Un día, una circularidad. (11)
La visión simbólica, es la capacidad para penetrar las ilusiones.
Caroline Myss.
Es importante en la vida humana saber a qué nos referimos cuando
hablamos de ilusión. La definición nos dice que es un espejismo, algo alejado
de lo real. Existe en la mente y no siempre se puede llevar a la realidad. Las
ilusiones, juegan un papel preponderante en la construcción de la vida humana,
porque son las sustancias en las que se apoyan los hechos que queremos
concretar. El simbolismo en la vida de nosotros los homos sapiens sapiens
no es poca cosa, es ese pensamiento significante que a pesar de que no tiene un
asidero totalmente material, su existencia nos aclara la vida mediante ese
saber a qué se refieren las cosas que a veces ni están escritas, ni son tan
claras en la realidad. Son otras maneras de expresar. Me fascina ver a algún
joven con los jeans llenos de hoyos, eso contiene un simbolismo muy
actual, a veces sin saber por qué unos toman unos símbolos y otros seres
humanos los siguen. Así se dan los movimientos del pensamiento conjunto. Me
queda claro que, para hacer ese acto de moda, en este caso al que me refiero y
que tiene una gran implicación social, no cualquiera lo puede llevar a la
realidad, en primera porque no le significa lo mismo a todos o no se puede
portar con el mismo garbo y acto digno al hacerlo. El decoro es más una virtud
que un valor. Las modas extremas han de estar concebidas como parte de una
expresión que no a todos nos toca implementar, pero si entender. Así pues, lo
simbólico tiene sus tiempos y sus momentos. Casi todo lleva una centralidad
simbólica, aunque a veces el símbolo solo sea entendido cuando es vigente. Escribir un texto, hacer determinados ritos o
hasta el modo como nos movemos y nos adecuamos a la vida, está estructurado con
variedad de simbolismos. El símbolo es algo que se puede repetir mediante el
pensamiento y se puede transmitir sin palabras. No todos nos ponemos a
averiguar de más, sabemos bien que hay muchas cosas que damos por sentadas.
Intereses van y vienen y el género humano a pesar de
tener la misma esencia, no se apega en todo a los mismos símbolos. Creo que
vale mucho la pena saber (por un momento al menos) que esas herramientas
cerebrales no fueron un don al azar, han sido parte de nuestra condición
otorgada por Dios para poder ser quienes somos y ser mejores seres humanos. El
simbolismo es ver más allá de lo evidente. Cuando mis hijos eran niños yo veía
y compartía con ellos una programación infantil de dibujos animados y había uno
en particular en el que el super héroe tenía esa habilidad: ver más allá de lo
que es obvio, y así se expresaba a voz en cuello en la presentación. Un día, el
más peque me preguntó ¿Qué es eso de lo evidente? le expliqué a su nivel
y vino el verdadero aprendizaje para mí: darme cuenta que estaba yo por educar
y guiar a un ser inquisitivo, de una naturaleza con necesidad de explicaciones.
Me encanta, que por otro lado pude
descubrir a mi hija la más grande, como iba a ser mi complemento en esas
explicaciones y liderazgos de pensamiento porque su modo es más concreto. A
veces los hijos son harinas de costales diferentes y cada quien requiere las
respuestas a su esencia.
Los otros
seres con los que convivimos cercanamente, son los únicos que nos dicen las
cosas tal como son: Por ejemplo, el decir -Por favor responde rápido y
concreto, que eso de andarse con rollos no es lo mío- me suelen decir de vez en
cuando, porque aún dentro de la misma familia, no todos requerimos aclararnos
de más, hay seres que requieren respuestas más concisas.
Los seres que lo tienen todo archi claro son de
otro temperamento. En nuestra familia eso nos ha complementado. Aquí en casa
nos respetamos los modos, mas cuando yo me explayo y no hay para otros el
tiempo para tanto, si se me pide amablemente: -Por favor concreta-. ¡claro que
lo hago! porque eso es parte de la sal de la vida.
Todo tiene tambien que ver con lo que hemos comenzado
este texto: La dimensión de lo simbólico. Ese simbolismo que nos ha llevado a
desarrollar muy ampliamente la conciencia mental, cognitiva y sensible, nos
permite comprender el poder energético de cada ser. A veces nos preguntamos
porque hay personas que se enferman más que otras, y no hay duda de que tiene
todo que ver con la baja de energía y ni que decir el sistema inmune que se
descompone cuando nos andamos por donde no nos corresponde.
Una sobrina a veces me dice: -Invariablemente en verano
me acatarro- Me queda claro que sus niveles de protección inmune se bajan
cuando realiza el esfuerzo de trasladarse a la playa con todo lo que eso implica.
El simbolismo para el yucateco que se traslada a la playa, es único.
Irse Al Puerto,
tal como suelen decirlo algunos, es en verdad asunto serio. Va más allá de
lo evidente. Se vive, en los veranos una temporalidad totalmente
diferente. No en vano en Yucatán, así se le denomina al verano en el mar: La
Temporada.
Sabemos todos, que las temporalidades pueden afectar las
temperamentalidades. Si todos los aspectos de la vida se trasladan a una
comprensión más realista y las actividades en todo sentido se hacen de diferentes
maneras, es muy claro que viene un período obligado de adaptación, esto lo
vivimos en diferentes momentos.
Continuando con la revisión de lo que significa que
seamos seres con simbolismos muy acentuados, tambien la misma autora y teóloga
americana Caroline Myss nos dice: - el poder energético, actúa entre bastidores-.
Es decir, solo
quien percibe mas allá (de lo evidente) logra sentir las energías que se
desdoblan en la convivencia. Muchas veces ni cuenta nos damos de porque nos
sentimos de tal o cual manera, y es porque el simbolismo que manejamos para la
integridad de nuestro ser, está desfasado. Algunas personas (me cuento entre
ellas) cuando nos tenemos que salir de algunas rutinas que nos dan circularidad
probada, se puede perder el paso. Un ejemplo es cuando hay que hacer cosas que
no se nos dan con el mismo interés a todos, no soy muy afecta a hacer la
planeación de viajes, eso claramente en casa se le da de manera natural a
nuestra hija que es la mayor y que ha viajado mucho por trabajo y por placer (me
queda clero que por mí misma no iría a ninguna parte) mas el ánimo que percibo
en los pormenores cuando vamos salir de
la ciudad se me impregna y casi puedo decir, lo robo de los otros, en
cuanto los planes de lo que se va a hacer.
Obviamente me encanta pasear y conocer, ante todo aquí en casa somos museofilos,
la visita a museos es obligada y así sea el más sencillo o el más grande museo,
como el Metropolitan Museum de Nueva York, siempre es una ilusión volver. No es
que vayamos cada año, sino que las veces que hemos ido es como si fuera nuevo. Es
como sucede con los buenos libros: podremos volver mil y una veces a páginas
antes leídas y marcadas y siempre habremos de encontrar nuevos simbolismos. No
es lo mismo cuando se visita un sitio cuando somos niños o ya de adultos, ahí
en el Metropolitan de La Gran Manzana tuve la primera experiencia de un museo
tan grande, a los 7 (siete) años. Regresé años después, y todo lo de la antigüedad
me marcó, que fue cuando me significó y tuve mayor interés en estudiar
arqueología.
Ese simbolismo del que somos responsables los homos sapiens,
es algo que se has trastocado en épocas recientes. Ya la presencia de la verdad
vestida de mentira nos ha doblegado las percepciones, y parte de los miedos
ancestrales que ya habríamos de haber superado, están de vuelta. Eso de temer
al congénere que de pronto nos puede agredir, eso de vivir con miedo. La
civilización debiera habernos dado ya las herramientas para que seamos
empáticos por naturaleza, y nada de eso ha sucedido como lo podríamos esperar.
Nos damos cuenta que han sido más fuertes las fuerzas sociales del acaparar y
hoy día noto claramente como el acto de depredar aún está reinando con
simbolismos trastocados. Se ha revertido la significación, la misma paz ya se
entiende muy diferente a nivel mundial. Por ratos es difícil aceptarlo. Cuando
le preguntaron a Jean Goodall que pensaba del mundo actual, dijo que -los
reductos de esperanza no se han perdido- y yo comulgo con ese pensar.
Pues bien, la misma teóloga Myss, nos dice algunos puntos
que podemos poner sobre la mesa personal y reforzarnos, para no estar con los
bandazos emocionales. Y nos dice y los comento en paráfrasis:
Ten muy claras tus creencias y refuérzalas apenas puedas. Si algo o alguien
notas diferente a ti, dale su lugar, pero no continues por ese sendero, puede
ser nefasto.
No pierdas la apertura mental. Como hemos dicho: No significa renuncia, sino
adosamiento de la fuerza de la verdad en lo que tu sí crees.
Actúa, ya que
con tus actos estas dando más al mundo, que con tus teorías.
Nunca pierdas la facultad de intuir. Todos la tenemos y hay que utilizarla porque puede
evitar muchas disputas.
La realidad es lo más valido que tenemos. Mi madre decía
claramente, -ojo, niños, hay que aprender cual es la calidad de la melcocha-.
(Melcocha es un dulce hecho a base de miel, que se envuelve en hojas de
almendro.)
Jamás permitirnos la autocompasión. Nadie es culpable de lo que nos toca vivir.
Todo es elegido, aunque creamos que tal o cual
persona hacen o deshacen y eso nos afecta. Todo lo que vivimos es causa /efecto
de la vida por elección.
Nunca enjuiciar.
No sabemos porque una persona reacciona de tal o cual manera. Los modos son muy
personales, no olvidemos que los juicios de valor deshacen la virtud, la hacen
laxa e inestimable.
Si vivimos agresiones por parte de alguien, lo que sigue
es mandar bendiciones. No sabemos qué pretensiones retorcidas tiene cada ser
humano en el ser interno.
Ir de la mano del Dios en el que creemos, (que a veces no es solo asunto
religioso) la fe necesaria empieza por tenérsela a la vida misma, y hasta el
mismo ateísmo tiene sentido en algunas vidas, porque puede conducir a Dios de
maneras mas certeras. Dejar pasar los asuntos que no podemos resolver.
El éxito, la prosperidad, son asuntos personales y no se deben de estar manifestando
como logros que a los demás no les interesan. A veces las personas que hoy día
se manifiestan de más en las redes sociales, corren riesgos de muchos tipos, aún
no hemos terminado de comprender esos rubros.
Esta revisión de escritos pasados, me lleva un tiempo
sagrado que valoro como reivindicación del presente. Llevo años con la
parsimonia que corresponde al respecto. Dice Duccio Demetrio, cuando propone
las valías de escribirse a uno mismo: -podremos recordar, pero rememorar es
otra cosa-. ¡Y sí que lo es!, porque el recuerdo no es a veces tan
significativo como la rememoración.
En el año 2010, mi mente sufrió un reajuste, y está
documentado. Volví a preguntarme de lo valido de tener más viva la
religiosidad, de tenerla más presente. Volví una vez más con interés renovado a
la Biblia. Para todos los humanos es importante la cosmovisión cada vez mas
clara, y mientras ésta se vaya mejorando,
entenderemos el paso de los años y la edad.
Ese magno dicho bíblico del Dios de los católicos que nos
dice: -Yo soy, el que soy- retumbó una vez más en mí, porque la esencia
que es, nunca cambia.
Ese sentir que a veces uno mismo se achaca de decir -No
debí hacer esto o lo otro- como que recrimina con un sinsentido, mas no
es así, lo que nos cuestionamos nos puede llevar a mejores respuestas ¿Desandar
caminos por los cabos sueltos? ¿Quién tiene todos los cabos de su vida personal
bien atados? -. yo creo que nadie.
De pronto tuve un tiempo en que la religiosidad la perciba
como una lacra, como un impedimento para pensar con claridad. Y ¿De qué sirve
sentir nubes negras sobre nuestra cabeza? De mucho, porque se aprecia mejor la
luz.
Las insatisfacciones mentales tienen un camino que solo
uno mismo puede zanjar. A veces solo se asientan en ilusiones. Si no hay motivo
evidente de cuestionar… ¡pues no hay que hacerlo! porque las cuestiones, tienen
su tiempo y nos dan pie a saber que el mando de una realidad elegida y que
entendemos es la que dirige en certidumbre a nuestro ser.
Cuando la paz se va implementando en la vida, se sienten
los círculos vitales como mantas de seda de colores tenues que se asientan y
suavemente documentan nuestra mente de lo valido. Experimentarlo es un logro
grande, del que podemos asirnos y saber qué es lo que ahí nos ayuda a ser personas
y no meros individuos.
El camino es darnos herramientas para afinar el proyecto
de vida. No es tan complejo cuando vamos de la mano del Dios en el que sí
creemos, y si nos habla al oído, nos deja claro que las dudas no dejan de
existir nunca. Tener la virtud de autoconducirnos en el sendero elegido, ante
la grandeza de lo infinito, ¿Qué reparo podremos argumentar? la mente se asienta y surge la luz de lo que
en la vida es realmente importante. (Continuará).
No hay comentarios:
Publicar un comentario