Vivir abriendo la conciencia, es Paz. 

                                                          Fue en la China antigua en donde se comenzaron a preguntar si las categorías humanas eran realmente validas para saber mas sobre el genero humano. Eran útiles, y servían para entender.  Mientras tanto en  esos espacios del orbe se escribían muchos textos y se referían los mas de ellos a los seres humanos. El tipo de espiritualidad ahí cultivada siempre tenia esas cuestiones de lograr mejoras para el ser humano.

                                                          En el siglo III  a.c.  se afirmo que el don social, es decir el aspecto social de nuestra especie, era parte esencial de los seres humanos.

Mil años después, Tai Chi sostuvo: "Es claro que solo el ser humano tiene sentido social." Todas o gran parte de las acciones antisociales, puede decirse que se comparten con otros animales. Es decir las que son mas bien de defensa propia, o así consideradas hoy dia.

Mas adelante, como en estos grupos existía mucha observación del medio, se dieron as la tarea de observar a los animales que eran mas  gregarios que otros, como las abejas, las hormigas etc. y hacer asociaciones. 

En textos de la dinastía Tang, se encontraron estas tipos de observaciones:

Kuan Yin afirma que el ser humano aprendió a ser un guerrero observando a las hormigas, así como la organización política, y el arte de almacenar y organizar los alimentos. De la observación del modo de organizarse de las abejas, se pensó que habíamos perfeccionado nuestros modos de convivencia. Todos estos puntos de vista de la antigüedad tenían la lógica que provenía de mucha observación y eran muy importantes en estos tiempos, mas nos alejaban de una comprensión real de la cultura. Es un hecho de que somos seres biológicos, mas el pensamiento es el que nos ha ido definiendo con mucha mas fuerza.

Entre los grupos de primates que se estudian hoy dia para comprender nuestros modos originales, existe uno que destaca sobre todos: el de los bonobos. Se ha podido comprobar como se organizan para sus actividades y en mucho se parecen a nosotros.

Esta practica de comparar al genero humano con otros grupos de especies prevaleció hasta cierto punto, pero como es de esperarse se dejo por completo una vez que se comprendió que cada especie es lo que es y que aun mas en el caso del  ser humano requería observaciones mas fidedignas de sus modos particulares. Así se empezó a definir a la cultura.

                                                   En los comienzos del siglo V, a.c. es cuando de plano se negó la observancia de criterios del comportamiento físico de comparación, para poder saber mas de nosotros mismos con observaciones directas. Ya en estos momentos se dio entrada a la caracterización aristotélica: Lo racional. Desde este momento se dieron cuenta que esa acción de la racionalidad era absoluta y única de nuestra especie. Empezó a vislumbrarse el sentido de las leyes y su importancia para una mejor convivencia. Así también la acción de utilizar ropa para cubrirnos y tener mas opciones de convivir y sobre llevar las temperaturas  extremas de una manera mas adecuada. Se comenzaron a valorar los criterios técnicos: que herramientas servían para que, y como se fabricaban, y ni que decir del arte, actividad primordial en la expresión de nuestra observancia del medio y de nuestro espíritu asociado a este.

                                                  Es Gerardo de Gales quien afirma por primera vez que la secularidad es civismo y todos los seres que vivían mucho mas asociados al campo se les debía catalogar como salvajes de los bosques,  ya que muchas veces quedaban absolutamente absortos al convivir con los logros, como la hechura del pan entre otros. Este punto de vista no ayudo  mucho, porque se catalogó de una manera equivoca a quienes estaban en estos grupos campiranos. Tuvo cierta lógica, porque en estos ambientes quedo mas laxa la liberalidad, mas también este estudioso logro detectar inicios de acciones mucho mas claras como lo es la generosidad entre estos grupos menos presionados por los convencionalismos que establecía la incipiente urbanidad. Los primeros grupos de celtas fueron muy observados por este autor, estudiando varios sitios en Irlanda.

                                                 La ciudades ya iban tomando forma.

En ellas comenzaron a establecerse ciertos criterios de trabajo sistemático, mucho basado en la ambición que vislumbraba  los derechos y las responsabilidades de grupos específicos que veían necesarios para establecer un orden social.

Muchos ingleses, aun en el siglo XVI, seguían pensando que los seres que no se adaptaban a estas normatividades citadinas, eran salvajes. 

Jacobo I, proponía un trato fiscal muy generoso a los grupos de personas que se animaran a conquistar regiones habitadas por la gente del campo. Veían una urgencia en adaptarlos, hacerlos mas como ellos consideraban a criterios establecidos en las urbes.

                                               Se debe a los etnógrafos de la cristiandad la faena que se dio para entender mejor, y así valorar tan solo como diferentes (no inferiores) a estos grupos campiranos. Ya eran grupos establecidos y que aunque tal vez no escribieran sus leyes de orden y modos, estas existían intrínsecamente de una manera activa, genuina y funcional, y respondían a sus necesidades.

                                            Las costumbres montañesas de ciertos grupos de vascos fascinaron a Aimery Picaud. Gracias a el, se establecieron nuevas observaciones de nosotros mismos, para darnos cuenta que no por diferentes era necesario catalogarlos como peores o mejores. 

Así también, estudiosos como Gunter de Pairis, canto en verso las costumbres de la gente que habitaba en los pantanos. Aun vivían del pastoreo, y recolectaban a campo abierto.

                                            Del continuo y variado contacto con estos grupos, algunos comenzaron a hablar del valor de su vida simple, no había mas que otro modo cultural de ser. Ante este contacto y cercanía, sí se les consideraba como seres humanos normales y diferentes, pero este criterio no prevaleció en todos los ámbitos. Considerarlos de menor rango social fue en muchos casos el criterio y peor aun: también se les creía inocentes del Edén.

                                            Ya en la Edad media, existieron moralistas que hablaron del "Buen bárbaro"

a los que encontraban incorruptibles y afines a un modo de ser bien establecido. Estos, no practicaban la acumulación como un criterio de valor, no había excesos y mucho menos acumulación de riqueza. No tenían tampoco un valor establecido en las formas mas cómodas de vivir, la infraestructura era sencilla y llenaba sus requerimientos. 

Es así, que para animar a los audaces que fueran elegidos para ir a conquistar a otros rumbos fuera de sus propias tierras, se les decía que esa diáfana naturaleza sencilla valdría la pena, para una vez ahí, imponer nuevas ideas para hacer la conquista. Esto se practico mucho durante el Confusionismo, se quería hacer de los bárbaros parte de los núcleos citadinos. Todo esto dio pie a numerosas batallas, perdidas de vidas inútiles, y mucho desgaste para lograr mas adeptos.

                                                 No fue sino hasta el Renacimiento, que se comenzaron a hacer estudios minuciosos del cuerpo humano por parte de los anatomistas, que se dejo atrás la atroz idea de que la mujer era un intento fallido de la naturaleza. Así también comenzó la lucha por establecer plenamente las credenciales que apoyasen a los negros como verdaderos humanos.

Antes del siglo de las luces se creía que los hombre primitivos no tenían alma, Gracias a la voluntad de entender, esto se descarto poco después al haber ya mas gente interesada en conocer mejor la especie.

Como Aristóteles ya había planteado la naturaleza social y racional del ser humano, así como el sentido incipiente de la política, los que no practicaban un gregarismo con total control del grupo dominante, quedaban fuera. Era necesario estar involucrados en los modos ya establecidos a ultranza.

En estos tiempos se llego a hablar del homo Silvestris. Eran estos grupos que establecidos fuera de las ciudades se negaban a dejar sus costumbres.

Es así, que surgieron los mitos de hombres-lobo, entre otros.

En el arte medieval, se desarrollo mucho la imagen de hombres salvajes, ya que se les veía con un criterio de cierto interés a la vez que desconocimiento y hasta folclore.Se les llego a representar hasta en vajillas. A algunos congéneres  de los grupos de piel negra se les utilizaba como divertimento en algunos grupos. Así también fue como se dio el proceso de la esclavitud, que muchos veían como algo muy normativo para la fuerza de trabajo.

En los textos, se escribió de secuestros de doncellas a las que se llevaba a recintos mas educados para que aprendieran a hablar con educación. En algunos casos se utilizo el juego del ajedrez como un adoctrinamiento de las buenas costumbres y el buen pensar.

                                                    El concepto de ser humano solo era Ser Humano si se hablaba del hombre de la ciudad. Todo lo que estaba  fuera de ciertos ámbitos del espacio habitado, era despreciable, y debía ser adecuado a los criterios de unos cuantos. Gracias a la era de las conquistas, muchos seres que tuvieron contacto mas amplio y de largas vidas establecidos en otras tierras que no fueron las suyas de origen, ayudo a valorar los nuevos mundos.

Las sociedades primitivas ( o así clasificadas erróneamente) para muchos comenzaron a resultar muy interesantes. En muchos casos se reconocieron como dignas y hasta propicias para comprender mejor a nuestra especie. Es así, que surge como tal la ciencia Antropológica, y otras mas asociadas comprender mejor a la humanidad por si misma.

Parte de la premisa fue: Entender el modo original de algunos grupos que perduran, y que puede arrojar mucha luz sobre como hemos sido en los primeros estadios de nuestra especie.

Continuaremos.

Paraf. Fernandez-Armesto. MJ.