sábado, 6 de marzo de 2021

 De la vida diaria.

(Compartido). (dos textos)


                        Vivir la vida diaria es un arte.

Si solo despertamos y seguimos una agenda, no se nos olvide todo lo que tiene  que ver con la actitud, esa maestra que nos apoya en la forma de ver y ser, que nos pone en camino de ir dejando una huella. En los caminos de arena las huellas se borran, en la vida diaria no. Sucede que todo va dando forma a lo que viene. A veces nos preguntamos porque suceden cosas que pueden ser previsibles, y esto es porque nos gana la partida el apremio. La experiencia así se forja, aunque en esencia es toda razón, también  es sensibilidad y actividad de creatividad. En alguna ocasión me preguntaron que era para mi la creatividad en primer lugar, y no dude un segundo en decir: Ante todo, es una actitud. Uno es creativo desde el modo como mira, hasta el modo como resuelve.

                         Estoy en esto de escribirme desde hace ya muchos años. Podría decir que cuando descubrí como uno se puede expresar en una sencilla carta, fui la persona mas feliz. A los once y doce años de edad tuve la fortuna de estar dos veranos, en un lugar muy bello: Las montañas Adirondack. Al regresar al terruño, me despedí de muchas personas con las que había compartido momentos en el campo, con actividades  tanto deportivas como de arte. Así comencé a comunicarme por medio de escribir cartas. En el colegio donde estudie de niña, había monjas estadounidenses y nos proponían siempre estar en el programa de Pen pal, así que por ahí también se me dio esta bella costumbre. A los trece años de edad cambie de lugar de residencia, nos fuimos toda la familia a la ciudad de México y con esto las cartas continuaron hacia mi ciudad natal. De estas comunicaciones personales con amistades surgió luego el gozo de redactar mis vivencias. todas las de estos años no quedaron por escrito, los cambios de ciudad no lo permitieron y no vinieron conmigo todas las cosas. Lo que si quedo en resguardo fueron muchas cartas que ahora conservo tal cual  fueron escritas a mano. Con el cambio se depuró  mi baúl de asuntos necesarios. Aun no sabia que tan necesario es releer lo que uno escribe, porque en definitiva es parte de uno mismo. No fue sino hasta pasados los veinte años de edad, que decidí hacer en forma el recuento de actividades diarias. Así, que comencé a escribirme con mucho ahincó de poder obtener de esos escritos, una idea mejor de lo que quería de mi vida año con año. Y funcionó, porque no solo es escribirnos, es también  releernos. Cada año hice revisiones y las disfrute mucho, sin embargo lo que estoy haciendo ahora mismo es lo mas gozado, revisar todo ya con una mirada madura.

Obviamente mis escritos no son con un profesionalismo como tal. No lo tengo porque aunque mi preparación universitaria en el campo de la Antropología me llevo a aprender mucho de redacción, estoy consciente de que no es mi fuerte el hecho de que esto este perfectamente redactado. Se que no puedo contar con eso, mas si puedo decir que esta escrito con el afán de hacerlo como si fuera una conversación, actividad que desde siempre he disfrutado mucho. En casa de mis padres las sobremesas eran fantásticas, ni que decir los fines de semana que siempre había alguien invitado y que el café con un rico postre era la medida ideal para hablar de muchos temas siempre muy interesantes. En casa de mis progenitores se disfruto con mucho de la buena mesa, entendiendo esta como buen comer y mucho mas el buen compartir cualquier pensamiento o idea, había mucho interés en que eso fuera algo central de la vida familiar y así fue. Ellos gozaron de ese aspecto de su vida como pocos.

Para mi madre era mucho mas importante la felicidad de su cónyuge a través de la comida, mucho mas que de cualquier otro aspecto imaginado. Ante todo, se servia con mucho estilo aun sin nada de lujos. Comíamos con un gusto enorme todas las viandas yucatecas así como los postres mas exquisitos que se confeccionaban de lunes a domingo como si al faltar, el mundo se fuera a caer. Dentro de todo esto mi madre era la cultivadora de modales, mi padre era de gozar la exquisitez, al grado de decir que alguna comida pecaba de falta de pimienta o de clavo. Tenia ese modo de ser que sin ser Chef, era sabio en sabores.

                         Especial y llena de gozo resulta la vida de cada dia si se logra apreciar con sus coloridos únicos. En mi caso personal esto tiene que ver con dos aspectos: El color físico de los objetos que nos rodean y el color del animo que nos habita.

Los colores que me rodearon fueron muy importantes en mi niñez. Mi padre que fue ingeniero de profesión,  fue arquitecto de corazón. El construyo mucho en la década de los 50s y 60s, y sus colores eran parte esencial. Yo recuerdo el coraje que hicieron algunas  tías cercanas cuando mi madre se presento conmigo a un baño de piscina y yo con un traje de nadar en color negro. A los adultos les pareció insólito que una niña de cuatro años vistiese con tan severo color, mas mi padre gozo traerme esa prenda. Para mi fue de lo mas normal, solo recuerdo escuchar a mi padre decir a mi madre que esas personas que critican sin comprender del todo, no saben que una niña de negro en la piscina es una niña elegante. Así pues, yo me escuche de sus labios como elegante, y hoy dia ya se porque muchas cosas solo me gustan en color negro. Lo que dicen los adultos permea para siempre en los niños. De hecho, no concibo color mas bello para un automóvil que el  color negro, y así ha sido en varios que han pasado por mi vida. Los colores de paredes y entornos siempre han llamado mucho mi atención.

¿Como olvidar el herraje asimétrico que sostenía la mesa del comedor de mi casa de niña? Un diseño de mi padre que hoy dia esta presente en la vida de mi nieto. Era verde limón casi fosforescente. Estamos  hablando de la década de los 50s, del siglo pasado. Este hombre tan singular que me dio la vida, para muchos paso por ser un poco loco, yo bendigo esa locura, porque gracias a eso comprendí valores  tan especiales como lo genuino. El usar colores atrevidos da vida. No es precisamente lo que yo practico, porque soy mas de otros tonos, mas no puedo dejar de observar que cuando se utiliza el color vivo con sentido, todo cambia. y se ilumina.

Ahora bien,  hablemos de los colores anímicos.

 Esos colores asociados a la emoción, al alma personal que se manifiestan conjuntamente con las virtudes del ser humano. Son colores que vibran en nosotros, y que esta comprobado que tienen que ver con el espectro que nos cubre y rodea el cuerpo humano. Mas adelante hablare de cada uno, por el momento bastara decir que están presentes y que nos hacen ser de alguna manera muy nosotros mismos. (En este mismo blog, tengo varias entradas especificas, que hablan de algunos colores).    

                         De las cosas mas sorprendentes que he escuchado en mi vida, se encuentra el hecho de que algunos seres humanos han logrado comprender que en nuestra condición humana no existe el azar. Una persona aun antes de entrar al mundo tiene una tendencia anímica hacia donde querrá dirigir su nacimiento. Como quien dice es algo que escogemos sin mucha conciencia aun, hacia donde iremos. No es claro en lo absoluto como se da esto, pero lo que si creo valioso de repensar es que somos seres de intuicion en primera instancia y puede ser muy importante lo que intuimos. De hecho, lo mejor que nos puede suceder es tener un buen equilibrio entre razón e intuicion. De bebés nos guiamos mas por lo que intuimos y esto se va perdiendo con el paso de los años. Habrá que recuperarlo. Sabemos bien que apenas estamos comenzando a comprender lo que somos como seres humanos, así que nuestro cerebro seguro nos tendrá variedad de sorpresas a conocer en lo futuro. Aunque algunos ya peinamos canas, no podemos dejar de estar alertas a todos lo que nos de conocimiento.

No se puede negar el papel que esta jugando la Antropología en la comprensión de la especie homo sapiens sapiens  como una entidad de hacer cultura. Conjuntamente las otras ciencias sociales darán su parte y el todo de nuestras incógnitas ira saliendo a la luz. Nuestra permanencia en el mundo esta ligada a cada avance que se haga en conocernos mejor.

La destrucción puede sentar sus reales. Es un hecho que la vorágine de vivir la vida humana de manera muy vertiginosa nos abarca, nos rebasa y nos lleva a situaciones de mucha inconsistencia.No hay que temer a la laxitud, porque dentro de sus movimientos se puede dar fortaleza y nuevos enfoques.

                        Las religiones se crearon en parte para sustentar las acciones positivas que siempre existen en estos remolinos del vivir. La convivencia, la posibilidad de compartir así como la paz tan necesaria para ser creativos. Mas, no en todos los casos han dado buenos resultados porque se ha tergiversado su función y muchos las toman por sentidos que no son de su esencia, como cuando es utilizada para socializar, para obtener bienes materiales y lo peor es que se llega a dar para utilizar a los congéneres en vivencias muy distorsionadas. Mas esto no debe preocuparnos, el mal siempre encuentra sus rutas de salida y cuando se logra tener claro esos caminos es mucho mas fácil de cambiar por bien y por actitud creativa. No dudemos que esto esta en las manos de cada uno de nosotros. La perversidad existe,  yo creo que se vence con la bondad.

                         Al final de la película titulada La Ladrona de Libros, llamo mucho mi atención una frase: Es preocupante nuestra especie. Es un grupo que no habiendo entendido su esencia ha creado las bases de su destrucción.

                         Al punto de cumplir los sesenta años de edad me propuse una revision muy consciente de mi misma. Fue muy consciente en el sentido de llevar un ritmo de disciplina, pero a la vez fue algo intuitivo que me abrió muchas puerta para explorar.

Realmente, me pregunte en ese momento, ¿sera que nuestra especie este destinada a irse por un barranco? Y de momento me dije: Absolutamente no. Somos seres pensantes, se supone que los mas inteligentes de la creación ¿Como no vamos a tener respuestas a nuestras incongruencias? No estoy hablando de las incongruencias de los demás, esas no nos incumben, solo con aprender a detectar las nuestras estoy segura podemos dar una vuelta de tuerca al mundo del bien. Absolutamente hay respuestas que al hacerlas en uno mismo llegan a los ámbitos que nos rodean,sin juzgar. Sera tarea ardua pero no tan difícil de las generaciones que vienen. Siento a los jóvenes de hoy extremadamente genuinos, nadie se esconde ya, en los closets del que dirán, ni mucho menos se dejan llevar por el canto de las sirenas de una materialidad que esta destruyendo a la civilización. Hay mucha esperanza en la sencillez del modo de vivir de muchos jóvenes. De plano a muchos de ellos les interesan mas las cosas de esencia que de forma.

                         Desde hace mucho me gusta en particular hablar de lo genuino. No se de donde tengo esta tendencia tan fuerte, creo que me viene por la forma en que me relacione con mi padre. El, ante viento y marea proponía que todo lo que decidiéramos hacer fuera algo que se diera desde la preferencia personal. Recuerdo de niña cuando yo tenia que elegir un regalo para darle a alguna persona en su cumpleaños o cualquier otra situación, el decía: elige lo que a ti te gusta. Yo anteponía pensar en el gusto o preferencia de quien recibiría el regalo, mas en eso era tajante, ante todo lo que damos a otro nos tiene que gustar a nosotros. Parecía algo egoísta, algo muy fuerte, mas hoy dia que lo pienso siempre me quedo la buena sensación de que elegí con gusto. Aquí, de plano entra muy claro la falta de sensibilidad cuando damos un roperazo, acción que todos conocemos al dar algo que hemos guardado. No siempre resulta un regalo genuino,  y a veces es tan solo salir del paso ante una situación mas de índole  de conveniencia que de corazón. Me gusta muchisimo regalar, hoy dia trato de que lo que le doy a alguien sea pensando en las dos partes, la de quien recibe y la de quien elige que es lo que dará.

Que la vida de una persona sea genuina, no solo no es del todo fácil sino tampoco es deseable por todos los seres humanos. Conlleva habernos conocido mas a fondo y saber que aunque seamos excéntricos lo que somos tiene valor. La vida que se sale del común de las practicas de todos conocidas, y mas aún, de lo que es aceptable, puede ocasionar dolor, mismo que debemos saber asumir si queremos aportar un granito de arena. La vida da buenas pautas, pero no olvidemos que no todas son para todos. Estamos aprendiendo en esta etapa del mundo que es de flujo, que ante todo hay valores que se recrean, no pueden ser los mismos de épocas pasadas y hay que tener claro que no solo no pasa nada, sino que pasa mucho: Nos renovamos. No hay que temer tanto al dolor, porque es piedra de toque para cambios verdaderos.

Ser genuinos es algo que se plantea de antemano, es algo que se propicia con gusto y se ejerce con valentía y gozo. Nunca debemos traicionar nuestra esencia. Nuestra misión consustancial tiene todo que ver con lo que nos define de fondo.

                         El hoy, es lo único real que tenemos a mano, llegar a el no ha sido asunto de magia. Hemos superado mucho para estar parados en donde nos encontramos, lo mínimo que podemos pedirnos es ser nosotros mismos, respetar lo que cotidianamente se dice que nos late. Del pasado los pasos han contado uno a uno. No tendríamos  que revisar todo, pero si es conveniente plantar sobre la mesa las partes mas evidentes que vienen como recuerdos  para tener aprendizaje. Del futuro solo podemos decir que conforme pasan los años lo mejor es que seguro va quedando mas claro. Es una maravilla la madurez que nos permite no estar girando en círculos, recordemos que la vida es un gran mándala, ese circulo que cuando toma la curva de la tercera etapa ya debe habernos dejado claro que es lo que no queremos.

Recuerdo un dia de mi cumpleaños de hace algunos años, en el que comíamos todos juntos. De pronto les dije: Quiero hacerles un regalo, porque ante todo yo gozo mas regalar que recibir. Así pues todos me escucharon y les dije, mi regalo es: De una vez por todas a ustedes jóvenes les pido que tengan tan claro como el agua, que es lo que no quieren. Sabiendo que es lo que no queremos, eso que no nos interesa de verdad  habremos de sacarlo de la lista de los pendientes por hacer. En lo personal no puedo con los asuntos multitudinarios. No creo en ellos, jamas me han interesado y me pueden producir mas claustrofobia que placer. Muchos se extrañan de que yo jamas haya ido a conciertos grandes. Nunca asistí, y de hecho las  festividades que aglomeran  a mucha gente terminan por abrumarme. Aprender a cribar en el cesto del colador de nuestra vida es genial. La mies se va obteniendo y los granos que quedan ahí serán absolutamente parte de la composta de nuestro ser. No por depurar perdemos, al contrario ganamos mucho, porque logramos centrarnos en lo que mas importa.

La actitud, en este sentido también se pule, y la experiencia real va tomando nuevos brillos y bríos.

Así cerramos este texto en espera de continuar. MJ






                         


        







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