sábado, 13 de septiembre de 2025

 

Un día, una circularidad. (6)

                                                                     Raramente son sabias las decisiones que se toman en medio de la calamidad.

Edmund Burke.

                                                  En el libro titulado -España en tiempos del Quijote- se nos deja muy claro que ese país vivía calamidades muy grandes en los tiempos en que Cervantes escribió su magna obra. No cabe duda que tomó una buena decisión y que los talentos, así como el suyo, de esa manera se dan en el mundo. Cuando lo calamitoso se presenta, hay que saber ver más allá y respirar profundo. Cervantes fue uno de esos, así como a la vez no podía desligarse de las encomiendas que se le asignan en su tiempo y a las decisiones que habría de tomar en función a su supervivencia. En una sociedad con profundas divisiones, de pronto se enfrenta lo virtuoso con lo enconadamente material y de forma, a veces para la supervivencia se tienen que tomar decisiones muy drásticas, mas las virtudes siempre serán bienvenidas, así tengamos prisas y necesidades más apremiantes. Cervantes siempre quiso venir a América, escuchaba y sabía de los grandes dones que se obtenían en estas tierras que se sabía eran provisorias de muchos bienes apetecibles a la España de la época. Nunca lo logró, y tal vez esa decisión fue el punto clave para que hoy día exista su obra. Supo enfocarse en lo suyo.

Todos sabemos que mucho antes de decidir lo ideal, hay que tener claridad con lo real. Lo mucho puede ser enemigo de lo bueno, más cuando las cosas apremian y lo nublado se aparece, es la intuición y la percepción de los aspectos espirituales los que no se pueden trastocar ni soslayar. Las carreras del vivir diario en las que vivimos hoy día, se pueden robar los momentos clave de muchas situaciones y darnos una vida a medias, y que lo esencial se vaya cómo se van los granos de arenisca entre los dedos. Sucede mucho, hay que tener ese cuidado.

Había buenos principios de vida en la época de la España de Cervantes. Se dice que, a pesar de la crítica a los excesos de las novelas de caballería, éstas dieron pie a la fortaleza del pueblo español en sus emprendimientos.

Claro que mucho de lo que se daba en esos textos era demasiado ideal, aunque nadie duda que a veces es bueno soñar un poco. Se sabe que se le llegó a nombrar a España como La Nación Católica.

 Por lo más característico y visible se definieron los países en un principio, mas no por eso se lograba que la cordialidad estuviera asegurada. Hoy día, ya la diversidad es la que da las pautas y sabemos que los enconos existen y siempre han existido en donde las prepotencias materiales actúan, y los pleitos y riñas se pueden dar por quítame estas pajas. El ser humano es propicio a desarrollar malos entendidos, lo vemos hasta en las canchas de tenis, en lo personal me encanta observar en los torneos como se dan los encuentros y cómo sin que ni para que, se aparece la riña.  Esos momentos fuertes que desbalancean los ánimos grupales o personales, de pronto se presentan porque no logramos notar de antemano que hay mucho mas implicado y valioso y que el momento bien vivido y completo en circularidad vale mucho. Hombres y mujeres por igual lo manifiestan y a veces hasta se llega a las absurdas palabrerías. Los puestos de trabajo más valiosos se vendían en la España del Quijote, y era algo que creaba mucha animadversión ya que a veces eran ocupados por personajes que, como dicen los jóvenes de hoy día: nada que ver.

No sabemos en donde surgió la frase: Zapatero a tus zapatos, mas no puede ser más digna en la especie humana, porque quien se va a hacer lo que no le corresponde, trastoca, encona y propicia desbalances, y ni que decir en relación a las inter personalidades, cuando por ejemplo una amistad se propicia y una parte solo quiere ascendencia social y utilizar al amigo o amiga para esos menesteres de personalidad a medias que desarrolla la persona que solo busca colocarse en lo social y estar en mundos que no le corresponden, se desvalora la amistad.

¿Será que conocemos ese peine? ¿Ese que peina… sin saber peinar?

Estamos en la era de que todos creen que pueden hacer las cosas con tres pasadas de conocimiento y algo de voluntad. ¡Claro que se pueden hacer las cosas al ¡ahí se va!, pero los resultados no serán nunca los mismos, la mediocridad nos invade.

Así se debatió el autor del Quijote. Ya se sabe, por los miles de seres que se han dedicado a estudiar su obra: El Quijote no se distingue por una literatura al dedillo y perfecta. Nunca se esperó ni eso ni más, solo fue una corazonada genuina hasta la medula, bien armada y bien informada. Cervantes logra con maestría esa circularidad del texto, sin ser exactamente maestro. Es la buena intuición de los momentos lo que prevalece y cuando las personas son buenas observadoras. Los monarcas querían dar buen ejemplo, pero la ambición les ganaba la partida. La excesiva movilidad social daba pie a demasiados puntos de vista, por no decir lo que ya se había instituida con los musulmanes y la presencia de otros grupos minoritarios daban su parte en el todo de la convivencia.

No todos los habitantes de esas épocas accedieron a lectura como una parte importante del vivir, el Quijote se editó con cantidades considerables de ejemplares, pero no tantos ni tan accesibles a todos. Tuvo presencia en muchos otros países, se hicieron traducciones, los niveles de interés por algo así tan especifico estaban restringidos. Aun así, influyeron estos textos desde España a muchos otros sitios.

Se decía: -Para remediar desdichas del cielo, poco suelen valer los bienes de fortuna-.

Las influencias marcadas eran las del clero y la nobleza y dentro de esos ámbitos se debatía todo.

El Quijote llega a todos los lugares centrales de América, es leído por los que habitan estas nuevas tierras y deja buenas influencias en ámbitos americanos.

Se tenía claro un mundo de valores, que en la realidad no se pudo cuajar. Las creencias religiosas han de servir para hacer de la vida misma un cumulo de mejoras y mejores vivencias, aunque esto no suele lograrse fácilmente. Religiosidad y vida han de ir de la mano, aunque haya quien crea que esa salvación anímica solo se dará después de morir. Si tan solo fuera la práctica religiosa para salvar el alma al final de la vida, ¿Qué sentido tendría lo que se vive? Además, en esa época había escasez parroquial y aun así envían a América a muchos frailes que en la realidad trajeron un concepto de evangelización a rajatabla. A veces se puede tener la intención de lo bueno, mas si no cae en la tierra fértil y firme de nada sirve. Vivir a medias y simulando no es el caso.

Toda idea tiene como fin recomponer y nunca crear rupturas, aun así, fueron pocos los que llevando los principios religiosos a sus vidas en verdad lograron que estas fueran virtuosas.

Se dice que algunos monarcas se confesaban durante tres o cuatro dias seguidos, para dar el ejemplo en sus cortes, pero a la vuelta de la esquina, todo intento de bien era abatido por realidades que poco se controlaban, regresaban las tropelías. Las incongruencias existen, y sabemos que mal entendidas confunden, mas hay que admitir que se necesita paciencia y un ganchito para comprender que lo incongruente bien observado, es vida también.

Había el dicho que se hizo popular en esos tiempos: -Cada uno es hijo de sus obras-. Si nos damos cuenta se estaba tratando de promover la conciencia de lo personal y que el virtuosismo proliferase, aunque tampoco es así es como se logran los cambios reales.

La diversidad de credos siempre enriquece, porque nos permite valorar en su sana dimensión el pensar que nosotros profesamos, es por eso que es bueno conocer para saber mejor.

-Tentaciones encontradas empujan en sentidos opuestos-. Así se encontraba la sociedad de la época del Quijote. -Una sociedad marcada por la gran empresa de poner disciplina en las creencias y en los comportamientos-.

                                                                   Y variando un poco el tema, pero siguiendo dentro de lo mismo, es fascinante observar la cultura humana tan sui generis.

Muchos años ha tomado a los estudiosos saber apenas lo básico de estas culturas de las épocas tan remotas, como la de los neandertales. Es encomiable la labor que se realiza cuando los arqueólogos se ponen manos a la obra y logran conocimiento. Creo que eso es fascinante, tanto leer un hueso, como leer la realidad.

El nombre de los neandertales procede de un valle llamado Neander, que quiere decir hombre nuevo. Es un apartado y poco conocido valle en Alemania en donde se encontraron los primeros vestigios. Tenía canteras que exploraban y explotaban para materiales de construcción.

Muchísimos fósiles se obtuvieron ahí. Los materiales tuvieron que pasar años en resguardo antes de ser puestos bajo la lupa de los conocedores y estudiosos de estos temas tan sutiles. El sentido antropológico tampoco es de mucho tiempo atrás, estaban aún poniéndose las bases y no podían ser comprendidos como hoy día ya se comprende todo.

La trascendencia de un estudio hoy día puede cambiar las percepciones de años. Un solo hallazgo clave, puede ser la piedra toral para una nueva visión y los movimientos de estudios ya se comparten por la tan buena comunicación del mundo actual.

Un estudioso de apellido Huxley de la escuela de paleontología en las minas de Londres, es quien se fija y da cuenta del valor de un solo cráneo encontrado: Lo que encontró tiene una capacidad craneana amplia, muy similar al tamaño del cerebro del hombre moderno.

Esta afirmación se constata, y se revaloran otros vestigios que tambien permanecían en resguardo, porque así es la paleontología, pueden pasar muchos años y de pronto se destapa la caja de pandora.

La ciencia para el conocimiento de nuestros ancestros, esa misma que se dedica a hacer el rompecabezas de sus manifestaciones, nos muestra cómo se puede inferir a partir de ciertos parámetros, asuntos verdaderamente valiosos para la vida de hoy, saber que en el carácter de ese ser de las cuevas había determinación y se tomaban las cosas muy seriamente. Cada vestigio aporta al circulo de nuestras ascendencias.

En Atapuerca, situada en Burgos España, la construcción de un ferrocarril fue el detonante. La industria siderúrgica plantea esta obra y es cuando se abre una trinchera de más de un kilómetro, lo que deja al descubierto miles de fósiles. Ahí fue donde se desató la pasión que nos ha llevado a conocernos mejor, a partir de la especie hermana que se extinguió.

La genética molecular se vuelve determinante, sirve para hacer estudios mucho más precisos de la composición de huesos y los parentescos entre sí.

Al sitio arqueológico se le ha dado el nombre de: La sima de los huesos. Todo o la mayoría de los vestigios estaban enterrados, por lo que se conservaron mucho mejor. Como hay varias cuevas por ahí, se han dado a la tarea de explorar en su interior y encontrar vestigios de bases de vivienda o más bien de participación en asuntos comunales y cohesivos, como estar alrededor de una hoguera, en donde los vestigios de comida están presentes. Se percibe con mucha claridad el dominio del fuego, elemento base de protección, unión y cocción de la carne.

Se estudian hoy día los rasgos que hablan de la salud de esos grupos, se dice que vivían con una salud razonablemente buena con calidad alimenticia suficiente para esa supervivencia tan ardua.

En los huesos encontrados se pueden observar cicatrices, infecciones curadas en dientes o huesos varios, y hay hasta la posibilidad de detectar sordera en partes craneales.

El oído juega un papel clave en el desarrollo del ser humano.

En un esqueleto de unos 45 (cuarenta y cinco) años de vida, se detectan cosas interesantes, como deformaciones que ya son propias de la edad adulta, y son asuntos que se superaron y que solo pudieron lograr más vida para el ser que los padeció, y esto fue porque se le prestó ayuda, es decir había una vida de cohesión compasiva.

Gran parte de esta estructura social compleja que se observa en estos grupos, se apoya en las capacidades comunicativas, notando como el lenguaje fragua la trama social. Sí existe evidencia de una compleja comunicación. Hay presente una identidad colectiva, el grupo se respeta entre sí.

Son los códigos de comunicación y los simbolismos los que nos permitieron evolucionar y obtener un desarrollo muy evidente tanto en lo que se hacía, como en lo que se pensaba, reflejado en los vestigios. El modo como se acomodan las cosas, y ni que decir el respeto al moribundo o al hombre que se ha muerto y se le sitúa en lugar clave.

En estos grupos se hace evidente el valor por una lucha existencial encomiable. Los grupos se unían de verdad para sus encomiendas.

A los neandertales les tocaron los periodos glaciales más intensos de que se tenga noticia. El frio intenso les obligaba a desplazamientos como un asunto inminente de vida o muerte. El cambio de entorno nunca es fácil y ellos tuvieron que hacer grandes caminatas en busca de los reductos del planeta más seguros y con provisión de bienes de vida.

Se dice que el auge y la cohesión de los grupos se dio hace unos 100 (cien) mil años.

Fue en el año de 2008 cuando se hicieron estufidos de ADN mitocondrial a los fósiles y con estos estudios se ha podido detectar, sobre todo en la población actual de Europa, la presencia de genes neandertales en la genética actual. (Continuará).

Referencia de neandertales: En el texto anterior.

Referencia: España en tiempos del Quijote

Antonio Feros y Juan Gelabert.

Ed. Tauros Historia. España.

 

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