jueves, 10 de febrero de 2022

 

De la vida diaria.

De  Amistad. (Compartido)

 

Conocer los diversos tipos de Amistad es conciliar con uno mismo, con todos. MJ

 

No creo que exista ser humano en este planeta que no se haya planteado como algo de especial gozo, el poder definir lo que es la amistad para sí mismo, solo así se puede concebir mejor y lograr comprender un poco más, porque solo se puede hablar de esa feria según nos va en ella. Es en la adultez cuando nos queda claro cómo estos conceptos se asientan y nos permiten ser comprendidos con lo que hemos vivido en la práctica, complementado con las muchas definiciones que pudiéramos obtener, porque la amistad es de varios tipos.

En lo personal he logrado conciliar lo que siento al respecto en una buena amalgama de práctica y teoría, ya que lo que he vivido me ha dado esas certezas del pensar aunado al actuar,  esa dupla de conciliación es necesaria, no existe mejor definición que la que cada uno vamos viviendo. Ante todo me ha quedado muy claro que la primera amistad es la que tiene uno consigo   mismo y aunque de esto no estemos tan consientes sino hasta llegados a cierta madurez, el buen estado de nuestra autoestima durante toda la vida, determina mucho como nos relacionamos con los otros. Todos como seres falibles deberemos siempre volver a apreciar  una y setenta veces siete si así fuera necesario, el diálogo  con los amigos (Y mas con los que por situaciones momentáneas se apartan) puede resultar reconfortante y así poder decidir si la convivencia es factible. Es diferente a lo que todos sabemos (y seguro hemos conocido) del asunto de cerrar un ciclo completo con alguien.

 Mucho me ha interesado conocer más, y encontrar  en textos de pausada lectura   nuevos enfoques para ampliar lo que podría haberse obtenido tan solo de la práctica. Enriquecer lo que vivimos con lo que leemos.

Ya entrado este siglo me encontré con un regalo del día de la Amistad que fue precisamente un pequeño tratado de lo que respecto a la amistad pensaba Aristóteles, y ha resultado muy interesante leer algo de cómo se definía en esos tiempos ya pasados.

Aristóteles, que nació en Estagira Macedonia, fue ante todo discípulo de Platón.

A él mismo se le encomendó la educación de Alejandro Magno y por sus disertaciones sobre la Amistad se le conoció mucho, mismas que surgieron de uno de sus tratados sobre la Ética Nicomaquea que disertó sobre la felicidad.

Es, nos dice: -la amistad ante todo un valor moral.-

La amistad más duradera  se funda en la virtud, porque si queremos que una relación persista, habrá que irla adaptando a nuevos momentos y nuevas ideas. En la infancia se asienta en la diversión del juego compartido, que si continúa  hasta la adultez tendrá un asiento muy fidedigno y valorable.

En lo personal sí he conservado la amistad con quienes compartí juegos y enseñanzas desde el kínder garden y son personas muy valoradas para mí, los bellos recuerdos nos unen siempre. Y si llegásemos a discrepar, nunca pasa a más que de un momento de plática reconstructiva que no implica afectación al cariño.

En la juventud  además del gozo de compartir, la amistad puede ayudar a mitigar el error y la oportunidad de acrecentar los valores.En la vejez la amistad se asienta en el acompañamiento, el adulto tiende a aislarse más y a compartir por ende con quienes puede tener más cerca, no solo en lo físico sino en lo emotivo. Hoy día con los medios electrónicos podremos sentir más cercanos a los buenos amigos aunque físicamente estemos lejos de ellos.

En los ámbitos de la justicia se dice que se logra más y mejor este valor si existe amistad entre las partes. En lo personal yo creo que a veces esto perjudica, porque se presta más a manipular que a asentar las bases de lo que es más justo. Sobre todo en la actualidad cuando el concepto de justicia ya está muy trastocado.

La amistad además de necesaria y optimizar la salud emotiva y social del ser humano, se puede calificar también con el concepto de hermosura: es hermosa la amistad si se logra plena.

Decir que es plena la amistad no significa que se vivirá de igual manera en todos los momentos de la vida, habrá cambios con los años, tal vez no de esencia pero sí de forma. Tampoco se manifiesta lineal ya que tiene volutas y humores en cada etapa  así como en cada individuo y por eso mismo es importante conocer los diferentes tipos de su manifestación,  porque aunque no coincidamos en un determinado  modo  de pensar, podremos conciliar. Lo que realmente nos puede separar es darnos cuenta de que no hay crecimiento junto al amigo, los caminos se bifurcan y los seres también tomamos otros derroteros menos afines.

Habremos de aceptar que se cierran etapas con algunas personas y no pasa nada. No es eterno el convivir. La afinidad surge y puede verse muy clara cuando es un gozo el compartir, aunque a veces solo sea por ratos, hoy con la pandemia esto se ha hecho mucho más evidente. Hay amigos con los que gozamos tanto, que estipulamos periodos establecidos para compartir y cuando llega el tiempo de estar juntos el solo pensarlo nos hace sonreír.

En la antigua Grecia había la creencia más generalizada de que solo los semejantes podrían ser amigos. Esto al leerlo hoy día, me sonó como que de ahí pudo haber derivado un principio de discriminación no creado  adrede, sino como resultante de este pensar. Hoy día lo deseable es que esto ya esté superado.

 Eurípides dijo:

-La tierra seca ama la lluvia-.

Por ende lo que un buen amigo o amiga nos pueda aportar siempre será como un alimento para el alma, brisa fresca en el rostro, aliento de vida.

Y también a este respecto Heráclito asentó:

-Lo opuesto es útil, porque mucho puede nacer de la discordia si ésta se ve como fuente de conocer más y mejorar-.

Todo depende de lo que para cada quien signifique mejorar, porque he ahí el detalle, tal vez lo que para mí es mejor para otro no lo es, un ejemplo es lo que vivimos hoy día, hemos visto como muy queridos amigos y cercanos han optado por no vacunarse, es muy respetable su postura aunque no la compartamos del todo. Es mucho más sano valorar los silencios con algunas decisiones entre adultos, a menos que se nos pida el parecer.

El ser humano ama por natura lo que es mejor para sí mismo,  este amor al ser que nos habita va ligado al instinto de supervivencia, tiene que ver con la esencia interior y a veces habremos de aceptar: -lo mejor, puede ser enemigo de lo bueno-.Mi madre solía decir esto muy seguido.

El ser que busca beneficiarse de otros congéneres no practica realmente la amistad ya que el beneficio no se busca como un asunto per se, sino es resultante del buen actuar y si la amistad se funda en confianza y mutuo entendimiento el beneficio está claro.

En la juventud que es cuando se nos da ese trato directo y muy apreciado, logramos conocer mejor  al otro y valorar sus pensamientos, aunque estos no siempre se logren afines hay un vínculo que nace y se fortalece de esa misma etapa de compartir. Las diferencias no solo en la amistad sino en cualquier ámbito, mientras no perjudiquen de fondo no son asunto que deba preocuparnos en la forma.

 En lo personal he aprendido que los amigos que ocupan lugar especial en el corazón, son aquellos que han pasado junto a nosotros momentos clave, momentos de crecimiento personal así como cuando se comparten las mismas visiones del mundo, de cómo queremos vivir nuestras vidas y de cómo transmitimos esos valores con serenidad y aceptación.

Habremos de aprender a distinguir la adulación (un tanto alabar con un propósito escondido que tal vez espera mas allá del trato genuino) de lo que es el verdadero cumplido que se da fidedigno cuando nace del sentir interno.

La fraternidad es una variante de la mistad. Puede darse en todos los ámbitos.

De uno mismo depende la amistad. MJ

 

 

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