lunes, 16 de octubre de 2023

 

D.L.V.D Libertad, es decisión. (6)

 

                                                               La forma de vida que llevamos cada día, presenta oportunas tomas de decisiones, estar atentos es la clave, para mejorar la libertad. MJ

 

                                                                Continúo con los postulados y reflexiones que hizo Fromm respecto a la libertad. En un párrafo pregunta: 

- ¿Puede ser ambigua la libertad? - Si que lo puede ser. Esta ambigüedad de la libertad responde al grado de autoconciencia que tengamos, así como que tan atentos estamos a las sencillas decisiones del día, que darán flujo de libertad en todo. Lo que en inglés se denomina: Awareness.

No es tan sencillo cultivar la autoconciencia, puede tomarnos una vida entera, y es tan personal que solo cada quien siente como se abre esa puerta de flujos positivos. Los enconos del saber, del creer y los más difíciles asuntos relativos a los sentires, y todo lo que se acumula como vivencias no trabajadas que a veces se nos dan del trato con los congéneres, influyen en la autoconciencia, lo que más le determina es permitirnos los cambios de enfoque cuando son necesarios, tener claro que lo que crece en nosotros mismos, nos hace bien y tendrá repercusiones.

Aferrarnos, casi nunca es lo mejor.

Al ocurrir los fenómenos la mente abierta aprende, si el aprendizaje es para abonar, será una mente más libre.

No olvidemos que, desde el nacimiento de la agricultura en el planeta, cuando el ser humano se desligó más y más del mundo natural, abandonó la economía de subsistencia pasando a las grandes acumulaciones de productos, la especulación fue parte del engranaje y cambió los mecanismos de intercambio. No es culpa de nadie, es la forma de evolución que se dio y que cuando comprendamos todo esto, podremos enmendar, apoyando a la evolución y dando más sentido.

No en vano aseveró Freud que los individuos nos veíamos unos a otros como seres para obtener beneficios directos.  Dejar de lado lo que estaba pasando en el grupo, y solo observar el beneficio personal, se volvió la pauta más severa del comportamiento, hizo que nos convirtiéramos en desconocidos unos de otros.

El equilibrio de lo grupal/social es básico. Cuando este balance de fuerzas se pierde, nos perdemos nosotros mismos y entra tal temor, que el individualismo negativo se vuelve la pauta de conducta para subsistir. Mientras haya equilibrio, el cultivo personal es positivo. Si observamos bien, hay un germen de violencia (en principio involuntaria) que propicia que violentar sea parte natural de algunos entornos. En realidad, la violencia nunca debería ser parte natural de nada, porque no tiene bases innatas. Si la propuesta es llegar a tener que matar para obtener lo deseado (teóricamente parece insólito) es porque no se ha experimentado una educación formal y la acción de mediar es parte del ser educado, es un camino.  Cuando se convierte en conducta normalizada la agresión y lleva a grupos extremistas a ver a la muerte como un modo de obtener lo deseado, es muy difícil el camino de regreso. Si parte de un grupo perjudica para los fines de grupos diferentes que resultan adversos y matar se convierte en algo normal, queda claro que no hemos logrado vernos como una sola especie al todo el grupo humano de la tierra. Esto también es el principio que rige en menor o mayor medida en los conflictos. Hoy día se ha dicho en relación a la guerra en Israel, que dejaron de estar en lo que deberían tener presente, para resolver asuntos internos. Bueno, esa es una de tantas aristas de todo un asunto desequilibrado, que proviene de muy atrás con causales muy claras entre la ignorancia y la imposición de poder.

Cuándo un ser humano mata a otro en función a sus ideales y a sus objetivos, ¿ejerce su libertad plena?  en absoluto no. El que acaba con la vida de alguien más, y lo hace deliberadamente, está cerrando las puertas de su propia libertad. Aunque no vaya a la cárcel. Las cárceles interiores del espíritu pueden ser los más hondos vacíos. No siempre se comprende esta situación, el ser educado puede sentir pesar, otros lo perciben fríamente como una dinámica social que queda fuera de la ética y la razón.

 El desligarse de la conciencia, en la dinámica natural del grupo, ha propiciado las soledades y desequilibrios más profundos. Dice Fromm: -En la medida que el ser se desvincula en lo profundo del grupo general que le da sentido, es en la medida en que su soledad le hace sentir que no es libre. -

El sentimiento de opresión, de vulnerabilidad ante poderes mal llevados, propicia el destape de violencia.

El pensamiento activo es la base para mantener estable la conciencia, estar en lo que estamos, nos recuerda el Zen, no solo el responder a demandas de subsistencia o de vida de relación, sino lo que nos vincula a lo grupal, que no necesariamente tiene que ver con lo familiar.

En la edad media había más pertenencia al grupo como algo natural. A pesar de las limitantes obvias de la época, los individuos eran más conscientes de su realidad, había cohesión en los gremios. Lo que no se podía obtener con un esfuerzo natural, no era algo que se convirtiera en obsesión ni mucho menos violentar para obtenerlo.  

Fue en Italia, cuando se detona el Renacimiento. Se afina el sentido del individualismo. Un individualismo que propicio el sentido del arte occidental. Fue un individualismo que trajo libertad.

Si se ahondan las diferencias sin un entendimiento que toma en cuenta los esfuerzos realizados, se puede generar violencia extrema. Obtener sin esfuerzo digno puede ser un arma de dos filos, como quien roba, practica la corrupción o hace mal uso del poder.

La eficiencia y el apremio toman giros negativos cuando se utilizan para obtener bienes sin honestidad, la cultura del esfuerzo se mimetiza con otros sentidos de esforzarse y se deja de creer en la cultura del trabajo, para tornarse las acciones en bandidajes.  En algunos entornos se maneja la premisa: más bandido, más inteligente. Mientras mejor se disfrace el engaño, más apta se puede sentir la persona dentro del grupo, y violentar se normaliza.

Las fuerzas impersonales del mercado nos han alcanzado a todos. Se manifiestan hoy día en otros ámbitos, porque se acumulan enconos, de años, y a veces en regiones del planeta hasta de siglos. Aunque todo movimiento que produce cambios puede ser sinónimo de libertad, mientras ésta no sea bien encausada se puede revertir como algo negativo y corrupto.

Las doctrinas morales a fin de cuentas se crearon para atenuar el movimiento vertiginoso de un crecimiento económico desordenado y enorme que dio claras muestras de crear ansiedad en lo individual. Hay regiones del planeta en donde las enseñanzas morales se han transformado en fanatismos. Las doctrinas tienen el fin de ayudar en lo psíquico, mucho mas si atenúan el tremendo globo de angustia que envuelve a muchos seres humanos.

 Las distorsiones vienen cuando la doctrina se utiliza para fines distintos de la esencia que la motiva, y para lo que fue creada. Como medio socioeconómico y político. Deja de cumplir el cometido. Cómo tantas veces hemos visto que se violenta en nombre de Dios. Una distorsión total.

Lutero, por ejemplo, consideraba que la maldad humana era innata. Pensaba que no podía dejar de existir, como si fuera parte del ADN del ser. Solo con conciencia bien trabajada se podría erradicar el mal, mas se deja de lado la conciencia cuando por lo que se lucha es por tierras, territorios y poder. Cuando en realidad la naturaleza del ser es ser y crecer.  La violencia también se consideraba innata hasta hace algunos años atrás, la ciencia ha propuesto que para nada lo es, quien violenta es porque tiene desorden interno. Este tipo de pensamiento en el que desconocemos la verdadera naturaleza de nuestra especie, no ayuda en nada, y produce efectos muy negativos en el grupo.

Solo la educación libera, y pone un alto a los fanatismos.

Cuando muchas mujeres han hecho uso de su libertad, y un ejemplo de esto es cuando se convierten en madres solteras, se da un cambio en los pensamientos de la vida de relación de todos y los varones alteran su modo de ver a las féminas, porque éstas están proponiendo nuevos modos de interrelación. El poder de cada genero cambia, un poder que en realidad es mental. Los pensamientos que avalan acciones concretas a veces son muy frágiles y la realidad va dando las últimas palabras. Las mujeres comienzan a cuidar de su prole de una manera monoparental. La masculinidad se redefine, repensar el rol de los varones a la hora de la paternidad, mucho más compartida, mas bien con equidad total. Mucho ya se logró, hay avances, aún falta más. Abiertos a los cambios, estos tomaran asiento de la mejor manera en este ejemplo, no resistiéndonos a entender que las vías y razones de entrada al mundo de nuestra especie, ya cambiaron.

La dignidad de vivir en pareja es profunda. Cuando se decide hacer de la vida una conjunción parental, es algo vocacional.  Se necesita comprender la valía total de cada ser que la compone como una entidad integra y total. Nadie se define en función a otro ser.

 Con la madurez, comprendemos mucho mas todos estos asuntos de acomodos necesarios. Vemos como dentro de lo elegido se nos dan las puertas para optar. El ser libre que llevamos dentro se moldea, porque no es el ser de hacer per se, o por caprichos, es un ser que se va conformando con las propuestas del tiempo y del espacio, así como de los enfoques que se renuevan como parte de la historia.

No hay peor dolor que el dolor del ánimo. Lo que llevamos en el alma es lo que más nos puede doler si no lo comprendemos como un quehacer de decisiones que abren oportunidades libres, la libertad a veces duele, pero también propone.

La vida más aterrizada, no necesariamente es la más fácil, pero si es la más realista.

                                                                 Cuando pienso que mi madre vivió con un dolor no resuelto de creer que toda su familia era merecedora de conservar sus haciendas henequeneras (sentían que se las habían arrebatado) y no tenían la preparación para comprender la naturaleza de los cambios sociales, en verdad que se puede sentir tristeza. No se puede creer que alguna otra persona o personas tienen la culpa de lo que uno vive. Ese no comprender el devenir de los cambios sociales, entender que cuando llegan se dan por razones mucho más fuertes que algo personal, es muy importante tenerlo claro. Las dinámicas sociales no son caprichos de unos cuantos, son realidades que moldean con razones, que tienen raíces hondas y algunas veces mal fundadas. No se tiene que tener estudios universitarios para estar al tanto de lo que pasa en el mundo y el por qué causal del devenir del pensamiento. Las revoluciones toman por sorpresa a quienes creen que la vida no merece cambios, los periodos estáticos de mucha estabilidad son sinónimo de paz, son parciales. La generalidad de las vidas humanas son parte de cambios históricos. (Continuará).

 

 

 

 

 

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