miércoles, 24 de septiembre de 2025

 

Un día, una circularidad. (8)

                                                                  El amor no se reduce a la posesión ni al sacrificio; es un espacio de libertad donde dos seres se encuentran sin devorarse, sosteniendo la distancia necesaria para que ambos puedan seguir siendo ellos mismos.

Simone de Beauvoir.

                                                 Es tanto lo que se ha hablado del amor, que los reductos personales son los que acaban de definirlo para cada ser. No es fácil comprender como podemos hacer vida este sentimiento inherente al alma humana y tan especial, tan necesario y hoy día tan urgente de comprender en toda su dimensión y que aún presente, nos cuesta identificar sus derroteros y buenos efectos en las circularidades que lo contienen. El amor viene siendo como un catalizador sin duda alguna. Cataliza y a la vez se conduce por el corazón. No hay circulo vital sin ese ingrediente que es parte profunda y que a veces no detectamos con tanta facilidad. Es en los días que vivimos en donde la contraparte del amor se suele ubicar en el desamor. Son asuntos que cada uno habremos de reflexionar en la meditación y saber que las urgencias de manifestarlo, comienzan desde una amplia sonrisa hasta todas sus variantes.  Ese descuido a la tierra que es nuestra casa, esa dejadez o abuso de infantes, que se da en algunos casos con tremendos abandonos y otros aspectos, que luego nos preguntamos el porqué de jóvenes confundidos. El amor mal entendido trastoca todos los cielos que nos corresponde vivir, porque la preeminencia del cielo se vive en la tierra y es aquí mismo en donde lo procuramos y lo percibimos. Nos hemos ido desligando de las manifestaciones amorosas que son la premisa de nuestra supervivencia.

Compartir con los niños y observar, proteger a los animalitos que estén cerca de ellos, algo que habríamos de hacer todos y cada uno de los dias como tarea obligada. Es una buena actividad para los abuelos que estamos a veces con momentos propicios y preciosos. Hace unos días, nos fuimos de cacería de ciempiés. Los nietos los descubrieron, decidimos encontrar algunos para poderlos observar mejor. La más peque asoció la palabra cacería con la palabra comer (no sabemos por qué) claramente nos dijo, -yo sí voy a buscar ciempiés, pero no me los voy a comer-. La risa nos ganó y sobrecogió a su hermano y a mí, y le aclaramos que solo era para observarlos y luego dejarlos libres. Había muchos, tal vez porque es la temporada en que nacen. Son pequeños y llamativos de color amarillo/naranja. 

Cien patitas movidas con celeridad asombrosa nos mantuvieron atentos un buen rato, lo que hace una convivencia natural, y al mismo tiempo observar mas meticulosamente.

 Ver y gozar con los críos, observar con que cariño toman a cada ciempiés en sus manitas, podríamos decir que es una acción esplendida, una meditación conjunta con la naturaleza. Preparados con unas cajitas transparentes, unos pocos pedazos de zacate y tierra y otros objetos pequeños, yo pregunté - ¿y esos terrarios? y el mayor me dijo: -son para que no extrañen el jardín mientras los tenemos con nosotros y lo demás es para que suban y bajen- A los recipientes les llamaron los mascotarios, es decir un recinto para poner a los animalitos por el rato en que serán sus mascotas. Me quedo asombrada como los niños observan con sus pequeñas lupas y admiran con suma originalidad. Los padres de familia hoy día lo tienen todo un tanto más difícil, por las demandas y exigencias del medio, tanto del núcleo familiar, así como de lo escolar y tareas extras que se les asignan a los críos, que es admirable cuando tambien ellos encuentran el tiempo exacto para hacer un volcán de arena en la playa o para admirar a las chachalacas que llegan hasta los árboles circundantes con sus graznidos que mas parecen unos ruidos de desesperación que un piar  natural, al conocerlas ya las entendemos. En lo natural tambien hay meditación.

El asunto de las rondas para el colegio, sirve mucho para que los niños capten el sentido de cooperación entre las familias, es una práctica que llegó para quedarse y así tambien aprendan como otras madres o padres de familia pueden dar su parte para el apoyo en la misma comunidad. Ayer nuestro nieto nos hizo la pregunta de qué ¿a diario la madre de mi amigo será la que nos llevará al cole? Preguntó cómo con cierto asombro (porque apenas empieza darse en su caso) así es que se le explicó y no pasó a más. A la madre de su amigo, al mismo amigo y vecino, ya los conoce muy bien y estoy segura de que les aprecia mucho. Entre los adultos quien coopera, avanza. La madre del amigo por momentos se vuelve la madre de todos los niños y eso hace sentido en la mente del infante. Así tambien se visualiza el sentido de comunidad y de las redes que se dan para la convivencia sana.

Desde nuestros ancestros la palabra subsistir es parte medular y es acción importantísima que lleva enorme sentido en la realidad y no tanto en el léxico. Aun siendo una palabra que es interna y no activa (porque hoy día parece muy sencillo todo y así lo es) saber la profundidad de su significado en épocas de las tribus nómadas, ha sido importantísimo para los investigadores. Había muchísima mortalidad infantil. Detectar los territorios propicios, establecerse por un periodo y luego pasar la noche con seguridad, organizar la obtención de alimentos, a los neandertales es seguro que se les complicaba, no hay duda.

¿Cómo no admirar ese caminar de la especie? ¿Ese establecer un reducto de vivienda y luego continuar? Aun así, se extinguieron. Los grupos que se mueven son mucho más vulnerables aunque lleguen y se establezcan.

 Adaptarse al medio se dice fácil, sabríamos mas si es que somos empáticos con personas que llegan al medio y les preguntamos. A las personas que vienen de variedad de estados de la República Mexicana a establecerse por estos lares del sureste, cuanto les cuesta enfrentarse a un chiwó (tarántula negra de enormes patas) animal muy grotesco y que los niños locales ya conocen, ver y aceptar como parte de los entornos cosas y animales comunes para los locales y mas para quienes vivimos en las afueras de la mancha urbana. La estabilidad que nos ha dado el sedentarismo es magna, el aprecio de esta condición es necesario y no darlo por sentado, ya que es un bien de la naturaleza humana.

Las estaciones del año tambien son muy importantes para nosotros los seres humanos.  Hay cambios que nos afectan en el ánimo. Es una de nuestras herramientas estrella la adaptabilidad y nos ha permitido continuar en el planeta. Hay evidencia neandertal de estancias cerca de ríos, llanuras, estepas, así como cerca de fuentes termales. La presencia activa en cuevas es muy evidente en Atapuerca España.

Los neandertales eran omnívoros y eso mismo les permitió desarrollar un gran sentido de observación en los entornos elegidos para pasar temporadas relativamente largas y estacionales. Nunca se quedaban de por vida, pero si hay evidencia de que lo hacían por necesidad y por periodos relativamente largos de tiempo.

Para la cacería, algunas veces utilizaban la técnica de emboscada con una tecnología muy puntual para cada caso, algunas puntas de lanza han sido localizadas en los huesos de determinados animales.

Que maravillosa ha de haber sido la cohesión grupal para lograr esa supervivencia. Se piensa que con los animales montañosos se pudo haber utilizado la técnica de la estampida, es decir conseguir que cayeran al vacío por los barrancos. Eran capaces de conservar sus alimentos mediante el salado, en específico de la carne o el ahumado de la misma.

La suavidad del material de hueso es buena para utensilios más sofisticados, como agujas. Tal vez los huesos largos si se utilizaron para construir cobertizos temporales.

Si logramos el asombro real, nos permitiremos apreciar hasta lo más mínimo de nuestra civilización y al saber más de esa especie hermana, estaremos siendo más justos.

 

La dieta ancestral se estudia mediante la investigación bioquímica de los materiales tanto adosados como parte interna del material cuando en los huesos se encuentran grandes cantidades de zinc y se infiere que la dieta era mayormente marina, así como en recipientes.

La cohesión social entre los neandertales es evidente y se puede documentar.

Existe un caso emblemático que ha hecho ya un parteaguas en la evidencia de que los neandertales practicaron la compasión, porque hay un esqueleto de un hombre de 45(cuarenta y cinco) años de vida, que denota que solo sobrevivió porque se le cuidó. Si no hubiera habido esa parte de los cuidados exprofeso, ese hombre no hubiera sobrevivido.

Se cree que se agrupaban para la vida diaria hasta en grupos de 100 (cien) personas.

Existen evidencias de heridas de caza en cuerpos femeninos, lo que denota que las mujeres tambien participaban de actividades de riesgo, mientras no estuvieran cuidando de algún crío.

Se cree que, al aparecer una presa de valor, se daba la acción conocida como todos a una, es decir cada individuo seguramente tendría una participación activa y concertada. Sé ha llegado a encontrar en estos ámbitos alguna presencia de jóvenes tanto varones como mujeres, algunos niños no tan pequeños.

La división del trabajo en cualquier ámbito está considerada por la antropología como un signo de mayor inteligencia. En especies de primates de gran organización como es el caso de los bonobos, se ha observado una organización clara y concisa.

Existe la evidencia en algunos esqueletos de que la semilla del conflicto interpersonal los llevo a agredirse en lo físico. Con clara evidencia se nota el hecho de haber sido alcanzados por algún tipo de punta de lanza entre las costillas. Esta parte se estudia muy a fondo, porque ya sabemos que la especie a la que pertenecemos, los sapiens, no se considera violenta per se, sino por desequilibrios propiciados tanto en lo biológico que se desencadena en lo social. La violencia responde a desbalances químicos cerebrales que hay día se pueden tratar con mucho acierto. La llamada bipolaridad, existe desde siempre. La nomenclatura va variando, mas los síntomas son los mismos, por lo que con el acertado diagnóstico ya se evitan muchos suicidios que son parte de este desbalance químico.

Los bienes que se poseían desde los ancestros eran cuidados y preservados con un sentido preponderante de grupo, las herramientas o adornos personales eran parte.  Lo que hoy día podríamos denominar como joyas, en estos grupos tenían más una función grupal.

 La cohesión era parte de la vida misma, no se cree que fueran objetos para sobresalir individualmente dentro de su mismo grupo, tenían un significado más profundo del ser parte. Muchos entierros muestran estos materiales de adorno personal que se ponían junto al difunto. Se cree que, si se realizaron estos tipos de joyas ancestrales a veces se utilizaban como intercambio con otros grupos, para acallar pleitos y riñas.

Poseer bienes ha dado al hombre civilizado la creencia de que estos son valiosos no solo porque le permitan una mejor vida, sino que están asociados al éxito y esto, puede trastocar el sentido. Todo objeto, retocado o tratado es cultura, antes que nada. El valor añadido es otro asunto.

Se nos dice en textos que revaloran estos asuntos: -Cuando el alma no es dueña de sí misma, uno mira y no ve nada, uno escucha y no oye nada, come y no percibe el sabor del alimento-. Con esto podríamos decir que la posesión de bienes no tiene un significado tan profundo en la particularidad, mientras la persona no tenga a buen recaudo su vida interior y una sensibilidad no trastocada y que ésta comprenda que se es parte de un grupo. 

Estamos en una era de tanto exceso, que el sentido de individualismo nos está ganando la partida: creer que el: YO tengo o el que YO hago etc. son lo más importante, hace que cada vez más nos alejemos unos de otros. Entrar en ámbitos de desvalorar, no ver lo que en realidad tiene sentido en nuestras vidas. Nos perdemos en poseer, en aparentar, en estar obteniendo más y más, asunto que solo nos conduce a sin sentidos internos, que a fin de cuentas nos llevan al diván del psiquiatra.

Los seres humanos afirmamos saber muchas cosas, pero el viento pasa y sopla suave. Lo que solo nos sirve para aferrarnos a los bienes, lo puede desaparecer un viento ligero.

Cuando las cosas responden a alguna necesidad estamos por buen camino, algunas veces lo que cuesta más dinero es lo menos necesario.

Cuando Henry David Toureau vivió en los bosques cerca del lago Walden en los Estados Unidos de norte América, notó que esos adelantos modernos de los que le hablaba su país no eran en realidad más que respuestas a meras ilusiones, todo se le aclaró.

 Notó como existen esfuerzos que terminan por enconarse en lo absurdo. Hoy día, tal vez los automóviles eléctricos nos lleven a otro estadio de menos contaminación del entorno, pero habremos de valorar ¿si la construcción masiva de estas máquinas, y de miles de objetos inútiles, en realidad no están contaminando más?

Existen pesos muertos en nuestros entornos que solo nos cobran tributos energéticos que nos desbalancean.

Cuando comprendemos que los excesos solo son desbalances de las mentes obstinadas por poseer, nos damos cuenta que estamos en un mundo que hay que reorientar y que siendo nosotros mismos los que lo hemos creado, es tarea de todos.

Toureau, nunca requirió cortinajes en sus ventanas. En esa soledad que le hacía gozar la vista natural y percibir el sol por las mañanas no había necedad de cerrar nada a la luz del día. Por las noches tampoco. Es así como nos dice que se dio cuenta de que los objetos han de cumplir una función bien clara o solo son carga inútil.

El mal que se instaura en el mundo muchas veces rebasa la vida de los que lo crean. No se puede dejar ese lastre a las generaciones venideras, es por eso que es mejor abrir la conciencia a lo que es y significa poseer, acumular. Dejar las cosas claras. los caminos limpios y tomar siempre el chocolate bien espeso. Es decir, más calidad y menos chatarra. No hay crío que no entienda la diferencia entre calidad y cantidad. Si lo que nos empeñamos en hacer no responde a la realidad de lo que somos, hay que soltar y volver a lo que hemos mencionado antes: saber elegir. Apelamos al fracaso de la civilización si no hacemos este esfuerzo de ser más conscientes, no creer que otros están siendo inconscientes, ¡todos llevamos la misma encomienda!  La Tierra.

No nos cansaremos en reiterar que: -Quien necesita poco, es en realidad sabio-.

Mucho cuidado de cómo se practica la caridad, porque en verdad es un hecho que ésta se trastoca si la mano derecha sabe lo que ha dado la mano izquierda y viceversa. Si damos, hacerlo calladamente, silenciosamente y con un gran placer en el corazón.

De entre los árboles de la exuberancia que nos otorga la naturaleza, solo al Ciprés se le puede denominar Azad, palabra que quiere decir: libre. Este árbol, no da fruto propiamente y es ausente de mudanzas. Puede decirse que con constancia está florido. Solo otorga algunas piñas secas que caen con las ventiscas. Es un árbol que permanece constantemente estable. Un gran maestro, se le considera un árbol sabio. (continuará).

 

 

1 comentario:

  1. Tengo dos reflexiones😊: Poco a poco he descubierto que cada vez necesito menos para vivir mejor y curiosamente es porque cada vez estoy más cerca y en contacto con la naturaleza.
    -El primer acto de amor es el respeto.

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