos da evolución.

Todos tenemos muchas más capacidades y talentos para entender mejor, y lo que realmente sucede es que no los utilizamos. Nos limita la mente el dejarla cerrada y no captar que hasta lo que nos pareciera irracional a veces, puede tener el privilegio de la duda realista y enseñarnos algo.

Saber con claridad cuando así lo sintamos, el verdadero significado de las palabras.

Canetti  nos apunta al respecto:

Nombrar es el mayor y más serio consuelo del hombre.

Las palabras nos liberan, nos dan amplitud de mente. Hay que consultar significados cuanto sea necesario y posible.

Hoy día ya podemos bajar la aplicación del diccionario de La Real Academia de la Lengua y poder tener al alcance de la mano los significados de todas las palabras. A veces no nos damos cuenta como las encasillamos. Por ejemplo, la palabra castidad no sólo se refiere a abstinencia sexual. Se refiere mucho más allá y quiere decir más bien pureza en todo sentido, es decir tener una mente limpia de adherencias inútiles y que socavan nuestra confianza en la psiquis que hemos desarrollado (recordando una vez más que ésta es: tener coherencia entre lo que pensamos y creemos). Lo he repetido aquí varias veces, porque pareciera que es muy sencillo tener coherencia en estos dos aspectos: pensar y creer, pero no es así, a veces discrepan. Ej: Yo he visto (con mis propios ojos) como alguna religion hace el bien a un ser humano, mas en otros casos no se da así. Por lo que sí creo en las religiones, pero pienso que no a todos hacen el mismo efecto benéfico.

                                  El tiempo, aumenta nuestra capacidad de ser pacientes. El tiempo también nos enseña que no es cuando nosotros decidimos que se dan las cosas, hay lo que se llama el tiempo de Dios (estoy terminando el cuadro en acrilicos con este título, y se los voy a compartir) y quien aprende a respetarlo vive mucho más en paz. No es dejar a la buena de Dios, que eso es desidia. Es más bien saber que no se apura lo que se debe a su momento. Así es, hay un momento para cada situación, para cada acción. El mundo espiritual (que aunque se vive en la vida física su asiento es inasible) es un mundo en donde es muy importante saber esperar. Nos dice Weiss: La sabiduría se alcanza con mucha lentitud, y sólo se alcanza con armonía interior y equilibrio vital.

Según Canetti:

Dios se ha extraviado. Ahora todos le llaman a la vez y desde todas partes.

Porque el Dios realmente activo ha preferido permanecer más escondido para que los seres humanos le encuentren de verdad, no sólo como parte de un rito.

                                    La vida no se debe vivir plagada de cansancios. En la circularidad como hemos dicho anteriormente hay niveles y hay que respetar los momentos para reponer fuerzas que no son solo fisicas tambien lo son las fuerzas espirituales las que pueden agotarse. Hay que ponerlas en reposición antes de emprender nuevos momentos de vida. Ni se diga cuando hemos vivido un evento muy fuerte. (hoy día con la pandemia muchos estamos con un agotamiento crónico mental y eso hay que admitirlo y superarlo poco a poco).

Pues bien, acrecentando nuestra confianza podremos ser mucho más felices.Todos necesitamos estar con más constancia en una apacible energía de gracia.

                                     Cuando nos enfermamos es el cuerpo el que manifiesta sus razones, mas es el espíritu el que está detrás de toda dolencia.

La dolencia, indispone, cambia el estado general. Es el cambio más fuerte que sufre nuestra salud y afecta al espíritu.

                                     No hace muchos años ha, entraron los mandalas a mi vida. Fue por mi hermana que tuvo el tino de invitarme a un pequeño curso y nunca me imagine lo que de ahí se derivaría. Pasión por colorear esos círculos de figuras maravillosas. Está comprobado que curan, sanan y dan sentido a vidas que de pronto se ofuscan. En Francia se llevaron a los centros de primera infancia y los niños se tornaban mucho más seguros y tranquilos al colorearlos. En los hospitales se les da la opción a los enfermos que manifiestan tristeza, el saber por medio del color como manejar sus buenas energías. Recomiendo mucho tener esta actividad, se pueden colorear con la técnica que se prefiera, lo bello es estar en contacto con los colores.

Una vez más cito a Canetti:

Solo por los colores ya valdría la pena vivir eternamente.

                                       Observar un mandala nos proporciona estructura mental.

Es la circularidad en movimiento. Es la vida misma vista como un todo.

A veces nos atemoriza la muerte, mas hay que entenderla como una nueva vida. Los mandalas al ser concluidos nos dan la certeza de renovación.

A veces debemos morir a nosotros mismos y retomar. En el lenguaje Zen la palabra Satori,significa morir a uno mismo y cada que nos morimos en la vida se nos da la posibilidad de volver a ser. Nos volvemos más observantes. 

Garry Trudeau dijo:

Intento cultivar un estilo de vida que no requiera de mi presencia.

podríamos añadir para comprender mejor: que no se requiera de el ego que a todos nos trae de un ala hoy día. No tener presencia no quiere decir que no estemos, mas bien es estar sabiendo que nos vamos yendo.

Seamos testigos del destino en vez de ser víctimas del tiempo.

Este universo en el que nos encontramos se despliega perfecto. Ni siquiera el sufrimiento debe detenernos porque da lecciones, es tan solo una condición que nos aterra porque no hemos comprendido su sentido. Muchos creen que el dolor llega a sus vidas por castigos. Es una pena para quienes lo crean así, porque todo lo doloroso tiene su porqué.

La muerte no es ningún fracaso, así como la vida tampoco es ninguna recompensa. 

Por ahí leí:

Desesperados muchos seres humanos en poner en su vida mucho de lo que creen merecer, la vida termina engolosinandose y todo se vierte en detrimento de lo que realmente hay que vivir, teniendo observancia perenne y gracia en la sencillez.

Asi, en estos tiempos escribí:

De pronto se suelta la lluvia con sus miles de cordones de agua pura. Se le escucha llegar en los resquicios de los ventanales añosos que la esperan en su sequía. La luz cambia, el viento gira.

¿Que es llover?

Es la fuerza natural fluyente que debe hacernos más fuertes, porque solo su murmullo nos cambia y nos alienta a seguir, nos hace sentir la limpieza en todo su esplendor. MJ

                                   Vivir en la conciencia pura nos lleva a las mejores elecciones. El flujo se hace mucho más agradable y nos permite ver más. En los abusos se refleja una falta de respeto. He escuchado últimamente que nos puede ser adverso hasta lo más sencillo, como tomar agua en demasía. Hoy día que se apunta mucho hacia lo sano, esto me llamó la atención, porque creyendo que tomar litros y litros de agua nos puede hacer un bien, ahora debemos tener claro que el cerebro se resiente si hay excesos.

Les dejo por el momento. volveré. MJ