miércoles, 15 de octubre de 2025

 

Un día, una circularidad. (11)

 

                                                             La visión simbólica, es la capacidad para penetrar las ilusiones.

Caroline Myss.

                                                            Es importante en la vida humana saber a qué nos referimos cuando hablamos de ilusión. La definición nos dice que es un espejismo, algo alejado de lo real. Existe en la mente y no siempre se puede llevar a la realidad. Las ilusiones, juegan un papel preponderante en la construcción de la vida humana, porque son las sustancias en las que se apoyan los hechos que queremos concretar. El simbolismo en la vida de nosotros los homos sapiens sapiens no es poca cosa, es ese pensamiento significante que a pesar de que no tiene un asidero totalmente material, su existencia nos aclara la vida mediante ese saber a qué se refieren las cosas que a veces ni están escritas, ni son tan claras en la realidad. Son otras maneras de expresar. Me fascina ver a algún joven con los jeans llenos de hoyos, eso contiene un simbolismo muy actual, a veces sin saber por qué unos toman unos símbolos y otros seres humanos los siguen. Así se dan los movimientos del pensamiento conjunto. Me queda claro que, para hacer ese acto de moda, en este caso al que me refiero y que tiene una gran implicación social, no cualquiera lo puede llevar a la realidad, en primera porque no le significa lo mismo a todos o no se puede portar con el mismo garbo y acto digno al hacerlo. El decoro es más una virtud que un valor. Las modas extremas han de estar concebidas como parte de una expresión que no a todos nos toca implementar, pero si entender. Así pues, lo simbólico tiene sus tiempos y sus momentos. Casi todo lleva una centralidad simbólica, aunque a veces el símbolo solo sea entendido cuando es vigente.  Escribir un texto, hacer determinados ritos o hasta el modo como nos movemos y nos adecuamos a la vida, está estructurado con variedad de simbolismos. El símbolo es algo que se puede repetir mediante el pensamiento y se puede transmitir sin palabras. No todos nos ponemos a averiguar de más, sabemos bien que hay muchas cosas que damos por sentadas.

Intereses van y vienen y el género humano a pesar de tener la misma esencia, no se apega en todo a los mismos símbolos. Creo que vale mucho la pena saber (por un momento al menos) que esas herramientas cerebrales no fueron un don al azar, han sido parte de nuestra condición otorgada por Dios para poder ser quienes somos y ser mejores seres humanos. El simbolismo es ver más allá de lo evidente. Cuando mis hijos eran niños yo veía y compartía con ellos una programación infantil de dibujos animados y había uno en particular en el que el super héroe tenía esa habilidad: ver más allá de lo que es obvio, y así se expresaba a voz en cuello en la presentación. Un día, el más peque me preguntó ¿Qué es eso de lo evidente? le expliqué a su nivel y vino el verdadero aprendizaje para mí: darme cuenta que estaba yo por educar y guiar a un ser inquisitivo, de una naturaleza con necesidad de explicaciones.  Me encanta, que por otro lado pude descubrir a mi hija la más grande, como iba a ser mi complemento en esas explicaciones y liderazgos de pensamiento porque su modo es más concreto. A veces los hijos son harinas de costales diferentes y cada quien requiere las respuestas a su esencia.

 Los otros seres con los que convivimos cercanamente, son los únicos que nos dicen las cosas tal como son: Por ejemplo, el decir -Por favor responde rápido y concreto, que eso de andarse con rollos no es lo mío- me suelen decir de vez en cuando, porque aún dentro de la misma familia, no todos requerimos aclararnos de más, hay seres que requieren respuestas más concisas.

Los seres que lo tienen todo archi claro son de otro temperamento. En nuestra familia eso nos ha complementado. Aquí en casa nos respetamos los modos, mas cuando yo me explayo y no hay para otros el tiempo para tanto, si se me pide amablemente: -Por favor concreta-. ¡claro que lo hago! porque eso es parte de la sal de la vida.

Todo tiene tambien que ver con lo que hemos comenzado este texto: La dimensión de lo simbólico. Ese simbolismo que nos ha llevado a desarrollar muy ampliamente la conciencia mental, cognitiva y sensible, nos permite comprender el poder energético de cada ser. A veces nos preguntamos porque hay personas que se enferman más que otras, y no hay duda de que tiene todo que ver con la baja de energía y ni que decir el sistema inmune que se descompone cuando nos andamos por donde no nos corresponde.

Una sobrina a veces me dice: -Invariablemente en verano me acatarro- Me queda claro que sus niveles de protección inmune se bajan cuando realiza el esfuerzo de trasladarse a la playa con todo lo que eso implica. El simbolismo para el yucateco que se traslada a la playa, es único.

 Irse Al Puerto, tal como suelen decirlo algunos, es en verdad asunto serio. Va más allá de lo evidente. Se vive, en los veranos una temporalidad totalmente diferente. No en vano en Yucatán, así se le denomina al verano en el mar: La Temporada.

Sabemos todos, que las temporalidades pueden afectar las temperamentalidades. Si todos los aspectos de la vida se trasladan a una comprensión más realista y las actividades en todo sentido se hacen de diferentes maneras, es muy claro que viene un período obligado de adaptación, esto lo vivimos en diferentes momentos. 

Continuando con la revisión de lo que significa que seamos seres con simbolismos muy acentuados, tambien la misma autora y teóloga americana Caroline Myss nos dice: - el poder energético, actúa entre bastidores-.

 Es decir, solo quien percibe mas allá (de lo evidente) logra sentir las energías que se desdoblan en la convivencia. Muchas veces ni cuenta nos damos de porque nos sentimos de tal o cual manera, y es porque el simbolismo que manejamos para la integridad de nuestro ser, está desfasado. Algunas personas (me cuento entre ellas) cuando nos tenemos que salir de algunas rutinas que nos dan circularidad probada, se puede perder el paso. Un ejemplo es cuando hay que hacer cosas que no se nos dan con el mismo interés a todos, no soy muy afecta a hacer la planeación de viajes, eso claramente en casa se le da de manera natural a nuestra hija que es la mayor y que ha viajado mucho por trabajo y por placer (me queda clero que por mí misma no iría a ninguna parte) mas el ánimo que percibo en los pormenores cuando vamos   salir de la ciudad se me impregna y casi puedo decir, lo robo de los otros, en cuanto los planes de lo que se va a hacer.  Obviamente me encanta pasear y conocer, ante todo aquí en casa somos museofilos, la visita a museos es obligada y así sea el más sencillo o el más grande museo, como el Metropolitan Museum de Nueva York, siempre es una ilusión volver. No es que vayamos cada año, sino que las veces que hemos ido es como si fuera nuevo. Es como sucede con los buenos libros: podremos volver mil y una veces a páginas antes leídas y marcadas y siempre habremos de encontrar nuevos simbolismos. No es lo mismo cuando se visita un sitio cuando somos niños o ya de adultos, ahí en el Metropolitan de La Gran Manzana tuve la primera experiencia de un museo tan grande, a los 7 (siete) años. Regresé años después, y todo lo de la antigüedad me marcó, que fue cuando me significó y tuve mayor interés en estudiar arqueología.  

Ese simbolismo del que somos responsables los homos sapiens, es algo que se has trastocado en épocas recientes. Ya la presencia de la verdad vestida de mentira nos ha doblegado las percepciones, y parte de los miedos ancestrales que ya habríamos de haber superado, están de vuelta. Eso de temer al congénere que de pronto nos puede agredir, eso de vivir con miedo. La civilización debiera habernos dado ya las herramientas para que seamos empáticos por naturaleza, y nada de eso ha sucedido como lo podríamos esperar. Nos damos cuenta que han sido más fuertes las fuerzas sociales del acaparar y hoy día noto claramente como el acto de depredar aún está reinando con simbolismos trastocados. Se ha revertido la significación, la misma paz ya se entiende muy diferente a nivel mundial. Por ratos es difícil aceptarlo. Cuando le preguntaron a Jean Goodall que pensaba del mundo actual, dijo que -los reductos de esperanza no se han perdido- y yo comulgo con ese pensar.

Pues bien, la misma teóloga Myss, nos dice algunos puntos que podemos poner sobre la mesa personal y reforzarnos, para no estar con los bandazos emocionales. Y nos dice y los comento en paráfrasis:

Ten muy claras tus creencias y refuérzalas apenas puedas. Si algo o alguien notas diferente a ti, dale su lugar, pero no continues por ese sendero, puede ser nefasto.

No pierdas la apertura mental. Como hemos dicho: No significa renuncia, sino adosamiento de la fuerza de la verdad en lo que tu sí crees.

Actúa, ya que con tus actos estas dando más al mundo, que con tus teorías.

Nunca pierdas la facultad de intuir. Todos la tenemos y hay que utilizarla porque puede evitar muchas disputas.

La realidad es lo más valido que tenemos. Mi madre decía claramente, -ojo, niños, hay que aprender cual es la calidad de la melcocha-. (Melcocha es un dulce hecho a base de miel, que se envuelve en hojas de almendro.)

Jamás permitirnos la autocompasión. Nadie es culpable de lo que nos toca vivir.

Todo es elegido, aunque creamos que tal o cual persona hacen o deshacen y eso nos afecta. Todo lo que vivimos es causa /efecto de la vida por elección.

Nunca enjuiciar. No sabemos porque una persona reacciona de tal o cual manera. Los modos son muy personales, no olvidemos que los juicios de valor deshacen la virtud, la hacen laxa e inestimable.

Si vivimos agresiones por parte de alguien, lo que sigue es mandar bendiciones. No sabemos qué pretensiones retorcidas tiene cada ser humano en el ser interno.

Ir de la mano del Dios en el que creemos, (que a veces no es solo asunto religioso) la fe necesaria empieza por tenérsela a la vida misma, y hasta el mismo ateísmo tiene sentido en algunas vidas, porque puede conducir a Dios de maneras mas certeras. Dejar pasar los asuntos que no podemos resolver.

El éxito, la prosperidad, son asuntos personales y no se deben de estar manifestando como logros que a los demás no les interesan. A veces las personas que hoy día se manifiestan de más en las redes sociales, corren riesgos de muchos tipos, aún no hemos terminado de comprender esos rubros.

Esta revisión de escritos pasados, me lleva un tiempo sagrado que valoro como reivindicación del presente. Llevo años con la parsimonia que corresponde al respecto. Dice Duccio Demetrio, cuando propone las valías de escribirse a uno mismo: -podremos recordar, pero rememorar es otra cosa-. ¡Y sí que lo es!, porque el recuerdo no es a veces tan significativo como la rememoración.

En el año 2010, mi mente sufrió un reajuste, y está documentado. Volví a preguntarme de lo valido de tener más viva la religiosidad, de tenerla más presente. Volví una vez más con interés renovado a la Biblia. Para todos los humanos es importante la cosmovisión cada vez mas clara, y mientras ésta se vaya mejorando,  entenderemos el paso de los años y la edad.

Ese magno dicho bíblico del Dios de los católicos que nos dice: -Yo soy, el que soy- retumbó una vez más en mí, porque la esencia que es, nunca cambia.

Ese sentir que a veces uno mismo se achaca de decir -No debí hacer esto o lo otro- como que recrimina con un sinsentido, mas no es así, lo que nos cuestionamos nos puede llevar a mejores respuestas ¿Desandar caminos por los cabos sueltos? ¿Quién tiene todos los cabos de su vida personal bien atados? -. yo creo que nadie.

De pronto tuve un tiempo en que la religiosidad la perciba como una lacra, como un impedimento para pensar con claridad. Y ¿De qué sirve sentir nubes negras sobre nuestra cabeza? De mucho, porque se aprecia mejor la luz.

Las insatisfacciones mentales tienen un camino que solo uno mismo puede zanjar. A veces solo se asientan en ilusiones. Si no hay motivo evidente de cuestionar… ¡pues no hay que hacerlo! porque las cuestiones, tienen su tiempo y nos dan pie a saber que el mando de una realidad elegida y que entendemos es la que dirige en certidumbre a nuestro ser.

Cuando la paz se va implementando en la vida, se sienten los círculos vitales como mantas de seda de colores tenues que se asientan y suavemente documentan nuestra mente de lo valido. Experimentarlo es un logro grande, del que podemos asirnos y saber qué es lo que ahí nos ayuda a ser personas y no meros individuos.

El camino es darnos herramientas para afinar el proyecto de vida. No es tan complejo cuando vamos de la mano del Dios en el que sí creemos, y si nos habla al oído, nos deja claro que las dudas no dejan de existir nunca. Tener la virtud de autoconducirnos en el sendero elegido, ante la grandeza de lo infinito, ¿Qué reparo podremos argumentar?  la mente se asienta y surge la luz de lo que en la vida es realmente importante. (Continuará).

 

 

 

 

 

 

 

miércoles, 8 de octubre de 2025

 

Un día, una circularidad. (10)

                                                                Con constancia y un poco más de apertura mental, podremos dar forma al círculo mayor de la vida personal, el potencial circular del día es aliado, nunca contrario. MJ.

                                                                            Cuando hablamos de apertura mental nunca nos referimos a cambios drásticos de principios de vida y mucho menos de que las creencias se vuelvan laxas o transitorias, más bien esto se refiere a que hay que afianzar con nuevos coloridos, esos que se dan en la conciencia, que aun sin darnos mayor cuenta cada dia se renueva. Transformar la vida de cada día no es tarea difícil, es tan solo ese estar atentos como lo propone el Zen, es decir las posibilidades de bien que se nos presentan habremos de tenerlas lo más claras posible. Deslindar, percibir sin tanto argumento adosado y poder ver la centralidad que afirma las acciones de un solo día. Ese día a día que vivimos es una bendición, es ahí mismo donde se da la vida real, esa que en verdad tiene el sentido de la misión elegida, y aunque parezca que es tan solo una parte muy sencilla de lo que vivimos, es mucho más.  Cuando hoy día me entero de que mi nieto en primer año de primaria ya está viendo y hablando de los tipos de comunicación que existen y las cosas relativas a las dinámicas de la informática, esa visión nueva me conforta, nos percatamos de los recorridos que esperan a los peques del futuro. Mientras me lo cuenta mi hijo, aprovechando algún recorrido en el automóvil (que es cuando hoy día se pueden tener algunas conversaciones mas estructuradas) nos encanta poder darnos ese ir y venir de ideas.  Tambien hablamos de que no podemos permitir dejar pasar el asombrarse en la vida, es algo que no podemos desdeñar, quien pierde esa facultad es seguro que se encone en la lógica y el razonamiento extremo y no olvidemos que la mente se abre cuando descubrimos, asombrarnos es como si algo lo viviéramos por primera vez. Los caminos de la ciencia que van tan solo buscando todo razonado, sí que dan mucho, mas la otra dimensión de la que disponemos que es la mental/espiritual no puede soltarse. La ciencia actual es mucho más dinámica y propositiva y va encaminada a un sinfín de conocimientos que solo podremos hacer nuestros a partir de la divulgación elegida, y esa es tarea personal. Hablaremos por aquí en parte de nuestra especie, ese homo que al asignársele el nombre de sapiens a veces uno casi lo pone en duda, más aún sabemos que luego los científicos nos llamaron: sapiens sapiens, y no podemos evitar llevarnos las manos a la cabeza… ¿Qué tan atinado es nombrarnos doblemente sabios? de entrada es un honor.

Si es que así nos quisimos auto denominar sin saber bien a bien que no podríamos con el paquetazo que eso implica, ha llegado el momento de que eso que nos demanda la realidad, como coherencia y asertividad, se convierta en tarea de todos. Con lo que se nos ha entregado tendríamos para dar y repartir y lo único real es que acaparamos como con un ánimo depredador, es normal que exista ese proceder ya en los primeros estadios de la humanidad era la lucha por la existencia un deber, mas eso ya hoy día está superado, vivir tomando de más, y peor aun acumulando sin sentido, está fuera de los ámbitos éticos.

EL conjunto de virtudes humanas ahí está, valdría la pena volver a recodarlas con firmeza. El saber distinguirlas podrá abrir camino y así tambien trabajarse en ellas y por ellas, y hasta hacer divertido a los peques como una enseñanza natural, pasarlas como parte integrante del día a día. Lo virtuoso ayudará para ese inevitable momento que se dará al irnos del mundo, lograr que sea pletórico de paz, saber que el tiempo de Dios es perfecto.

¿Cómo descubrimos en la vida lo que es parte de nuestra paz?, pues entendiendo con cabalidad la doctrina que nos asiste y nos enseña, todos hemos nacido en alguna tradición religiosa que de pronto ni conocemos. Cada camino religioso tiene sus propuestas validas, en el caso de los católicos son las parábolas, los pasajes bíblicos especiales, una lectura constante de nuestro libro sagrado. En lo personal, aunque sabía que había diversidad de Biblias, ahora un presbítero de la parroquia a la que asisto me recomendó -La Biblia del pueblo-. Le dije que yo leía otra, y claramente me dijo:  -es bueno cambiar las lecturas y así enriquecer con los comentarios que algunas traen-. Así es que de inmediato se asentó en mi mesa de lecturas. Le hice caso y la adquirí sin más vueltas, con comentarios de parte de mi hijo, como la recomendación: -lee, empezando por el Nuevo Testamento, así muchas cosas se podrán entender mejor cuando leas el antiguo-. Interesante me parece, y como alumna de mi joven retoño (que busca comprender mejor la religión que se le ha brindado en la familia) pues en primera instancia ahí me veo, lectura y atención en una sola emisión. Lo que sabemos con nuevos enfoques nos hace crecer, y cada oveja sabe en donde pastar para que su digestión sea buena. El crecimiento personal es algo que hacemos patente a nosotros mismos, esa parte no le interesa a nadie, hasta que, por añadidura, (si se da la posibilidad) podremos compartirlo. El bien mayor proviene siempre de nosotros mismos al asentar la lectura sin mayores pretensiones, no es memorizar, es tan solo pensar con atención.  Por ejemplo: la virtud de ser un ser laborioso, este precepto nos ayuda a realizar muchas encomiendas que a veces son tequiosas y las posponemos, pero que bien sabemos que valen la pena y esa virtud por lo tanto nos aleja con más facilidad de la pereza.

Nos dice el padre Calvo: -hay que saber que existen palabras pluricenicas, es decir que pueden tomarse con varios significados, me pareció muy interesante el termino, porque jamás lo había escuchado, y aunque no está registrado en el diccionario de la lengua española, me pareció lógico. Si existe, o él se lo inventó, pues bienvenido.

¿Qué es crecer en el espíritu?

Me hago la pregunta así de clara en los renglones del diario en revisión.

Quien crece en interioridad cambia algunos modos de la vida diaria. Eso se puede volver tarea placentera y nada tequiosa cuando lo hacemos con serena armonía, me queda claro que a veces no alcanza el día para tanto, pero ¿qué más importante que vivir con nosotros mismos algún crecimiento personal? y es seguro que con esto no se cae tan fácil en juegos que solo provocan cansancio al alma. Así mismo me dije: -Jamás podremos considerarnos una suma de apartados, más bien somos una concentralidad de círculos que en los tiempos necesarios y justos se van expandiendo, se van fortaleciendo con los años-.

Se van haciendo como tratos y contratos con la vida misma. Los psicólogos de hoy día, proponen acuerdos, algunos serán en cierto sentido inamovibles mientras tengan valor, luego se verá cómo adecuarlos, cuando lo valioso tome coloridos nuevos.  

Como cuando exactamente aprendemos a utilizar la palabra NO, y cuando así lo decidimos, esa misma es la que rige nuestros designios. Nunca tener temblorosa la mente cuando decimos NO. Decirlo, cuando nos estamos dando cuenta que hay acciones que claramente nos roban la paz. Mi paz es el oro en polvo que habita mi vida actual, a cada paso la cuido, la protejo como a la niña de mis ojos.

No existe una conciliación total con la vida misma. En el fondo del alma, es a eso a lo que todos aspiramos, de hecho, cuando yo misma me cuestiono ¿cómo me atreví a asignarme la tarea de escribirme por los años de los años… Amén, ¿y a escribir?  me doy cuenta que los acuerdos se cumplen y los más importantes: los personales, mucho más si se perciben desde el fondo del ser. Esos seres que comparten la vida con nosotros más cercanamente, ¡conocerlos mejor!  Leer un poco más, tanto que ya propone la virtualidad como lo es este periódico tan bien fundamentado con la energía joven que lo caracteriza, Estamosaqui, llevado por caminos muy propositivos y los periodistas tan talentosos que se han dado a esta encomiable labor.   No hemos venido al mundo a mimetizarnos en lo que vemos en otro ser, sino a salir con las propias fuerzas y propuestas interiores y así responder con buenos diálogos o si es necesario con largos momentos de conversación.

                                                                          Cambiando un poco de giro y volviendo a lo que veníamos comentado sobre los neandertales hay algunos asuntos interesantes que tratar, lo propongo porque con eso comprendemos que tan fácil se nos ha dado todo en ciertos aspectos actuales y como eso mismo lo desvaloramos hoy día. El valor de la vida en esos grupos primeros era de otra índole y difícil, lo sabemos mejor cuando escuchamos a los investigadores y nos hacemos más conscientes de quienes somos.

No hemos puntualizado lo importante que ha sido para la misma ciencia Antropológica develar sus caminos con acierto, no ha sido tarea fácil.  Se le denomina Antropología Cultural a todo ese aporte labrado por el ser humano, las manifestaciones materiales e inmateriales, desde las más sencillas como una punta de lanza, hasta la IA, de nuestros días. Para los acuerdos de la ciencia del hombre, se han escrito ríos y ríos de tinta, horas y horas de disertaciones entre los científicos. Ahí está para nosotros, darnos espacio para gozar en las librerías y adquirir algo que nos haga ilusión. El olor de un libro… ¡Cuanta paz!

Esos investigadores se la juegan muchas veces y proponen conocimientos que con el devenir de los tiempos se cambian, y no quiere decir que lo que propusieron estuviera errado, era tan solo el punto de vista al que se podía llegar en tal o cual momento. Exacto como pasa en otros saberes científicos humanos y en especial podremos poner un ejemplo de la ciencia Psicológica y el psicoanálisis de Freud, ya no está en la cúspide.

Imaginémonos el fascínate momento en que se encontró el cráneo de Neandertal en el valle de Neander, tuvieron que pasar algo así como 100(cien años) para que después de miles de interpretaciones y disertaciones se llegara a concretar que era ¡un humano de otro tiempo! de otra índole y que, aunque sí había vivido y convivido en parte con los sapiens no era uno de ellos, era tan solo otra rama totalmente diferente.

Durante el siglo XIX a muchos estudiosos se les tachó de locos, por decir lo menos. Ya durante el siglo XX, se empezaron a tomar más en serio las cosas. Las interpretaciones dibujadas que se hacían de cómo podría verse la especie, sin ayuda de las magníficas computadoras de hoy día, pintaban a estos seres mucho mas grotescos de lo que son. No se había comprendido la cultura aportada en términos de una mente afinada y compasiva, así como inteligente y resoluta. Se encuentran entierros con restos de flores ofrecidas al difunto, así como instrumentos que solo pueden responder a una mente bien estructurada. En el año de 1960, apenas el siglo pasado, se hacen unos dibujos compartidos por dos estudiosos, el ilustrador checo Zdenek Burian y con la colaboración de un prestigiado paleontólogo Josef Augusta, fueron 52 (cincuenta y dos) laminas para un libro llamado -El hombre prehistórico-. Son hermosas, pero para nada ilustraban fielmente a los neandertales.

Características como: -Profundidad en la mirada, inteligencia, sensibilidad y humanidad eran necesarias para poder hablar de que estos seres tenían prácticamente un cerebro muy bien dotado.

No podemos dejar de observar que la dureza y dificultad en sus vidas fue implacable, les tocó vivir las edades del hielo más fuertes e inimaginables, en las que tenían que desplegar la caza compleja para sobrevivir. Existen unas acuarelas en el Museo de Historia Natural de Londres, ejecutadas con mucha maestría por el pintor naturalista Maurice Wilson.

Fue hasta el año 1980, del siglo pasado, cuando los investigadores -comienzan a estar de acuerdo, apoyados por la pujanza de la disciplina paleontológica-.

Se empiezan a estudiar la presencia de ropajes, de manifestaciones mucho mas concebidas simbólicamente, y cuando hablamos de símbolo, estamos en verdad hablando de una inteligencia bien conformada, ¡por la que sí somos sapiens, sin duda!

Se empiezan a escribir historias literarias muy fidedignas a lo que pudo haber sido esa vida neandertal. Existe una película muy elocuente que se titula -La conquista del Fuego-.

Siendo que el cerebro es el órgano humano de donde partió el concepto simbólico, es el simbolismo una característica muy particular de nuestra especie. Se dice que los neandertales lo tenían, mas no tan desarrollado como ya se encuentra en los sapiens. De lo simbólico se dice que se desprende la nueva conciencia, es decir en primer lugar ser capaces de vernos desde fuera. Esto nos lleva a autoevaluarnos.

Es en la parte frontal del cerebro humano en donde se da la planificación, se centra la atención y se realiza la función de tener un juicio.

Existe un área de la ciencia arqueológica, llamada cognitiva, que se ocupa de entender mediante los vestigios parte de la psique. Esto es lo que a fin de cuentas se va a reflejar en lo simbólico y obviamente en el arte. Si se ha podido observar y se observa mejor hoy día, como los neandertales fueron capaces de ordenar sus mentes, pero ya con los sapiens esto se da como un hecho claro y muy relevante.

Fue la voluntad bien conducida lo que dio camino a esos ordenamientos para solucionar la vida de cada día, herramientas muy refinadas, y junto con pegado lo que se dio es una expresión de lo espiritual, es decir asuntos que se reflejan con símbolos, y que apelan a una vida entendida más allá de lo material.

La secuencia abstracta existe desde que el sapiens se dio a la tarea de expresarse culturalmente. Desde las sencillas líneas trazadas con delicadeza en una vasija, en una concha, hasta el movimiento de un bisonte reflejado en la pared de una cueva pintada.

La posición de la laringe es básica, en los neandertales se ve más elemental, por lo que se piensa que el lenguaje no fue muy nítido en esta especie. Ya en el caso de los sapiens es otro cantar, la laringe está mucho más desarrollada.

La búsqueda de los colores para poder expresarse fue a voluntad. Se dice que el color negro se obtuvo del dióxido de manganeso, el ocre provino de algunas arcillas, así como el rojo y marrón de algunos elementos naturales.

El enterrar a los muertos es ante todo un signo de respeto al difunto.

Se cree que al neandertal le costó más la innovación. Ellos mantenían sus logros con mucho recelo y muchas cosas eran transportadas con tremendo cuidado, como el fuego. Se cree que luego ya se pudo obtener con más facilidad con técnicas como la de frotación de troncos y la obtención del mismo cuando había incendios.

                                                                        En lo personal soñé con poder estar muy de cerca de esos encuentros arqueológicos de nuestros ancestros mediante la ciencia, vivir la paleontología en el campo de trabajo, mas la realidad es la que manda el juego y habremos de entender que la vida no solo es desear, también es aterrizar en lo que nos toca asumir y vivir.  Le debo a mi padre el haber gozado de muchísimos momentos de lectura en la niñez y juventud con artículos de la revista National Geographic, que ahora me he enterado por mi hermano, que él, cuando mi padre partió de este mundo donó la colección completa a una escuela cercana a su casa en un poblado yucateco.  Ojalá esos niños sigan valorando lo que se puede aprender de una publicación de papel, y nunca se extinga esa manera de hacer textos. Da mucha tristeza enterarnos que muchos libros muy valiosos de pronto se deshojan para hacer un collage y perder esa fuente tan especial de guardar el conocimiento. Creo que hay que tener presente el regalar libros a los niños, a los adultos, y que se continue valorando como un acto de acierto y gozo el sentarse por ratos a leer, sea virtual o no. El otro día en un programa de televisión escuche: -Ya nadie lee-. (Continuará.).

 

 

 

 

 

 

 

miércoles, 1 de octubre de 2025

 

Un día, una circularidad. (9)

                                                                         Concebir la vida como un círculo de círculos, nos permite visualizar mejor y recordar los momentos que han   pasado y como han dejado la línea circular necesaria que concatena todo.  MJ

                                                                                 Saber que todo está ligado, nos da paz.

La fuerza de vivir es redonda y nunca hay días desperdiciados cuando la vida en el circulo mayor va con las pausas que a veces percibimos muy precisas y otras inevitablemente son difusas. Así tambien sabemos que se aparecen las curvas más pronunciadas que pareciera que son capaces de hundirnos en algún abismo, y de pronto las vivencias se hacen más llevaderas. Cuando se amalgama la vida y sabemos qué círculos hemos vivido, así como en cual estamos, es más claro lo que deseamos de frente, tenemos más certidumbre y el cielo se une a la tierra. Escribir para nosotros mismos, por algunos momentos parecería un acto de vanidad absurda, y lo que vamos encontrando cuando se hace la revisión posterior, es todo menos vano, etapa por etapa se presenta como algo que ha sido y será, ante todo de gozo. Lo vivido siempre nos deja ese conocer que no es tan solo conocimiento llano y textual, es algo menos tangible, se guarda en nuestro interior para saber los sabores asentados que se convierten en perdurables, se impregnan en nosotros. En las células se va quedando el limo del saber más allá de las palabras, exacto como lo dice Carme Jiménez cuando nos habla de lo que es y cómo nos impacta a cada ser, el lenguaje humano. Sí, es muy importante saber, mas no es la acumulación cuantitativa lo que le da sustancia a la vida, sino el hilo vital que refuerza al espíritu. Lo que conocemos, y más aun lo que aprendemos tanto de teoría como de vivencia sencilla, logra hacer que todo se perciba redondo en el ser, con mas potencialidades de integridad. El conocimiento mismo per se, hasta puede olvidarse, mas lo que ha dejado para hacer de la vida una circularidad, eso nunca se va. Saber que nada ha caído en saco roto. Nada. Lo vano, es ficción. Ese entramado o saco vivencial con la trama de hilos que van desde muy delgados hasta muy gruesos, sostiene y hace mas vívido el circulo vivencial de cada 24(veinticuatro) horas. Cuando se percibe más claramente, es a la hora del cierre. El paso de los años deja para el final lo más significativo y aun sintiendo que años pasados se fueron apenas sin percatarnos, con el tiempo se hace más claro. Mucho percibimos como más fuerte, a mí me suelen dejar con la palabra en la boca bastante seguido, porque la mayoría de las personas quiere las conversaciones concretas y resumidas, rápidas y sin tanto adorno, y no pasa nada, ya lo sé y me doy cuenta con quienes sí puedo explayarme y con quienes no. A veces son solo las sonrisas las que nos llegan con más luz.

Saber escuchar las carcajadas de los niños que quisiéramos se quedasen grabadas por siempre en nosotros. ¿Qué nos ayudará para capear los últimos años de vida que Dios nos permita?

 Obviamente depurar el equipaje sin duda alguna es tarea ineludible y se vuelve el motivo central, más allá cada uno sabemos cuáles son los rumbos por los que queremos enfocar. Hay círculos totalmente cerrados para siempre. En lo personal siento que las etapas de mi vida están marcadas por diferentes coloraciones, es así que puedo vislumbrar cuando cerré un determinado circulo.  A decir verdad, en mi caso hasta la dirección que toma la letra manuscrita en mis libretas lleva un significado, y noto cuando he escrito cansada o cuando mi ánimo brinca como un grillo verde sobre la yerba fresca.

La realidad con el paso de los años se puede hacer más nítida, y creo que esa es la pretensión del conocimiento de principios religiosos y no lo que a veces se cree que solo sirven como armas represoras. El circulo vital es gozoso, es decir el de toda la vida, se va pintando con tenacidad personal. Los colores están ahí siempre presentes, nosotros los hemos elegido. Grises, que aun pareciendo dolorosos los hemos vivido como entonadores de armonías, azules protectores que nos dan confianzas inauditas y ni qué decir de los amarillos sabios, por mencionar algunos. Y vamos dando a la vida lo que en plástica se conoce como medios tonos. En estos días que con mis siete décadas a cuestas me avoco a revisar esas técnicas de plástica que he amado desde muy niña, me sorprendo de cómo se pueden afinar. Es algo así como cuando vamos a la sinfónica y escuchamos a cada violín repasar sonidos que se nos antojan dispersos, y no lo son.  Con mucha más paciencia, es seguro que caminaremos fuertes en las hondonadas de la creatividad con calidad, y no pensando que lo que hacemos se medirá en cantidades. Johannes Vermeer el pintor, tiene una obra pictórica en la que nos dice con claridad como el valor de la cantidad puede abrumar, el de la calidad puede ofrecer vida pura. En lo personal me basta contemplar el cuadro de -La niña del arete de perla-. Este pintor solo realizó alrededor de 35 (treinta y cinco) obras, las suficientes para que le conozcamos a él mismo y no a sus antojos ególatras por hacer sin medida. El tiempo, nos sonríe diferente cuando lo tomamos pausado, se convierte en el mejor aliado con calmas y silencios y no con ateperamientos y ruidero.  El día, nos muestra las blancuras de sus luces con mas nitidez desde el color que va tomando cada momento y en las personas mayores cada cabello que se encanece habla maravillas de lo que ahí mismo se ha acumulado cuando vemos lo valiosa que ha sido la vida. Tiempo que está y estará mientras no seamos convocados a la eternidad.

Mientras nosotros no queramos tragarnos la temporalidad descabelladamente, el reloj nos dice siempre que confiemos en su nobleza. La obra acrílica que he realizado hasta el dia de hoy, tiene referencia al tiempo, y me he hecho aliada de él.

Creo que en las relaciones humanas tambien podría pasar algo así con los años. Nos damos cuenta de muchas cosas que tienen que ver con las afinidades, con los cariños incondicionales y ni que decir con la pareja que nos ha acompañado ya por años. Todo como que toma un cariz mucho mas añejo y los mohos (ese limo que lo invade todo, y ni que decir por aquí en el sureste que lo conocemos como cuxum) dan ese tono como si todo se embarrase de verde, de negro y grises, sobre todo en los muros. Me llama mucho la atención hoy día que se restauran casas muy muy antiguas, como los arquitectos y restauradores, así como los diseñadores del espacio vital de la construcción, permiten que esas manchas sean parte actuante de la decoración. Todos conocemos cuando vamos entrando a la tercera edad como se hace presente ese limo interior que nos ha cubierto y que habremos de transformar en manchas viables para la vida más plena que nos resta.

La pátina bien aceptada tiene sentido. Toda la vida me han encantado las paredes mohosas he hecho algunas acuarelas de esos espacios y he de decir que esa parte de la pintura con agua me encanta, porque es libre el trazo. Aquí en la península yucateca se dan de a montón, porque la implacable humedad la pinta de maneras asombrosas. De verde o de gris, de negro o de marrones hermosos, sin más. En los cascos de las haciendas henequeneras de estas tierras en donde habito, esos muros nos hablan de una época cerrada y a la vez retomada con tanto tino por las reconstrucciones o construcciones adosadas que las renuevan, hoy dia se restauran dejando esas muestras del tiempo ido con mucha más visibilidad.

¿Qué pasa en cada persona con los mohos interiores de la vida personal acumulados? Es seguro que los tenemos y a veces no nos gustan, tal vez representan vicios enconados o malos momentos, pero no debemos desdeñar que eso que se nos ha enmohecido en el alma es parte muy importante para sentirnos plenos de momentos superados. Tambien representan cierres eternos y clausurados.

Todos, tanto niños como jóvenes y mas los adultos, vivimos adosando la vivencia, cada paso es seguro que hayamos de haber pasado por algo que nos dejó buenas experiencias. No dudo que habrá algunos que nos preguntamos por momentos que haríamos de la vida si de pronto se nos permitiese resetear, y volver a los tiempos jóvenes, y estoy segura que si eso en verdad fuera posible, no todos lo aceptaríamos porque sabemos que en el fondo tenemos claro que lo elegido se nos ha dado y permitido por alguna razón profunda. Los caminos de Dios, decimos los creyentes, y los seres que no lo son tanto, dirán que fueron decisiones que se tomaron sin mucha claridad y con buena actitud, superadas.

No importa lo que pensemos hoy, porque como decía mi madre - ¿Te han puesto los zapatos equivocados? pues ve sin pachorra y toma los que te corresponden-.

El circulo que vivimos hoy día, esos años solo nuestros, sean pocos, muchos, o que ya se cuenten por décadas, es seguro que con buena actitud y talente dará sus dadivas. Conocer, es decir adosar con conocimiento de causa lo que vivimos, siempre nos hará el camino mucho más llevadero. Lamentar es el error, porque se nos olvida que el lamento solo rebaja la buena energía. Si, es seguro que algunos asuntos mohosos del ser los veamos cómo paredes ennegrecidas del ser y creemos que nada que ver, mas en mi caso puedo dar un ejemplo claro y conciso: cada que abro una nueva libreta de tiempos pasados y la releo, siempre encuentro y me reencuentro con asuntos que me hacen sonreír. Hasta me llego a preguntar ¿Soy yo la que vivió esto? ¡Oh Dios! ¿Como fue posible? porque claro que se nos olvidan los pormenores. Qué bueno que el disco duro del cerebro no guarde tan nítido todo como se logra guardar cuando lo hemos escrito sobre papel, o en la computadora y que aun así, nos permita sentir la felicidad enorme, nunca disminuida. Hace más de 40 (Cuarenta) años que redacto casi a diario y cuando tomé la decisión no imaginé las alegrías que me daría al revisar.

La libreta que a continuación reviso es la numero 84 (ochenta y cuatro).

Ese mínimo circulo que representa cada página redactada es como una congratulación con la vida pasada. A veces me llego a preguntar ¿cómo fui capaz de tal o cual vivencia? o como tuve los ímpetus para resolver tal o cual cosa que hoy día no estaría en posición de volver a vivir. Tremendas caminatas hechas en momentos de viajes, o tambien otras acciones como lo puede ser resolver asuntos de nuestros hijos cuando fueron peques. Hoy día que por momentos percibo que mis hijos son como unos papás jóvenes que nos tienden la mano a los mayores, con asuntos tan sencillos que al grito de - ¡Se me atoró la compu y no sé cómo resolver! - Y viene el hijo, ese adulto joven que ya nos acompaña con asuntos que son tan sencillos para ellos. Es obvio que si no nacimos en la era de tanta informática, pues ellos nos ayudan a resolver lo que para nosotros es un nudo. El otro día mi hijo me dijo: -en verdad no sé cómo llegaste a este embrollo en tu computadora…- alguna tecla se tocó mal, eso es todo. Es claro que con la practica vamos aprendiendo lo que no es de nuestra época, pero la realidad es que no todo podemos resolver. Aprender que solo pidiendo ayuda seremos más dignos, es vital. Pedir a una amiga, a un vecino, que se yo.

El círculo de cada día para mi es sorprendente, he de recordar y lo he dicho en los párrafos de textos anteriores, que, no llevé una vida muy metódica y disciplinada de niña, (mis padres nos tuvieron a mis hermanos y a mí ya grandes y en verdad en mucho vivían para nosotros) la disciplina fuerte y concreta la aprendí en la vida de casada. Ha decir verdad, hemos hecho una nueva manera de vivir, porque no podemos negar que el matrimonio es un collage colorido de vivencias que entran en juego en la casa matrimonial, se vuelve única e irrepetible. Creo que lo viven a la mayoría de los matrimonios, se hacen acuerdos para que las situaciones no sean como decían nuestras madres: ni tanto que queme al Santo ni tanto que no le alumbre.

Es verdad que el circulo vital del día a día en cada pareja se va creando, y no habrá ninguno igual al que cada dúo, hemos logrado. Los ajustes y pertinencias llegan porque no es fácil, por eso mismo comprendo a quienes se separan y no lo logran, y que no haya culpabilidades porque la vida compartida no es la más fácil, los desafíos son tremendos y pueden ser desgastantes. Los nuevos momentos son todo producto de una vida que es claro que se ha pensado y planeado y obviamente disciplinado, pero que lleva harina del costal de cada familia involucrada, eso no podremos negarlo. Cada día me queda claro que es una elección voluntaria y que es lógico que haya personalidades que no quieran vivirlo ni pasar por ahí en sus vidas. El tutti frutti de la actualidad nos asombra, pero más que el asombro, hay que reconocer como cada ser somos un mundo.

De pronto nos puede parecer aburridísimo saber todo lo que la arqueología moderna va develando, en lo personal me apasiona tanto, que no puedo dejar de pensar en que nuevos descubrimientos saldrán. Como han podido observar en los textos que comento, estoy convencida de que quienes no albergamos en la conciencia todo lo que han pasado los humanos que nos precedieron, la vida actual nos significaría diferente. Comprender ese camino recorrido que es tan hermoso y a la vez tan árido y tan difícil, el como se sortearon y lograron tantos triunfos. Jamás dejemos de recordar cómo esos grupos de neandertales no lograron sobrevivir. Hay teorías al respecto, pero la más convincente es que no lograron adaptarse, su organismo no era del todo fuerte por dentro.

Hace poco volví a escuchar una disertación del Padre Gabriel Calvo Zarraute, ese presbítero español que ya había mencionado en alguna parte de estos textos y que llegó a mi como parte de lo que mi hijo estudia hoy día para conocer más a fondo la religión católica. Yo, que ya creía saberlo todo respecto a las enseñanzas que recibí desde la infancia, me encanta que provenga de mi hijo la nueva propuesta, porque en verdad él se ha ido a las fuentes. En lo personal no voy a recorrer ese arduo camino de leer todo lo que él estudia, pero me encantan las sugerencias que me propone y más cuando son de YouTube, porque es otro cantar ver a la persona que nos habla de frente. Así, cada que puedo voy al canal del padre Calvo y aunque me faltan años luz para escuchar todo lo que comenta, si es una ilusión oírle. El otro día dijo algo muy hermoso: -distinguir entre lo que es un valor y lo que es una virtud-. Nuestra iglesia católica en años pasados y en esos tiempos de mas originalidad, mucho antes de que recibiera influencias protestantes que nos cambiaron el sentido de percibir, tenía su asiento mucho más en las virtudes humanas, que en los valores. Los valores son buenísimos, solo hay que tener en cuenta que mucho mas cambiantes. Este sacerdote por momentos hasta ilustra sus ponencias de conceptos con hechos históricos. Da mucha confianza ver cómo se han abocado algunos de ellos en la España actual para darnos más luz.

Nos dice: -El valor, puede ser algo más difuso y mas acomodaticio en el tiempo, no quiere decir que no sea algo importante- porque como nos dice la Academia: -valor es algo que tiene un grado de utilidad o aptitud de las cosas para satisfacer las necesidades o proporcionar bienestar o deleite-. Mas claro ni el agua, y los católicos sabemos que no todo en la vida es un constante bienestar, como se quiere proponer en las doctrinas modernas del vivir cuando se dice que el placer ha de mandar el juego, antes que nada, y es así que el ego se pone la camiseta y nos desbarranca con sus exigencias. ¿Y los inconvenientes, las ingratitudes, los recovecos, son harina de costales rancios? Es claro que no, la vida está plagada de sinsabores que cada uno con las virtudes en la mano podemos aplacar y hasta derrotar. Si llega la tribulación no es que nos encante, porque no somos masoquistas, pero es parte del vivir que hay que saber zanjar, y el valor que va de la mano de la virtud, ayuda para eso.  También el valor es una fuerza o hábito operativo que aclara las virtudes. ¡Cuánto valor necesitamos para realizar algunas tareas difíciles! que lo valen, valga la redundancia.

La virtud va más allá. Es una cualidad más profunda e inherente al ser, que puede tenerse desde la niñez y hacerse más clara y viable con los años y la pertinencia. (Continuará).

 

 

miércoles, 24 de septiembre de 2025

 

Un día, una circularidad. (8)

                                                                  El amor no se reduce a la posesión ni al sacrificio; es un espacio de libertad donde dos seres se encuentran sin devorarse, sosteniendo la distancia necesaria para que ambos puedan seguir siendo ellos mismos.

Simone de Beauvoir.

                                                 Es tanto lo que se ha hablado del amor, que los reductos personales son los que acaban de definirlo para cada ser. No es fácil comprender como podemos hacer vida este sentimiento inherente al alma humana y tan especial, tan necesario y hoy día tan urgente de comprender en toda su dimensión y que aún presente, nos cuesta identificar sus derroteros y buenos efectos en las circularidades que lo contienen. El amor viene siendo como un catalizador sin duda alguna. Cataliza y a la vez se conduce por el corazón. No hay circulo vital sin ese ingrediente que es parte profunda y que a veces no detectamos con tanta facilidad. Es en los días que vivimos en donde la contraparte del amor se suele ubicar en el desamor. Son asuntos que cada uno habremos de reflexionar en la meditación y saber que las urgencias de manifestarlo, comienzan desde una amplia sonrisa hasta todas sus variantes.  Ese descuido a la tierra que es nuestra casa, esa dejadez o abuso de infantes, que se da en algunos casos con tremendos abandonos y otros aspectos, que luego nos preguntamos el porqué de jóvenes confundidos. El amor mal entendido trastoca todos los cielos que nos corresponde vivir, porque la preeminencia del cielo se vive en la tierra y es aquí mismo en donde lo procuramos y lo percibimos. Nos hemos ido desligando de las manifestaciones amorosas que son la premisa de nuestra supervivencia.

Compartir con los niños y observar, proteger a los animalitos que estén cerca de ellos, algo que habríamos de hacer todos y cada uno de los dias como tarea obligada. Es una buena actividad para los abuelos que estamos a veces con momentos propicios y preciosos. Hace unos días, nos fuimos de cacería de ciempiés. Los nietos los descubrieron, decidimos encontrar algunos para poderlos observar mejor. La más peque asoció la palabra cacería con la palabra comer (no sabemos por qué) claramente nos dijo, -yo sí voy a buscar ciempiés, pero no me los voy a comer-. La risa nos ganó y sobrecogió a su hermano y a mí, y le aclaramos que solo era para observarlos y luego dejarlos libres. Había muchos, tal vez porque es la temporada en que nacen. Son pequeños y llamativos de color amarillo/naranja. 

Cien patitas movidas con celeridad asombrosa nos mantuvieron atentos un buen rato, lo que hace una convivencia natural, y al mismo tiempo observar mas meticulosamente.

 Ver y gozar con los críos, observar con que cariño toman a cada ciempiés en sus manitas, podríamos decir que es una acción esplendida, una meditación conjunta con la naturaleza. Preparados con unas cajitas transparentes, unos pocos pedazos de zacate y tierra y otros objetos pequeños, yo pregunté - ¿y esos terrarios? y el mayor me dijo: -son para que no extrañen el jardín mientras los tenemos con nosotros y lo demás es para que suban y bajen- A los recipientes les llamaron los mascotarios, es decir un recinto para poner a los animalitos por el rato en que serán sus mascotas. Me quedo asombrada como los niños observan con sus pequeñas lupas y admiran con suma originalidad. Los padres de familia hoy día lo tienen todo un tanto más difícil, por las demandas y exigencias del medio, tanto del núcleo familiar, así como de lo escolar y tareas extras que se les asignan a los críos, que es admirable cuando tambien ellos encuentran el tiempo exacto para hacer un volcán de arena en la playa o para admirar a las chachalacas que llegan hasta los árboles circundantes con sus graznidos que mas parecen unos ruidos de desesperación que un piar  natural, al conocerlas ya las entendemos. En lo natural tambien hay meditación.

El asunto de las rondas para el colegio, sirve mucho para que los niños capten el sentido de cooperación entre las familias, es una práctica que llegó para quedarse y así tambien aprendan como otras madres o padres de familia pueden dar su parte para el apoyo en la misma comunidad. Ayer nuestro nieto nos hizo la pregunta de qué ¿a diario la madre de mi amigo será la que nos llevará al cole? Preguntó cómo con cierto asombro (porque apenas empieza darse en su caso) así es que se le explicó y no pasó a más. A la madre de su amigo, al mismo amigo y vecino, ya los conoce muy bien y estoy segura de que les aprecia mucho. Entre los adultos quien coopera, avanza. La madre del amigo por momentos se vuelve la madre de todos los niños y eso hace sentido en la mente del infante. Así tambien se visualiza el sentido de comunidad y de las redes que se dan para la convivencia sana.

Desde nuestros ancestros la palabra subsistir es parte medular y es acción importantísima que lleva enorme sentido en la realidad y no tanto en el léxico. Aun siendo una palabra que es interna y no activa (porque hoy día parece muy sencillo todo y así lo es) saber la profundidad de su significado en épocas de las tribus nómadas, ha sido importantísimo para los investigadores. Había muchísima mortalidad infantil. Detectar los territorios propicios, establecerse por un periodo y luego pasar la noche con seguridad, organizar la obtención de alimentos, a los neandertales es seguro que se les complicaba, no hay duda.

¿Cómo no admirar ese caminar de la especie? ¿Ese establecer un reducto de vivienda y luego continuar? Aun así, se extinguieron. Los grupos que se mueven son mucho más vulnerables aunque lleguen y se establezcan.

 Adaptarse al medio se dice fácil, sabríamos mas si es que somos empáticos con personas que llegan al medio y les preguntamos. A las personas que vienen de variedad de estados de la República Mexicana a establecerse por estos lares del sureste, cuanto les cuesta enfrentarse a un chiwó (tarántula negra de enormes patas) animal muy grotesco y que los niños locales ya conocen, ver y aceptar como parte de los entornos cosas y animales comunes para los locales y mas para quienes vivimos en las afueras de la mancha urbana. La estabilidad que nos ha dado el sedentarismo es magna, el aprecio de esta condición es necesario y no darlo por sentado, ya que es un bien de la naturaleza humana.

Las estaciones del año tambien son muy importantes para nosotros los seres humanos.  Hay cambios que nos afectan en el ánimo. Es una de nuestras herramientas estrella la adaptabilidad y nos ha permitido continuar en el planeta. Hay evidencia neandertal de estancias cerca de ríos, llanuras, estepas, así como cerca de fuentes termales. La presencia activa en cuevas es muy evidente en Atapuerca España.

Los neandertales eran omnívoros y eso mismo les permitió desarrollar un gran sentido de observación en los entornos elegidos para pasar temporadas relativamente largas y estacionales. Nunca se quedaban de por vida, pero si hay evidencia de que lo hacían por necesidad y por periodos relativamente largos de tiempo.

Para la cacería, algunas veces utilizaban la técnica de emboscada con una tecnología muy puntual para cada caso, algunas puntas de lanza han sido localizadas en los huesos de determinados animales.

Que maravillosa ha de haber sido la cohesión grupal para lograr esa supervivencia. Se piensa que con los animales montañosos se pudo haber utilizado la técnica de la estampida, es decir conseguir que cayeran al vacío por los barrancos. Eran capaces de conservar sus alimentos mediante el salado, en específico de la carne o el ahumado de la misma.

La suavidad del material de hueso es buena para utensilios más sofisticados, como agujas. Tal vez los huesos largos si se utilizaron para construir cobertizos temporales.

Si logramos el asombro real, nos permitiremos apreciar hasta lo más mínimo de nuestra civilización y al saber más de esa especie hermana, estaremos siendo más justos.

 

La dieta ancestral se estudia mediante la investigación bioquímica de los materiales tanto adosados como parte interna del material cuando en los huesos se encuentran grandes cantidades de zinc y se infiere que la dieta era mayormente marina, así como en recipientes.

La cohesión social entre los neandertales es evidente y se puede documentar.

Existe un caso emblemático que ha hecho ya un parteaguas en la evidencia de que los neandertales practicaron la compasión, porque hay un esqueleto de un hombre de 45(cuarenta y cinco) años de vida, que denota que solo sobrevivió porque se le cuidó. Si no hubiera habido esa parte de los cuidados exprofeso, ese hombre no hubiera sobrevivido.

Se cree que se agrupaban para la vida diaria hasta en grupos de 100 (cien) personas.

Existen evidencias de heridas de caza en cuerpos femeninos, lo que denota que las mujeres tambien participaban de actividades de riesgo, mientras no estuvieran cuidando de algún crío.

Se cree que, al aparecer una presa de valor, se daba la acción conocida como todos a una, es decir cada individuo seguramente tendría una participación activa y concertada. Sé ha llegado a encontrar en estos ámbitos alguna presencia de jóvenes tanto varones como mujeres, algunos niños no tan pequeños.

La división del trabajo en cualquier ámbito está considerada por la antropología como un signo de mayor inteligencia. En especies de primates de gran organización como es el caso de los bonobos, se ha observado una organización clara y concisa.

Existe la evidencia en algunos esqueletos de que la semilla del conflicto interpersonal los llevo a agredirse en lo físico. Con clara evidencia se nota el hecho de haber sido alcanzados por algún tipo de punta de lanza entre las costillas. Esta parte se estudia muy a fondo, porque ya sabemos que la especie a la que pertenecemos, los sapiens, no se considera violenta per se, sino por desequilibrios propiciados tanto en lo biológico que se desencadena en lo social. La violencia responde a desbalances químicos cerebrales que hay día se pueden tratar con mucho acierto. La llamada bipolaridad, existe desde siempre. La nomenclatura va variando, mas los síntomas son los mismos, por lo que con el acertado diagnóstico ya se evitan muchos suicidios que son parte de este desbalance químico.

Los bienes que se poseían desde los ancestros eran cuidados y preservados con un sentido preponderante de grupo, las herramientas o adornos personales eran parte.  Lo que hoy día podríamos denominar como joyas, en estos grupos tenían más una función grupal.

 La cohesión era parte de la vida misma, no se cree que fueran objetos para sobresalir individualmente dentro de su mismo grupo, tenían un significado más profundo del ser parte. Muchos entierros muestran estos materiales de adorno personal que se ponían junto al difunto. Se cree que, si se realizaron estos tipos de joyas ancestrales a veces se utilizaban como intercambio con otros grupos, para acallar pleitos y riñas.

Poseer bienes ha dado al hombre civilizado la creencia de que estos son valiosos no solo porque le permitan una mejor vida, sino que están asociados al éxito y esto, puede trastocar el sentido. Todo objeto, retocado o tratado es cultura, antes que nada. El valor añadido es otro asunto.

Se nos dice en textos que revaloran estos asuntos: -Cuando el alma no es dueña de sí misma, uno mira y no ve nada, uno escucha y no oye nada, come y no percibe el sabor del alimento-. Con esto podríamos decir que la posesión de bienes no tiene un significado tan profundo en la particularidad, mientras la persona no tenga a buen recaudo su vida interior y una sensibilidad no trastocada y que ésta comprenda que se es parte de un grupo. 

Estamos en una era de tanto exceso, que el sentido de individualismo nos está ganando la partida: creer que el: YO tengo o el que YO hago etc. son lo más importante, hace que cada vez más nos alejemos unos de otros. Entrar en ámbitos de desvalorar, no ver lo que en realidad tiene sentido en nuestras vidas. Nos perdemos en poseer, en aparentar, en estar obteniendo más y más, asunto que solo nos conduce a sin sentidos internos, que a fin de cuentas nos llevan al diván del psiquiatra.

Los seres humanos afirmamos saber muchas cosas, pero el viento pasa y sopla suave. Lo que solo nos sirve para aferrarnos a los bienes, lo puede desaparecer un viento ligero.

Cuando las cosas responden a alguna necesidad estamos por buen camino, algunas veces lo que cuesta más dinero es lo menos necesario.

Cuando Henry David Toureau vivió en los bosques cerca del lago Walden en los Estados Unidos de norte América, notó que esos adelantos modernos de los que le hablaba su país no eran en realidad más que respuestas a meras ilusiones, todo se le aclaró.

 Notó como existen esfuerzos que terminan por enconarse en lo absurdo. Hoy día, tal vez los automóviles eléctricos nos lleven a otro estadio de menos contaminación del entorno, pero habremos de valorar ¿si la construcción masiva de estas máquinas, y de miles de objetos inútiles, en realidad no están contaminando más?

Existen pesos muertos en nuestros entornos que solo nos cobran tributos energéticos que nos desbalancean.

Cuando comprendemos que los excesos solo son desbalances de las mentes obstinadas por poseer, nos damos cuenta que estamos en un mundo que hay que reorientar y que siendo nosotros mismos los que lo hemos creado, es tarea de todos.

Toureau, nunca requirió cortinajes en sus ventanas. En esa soledad que le hacía gozar la vista natural y percibir el sol por las mañanas no había necedad de cerrar nada a la luz del día. Por las noches tampoco. Es así como nos dice que se dio cuenta de que los objetos han de cumplir una función bien clara o solo son carga inútil.

El mal que se instaura en el mundo muchas veces rebasa la vida de los que lo crean. No se puede dejar ese lastre a las generaciones venideras, es por eso que es mejor abrir la conciencia a lo que es y significa poseer, acumular. Dejar las cosas claras. los caminos limpios y tomar siempre el chocolate bien espeso. Es decir, más calidad y menos chatarra. No hay crío que no entienda la diferencia entre calidad y cantidad. Si lo que nos empeñamos en hacer no responde a la realidad de lo que somos, hay que soltar y volver a lo que hemos mencionado antes: saber elegir. Apelamos al fracaso de la civilización si no hacemos este esfuerzo de ser más conscientes, no creer que otros están siendo inconscientes, ¡todos llevamos la misma encomienda!  La Tierra.

No nos cansaremos en reiterar que: -Quien necesita poco, es en realidad sabio-.

Mucho cuidado de cómo se practica la caridad, porque en verdad es un hecho que ésta se trastoca si la mano derecha sabe lo que ha dado la mano izquierda y viceversa. Si damos, hacerlo calladamente, silenciosamente y con un gran placer en el corazón.

De entre los árboles de la exuberancia que nos otorga la naturaleza, solo al Ciprés se le puede denominar Azad, palabra que quiere decir: libre. Este árbol, no da fruto propiamente y es ausente de mudanzas. Puede decirse que con constancia está florido. Solo otorga algunas piñas secas que caen con las ventiscas. Es un árbol que permanece constantemente estable. Un gran maestro, se le considera un árbol sabio. (continuará).

 

 

miércoles, 17 de septiembre de 2025

 

Un día, una circularidad. (7)

                                                                            La verdadera libertad no consiste en hacer lo que se quiere, sino en querer lo que se debe hacer, porque no hay mayor esclavitud que ser siervo de los propios caprichos.

Seneca.

                                                                           Es encomiable y admirable el ser que logra entender cuál es su misión de fondo en este mundo. La mayoría de las veces la misión personal está dictada por el entorno en el que se nace y más que nada al descubrir los dones de que se puede uno mismo valer para hacerlos vida. El forzar, es asunto de las épocas civilizadas, existe ese empuje de hacer más enconadamente y apremiantemente en quien se siente civilizado y con el empeño de hacer sin medida, o creando necesidades que no son parte de la vida real.  Se vuelve todo como una demanda del ser, sin darnos cuenta cuanto cuenta el valor de los silencios, de las épocas en las que solo hay que dejar que la vida vaya dando las pautas. Los chinos llaman de tenderse en la cama, al acto meditativo y silencioso de observar, L. Yutang tiene todo un capítulo al respecto. El ser que confunde su vocación luego tendrá que encontrar nuevos caminos, y eso no es fácil. Andar por arenas movedizas es algo que crea adrenalina, asunto que nos copa y nos invade sin percatarnos de los desvíos del ánimo. A veces la búsqueda vital, toma visos de creer que nos hacemos una mejor humanidad si hacemos más y las cuestiones del ser humano se empiezan a medir por cantidades olvidando el sentido de la calidad. No habrá mejores personas hasta que cada ser, tome por los cuernos la tarea que le toca hacer en la tierra. Estamos en una época en la que ya se trastocó todo a tales grados, que los caminos de pronto se truncan porque creemos que estamos en lo correcto, cuando la vida misma nos sacude y nos manda al sitio real de nuestra existencia. Existir, ante todo es conocernos. Es ahora que hemos llegado a una diversidad tal, que hay quienes no dudan en ¿hacer lo que se viene en gana? Si el rio está revuelto, sabemos que puede traer ganancias a los pescadores, mas nos vale saberlo y cuidar y observar qué tipo de peces queremos en las redes.

Antes, se tenía más en cuenta al grupo y los postulados familiares imperaban y si la religión mandaba el juego, ¡pues lo mandaba!

Con los postulados religiosos se vivía con más precisión la vida interior, lo que ha pasado es que éstos se desvirtuaron y ahora creemos que no sirven para nada. Hay que volver el camino y saber que tanto nos propone la religiosidad para una vida más digna. No siempre estas certidumbres daban buen fruto, lo sabemos, a veces solo confundían más, porque no todos podían entender del sentido de la intención. Hoy cuestionamos, y mientras nos respondemos, se nos puede ir toda la vida. No todos hemos nacido para cuestionar, quien pregunta es seguro que tenga esa necesidad de hacerlo y tenga que ver con su felicidad. 

 En tiempos antiguos no se cuestionaba tanto y tampoco era lo mejor. 

Si la paz anda por sus lares y a veces muy perdida y no la logramos aterrizar, habremos de comenzar a tratar a la paz como un asunto personal y enfocada desde lo que pensamos en la circularidad de un solo día, hasta lo que expresamos, en todo sentido.

El habla, ese medio del buen entendimiento del lenguaje, es el ámbito sagrado de la supervivencia. Gracias a la buena comunicación es que hemos llegado a donde nos encontramos hoy. Si hay personas que se tienen que ir de nuestra vida porque hablamos idiomas diferentes a nosotros (aun hablando la misma lengua) pues esa es una pauta muy necesaria en los días de un mundo tan caótico.  Cuando comento con mi marido que mucho se ha logrado porque ya mas féminas pasan por las universidades, él me dice que todo depende, porque hay gente que pasa por esos ámbitos de noche, es decir sin ver las luces más claras que aportan humanismo. Si solo se busca un medio de vida para generar dinero, no está completa la formación. De joven suplí a mi marido en la catedra de Sociología que impartía en la facultad de Odontología, y solo esa vez bastó para que los alumnos me cuestionaran el porqué. La ciencia social mucho se cuestiona porque se cree una asignatura inútil. No me refiero a que sean logros para sobrevivir en la materialidad que todos necesitamos, sino postulados para una mejor intercomunicación.  Lo veo en muchos sitios, las personas que no logran concretar el cariz humano.

 Uno de estos caminos es el arte, tambien la ciencia o en lo que se haya elegido, o nos quedamos en el sopluc de la vida, pues éste es seguro que nos trague enteros.

 Aclaro lo del sopluc: por aquí en el sureste mexicano tenemos ciénagas cercanas al mar, y en las partes en donde se acumula el agua en las arenas, ésta no se ve, si uno trata de caminar por ahí se hunden las piernas bastante, a veces hasta más allá de las rodillas. Cuando niños que íbamos a la playa y había paseos a la ciénaga nos encantaba hundirnos como un modo de juego muy divertido, mismo que hoy considero peligroso. Ya de adulta una tía muy querida hermana de mi padre me decía: -Mucho cuidado con hundirte en el sopluc de la vida-.

El sopluc de la vida es el más difícil de distinguir, se disfraza, se esconde, se pone detrás de las puertas y no lo vemos cuando nos traga enteros. Tendría yo unos 6 (seis) años de edad, y en un viaje a la ciudad de New Orleans, a la que íbamos con frecuencia, una noche a mis papás   se les ocurrió entrar al cine a ver la película: Lawrence de Arabia. Yo me dormí sobre las piernas de mis papás, mas tuve el mal momento de despertarme exactamente cuando el joven árabe de la película se hundía en las arenas del desierto, mi madre me volvió a acomodar y seguí durmiendo en su regazo, he de decir que pude ver un poco de la escena que se me quedó grabada. Mas tarde se lo pregunte, y ella me dijo: -Es que en los desiertos hay unas arenas que se llaman movedizas que se pueden tragar cosas-. Ya no supe si a ese hombre se lo tragó la arena, lo que sí aprendí es que no todo lo que parece bello, lo es del todo.

Muchas otras cosas se nos van manifestando con el correr de los años como inciertas, el trato obtuso de los congéneres, así como las manifestaciones deshumanizadas que nos rodean y notamos que no pisamos firme. Los aprendizajes son la sal de la vida.

Continuando con los neandertales, se nos ha dicho que con los estudios se ha podido realizar la imagen de un neandertal. Ahora con la computación y más aún con la IA, pues casi ya sabemos hasta el tono de voz de nuestros antepasados. Eran seres bastante robustos y esto respondía a los entornos naturales a los que se tuvieron que adaptar. Los huesos de los esqueletos son gruesos, el cuello   ancho, grandes y pesados hombros daban contorno a la parte superior del torso. Caderas voluminosas. Gran musculatura y fuerza. Baja estatura.

Desde que los humanos salimos del crisol africano, la expansión se fue dando hacia zonas muy diversas del planeta. La disponibilidad de la luz solar era inminente y necesaria.

Las funciones generales de cuerpo humano se transmiten por los genes, mismos que los hay únicamente asociados al lenguaje.

Se cree que el promedio de vida era de unos 40 (cuarenta) años de vida activa, por lo que cuando se encuentran evidencias de personas un poco mayores a esto, ya se consideran dentro de la vida madura.

Todo o casi todo se data a partir del esmalte dental, se presenta con bandas bien definidas que hablan de temporalidad, salud, enfermedad, y condición física se hacen evidentes y se utiliza el carbono 14 para muchas de las dataciones.

Se piensa que la reproducción se daba con naturalidad con la llegada de la menstruación en las féminas, por lo que eran madres casi siendo niñas.

Nos dice a la letra el autor: -En el fragor de la penosa existencia de los neandertales, el hecho de que una mujer se quedara embarazada es seguro que habría de ser una noticia plagada de desconciertos, no solo por lo poco frecuente del hecho sino sobre todo por las grandes incógnitas que este acontecimiento abriría, como profundos abismos para el futuro del grupo-. Si para el día de hoy en pleno siglo XXl estar en los ámbitos de procrear es un asunto de sumo cuidado, más aún que ya se sabe los riesgos del tercer mes en el embarazo, solo imaginar lo que ahí pasaría en la pradera, en la cueva, nos deja claro que la vida es un milagro en sí misma. Cuantos abortos ha de haber habido por esas largas caminatas de búsqueda de mejores medios de vida y todo lo demás inimaginable que habrían de haber pasado. Hoy día, cuantas mujeres pueden decidir no pasar por eso, y lo hacen con cordura y a sabiendas que no por ser una fémina es obligado el parir.

La asepsia, las condiciones de la pelvis a las horas del parto, por mencionar dos factores que hoy día prácticamente ya están superados con los cuidados.

-Es posible que las dificultades de los crudos inviernos, mas la limitación de los alimentos disponibles, favorecieran las concepciones producidas en los meses estivales y los alumbramientos se dieran en los meses de la primavera-.

Se cree que la maduración del cerebro se daba en menor tiempo, porque era necesario para la adaptación a la vida de fuerza de trabajo y supervivencia.

La artritis temprana, las infecciones bucales y carencias vitamínicas están muy claras en los fósiles.

La cultura, presente en esta especie humana es clara. Cualquier material que se note intervenido al menos por un pequeño rasgo, ya se puede decir que aporta algo a lo cultural. La cultura Neandertal se ha ido develando de a poco y cada vez se asocian mas evidencias. En el año 2000 (dos mil) se encontró la evidencia más completa del despliegue de vida alrededor de una fogata. Los vestigios ahí encontrados han sido muy estudiados en el sitio. La variedad de tallas en piedra para el uso doméstico, así como los recipientes, objetos realizados en madera que se utilizaron para dar base a las lanzas de piedra, entre otros. Algunos objetos de madera se han asociado a la fabricación de pequeños muros que dan espacio a áreas bien definidas, con postes bien conservados de hasta 5(cinco)m. de largo. Algunas veces la talla de materiales blandos como madera o huesos se piensa se hacía en parte con los incisivos, porque se aprecian desgastes reveladores.

-A lo largo del tiempo, se pueden observar tradiciones culturales en la tecnología desarrollada, que van a reflejar las diferentes formas de hacer y de resolver-.

De un solo núcleo pétreo elegido, se puede inferir la gran variedad de formas de lanzas obtenidas con maestría y con una preparación que hasta hoy día se trata de obtener por los estudiosos, dándose cuenta de lo difícil de esos logros, que hace ver que el golpe que se le da al material es diferente para un tipo u otro de lanza.

A veces se desplazaban en un solo dia unos 10 (diez) a 15 (quince) kilómetros. En los diferentes sitios se nota la evidencia de lo que se trajo de otras áreas o lo que se obtuvo en los nuevos asentamientos. Se han llegado a observar fortuitamente y con menor evidencia desplazamientos hasta de 100 (cien) km.

El fuego, este elemento tan vital e importante en la vida de todo ser humano, está muy presente. -El control del fuego no es algo de técnica sencilla-. Para muchos grupos este elemento se transportaba a mano y con mucho cuidado en las largas caminatas. Se cree que aprendieron a producirlo, mas existe evidencia de artefactos que hablan que eran transportadores de fuego.

En lo personal, a pesar de haber estudiado la ciencia arqueológica, mi vida me llevo por otros ámbitos. Las prácticas de campo las realicé bajo la supervisión de la Universidad Norteamericana de Tulane. El proyecto al que me uní, fue el de un salvamento arqueológico en Komchen, Yuc. Dirigido por Will Andrews. Esto de salvar un sitio se refiere a sacar la máxima evidencia y lograr que lo que ahí se construya nuevamente, logre mantener lo más posible el material in situ. No siempre es posible, a veces se arrasa con todo. En mi caso me toco trabajar un adoratorio maya completo, desde la excavación hasta el análisis. Una gran experiencia que aún llevo en la mente como algo grandioso. Tenía claro que estando recién casada y con interés en tener familia, pues ese ya no era mi camino. Mi marido me esperaba todos los días para ayudarme a quitar todo el garrapatero que traía en las piernas, que aun utilizando alcohol con tabaco y una buena frotada con jabones fuertes, quedaba yo hecha como dice una amiga: -Una jerga después de trapear-. La Arqueología a campo abierto se trabajaba desde muy temprano, el sol siempre implacable es factor determinante. A decir verdad, la juventud siempre nos da bríos y los míos estuvieron bien puestos.

La tesis profesional la realicé en gabinete. El INAH, me entregó el material de 97 pozos estratigráficos de San Gervasio, Isla de Cozumel. Recibí cada bolsa tal como llegó del campo. Lavar cada pieza, seleccionar y depurar el material de conchas y moluscos, se llevó su tiempo. La colección muy completa y preservada de la familia Andrews me ayudo a nombrar cada objeto. Y así saber: ¿Qué comían? ¿Qué moluscos se fueron para ornamentación?, fue develándose. Mi padre, que aún vivía, se animó a ir conmigo hasta el sitio, porque él había hecho en su vida profesional algunas construcciones arquitectónicas en la isla y le encantó que esos materiales que estudié, fueran de tan emblemático lugar para él. (Continuará).