De la vida diaria.
De Amistad. (Compartido)
Conocer
los diversos tipos de Amistad es conciliar con uno mismo, con todos. MJ
No
creo que exista ser humano en este planeta que no se haya planteado como algo
de especial gozo, el poder definir lo que es la amistad para sí mismo, solo así
se puede concebir mejor y lograr comprender un poco más, porque solo se puede
hablar de esa feria según nos va en
ella. Es en la adultez cuando nos queda claro cómo estos conceptos se asientan
y nos permiten ser comprendidos con lo que hemos vivido en la práctica,
complementado con las muchas definiciones que pudiéramos obtener, porque la
amistad es de varios tipos.
En lo
personal he logrado conciliar lo que siento al respecto en una buena amalgama de
práctica y teoría, ya que lo que he vivido me ha dado esas certezas del pensar
aunado al actuar, esa dupla de
conciliación es necesaria, no existe mejor definición que la que cada uno vamos
viviendo. Ante todo me ha quedado muy claro que la primera amistad es la que
tiene uno consigo mismo y aunque de esto no estemos tan
consientes sino hasta llegados a cierta madurez, el buen estado de nuestra
autoestima durante toda la vida, determina mucho como nos relacionamos con los
otros. Todos como seres falibles deberemos siempre volver a apreciar una y setenta
veces siete si así fuera necesario, el diálogo con los amigos (Y mas con los que por
situaciones momentáneas se apartan) puede resultar reconfortante y así poder
decidir si la convivencia es factible. Es diferente a lo que todos sabemos (y
seguro hemos conocido) del asunto de cerrar un ciclo completo con alguien.
Mucho me ha interesado conocer más, y
encontrar en textos de pausada lectura nuevos
enfoques para ampliar lo que podría haberse obtenido tan solo de la práctica.
Enriquecer lo que vivimos con lo que leemos.
Ya
entrado este siglo me encontré con un regalo del día de la Amistad que fue
precisamente un pequeño tratado de lo que respecto a la amistad pensaba Aristóteles,
y ha resultado muy interesante leer algo de cómo se definía en esos tiempos ya
pasados.
Aristóteles,
que nació en Estagira Macedonia, fue ante todo discípulo de Platón.
A él
mismo se le encomendó la educación de Alejandro Magno y por sus disertaciones
sobre la Amistad se le conoció mucho, mismas que surgieron de uno de sus
tratados sobre la Ética Nicomaquea que disertó sobre la felicidad.
Es,
nos dice: -la amistad ante todo un valor moral.-
La amistad
más duradera se funda en la virtud,
porque si queremos que una relación persista, habrá que irla adaptando a nuevos
momentos y nuevas ideas. En la infancia se asienta en la diversión del juego
compartido, que si continúa hasta la
adultez tendrá un asiento muy fidedigno y valorable.
En lo
personal sí he conservado la amistad con quienes compartí juegos y enseñanzas
desde el kínder garden y son personas
muy valoradas para mí, los bellos recuerdos nos unen siempre. Y si llegásemos a
discrepar, nunca pasa a más que de un momento de plática reconstructiva que no
implica afectación al cariño.
En la juventud además del gozo de compartir, la amistad
puede ayudar a mitigar el error y la oportunidad de acrecentar los valores.En
la vejez la amistad se asienta en el acompañamiento, el adulto tiende a
aislarse más y a compartir por ende con quienes puede tener más cerca, no solo
en lo físico sino en lo emotivo. Hoy día con los medios electrónicos podremos
sentir más cercanos a los buenos amigos aunque físicamente estemos lejos de
ellos.
En los
ámbitos de la justicia se dice que se logra más y mejor este valor si existe
amistad entre las partes. En lo personal yo creo que a veces esto perjudica,
porque se presta más a manipular que a asentar las bases de lo que es más
justo. Sobre todo en la actualidad cuando el concepto de justicia ya está muy
trastocado.
La amistad
además de necesaria y optimizar la salud emotiva y social del ser humano, se
puede calificar también con el concepto de hermosura: es hermosa la amistad si
se logra plena.
Decir
que es plena la amistad no significa que se vivirá de igual manera en todos los
momentos de la vida, habrá cambios con los años, tal vez no de esencia pero sí
de forma. Tampoco se manifiesta lineal ya que tiene volutas y humores en cada
etapa así como en cada individuo y por
eso mismo es importante conocer los diferentes tipos de su manifestación, porque aunque no coincidamos en un
determinado modo de pensar, podremos conciliar. Lo que
realmente nos puede separar es darnos cuenta de que no hay crecimiento junto al amigo, los caminos se bifurcan y los seres también
tomamos otros derroteros menos afines.
Habremos
de aceptar que se cierran etapas con algunas personas y no pasa nada. No es
eterno el convivir. La afinidad surge y puede verse muy clara cuando es un gozo
el compartir, aunque a veces solo sea por ratos, hoy con la pandemia esto se ha
hecho mucho más evidente. Hay amigos con los que gozamos tanto, que estipulamos
periodos establecidos para compartir y cuando llega el tiempo de estar juntos
el solo pensarlo nos hace sonreír.
En la antigua
Grecia había la creencia más generalizada de que solo los semejantes podrían
ser amigos. Esto al leerlo hoy día, me sonó como que de ahí pudo haber derivado
un principio de discriminación no creado adrede, sino como resultante de este pensar. Hoy
día lo deseable es que esto ya esté superado.
Eurípides dijo:
-La
tierra seca ama la lluvia-.
Por
ende lo que un buen amigo o amiga nos pueda aportar siempre será como un
alimento para el alma, brisa fresca en el rostro, aliento de vida.
Y
también a este respecto Heráclito asentó:
-Lo opuesto
es útil, porque mucho puede nacer de la discordia si ésta se ve como fuente de
conocer más y mejorar-.
Todo
depende de lo que para cada quien signifique mejorar, porque he ahí el detalle,
tal vez lo que para mí es mejor para otro no lo es, un ejemplo es lo que
vivimos hoy día, hemos visto como muy queridos amigos y cercanos han optado por
no vacunarse, es muy respetable su postura aunque no la compartamos del todo. Es
mucho más sano valorar los silencios con algunas decisiones entre adultos, a
menos que se nos pida el parecer.
El ser
humano ama por natura lo que es mejor para sí mismo, este amor al ser que nos habita va ligado al
instinto de supervivencia, tiene que ver con la esencia interior y a veces
habremos de aceptar: -lo mejor, puede ser enemigo de lo bueno-.Mi madre solía
decir esto muy seguido.
El ser
que busca beneficiarse de otros congéneres no practica realmente la amistad ya
que el beneficio no se busca como un asunto per
se, sino es resultante del buen actuar y si la amistad se funda en confianza
y mutuo entendimiento el beneficio está claro.
En la juventud
que es cuando se nos da ese trato directo y muy apreciado, logramos conocer
mejor al otro y valorar sus
pensamientos, aunque estos no siempre se logren afines hay un vínculo que nace
y se fortalece de esa misma etapa de compartir. Las diferencias no solo en la
amistad sino en cualquier ámbito, mientras no perjudiquen de fondo no son
asunto que deba preocuparnos en la forma.
En lo personal he aprendido que los amigos que
ocupan lugar especial en el corazón, son aquellos que han pasado junto a nosotros
momentos clave, momentos de crecimiento personal así como cuando se comparten
las mismas visiones del mundo, de cómo queremos vivir nuestras vidas y de cómo
transmitimos esos valores con serenidad y aceptación.
Habremos
de aprender a distinguir la adulación (un tanto alabar con un propósito
escondido que tal vez espera mas allá del trato genuino) de lo que es el verdadero
cumplido que se da fidedigno cuando nace del sentir interno.
La fraternidad
es una variante de la mistad. Puede darse en todos los ámbitos.
De uno
mismo depende la amistad. MJ
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