martes, 19 de octubre de 2021

 De la vida diaria. (Compartido)

                                La necesidad de escribir, es muy parecida a la de respirar y sabemos qué tanto forma parte de nuestro cuerpo físico, y cuánto en realidad alimenta al alma. MJ


                                Uno nunca sabe cuándo nace esa necesidad de escribir(se). Según dice Duccio Demetrio (que es un experto en el apoyo de la escritura personal e individual) una cosa es recordar, mas una muy diferente es la necesidad de rememorar. La memoria es un globo enorme que contiene muchísimo en su interior tanto como en su superficie y que a fin de cuentas todos los aspectos que la componen se vuelven un mélange de imágenes que a veces enredadas y otras veces muy nítidas y tímidas nos dan una realidad que uno puede y debe desentrañar. Otra parte es lo que en realidad se vive y que perdura por algún tiempo con sutileza, a fin de cuentas uno puede volver todo eso una sinfonía de ideas.

                                           Según Diego Neria Lejárraga "Por mucho que nos duela, no hay mejor lugar donde permanecer que el pasado". El pasado es el mejor profesor, es quien nos lleva de la mano de esas eternas rememoranzas que nos dan vida. Diego Neria es el autor de un excelente libro, mismo que recomiendo a ojos cerrados para quienes quieran saber que es en realidad la disforia de género, "ese malestar extremo y persistente con el sexo con el que uno nace". Diego es un hombre de Dios. Es el primer transexual recibido por un Papa, el Papa Francisco le pidió ir al Vaticano en 2015 y lo hizo porque le conmovió su historial tan bien llevado y tan bien escrito.Vale la pena leer el libro que contiene esta historia que recomiendo para quienes quisieran saber más de estos temas tan mal entendidos a veces y que solo nos confunden. El título es:"El despiste de Dios." Editorial Tropo, España. Haré más citas de este valiente individuo que contra viento y marea sacó a la luz su verdadera vida y todo de la mano de Dios. Libro culto, muy bien escrito y lleno de citas que nos pueden hacer mucho más bella la vida. Nunca hay que temer a los temas candentes, hay que tomarlos por los cuernos sin temor y con la mente abierta a aprender más. La posibilidad de entender a congéneres que llegan al mundo con el cuerpo trastocado y el alma lastimada ya es un deber, y es tan solo porque no se les comprende como debe de ser que estas personas sufren sin lograr de la mano de sus congéneres una redención merecida. Gracias a Dios las ignorancias al respecto están siendo abatidas con garbo, con educación como lo es el libro recomendado.

Siempre me ha parecido tremendo cuando las personas ponen más atención en la vida de los demás que en la suya propia, y esto sucede porque no nos damos cuenta cuánto debemos ir tejiendo de nuevo muchas cosas que solo a nosotros nos incumben, también porque hay como una necesidad de comparar que es lo que hace el vecino, mas hay que tener cuidado ya que puede ser una acción de lo más desgastante. Solo por esa mala costumbre de estar observando a los otros es que creo que sería muy terapéutico para toda la humanidad que nos pusieramos más atentos a lo nuestro y así nos convertiremos en nuestros asiduos reformadores de la vida personal. La vida cambia y eso es un hecho ineludible, ahora que me releo me doy cuenta claramente como me metia en los nudos de pensar que siendo mis propios asuntos sabía que más adelante desanudaría. Mucho se ha desanudado ya, varios de los seres con los que conviví ya se fueron y mucho de lo que observo me sirve hoy día para saber que uno sí que es su propio hacedor. Con el tiempo los rostros se hacen más sutiles la vida plantea diferente los asuntos. En estas épocas de principios del siglo me parecía que notaba qué tanto la gente estaba más pendiente de las vidas ajenas. A veces tomar ejemplo de acciones de los demás es bueno, porque no solo fortalecer la vida sino le da nuevas luces, mas hay que hacerlo con cuidado y nunca juzgando. A veces las conciencias se tranquilizan viendo las vidas de los otros. A veces también  uno logra ver qué diferentes somos aún perteneciendo a la misma sangre.

Aprender a tomar contacto con el silencio interior era una tarea que me proponía y que he de decir que fui logrando de a poco. El silencio se asienta mejor en nosotros cuando estamos pendientes de crecer, de saber todo eso que aún no sabemos y que dará forma a nuestro verdadero ser. Uno puede disponer de algunas horas al día para hacerlo de manera consciente y luego el cerebro aprende y lo hacemos de manera un poco mas mecanica. 

Elizabeth Kubler Ross la gran mujer de la tanatología (leí algunos de sus libros en esta época) decía que el estado mental es muy importante y que uno debe de aprender a ser dueño y señor de ese estado. Cuando nos va llegando la hora de decir adiós al mundo eso ayuda mucho a la paz necesaria para pasar al siguiente estadío de vida. El estado de nuestra mente solo es nuestro, nadie nos puede echar la mano ahí y es por eso que es tan delicado.

Se va fortaleciendo el hubris que es el sentido más alto que podemos tener de confianza en nosotros mismos.

En esta época que me iba adentrando más y más en la fuerza del mundo del color, deseaba tener un hipil (así se le dice al vestido femenino de esta península, deriva de la palabra más general huipil) bordado a maquina  como lo usan las mujeres sencillas de los pueblitos yucatecos,  deseaba uno de cada color, de mi color del día. Lo intenté, pero no fue posible en su totalidad. En un pueblo cercano descubrí que los bordan muy lindos con flores pequeñas como las del campo y me mande a hacer algunos. Nunca logre tener los siete de cada día y creo que porque mi fuero interno sintió que en realidad era un exceso, mas logré combinaciones que he disfrutado mucho. El hipil sencillo y pueblerino con el que cómodamente se mueven las mujeres de los pequeños poblados también se está perdiendo, si que sería una lástima que desapareciera, mas yo soy del pensar que las cosas que vienen como para reemplazar tienen una fuerte razón y hay que dejarlas ser. Ya llegamos a los tiempos de más pluralidad.

Lo que en verdad perdura, es porque tiene una razón de ser.

El sencillo bordado a máquina con flores pequeñas es mi preferido. Con la pandemia ya no pude ir por más, pronto lo haré. Cuando el hipil se complementa con un lindo fustan (enagua más larga que aparece en la parte de abajo, generalmente con un encaje) pues la dupla está completa.

Cuando me pongo mi hipil, siento que un halo energético de complicidad con mi tierra me invade, como si comulgase junto a todas las mujeres del Mayab,  me crea un sentimiento milenario y eterno.

De niña, una hipilera (Señora que vende hipiles) traía hasta la casa de mis padres los muchos y variados tamaños y colores para que nos los comprara mi madre. Así de niñas vivíamos con ese atuendo tan bello. Estos de la niñez invariablemente eran de hilo contado a mano, asunto que con los años se ha vuelto un lujo. 

                                    Los desengaños vitales son parte de la vida como lo es también el respirar. 

Dice asimismo Diego Neria en su libro: "Si algo he aprendido de los documentales de animales es que los enemigos no se muestran hasta que no te ven débil." y es así. Mas no todas las veces la debilidad es de uno mismo, también hay debilidades del sistema que apoyan a los malosos y les dan el beneficio de hacer las trampas necesarias. Contra eso no hay camino más que el de la educación a los críos, enseñar el valor de la honestidad. 

Nunca hay que olvidar que los peores prejuicios son los que se gestan en casa.

Aunque a veces nadie se ocupe de preguntarnos quienes somos, que sentimos y por donde vamos, nosotros somos los hacedores de esos interiores que aún necesitan respuestas por la vida incompleta. No por haber crecido junto a algunos adultos que creímos faros que alumbran, hoy día debemos seguir a pie juntillas sus destellos, hay que ajustar la mente constantemente.

Solo estamos completos cuando cerramos nuestros ojos por última vez. No olvidemos que mientras respiremos podremos esperar y dar lo mejor de nuestro ser.

A principios de siglo me lleve dos o tres catorrazos de los buenos en el seno de la familia ampliada, una vez experimentado el golpe todo se digiere con cuidado cerrando las puertas necesarias para no volver ni a pensar en esos asuntos. Es indudable que son para hacernos crecer. Dejé de creer en lo poco que creía en la familia ampliada y lo corroboré más tarde como una verdad muy personal que he venido a aprender en esta vida, cuesta aceptarlo, pero si todos fueramos mas sinceros diremos que muchos hemos vivido ese tipo de desencanto. Si hay más vidas luego de ésta, pues ya seré una experta en desengaños, mas en estos días ya no me interesa seguir corroborando nada. Una vez comprendido lo hecho, hay que mirar para adelante.

En la religion que yo tengo por nacimiento, la católica (y de la que también he tenido desengaños dentro de la grey de algunos de sus practicantes) aprendí mucho, casi todo provino por parte de mi madre y complementado en la adultez con algunos sacerdotes doctos que supieron transmitir. Sí, es un hecho: hay que tratar al prójimo como a uno mismo, eso me ha quedado claro muy claro, mas a ese prójimo a veces hay que depurarlo y escogerlo. Nuestros principios deberán mantenerse intactos, ese es el secreto y que no nos vengan a decir que es obligado tratar con quienes no tenemos química. Si he de decir que hay que enseñar a los críos de hoy a tener cuidado en quien confían y como se relacionan con gente que navega con las mejores credenciales sociales y religiosas pero que no las tiene a nivel de ser humano.

Proust asevera que: "Nuestra personalidad social está formada tan solo por las mentes de los demás." M.P.

y continúa diciendo: "Sólo los incapaces de descomponer en sus percepciones lo que al primer pronto parece indivisible, se imaginan que la posición social está adherida a la persona."M.P.

Y dice: "La idea que hemos tenido formada por mucho tiempo de una persona, nos tapa los oídos y nos nubla la vista " M.P.

Es verdad. A nadie se conoce tal cual es hasta que se convive o se tienen propiedades en común. Nunca es sano ni fácil estar demasiado asociado a alguien, aún la humanidad no está madura para  vivir en esos contubernios.

"La facilidad con que se atribuyen en este mundo condiciones de buen corazón a los que mas seco lo tienen, por más que en otras ocasiones sean amables con las personas brillantes que forman parte de su ambiente social, no serán más que lo que son."

En todos lados se cuecen habas, eso que ni que. En todos lados hay confusión entre personalidad y espíritu.

Esto no quiere decir que tendremos que pensar como los demás, tan solo nos recuerda cuanto daño o beneficio se puede lograr notando quién es quién en los precios.

En parte le doy toda la razón a Proust, mas yo creo que que en la vida de cada ser humano no es tan solo la personalidad lo que cuenta ya que ésta como en muchos casos hemos visto tan solo apela a la vida de relación, mas la vida verdaderamente importante está dentro de nosotros y a veces es más cercana al alma que nos habita y que vamos desplegando mejor con la madurez. Es decir, no olvidar que alma y personalidad son distintos conceptos y que aunque lo ideal es que deban complementarse, no siempre se logra del todo. Esa es para mi la magna tarea.

Sí es cierto que mucho de las desdichas del ser humano son inventadas. Otras las traemos de nacimiento y ni cuenta nos damos porque son parte muy profunda del ser, que hasta que no empiezan a morder es que nos percatamos. A veces es una necesidad psicológica que se dá, por lo que hay que tener cuidado con eso. Aún sabiendo que algunas desdichas contienen la semilla de un bien mayor. A veces somos expertos en complicar, en ver lo que no existe y en perdernos en el mar de propuestas de una vida mundana que nos entreteje sin que nos fijemos siquiera. Llevamos en la parte más íntima de nuestro ser una lucha de incongruencias que es fascinante deslindar conforme vamos siendo más libres. En el budismo se habla de una acción de la mente que se denomina monkey mind o lo que es lo mismo: Vivir con una mente saltarina que no logra enfocarse para crecer. Hay que aquietar a ese mono brincador y asentar (nos).

No son los incidentes del vivir lo que dan sentido, sino como los enfrentamos. Los brincos no siempre son los mejores consejeros, y ni que decir el solucionar a sombrerazos, eso no es conciencia.

Los gozos bien definidos nos dan tanta fuerza que si se presenta de pronto una desdicha es más fácil acoplarse al sentido de bien. La presencia de Dios uno la crea y tiene su base en la actitud. No quiero decir que seamos masoquistas por deporte, que creamos que el mal es necesario, eso nunca, mas bien creo que fortalecidos en lo que la mente nos propone como válido, seremos más capaces de lidiar con las desventuras.

No siempre nos toca solucionar todo. Así sea asuntos que tengamos en las narices. A veces los malos entendidos de hacer bien al prójimo nos llevan por caminos que no son los correctos metiéndonos en lo que no es nuestro, esas camisetas de once varas, de las que mucho hemos escuchado. Con los hijos adultos habremos de aprender mucho y salirnos de sus decisiones más personales, cuesta mucho pero es lo más sano.

                                     Proust también tiene otra frase que vale la pena recordar: 

"Uno no sabe cuán feliz o cuan desdichado es." M.P.

Y no es que no lo sepamos, olvidamos cuáles son las señales que debemos tener al día, para mantener a cuestas lo que sabemos nos hace más felices.

A veces uno solo desea poder sentir el viento del norte en la cara. Otras veces es tan solo poder tener las horas necesarias de sueño y más allá tal vez tan solo poder ver la luz en los ojos de algunos de nuestros congéneres.

¿Valdrá la pena estar tan pendientes de que si somos o no somos felices? 

¿No será que sucede como cuando buscamos los lentes, y los tenemos puestos? 

Como también dice Diego Neria: "No hay nada más sórdido que tu felicidad en boca de los demás."

Es que a veces al ver danzar y bailar al prójimo con algarabías que no compartimos creemos en felicidades llenas de espejismo. Cuidado con creer que lo que hace feliz al vecino nos hará felices a nosotros. Nunca es así. La felicidad en la que yo creo se labra en casa y no necesariamente se comparte con todos.

Escribí:

                                   Ser, ser en lo imperfecto.

                                   Ser, ser en el dolor impoluto.

                                   Ser, ser en el abismo del desfase. MJ

Vivir cada momento tal cual es. Esos abismos de pensamientos de entre lo que queremos y lo que obtenemos nos desgastan en demasía.

Sencillez, para llegar al lugar completo de una soledad acompañada y acompasada por uno mismo.

Ese lugar dentro de nosotros mismos en donde vivimos completamente solos, es sagrado, es necesario tenerlo presente siempre.

Pearl S.Buck a quien leí mucho de joven me marcó con algunas frases  y pensares que me han acompañado:

"Dentro de mí mismo hay un lugar donde vivo completamente solo y ahí es donde se renuevan los manantiales que nunca se secan." P.S.B.

Y yo añadiría: ahí dentro es donde podremos saber como amar y hacer que el color impregnado al alma le de más luz. 

El gran filósofo y estudioso del Arte del siglo pasado John Ruskin dijo: 

"Las mentes más puras y más reflexivas son las que más aman el color." J.R.

                               No se que tanto les ha pasado a ustedes, pero a principios de este siglo, estaba yo entercada en que tenía que cambiar varias situaciones. Era exageradamente exigente conmigo misma y con los que me rodeaban, incluyendo a mis hijos jóvenes. Doy gracias al cielo de que llegó un gato a mi vida para que me alivianara esos momentos de exigir, aprender que el ronroneo de un felino que descansa junto a nosotros mientras vemos un buen programa en la televisión, puede ser la diferencia de respirar en paz y sentir una verdadera alegría. Los hijos son una maravilla cuando saben como desembarazarse de las exigencias paternas. Aquí, como se les ha promovido una autonomía con A  mayúscula, bastante seguido nos mandaban a volar para hacer sus propias resoluciones. Bendita la hora que esto se dió y aprendieron muy bien a labrar sus propios caminos. No hay porque comunicar de más y cuidar cuanto es lo que se dice para no abrumar a quienes aprenden a caminar con sus propias plantas.

Ese determinismo que a todos nos habita, a veces se eclipsa en función de estar comunicando de más.

Escribí:

                                             Vivir, reinventar a cada paso.

                                             Vivir, pulir el alma.

                                             Vivir, respetar espacios.

                                             Vivir, con el canto de natura.

                                             Vivir, sin aprisionar cariños.

                                             Vivir, saber esperar. 

                                             Vivir, ver la luz en la mirada.

                                             Vivir, observar el retoño verde tierno de la primavera. MJ

 

                                              Mi madre me contó algunas historias que tuve que guardar con letras lo más claras posible, en mis libretas. No sabia yo cuanto calarian al regresar a esos escritos y me darían una nueva dimensión de mi madre. Siempre le sentí demasiado abierta y parlanchina (un poco como soy yo y que choca a mis hijos en algunos momentos) Entre otras anécdotas que a ella le impactaron de niña fue como en la época dura de una economía inestable la gente sacaba sus joyas y monedas de oro y se las llevaban a la Habana. Estaba yo arreglando los archivos de mi padre y de pronto tenía que parar, voltear y verle a los ojos ya que lo que decía me impactaba y sabía que tenía yo que escuchar bien para luego llevarlo a mis escritos. Ella seguía hablando y compartiendo. Irán saliendo algunas anécdotas más por aquí.

Mi madre siempre infundió un respeto ganado a pulso y a conciencia de saberse ser quien era y decía:   "Y soy feliz, porque no me parezco a nadie". Era consciente de su valía y de lo que quería sin mayores pretensiones ni recovecos. Hacer feliz a su pareja por medio de una mesa bien servida fue parte medular de lo suyo (no necesariamente ni abundante ni lujosa) que consistia en todo bien hecho.Bien puesto.

Entre otras cosas que eran parte de sus temas, se daba el pensar que la época del auge del henequén sería eterna. Creían que tendrían siempre un flujo de bienes imparable.No entendería que había que transformar la vida del campo como se hizo y que los hacendados deberían haber aprendido a hacer otras actividades, porque el henequén ya no se requería de la misma forma en el mundo. Según pensaba ella, el henequén si debería de requerirse porque es una fibra menos agresiva que el plástico emergente que la suple. Cuando yo le daba mi punto de vista de que debería aceptarse lo que el mundo propone, enfurecida me llamaba comunista. Nos carcajeamos juntas, porque como dice Diego Neria: hay un desgarro hermoso en la amistad. No siempre lo amistoso es miel sobre hojuelas, creo yo. A veces la amistad nos enfrenta, nos hace ver cosas de nosotros que no nos gustan tanto, más eso es bueno. No sé si logré hacerle ver a mi madre que para nada es comunista quien piensa diferente. Creo que le costaba entender qué era lo que pasaba por mi mente.

Muchos de los de mi generación tuvimos padres de pensamiento muy diferente al que se conformó en nuestra mentes, no es culpa de nadie es tan solo el sino de los tiempos. Y no pasa nada.

Cuando de vez en vez volteaba a ver los papeles de mi padre que yo depuraba de un archivero que a fin de cuentas se tuvo que ir casi completo a la basura, sus planos arquitectónicos de acuarelas impolutas y sus notas, solo decía: Dios, dadle el descanso eterno. Yo solo podía acotar y decirle -no lo dudes, tu marido fue un buen hombre y ya descansa en los brazos de tu Dios.-

Es verdad, el Dios de mi madre era muy sui generis. 

Era una figura sentada en el alto cielo que lo ve todo, que lo dirige todo y que interactúa en el mundo de acuerdo a lo que cada humano demanda. Verdaderamente ese tipo de Dios a mi me aterra, porque ha de quedarnos muy claro qué está tan, pero tan ocupado que más bien debe de acabar agotado.

Osé decirle alguna vez que lo que yo creía era que Dios no interactúa en el mundo y ¡Oh mi Dios! que fuí a decir, ahora sí me convertí en una hereje. Hereje y comunista así me vió al final de su vida, mas persistí esmerando mis acciones en hacer por ella lo más posible para que su vida no fuera tan complicada. Creo que no lo fué  a fin de cuentas, porque todos la ayudamos a que fuera de lo más sutil posible su desprendimiento del mundo. Esta señora que me parió  (por cierto ya muy grande para su época) que era tan dueña de sus creencias, se dio el tupé de esperar cinco y seis años entre sus tres hijos, al menor yo le llevo diez años y ella lo tuvo a los cuarenta y cinco. Ustedes podrán valorar que hay personas que nacen con la seguridad de que van de la mano de Dios, más bien de Su Dios. Ella que tenía capilla privada en su casa de soltera creyó a pie juntillas que Dios solo estaba esperando, sentadito y atento lo que fueran  a pedir para darlo sin chistar. Eso es tener un tipo de Fe que no se como se llame más allá de lo católico que la avala.

En una ocasión ya bastante entrada en años me dijo que ella quería ir a votar. Con cuidados y su silla de ruedas encaramada en el auto nos la llevamos al pueblito de aquí cerca donde le correspondía la casilla. LLegamos muy en paz, poca gente y ella con su silla se puso en la fila. Cual fue mi sorpresa que alguien la motivó a hablar y empezó a despotricar contra un partido político que no era de su preferencia, solo me acerque a ella y le dije que era mejor que no hablase de eso ahí, y me dijo -¿y que?- -que oigan bien lo que tengo que decir, yo ya viví y he visto muchas metecatadas en mi propia vida- Ni modo, pensé, así es y así será hasta el final, dirá lo que quiera y que la escuche quien la quiera escuchar.

En verdad noté que la gente se sonrió con ella, le decían con los ojos su silenciosa complicidad con lo que ella espetaba  a voz en cuello de sus pensares, como que estaban de acuerdo total con lo que solo ella a sus ochenta años osó soltar a los cuatro vientos como si fuera una cátedra de vida.

-Así es-, Doña, le dijo un señor que estaba a unos cuantos pasos de ella,-tiene usted toda la razón-.

                                    Cómo somos, qué decimos y como lo compartimos es lo que define muy claramente los derroteros de una época, así como el discurso que tenemos que darle al mundo aún en nuestros silencios. Todo lo que pensamos es algo muy sagrado. Lo que sucede, es que a veces  solemos mimetizar esos pensares en función a que es mejor vivir la paz que creemos más duradera. No hay tal. Hace mucho que aprendí que la Paz más real es activa y nunca debe ser de cuarto oscuro. La Paz es la luz de Dios hecha vida.

La Paz verdadera sólo nos vale para cumplir la misión que se va transformando, esa misma con la que nacimos y que Dios sí que nos la dió en el ser total. Dios, no volverá a estar entreteniéndose en cambiar las cosas a nuestro antojo, una vez que entramos al mundo el trabajito es nuestro, la vida ya se nos dió y de eso está claro que responderemos no ante un tribunal pero sí ante nosotros mismos al cerrar los ojos.

¿Que es para cada uno de nosotros el sinsentido?

He ahí el detalle. Nunca es para nadie el mismo, como nuestra huella digital.

Dicen por ahí, que el 90% de lo que tememos, nunca sucederá. Porque tampoco hay respuestas completas, como un lindo rompecabezas la vida pone y quita piezas, hasta que llega el día de poner la última. Soy muy aficionada a los rompecabezas, creo que son ultra relajantes y divertidos y tengo mis propios métodos de irlos armando para que su gozo sea mayor.

Continuaré. MJ




 

  

                                          


 

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