miércoles, 17 de septiembre de 2025

 

Un día, una circularidad. (7)

                                                                            La verdadera libertad no consiste en hacer lo que se quiere, sino en querer lo que se debe hacer, porque no hay mayor esclavitud que ser siervo de los propios caprichos.

Seneca.

                                                                           Es encomiable y admirable el ser que logra entender cuál es su misión de fondo en este mundo. La mayoría de las veces la misión personal está dictada por el entorno en el que se nace y más que nada al descubrir los dones de que se puede uno mismo valer para hacerlos vida. El forzar, es asunto de las épocas civilizadas, existe ese empuje de hacer más enconadamente y apremiantemente en quien se siente civilizado y con el empeño de hacer sin medida, o creando necesidades que no son parte de la vida real.  Se vuelve todo como una demanda del ser, sin darnos cuenta cuanto cuenta el valor de los silencios, de las épocas en las que solo hay que dejar que la vida vaya dando las pautas. Los chinos llaman de tenderse en la cama, al acto meditativo y silencioso de observar, L. Yutang tiene todo un capítulo al respecto. El ser que confunde su vocación luego tendrá que encontrar nuevos caminos, y eso no es fácil. Andar por arenas movedizas es algo que crea adrenalina, asunto que nos copa y nos invade sin percatarnos de los desvíos del ánimo. A veces la búsqueda vital, toma visos de creer que nos hacemos una mejor humanidad si hacemos más y las cuestiones del ser humano se empiezan a medir por cantidades olvidando el sentido de la calidad. No habrá mejores personas hasta que cada ser, tome por los cuernos la tarea que le toca hacer en la tierra. Estamos en una época en la que ya se trastocó todo a tales grados, que los caminos de pronto se truncan porque creemos que estamos en lo correcto, cuando la vida misma nos sacude y nos manda al sitio real de nuestra existencia. Existir, ante todo es conocernos. Es ahora que hemos llegado a una diversidad tal, que hay quienes no dudan en ¿hacer lo que se viene en gana? Si el rio está revuelto, sabemos que puede traer ganancias a los pescadores, mas nos vale saberlo y cuidar y observar qué tipo de peces queremos en las redes.

Antes, se tenía más en cuenta al grupo y los postulados familiares imperaban y si la religión mandaba el juego, ¡pues lo mandaba!

Con los postulados religiosos se vivía con más precisión la vida interior, lo que ha pasado es que éstos se desvirtuaron y ahora creemos que no sirven para nada. Hay que volver el camino y saber que tanto nos propone la religiosidad para una vida más digna. No siempre estas certidumbres daban buen fruto, lo sabemos, a veces solo confundían más, porque no todos podían entender del sentido de la intención. Hoy cuestionamos, y mientras nos respondemos, se nos puede ir toda la vida. No todos hemos nacido para cuestionar, quien pregunta es seguro que tenga esa necesidad de hacerlo y tenga que ver con su felicidad. 

 En tiempos antiguos no se cuestionaba tanto y tampoco era lo mejor. 

Si la paz anda por sus lares y a veces muy perdida y no la logramos aterrizar, habremos de comenzar a tratar a la paz como un asunto personal y enfocada desde lo que pensamos en la circularidad de un solo día, hasta lo que expresamos, en todo sentido.

El habla, ese medio del buen entendimiento del lenguaje, es el ámbito sagrado de la supervivencia. Gracias a la buena comunicación es que hemos llegado a donde nos encontramos hoy. Si hay personas que se tienen que ir de nuestra vida porque hablamos idiomas diferentes a nosotros (aun hablando la misma lengua) pues esa es una pauta muy necesaria en los días de un mundo tan caótico.  Cuando comento con mi marido que mucho se ha logrado porque ya mas féminas pasan por las universidades, él me dice que todo depende, porque hay gente que pasa por esos ámbitos de noche, es decir sin ver las luces más claras que aportan humanismo. Si solo se busca un medio de vida para generar dinero, no está completa la formación. De joven suplí a mi marido en la catedra de Sociología que impartía en la facultad de Odontología, y solo esa vez bastó para que los alumnos me cuestionaran el porqué. La ciencia social mucho se cuestiona porque se cree una asignatura inútil. No me refiero a que sean logros para sobrevivir en la materialidad que todos necesitamos, sino postulados para una mejor intercomunicación.  Lo veo en muchos sitios, las personas que no logran concretar el cariz humano.

 Uno de estos caminos es el arte, tambien la ciencia o en lo que se haya elegido, o nos quedamos en el sopluc de la vida, pues éste es seguro que nos trague enteros.

 Aclaro lo del sopluc: por aquí en el sureste mexicano tenemos ciénagas cercanas al mar, y en las partes en donde se acumula el agua en las arenas, ésta no se ve, si uno trata de caminar por ahí se hunden las piernas bastante, a veces hasta más allá de las rodillas. Cuando niños que íbamos a la playa y había paseos a la ciénaga nos encantaba hundirnos como un modo de juego muy divertido, mismo que hoy considero peligroso. Ya de adulta una tía muy querida hermana de mi padre me decía: -Mucho cuidado con hundirte en el sopluc de la vida-.

El sopluc de la vida es el más difícil de distinguir, se disfraza, se esconde, se pone detrás de las puertas y no lo vemos cuando nos traga enteros. Tendría yo unos 6 (seis) años de edad, y en un viaje a la ciudad de New Orleans, a la que íbamos con frecuencia, una noche a mis papás   se les ocurrió entrar al cine a ver la película: Lawrence de Arabia. Yo me dormí sobre las piernas de mis papás, mas tuve el mal momento de despertarme exactamente cuando el joven árabe de la película se hundía en las arenas del desierto, mi madre me volvió a acomodar y seguí durmiendo en su regazo, he de decir que pude ver un poco de la escena que se me quedó grabada. Mas tarde se lo pregunte, y ella me dijo: -Es que en los desiertos hay unas arenas que se llaman movedizas que se pueden tragar cosas-. Ya no supe si a ese hombre se lo tragó la arena, lo que sí aprendí es que no todo lo que parece bello, lo es del todo.

Muchas otras cosas se nos van manifestando con el correr de los años como inciertas, el trato obtuso de los congéneres, así como las manifestaciones deshumanizadas que nos rodean y notamos que no pisamos firme. Los aprendizajes son la sal de la vida.

Continuando con los neandertales, se nos ha dicho que con los estudios se ha podido realizar la imagen de un neandertal. Ahora con la computación y más aún con la IA, pues casi ya sabemos hasta el tono de voz de nuestros antepasados. Eran seres bastante robustos y esto respondía a los entornos naturales a los que se tuvieron que adaptar. Los huesos de los esqueletos son gruesos, el cuello   ancho, grandes y pesados hombros daban contorno a la parte superior del torso. Caderas voluminosas. Gran musculatura y fuerza. Baja estatura.

Desde que los humanos salimos del crisol africano, la expansión se fue dando hacia zonas muy diversas del planeta. La disponibilidad de la luz solar era inminente y necesaria.

Las funciones generales de cuerpo humano se transmiten por los genes, mismos que los hay únicamente asociados al lenguaje.

Se cree que el promedio de vida era de unos 40 (cuarenta) años de vida activa, por lo que cuando se encuentran evidencias de personas un poco mayores a esto, ya se consideran dentro de la vida madura.

Todo o casi todo se data a partir del esmalte dental, se presenta con bandas bien definidas que hablan de temporalidad, salud, enfermedad, y condición física se hacen evidentes y se utiliza el carbono 14 para muchas de las dataciones.

Se piensa que la reproducción se daba con naturalidad con la llegada de la menstruación en las féminas, por lo que eran madres casi siendo niñas.

Nos dice a la letra el autor: -En el fragor de la penosa existencia de los neandertales, el hecho de que una mujer se quedara embarazada es seguro que habría de ser una noticia plagada de desconciertos, no solo por lo poco frecuente del hecho sino sobre todo por las grandes incógnitas que este acontecimiento abriría, como profundos abismos para el futuro del grupo-. Si para el día de hoy en pleno siglo XXl estar en los ámbitos de procrear es un asunto de sumo cuidado, más aún que ya se sabe los riesgos del tercer mes en el embarazo, solo imaginar lo que ahí pasaría en la pradera, en la cueva, nos deja claro que la vida es un milagro en sí misma. Cuantos abortos ha de haber habido por esas largas caminatas de búsqueda de mejores medios de vida y todo lo demás inimaginable que habrían de haber pasado. Hoy día, cuantas mujeres pueden decidir no pasar por eso, y lo hacen con cordura y a sabiendas que no por ser una fémina es obligado el parir.

La asepsia, las condiciones de la pelvis a las horas del parto, por mencionar dos factores que hoy día prácticamente ya están superados con los cuidados.

-Es posible que las dificultades de los crudos inviernos, mas la limitación de los alimentos disponibles, favorecieran las concepciones producidas en los meses estivales y los alumbramientos se dieran en los meses de la primavera-.

Se cree que la maduración del cerebro se daba en menor tiempo, porque era necesario para la adaptación a la vida de fuerza de trabajo y supervivencia.

La artritis temprana, las infecciones bucales y carencias vitamínicas están muy claras en los fósiles.

La cultura, presente en esta especie humana es clara. Cualquier material que se note intervenido al menos por un pequeño rasgo, ya se puede decir que aporta algo a lo cultural. La cultura Neandertal se ha ido develando de a poco y cada vez se asocian mas evidencias. En el año 2000 (dos mil) se encontró la evidencia más completa del despliegue de vida alrededor de una fogata. Los vestigios ahí encontrados han sido muy estudiados en el sitio. La variedad de tallas en piedra para el uso doméstico, así como los recipientes, objetos realizados en madera que se utilizaron para dar base a las lanzas de piedra, entre otros. Algunos objetos de madera se han asociado a la fabricación de pequeños muros que dan espacio a áreas bien definidas, con postes bien conservados de hasta 5(cinco)m. de largo. Algunas veces la talla de materiales blandos como madera o huesos se piensa se hacía en parte con los incisivos, porque se aprecian desgastes reveladores.

-A lo largo del tiempo, se pueden observar tradiciones culturales en la tecnología desarrollada, que van a reflejar las diferentes formas de hacer y de resolver-.

De un solo núcleo pétreo elegido, se puede inferir la gran variedad de formas de lanzas obtenidas con maestría y con una preparación que hasta hoy día se trata de obtener por los estudiosos, dándose cuenta de lo difícil de esos logros, que hace ver que el golpe que se le da al material es diferente para un tipo u otro de lanza.

A veces se desplazaban en un solo dia unos 10 (diez) a 15 (quince) kilómetros. En los diferentes sitios se nota la evidencia de lo que se trajo de otras áreas o lo que se obtuvo en los nuevos asentamientos. Se han llegado a observar fortuitamente y con menor evidencia desplazamientos hasta de 100 (cien) km.

El fuego, este elemento tan vital e importante en la vida de todo ser humano, está muy presente. -El control del fuego no es algo de técnica sencilla-. Para muchos grupos este elemento se transportaba a mano y con mucho cuidado en las largas caminatas. Se cree que aprendieron a producirlo, mas existe evidencia de artefactos que hablan que eran transportadores de fuego.

En lo personal, a pesar de haber estudiado la ciencia arqueológica, mi vida me llevo por otros ámbitos. Las prácticas de campo las realicé bajo la supervisión de la Universidad Norteamericana de Tulane. El proyecto al que me uní, fue el de un salvamento arqueológico en Komchen, Yuc. Dirigido por Will Andrews. Esto de salvar un sitio se refiere a sacar la máxima evidencia y lograr que lo que ahí se construya nuevamente, logre mantener lo más posible el material in situ. No siempre es posible, a veces se arrasa con todo. En mi caso me toco trabajar un adoratorio maya completo, desde la excavación hasta el análisis. Una gran experiencia que aún llevo en la mente como algo grandioso. Tenía claro que estando recién casada y con interés en tener familia, pues ese ya no era mi camino. Mi marido me esperaba todos los días para ayudarme a quitar todo el garrapatero que traía en las piernas, que aun utilizando alcohol con tabaco y una buena frotada con jabones fuertes, quedaba yo hecha como dice una amiga: -Una jerga después de trapear-. La Arqueología a campo abierto se trabajaba desde muy temprano, el sol siempre implacable es factor determinante. A decir verdad, la juventud siempre nos da bríos y los míos estuvieron bien puestos.

La tesis profesional la realicé en gabinete. El INAH, me entregó el material de 97 pozos estratigráficos de San Gervasio, Isla de Cozumel. Recibí cada bolsa tal como llegó del campo. Lavar cada pieza, seleccionar y depurar el material de conchas y moluscos, se llevó su tiempo. La colección muy completa y preservada de la familia Andrews me ayudo a nombrar cada objeto. Y así saber: ¿Qué comían? ¿Qué moluscos se fueron para ornamentación?, fue develándose. Mi padre, que aún vivía, se animó a ir conmigo hasta el sitio, porque él había hecho en su vida profesional algunas construcciones arquitectónicas en la isla y le encantó que esos materiales que estudié, fueran de tan emblemático lugar para él. (Continuará).

 

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