miércoles, 8 de octubre de 2025

 

Un día, una circularidad. (10)

                                                                Con constancia y un poco más de apertura mental, podremos dar forma al círculo mayor de la vida personal, el potencial circular del día es aliado, nunca contrario. MJ.

                                                                            Cuando hablamos de apertura mental nunca nos referimos a cambios drásticos de principios de vida y mucho menos de que las creencias se vuelvan laxas o transitorias, más bien esto se refiere a que hay que afianzar con nuevos coloridos, esos que se dan en la conciencia, que aun sin darnos mayor cuenta cada dia se renueva. Transformar la vida de cada día no es tarea difícil, es tan solo ese estar atentos como lo propone el Zen, es decir las posibilidades de bien que se nos presentan habremos de tenerlas lo más claras posible. Deslindar, percibir sin tanto argumento adosado y poder ver la centralidad que afirma las acciones de un solo día. Ese día a día que vivimos es una bendición, es ahí mismo donde se da la vida real, esa que en verdad tiene el sentido de la misión elegida, y aunque parezca que es tan solo una parte muy sencilla de lo que vivimos, es mucho más.  Cuando hoy día me entero de que mi nieto en primer año de primaria ya está viendo y hablando de los tipos de comunicación que existen y las cosas relativas a las dinámicas de la informática, esa visión nueva me conforta, nos percatamos de los recorridos que esperan a los peques del futuro. Mientras me lo cuenta mi hijo, aprovechando algún recorrido en el automóvil (que es cuando hoy día se pueden tener algunas conversaciones mas estructuradas) nos encanta poder darnos ese ir y venir de ideas.  Tambien hablamos de que no podemos permitir dejar pasar el asombrarse en la vida, es algo que no podemos desdeñar, quien pierde esa facultad es seguro que se encone en la lógica y el razonamiento extremo y no olvidemos que la mente se abre cuando descubrimos, asombrarnos es como si algo lo viviéramos por primera vez. Los caminos de la ciencia que van tan solo buscando todo razonado, sí que dan mucho, mas la otra dimensión de la que disponemos que es la mental/espiritual no puede soltarse. La ciencia actual es mucho más dinámica y propositiva y va encaminada a un sinfín de conocimientos que solo podremos hacer nuestros a partir de la divulgación elegida, y esa es tarea personal. Hablaremos por aquí en parte de nuestra especie, ese homo que al asignársele el nombre de sapiens a veces uno casi lo pone en duda, más aún sabemos que luego los científicos nos llamaron: sapiens sapiens, y no podemos evitar llevarnos las manos a la cabeza… ¿Qué tan atinado es nombrarnos doblemente sabios? de entrada es un honor.

Si es que así nos quisimos auto denominar sin saber bien a bien que no podríamos con el paquetazo que eso implica, ha llegado el momento de que eso que nos demanda la realidad, como coherencia y asertividad, se convierta en tarea de todos. Con lo que se nos ha entregado tendríamos para dar y repartir y lo único real es que acaparamos como con un ánimo depredador, es normal que exista ese proceder ya en los primeros estadios de la humanidad era la lucha por la existencia un deber, mas eso ya hoy día está superado, vivir tomando de más, y peor aun acumulando sin sentido, está fuera de los ámbitos éticos.

EL conjunto de virtudes humanas ahí está, valdría la pena volver a recodarlas con firmeza. El saber distinguirlas podrá abrir camino y así tambien trabajarse en ellas y por ellas, y hasta hacer divertido a los peques como una enseñanza natural, pasarlas como parte integrante del día a día. Lo virtuoso ayudará para ese inevitable momento que se dará al irnos del mundo, lograr que sea pletórico de paz, saber que el tiempo de Dios es perfecto.

¿Cómo descubrimos en la vida lo que es parte de nuestra paz?, pues entendiendo con cabalidad la doctrina que nos asiste y nos enseña, todos hemos nacido en alguna tradición religiosa que de pronto ni conocemos. Cada camino religioso tiene sus propuestas validas, en el caso de los católicos son las parábolas, los pasajes bíblicos especiales, una lectura constante de nuestro libro sagrado. En lo personal, aunque sabía que había diversidad de Biblias, ahora un presbítero de la parroquia a la que asisto me recomendó -La Biblia del pueblo-. Le dije que yo leía otra, y claramente me dijo:  -es bueno cambiar las lecturas y así enriquecer con los comentarios que algunas traen-. Así es que de inmediato se asentó en mi mesa de lecturas. Le hice caso y la adquirí sin más vueltas, con comentarios de parte de mi hijo, como la recomendación: -lee, empezando por el Nuevo Testamento, así muchas cosas se podrán entender mejor cuando leas el antiguo-. Interesante me parece, y como alumna de mi joven retoño (que busca comprender mejor la religión que se le ha brindado en la familia) pues en primera instancia ahí me veo, lectura y atención en una sola emisión. Lo que sabemos con nuevos enfoques nos hace crecer, y cada oveja sabe en donde pastar para que su digestión sea buena. El crecimiento personal es algo que hacemos patente a nosotros mismos, esa parte no le interesa a nadie, hasta que, por añadidura, (si se da la posibilidad) podremos compartirlo. El bien mayor proviene siempre de nosotros mismos al asentar la lectura sin mayores pretensiones, no es memorizar, es tan solo pensar con atención.  Por ejemplo: la virtud de ser un ser laborioso, este precepto nos ayuda a realizar muchas encomiendas que a veces son tequiosas y las posponemos, pero que bien sabemos que valen la pena y esa virtud por lo tanto nos aleja con más facilidad de la pereza.

Nos dice el padre Calvo: -hay que saber que existen palabras pluricenicas, es decir que pueden tomarse con varios significados, me pareció muy interesante el termino, porque jamás lo había escuchado, y aunque no está registrado en el diccionario de la lengua española, me pareció lógico. Si existe, o él se lo inventó, pues bienvenido.

¿Qué es crecer en el espíritu?

Me hago la pregunta así de clara en los renglones del diario en revisión.

Quien crece en interioridad cambia algunos modos de la vida diaria. Eso se puede volver tarea placentera y nada tequiosa cuando lo hacemos con serena armonía, me queda claro que a veces no alcanza el día para tanto, pero ¿qué más importante que vivir con nosotros mismos algún crecimiento personal? y es seguro que con esto no se cae tan fácil en juegos que solo provocan cansancio al alma. Así mismo me dije: -Jamás podremos considerarnos una suma de apartados, más bien somos una concentralidad de círculos que en los tiempos necesarios y justos se van expandiendo, se van fortaleciendo con los años-.

Se van haciendo como tratos y contratos con la vida misma. Los psicólogos de hoy día, proponen acuerdos, algunos serán en cierto sentido inamovibles mientras tengan valor, luego se verá cómo adecuarlos, cuando lo valioso tome coloridos nuevos.  

Como cuando exactamente aprendemos a utilizar la palabra NO, y cuando así lo decidimos, esa misma es la que rige nuestros designios. Nunca tener temblorosa la mente cuando decimos NO. Decirlo, cuando nos estamos dando cuenta que hay acciones que claramente nos roban la paz. Mi paz es el oro en polvo que habita mi vida actual, a cada paso la cuido, la protejo como a la niña de mis ojos.

No existe una conciliación total con la vida misma. En el fondo del alma, es a eso a lo que todos aspiramos, de hecho, cuando yo misma me cuestiono ¿cómo me atreví a asignarme la tarea de escribirme por los años de los años… Amén, ¿y a escribir?  me doy cuenta que los acuerdos se cumplen y los más importantes: los personales, mucho más si se perciben desde el fondo del ser. Esos seres que comparten la vida con nosotros más cercanamente, ¡conocerlos mejor!  Leer un poco más, tanto que ya propone la virtualidad como lo es este periódico tan bien fundamentado con la energía joven que lo caracteriza, Estamosaqui, llevado por caminos muy propositivos y los periodistas tan talentosos que se han dado a esta encomiable labor.   No hemos venido al mundo a mimetizarnos en lo que vemos en otro ser, sino a salir con las propias fuerzas y propuestas interiores y así responder con buenos diálogos o si es necesario con largos momentos de conversación.

                                                                          Cambiando un poco de giro y volviendo a lo que veníamos comentado sobre los neandertales hay algunos asuntos interesantes que tratar, lo propongo porque con eso comprendemos que tan fácil se nos ha dado todo en ciertos aspectos actuales y como eso mismo lo desvaloramos hoy día. El valor de la vida en esos grupos primeros era de otra índole y difícil, lo sabemos mejor cuando escuchamos a los investigadores y nos hacemos más conscientes de quienes somos.

No hemos puntualizado lo importante que ha sido para la misma ciencia Antropológica develar sus caminos con acierto, no ha sido tarea fácil.  Se le denomina Antropología Cultural a todo ese aporte labrado por el ser humano, las manifestaciones materiales e inmateriales, desde las más sencillas como una punta de lanza, hasta la IA, de nuestros días. Para los acuerdos de la ciencia del hombre, se han escrito ríos y ríos de tinta, horas y horas de disertaciones entre los científicos. Ahí está para nosotros, darnos espacio para gozar en las librerías y adquirir algo que nos haga ilusión. El olor de un libro… ¡Cuanta paz!

Esos investigadores se la juegan muchas veces y proponen conocimientos que con el devenir de los tiempos se cambian, y no quiere decir que lo que propusieron estuviera errado, era tan solo el punto de vista al que se podía llegar en tal o cual momento. Exacto como pasa en otros saberes científicos humanos y en especial podremos poner un ejemplo de la ciencia Psicológica y el psicoanálisis de Freud, ya no está en la cúspide.

Imaginémonos el fascínate momento en que se encontró el cráneo de Neandertal en el valle de Neander, tuvieron que pasar algo así como 100(cien años) para que después de miles de interpretaciones y disertaciones se llegara a concretar que era ¡un humano de otro tiempo! de otra índole y que, aunque sí había vivido y convivido en parte con los sapiens no era uno de ellos, era tan solo otra rama totalmente diferente.

Durante el siglo XIX a muchos estudiosos se les tachó de locos, por decir lo menos. Ya durante el siglo XX, se empezaron a tomar más en serio las cosas. Las interpretaciones dibujadas que se hacían de cómo podría verse la especie, sin ayuda de las magníficas computadoras de hoy día, pintaban a estos seres mucho mas grotescos de lo que son. No se había comprendido la cultura aportada en términos de una mente afinada y compasiva, así como inteligente y resoluta. Se encuentran entierros con restos de flores ofrecidas al difunto, así como instrumentos que solo pueden responder a una mente bien estructurada. En el año de 1960, apenas el siglo pasado, se hacen unos dibujos compartidos por dos estudiosos, el ilustrador checo Zdenek Burian y con la colaboración de un prestigiado paleontólogo Josef Augusta, fueron 52 (cincuenta y dos) laminas para un libro llamado -El hombre prehistórico-. Son hermosas, pero para nada ilustraban fielmente a los neandertales.

Características como: -Profundidad en la mirada, inteligencia, sensibilidad y humanidad eran necesarias para poder hablar de que estos seres tenían prácticamente un cerebro muy bien dotado.

No podemos dejar de observar que la dureza y dificultad en sus vidas fue implacable, les tocó vivir las edades del hielo más fuertes e inimaginables, en las que tenían que desplegar la caza compleja para sobrevivir. Existen unas acuarelas en el Museo de Historia Natural de Londres, ejecutadas con mucha maestría por el pintor naturalista Maurice Wilson.

Fue hasta el año 1980, del siglo pasado, cuando los investigadores -comienzan a estar de acuerdo, apoyados por la pujanza de la disciplina paleontológica-.

Se empiezan a estudiar la presencia de ropajes, de manifestaciones mucho mas concebidas simbólicamente, y cuando hablamos de símbolo, estamos en verdad hablando de una inteligencia bien conformada, ¡por la que sí somos sapiens, sin duda!

Se empiezan a escribir historias literarias muy fidedignas a lo que pudo haber sido esa vida neandertal. Existe una película muy elocuente que se titula -La conquista del Fuego-.

Siendo que el cerebro es el órgano humano de donde partió el concepto simbólico, es el simbolismo una característica muy particular de nuestra especie. Se dice que los neandertales lo tenían, mas no tan desarrollado como ya se encuentra en los sapiens. De lo simbólico se dice que se desprende la nueva conciencia, es decir en primer lugar ser capaces de vernos desde fuera. Esto nos lleva a autoevaluarnos.

Es en la parte frontal del cerebro humano en donde se da la planificación, se centra la atención y se realiza la función de tener un juicio.

Existe un área de la ciencia arqueológica, llamada cognitiva, que se ocupa de entender mediante los vestigios parte de la psique. Esto es lo que a fin de cuentas se va a reflejar en lo simbólico y obviamente en el arte. Si se ha podido observar y se observa mejor hoy día, como los neandertales fueron capaces de ordenar sus mentes, pero ya con los sapiens esto se da como un hecho claro y muy relevante.

Fue la voluntad bien conducida lo que dio camino a esos ordenamientos para solucionar la vida de cada día, herramientas muy refinadas, y junto con pegado lo que se dio es una expresión de lo espiritual, es decir asuntos que se reflejan con símbolos, y que apelan a una vida entendida más allá de lo material.

La secuencia abstracta existe desde que el sapiens se dio a la tarea de expresarse culturalmente. Desde las sencillas líneas trazadas con delicadeza en una vasija, en una concha, hasta el movimiento de un bisonte reflejado en la pared de una cueva pintada.

La posición de la laringe es básica, en los neandertales se ve más elemental, por lo que se piensa que el lenguaje no fue muy nítido en esta especie. Ya en el caso de los sapiens es otro cantar, la laringe está mucho más desarrollada.

La búsqueda de los colores para poder expresarse fue a voluntad. Se dice que el color negro se obtuvo del dióxido de manganeso, el ocre provino de algunas arcillas, así como el rojo y marrón de algunos elementos naturales.

El enterrar a los muertos es ante todo un signo de respeto al difunto.

Se cree que al neandertal le costó más la innovación. Ellos mantenían sus logros con mucho recelo y muchas cosas eran transportadas con tremendo cuidado, como el fuego. Se cree que luego ya se pudo obtener con más facilidad con técnicas como la de frotación de troncos y la obtención del mismo cuando había incendios.

                                                                        En lo personal soñé con poder estar muy de cerca de esos encuentros arqueológicos de nuestros ancestros mediante la ciencia, vivir la paleontología en el campo de trabajo, mas la realidad es la que manda el juego y habremos de entender que la vida no solo es desear, también es aterrizar en lo que nos toca asumir y vivir.  Le debo a mi padre el haber gozado de muchísimos momentos de lectura en la niñez y juventud con artículos de la revista National Geographic, que ahora me he enterado por mi hermano, que él, cuando mi padre partió de este mundo donó la colección completa a una escuela cercana a su casa en un poblado yucateco.  Ojalá esos niños sigan valorando lo que se puede aprender de una publicación de papel, y nunca se extinga esa manera de hacer textos. Da mucha tristeza enterarnos que muchos libros muy valiosos de pronto se deshojan para hacer un collage y perder esa fuente tan especial de guardar el conocimiento. Creo que hay que tener presente el regalar libros a los niños, a los adultos, y que se continue valorando como un acto de acierto y gozo el sentarse por ratos a leer, sea virtual o no. El otro día en un programa de televisión escuche: -Ya nadie lee-. (Continuará.).

 

 

 

 

 

 

 

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