De la
vida diaria.
Felicidad,
actitud que se trabaja. (7)
Hacer
revisiones periódicas de lo que sentimos, es una buena costumbre para estar en
Paz. MJ
Conducir una acción es ponerla en el entramado de su resolución, porque aunque no sea tan evidente,todo lo que vamos haciendo es ir resolviendo para crecer y resolver, mas no necesariamente
llegaremos a finales si es un asunto que en realidad también incumbe a otras
personas. En el caso de los hijos solemos creer que resolviendo todo, les
estamos haciendo un gran bien, sin darnos cuenta que ellos tienen sus propias vidas
y en algunos aspectos nosotros solo somos meros observadores. Cuando escucho a
veces que algunos padres de familia suelen acompañar a sus hijos jóvenes a los
recintos universitarios para resolver asuntos de su preparación profesional me
doy cuenta que no hemos entendido aun nada. Cuando estamos compartiendo con
nuestros seres queridos estamos solo haciendo eso, compartir. Al hacerlo podremos
dejar ver lo que pensamos pero no necesariamente esperando que los otros
piensen igual. Saber el sentido de nuestro pensar es muy importante para no
crear controversias innecesarias, mas es uno de los retos más grandes y mucho
más hoy en día con la globalización
teniendo claro que el pensamiento ya se compone de vertientes diversas. Pensar
diferente no perjudica, nos permite pasar momentos más ricos y plenos con quienes
tienen otros puntos de vista, lejos de discutir sin remedio nos permite conocer
otros modos de pensar que tan solo enriquecen.
La meditación nos ayuda
mucho a tener momentos de sosiego que luego nos darán mejor perspectiva al
compartir. El autor del libro que hoy concluiremos (en esta revisión de lo que
es la felicidad como un aspecto que se trabaja) nos dice algo muy interesante
en cuanto a la meditación: La revisión
apreciativa es una forma de
meditación enfocada, o lo que es lo mismo, nos evita estar preocupados de
más, porque hacemos una costumbre tener en claro lo que para nosotros es
importante. Cuando nos damos ese tiempo para enfocar lo que en realidad apreciamos, nos ayuda a
centrarnos en los aspectos positivos de
nuestra personalidad, recordar las herramientas que nos son afines y tenerlas
siempre en mente. Se puede comparar con el proceso que se da en la acción de
orar, aunque a veces ésta se centre en aspectos negativos, porque en algunas
ocasiones la utilizamos para atenuar el dolor, las perdidas y todo lo malo que
nos pueda estar ocurriendo, cuando en realidad lo que nos conviene es remarcar
los aspectos positivos que provienen de los inconvenientes. Se dice fácil, pero
no resulta tan sencillo a menos que lo volvamos una actitud y un hábito.
Nuestro
ritmo cardiaco es involuntario, es bueno saber que el pensamiento, las
actitudes y los buenos habitos pueden influir en él y ayudarnos a tener más
sanidad.
Las
personas felices no luchan contra la imperfección.
Nada
es perfecto y no por ello dejaremos de ser plenamente felices si así nos lo
proponemos. Los Amish que son un grupo que se caracteriza por crear diseños
textiles llamados Quilt, siempre en sus creaciones ponen algo fuera de lugar
para no olvidar que la imperfección existe. Cuando los admiramos no siempre
esto se ve a simple vista.
La atención es
lo que hace a las personas mentalmente sanas.
Estar
atentos o lo que es lo mismo estar en lo que estamos, es un principio que el
zen propone como un punto indiscutible de felicidad.
Hay
tres errores de los que el Dr. Baker habla respecto de la hora de enfocar:
Pensar: Que el asunto va a durar
eternamente.
No hay
mal que dure cien años.
Que todos los problemas… son culpa
de uno mismo.
Nunca
hay que partir de victimizarnos sin ton ni son, es verdad que hay cosas que
hemos hecho mal y que debemos reenfocar, mas no todo proviene de nuestros
errores directamente.
Y por
último, que lo que estamos pasando se
extienda a todas las demás situaciones que vivimos.
Es muy
fácil pringar todo el conjunto de nuestra experiencia con lo malo que nos esté ocurriendo, hay que saber separar los momentos.
No importa si estoy en un duelo tremendo por una perdida cuando al mismo tiempo
un hijo necesita un apoyo en especial. O, no voy a dejar de alimentarme
adecuadamente porque me siento mal por un problema que no he podido resolver,
es obvio que todo se resuelve mejor cuando tratamos de mantener cada hecho en
su sitio y la luz de la certeza en todos. Nunca ha de estar comprometida nuestra
autoestima por asuntos externos de la vida, es un hecho que puede ocurrir y de
hecho ocurre mucho más seguido de lo que podemos imaginar, pero hacer de esos
puntos un hábito de claridad es necesario. Si nos sentimos confusos habremos de
pedir ayuda. En tiempo pasado pedir ayuda era sinónimo de debilidad, cuando es
todo lo contrario, es algo que fortalece por principio.
La
revisión apreciativa es el único camino
hacia el verdadero aprecio de uno mismo.
Antiguamente
se creía de más en el destino, era inamovible. Hay día sabemos que cada quien
lo crea y recrea.
Nadie se salva de las cosas de la vida que duelen.
El
dolor puede paralizar, en primera instancia habremos de estar activos en alguna
acción que nos sea fluida y fácil, la más sencilla de todas, si nos gusta
escuchar música, cocinar, pintar, o tan solo contemplar un atardecer, ese es el
camino en primera instancia. Iremos retomando la centralidad y una vez ahí, lo
demás ira dándose por añadidura.
Una de
las ideas que puede irrumpir y crearnos ansiedad, así como no permitir el flujo
feliz es:
Tengo derecho a más. Somos merecedores de
mucho.
Lo que
tengamos habrase de propiciar con serenidad, nunca contra viento y marea, ya
que de ser así no propiciará paz.
El asunto de las posesiones es también un
rubro personal, dirigido por la personalidad que más bien debe conducirnos a
gozar con lo que se tiene en este preciso momento, y cuidar el tener un
antídoto para no volvernos como si fueramos barriles sin fondo de deseos
imparables propiciantes de ansiedad innecesaria. Es un hecho que la
civilización actual está empecinada en hacernos creer que necesitamos más y más
cosas, pero hay que tener más bien cuidado de no caer en trampas de ese tipo.
Muchísimo
del estado actual de la humanidad insatisfecha lo produce el consumismo, se
vuelve como un círculo vicioso, es por ello que la presencia de los mandalas ha
hecho mucho bien, porque nos recuerda que los hechos tienen un sentido,
principios y finales han de estar claros. La vida es circular y cuando pasamos
a los estadíos de mayor madurez nos damos cuenta de cuanto cambian las
necesidades, hay que cerrar y saber abrir.
Nada
es más sano que ir percibiendo la diversidad de lo humano, sin olvidar que
somos ya hoy día una aldea global que tiene repercusiones en todo el orbe.
Nadie está exento de esto, aun viviendo en los rincones más remotos del
planeta. La xenofobia ya será un cuento del pasado porque habremos de aceptar
que parte de lo que nos toca vivir en estos tiempos es una movilidad social sin
precedentes. Siempre ha existido la migración aunque lo que pasa hoy día sea un
fenómeno exacerbado de la misma, por los asuntos globales del mal manejo de la
economía política. Todos los gobiernos del mundo están en crisis y seguro
nuestros hijos verán la gloria más adelante de nuevas formas de regir los
destinos, de eso estoy segura. El homo sapiens crea sus propias trampas que son
las contradicciones que llevarán a los cambios necesarios.
Empalmar
los dos círculos enormes en los que nos encontramos, ese ser y ese estar, es algo
que se convierte en placer de vida, en motivo de cada mañana cuando logramos hacer
del día a día un placer y no un pesar.
Aprender
a redescribir nuestro mundo es algo que el Dr. Baker apunta como tarea
ineludible y dice: es mediante el
lenguaje que creamos el mundo, porque este no es nada mientras no lo describimos.
Hablar
con uno mismo es algo necesario. Cuando los tenistas se ven en momentos de
apuro dentro de un partido, muchos de ellos lo hacen como algo muy natural, a
veces se les tacha de inseguros o excéntricos ante esta acción, pero siempre
los que han respondido a este cuestionamiento ante los entrevistadores, dan
respuestas lógicas de su porqué. Necesitamos decirnos, orientar el pensamiento desde nuestro propio ser.
Describirnos la realidad.
Se le
llama eustres a las tensiones
positivas y necesarias que nos es útil propiciar para funcionar mejor. Es
exactamente lo contrario del estrés, y
Dice el Dr. Baker: es estimulante y
euforizante porque uno se siente
seguro de que es capaz de triunfar.
Ir con
el pie firme contempla un cierto tono de
tensión para vivir.
Un
poema de Esquilo para cerrar:
Aquel
que aprende debe sufrir.
Incluso
mientras dormimos,
el
dolor que no podemos olvidar
cae
gota a gota sobre el corazón,
hasta
que, en nuestra desesperación,
contra
nuestra voluntad,
llega
la sabiduría,
mediante
la pasmosa gracia de Dios.
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