Domingo 27 de Mayo 2018
Vivir...Abriendo la Conciencia, es Paz .
Continuando con las ideas antropológicas que nos van abriendo la conciencia para poder tener más claro lo que somos como especie, el autor nos comparte su visión de cómo realmente todos los homos somos lo mismo, en realidad solo nos diferencian grados y situaciones relativas a mejor adaptación y grado de conciencia.
El género humano, que es el tópico que F.Armesto nos trae en esta parte de sus textos, habla del recuerdo de que somos parte del reino animal y eso jamás debe de provocar aversiones, ni miedos ni incompatibilidades: Somos parte y así ha sido siempre.
Cuando nos vamos desligando del entorno del que somos parte, se van dando condiciones para perder la compatibilidad: Creemos que somos superiores porque no logramos tener claro que tan solo se manifiestan diferencias y que todos estamos en el mismo barco.
Desde los comienzos los animales han sido parte de nuestro entorno.
Unas veces, los animales han sido utilizados como alimento, mas no por ellos desvirtuando su valía en el equilibrio general, otras tan solo para acompañarnos y en algunos casos los lobos han amamantado a niños humanos por situaciones extremas de abandono.
Cuando el homo sapiens comienza a dejar residuos de sus alimentos ahí cerca de donde habita en sus épocas de principios del sedentarismo, surge la presencia de los lobos que al ir recibiendo esos residuos se van amansando y avanzan y van dando pie a que nazca el perro doméstico. Si, es un hecho que al ir compaginando esas alianzas para sobrevivir, el lobo amansado se convirtió en perro compañero. De este hecho podremos deducir que cuando se comparte se logran muchas alianzas que dan pie a progresos: Si en cambio rechazamos por inercia, tal vez, estamos propiciando desvinculación.
Es así que fuimos conquistando a la vez que utilizando a algunos de estos animales para subsistir.
Algunos de ellos también se transformaron por acciones tan solo humans.
Somos parte de la cadena biológica.
Después de cazar un mamut es cierto que el grupo pudo haber sentido un poder especial para doblegar a esos compañeros de sabana, más también supo que esos animales enormes merecían todo el respeto como seres. De hecho ese es el significado del totemismo: Saber que uno a traves de honrar esas fuerzas podríamos quererlas y hasta modificarlas para que fueran parte nuestra.
En los inicios de la narrativa humana, también se hicieron parte los animales: en fábulas, en cuentos infantiles y en muchos momentos en los que para no hablar de distorsiones obvias del género humano, se prefirió poner a un ser del reino animal diferente a nosotros para que hablase o protagonizar algo que quería hacerse evidente para mejorar, para promover un valor.
La moral, muchas veces se utilizó para poner bajo la piel de algun animal especifico, para hacer claro ese valor sin tener como protagonista a un ser humano.
La moral, es un camino de liberación que solo tiene el género humano como una conducta preestablecida aprendida y transmitida como tal, mas esto no deja de apreciarse como parte del instinto de algunos primates que como parte de su subsistencia, comparten y son amables con otros elementos de su grupo.
Muchas veces los principios morales se le adjudican a los tótems, que son elementos culturales llenos de espiritualidad: se admira el poder y la fuerza de un animal y por ende se protege.
Algunos pensadores creen que al utilizar animales para promover valores estamos ante un modo irónico y divertido de vernos, pensando que de ese modo podremos entender mejor.
En grupos más cercanos a la naturaleza el convivir con los animales es algo que se da con mucha fluidez. Jamás se han registrado casos de maltrato en esos ámbitos de la natura. Se saben las distancias, y se respetan las diferencias.
Avanzando como género humano, nos fuimos haciendo más consciente de nosotros mismos, fuimos descubriendo ese libre albedrío que nos define.
Nos sirvió para comprender que había una línea divisoria entre las otras especies y nosotros, misma que debió ser para unirnos mas, nunca para separarnos.
Las distancias, más bien las fuimos creando nosotros.
Así como sucedió con las distancias que aun dentro de nosotros como especie creamos en función a color de piel y rasgos físicos que son tan sólo producto de fenotipos ambientales.
Los animales, muchas veces por instinto de conservación huyen de las cercanías de los humanos. Más , cuando se les da la confianza al compartir, son los seres mas nobles que pueda haber.
Dentro de los grupos de estudiosos del ser humano ha habido casos de científicos que llevan a sus propios entornos a primates en los cuales pueden observar algunos comportamientos que llegan a ser de índole moral, sin haber sido más que resultado de un trato digno. Algunos primates han sido preparados para clasificar fotos en grupos similares y se han dado cuenta como las fotos de los humanos las ponen exactamente en los grupos de las fotos de otros primates.Cuando las imagenes son mas bien de monos, menos parecidos a nosotros,entonces se ha dado el caso de que las clasifican en otro grupo. La claridad de poder situar una imagen es parte de estos primates. Existe en ellos el sentido de diferenciación.
Así pues, los estudiosos pueden afirmar que el fenómeno cultural no es privativo del género humano.
Varios grupos de primates han desarrollado herramientas muy específicas para acciones muy claras.
En Costa de Marfil, los chimpancés utilizan piedras de 10 kg de peso para abrir las nueces de su entorno.Los jóvenes de estos grupos, se tardan hasta tres años en perfeccionar la técnica que van aprendiendo por observación.
El desarrollo de las destrezas no es privativo del ser humano.
Claro, las diferencias son de grado, más el principio en el que se basan es el mismo para todos los homos.
¿Que es el lenguaje?
Algunos lo clasifican como un hecho totalmente cultural.
Conforme van avanzando los estudios, se han dado cuenta que no lo es del todo: hay primates que lo desarrollan más por instinto. En realidad podríamos decir que es una combinación del aparato biológico aunado a un instinto de conservación que luego se perfecciona a través del aprendizaje cultural.
Chomsky, ha encontrado y apuntado el hecho de que las diferencias entre los lenguajes humanos son muy superficiales.
En el caso del homo sapiens mucho está asentado en la naturaleza de nuestro ser. Mucho de ese lenguaje se da por la forma de nuestro cerebro. Las diferencias son mucho más culturales que de otra índole. Nos dice este autor, que la parte cerebral que lo propicia es la misma que un murciélago tiene para utilizar sus radar de orientación o una araña utiliza para hacer esa maravilla que es su tela.
El ser humano no utiliza tanto el instinto porque desde niño se basa su vida en un aprendizaje milenario que aprende como asunto cultural, esto afecta al modo de pensar, de hablar, y lo mas importante al util sentido de descubrir que a veces se apaga por miedo a los cambios.
La especie humana está determinada a avanzar en grupo.
Físicamente no podría ser de otra manera por el grado tan especializado de lo necesario para subsistir.
El sentido de colaboración, que también muchos otros primates tienen ampliamente desarrollado, es un principio básico de supervivencia.
Muchos estudiosos se preguntan porque a veces eso de la colaboración se ha detenido.
Se ha observado un deterioro en la comunicación de tener presente todo lo que compartimos.
La civilización, en su aspecto más profundo y de comportamiento ha propiciado el distanciamiento en vez de la unión.
En las comunidades originales, que eran mucho más pequeñas que cualquiera de las que habitamos el mundo de hoy, se ha podido comprobar que el 42% del tiempo se utilizaba para las acciones de colaboración. Es decir: había sentido de grupo. Había mucha más colaboración como algo natural.
Continuaremos más adelante hablando de como se origino el arte en estos grupos de las primicias de lo humano.
Felipe F-Armesto. (Paraf.) MJ
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