jueves, 5 de octubre de 2023

 

D.L.V.D. Libertad es, decisión. (5)

 

                                                                            Cada elemento tiene su poesía, pero la poesía del aire es la libertad.

Amiel.

                                                                     Siempre he sentido que los pájaros, esos habitantes naturales del aire, son los seres que magnifican el concepto de libertad, algo así como que les pertenece de una manera especial por su capacidad de volar.

De los primeros temas que desarrollé en mis inicios en la acuarela, fueron las aves.

Los pájaros de la península de Yucatán son muy diversos. Me interesé en lo particular por algunos, aunque con el paso del tiempo mi inquietud ha aumentado en conocerlos y observarlos. Vivo en un entorno propicio para eso, y en muchos momentos he logrado detectar desde sus modalidades en forma de vida, hasta las diversas formas en que hacen sus nidos, así como sus presencias en las diferentes épocas del año.

Los pájaros de estos entornos son tantos, que nos puede llevar toda una vida conocerlos más de cerca.

 Es verdad que cada día como seres humanos nos desligamos más y más de los entornos afines, hay que volver a la naturaleza a como dé lugar. Los ambientes naturales están pagando un tributo enorme, es tan grande el daño que a veces vemos, que se siente como irreversible y por eso mismo no puede soslayarse, no tenemos claro que esos entornos son en mucho la salvación de la especie humana. Todo puede conservarse o volverse más sano, si en verdad decidimos una y otra vez apreciar y cuidar lo natural que nos rodea.

Descubrir los cantos matinales de las aves, con sus sonidos diversos en el piar autentico de cada región, es uno de los gozos más genuinos que se nos han brindado gratuitamente.

Nos interesa poco la gratuidad. Generalmente asociamos lo realmente bueno y apetecible con lo que cuesta dinero, a veces creemos que no vale la pena algún asunto, si no se paga por él. Estamos tan condicionados al gasto monetario que creemos más en el costo que en el valor.

Los pájaros, nos pueden causar cierta envidia, por ese poder de volar. Alguna vez tuve ganas de aventarme en parapente, pero de inmediato recapacité, porque mi carácter en lo emocional no lo resistiría. No por miedo propiamente, sino porque me conozco emotiva y creo que esa aventura no era para mí. Admiro a las personas que toman esos riesgos, mas soy consciente que no todos estamos hechos para todo.

Hoy día, por alguna razón ambiental, las chachalacas son las que están más presentes en los entornos que habito. Desde temprano se les escucha, a lo lejos, de cerca, a veces caminan por los caminos o pastos con sus crías. De un tamaño mediano, de colorido pardo, con un piar que más bien es grito carrasposo y fuerte.

Dice Amiel: -Se comprenden las delicias de la existencia del pájaro…es necesario tener mucho aire debajo de uno para conocer esta liberación interior y esta ligereza de ser-. Y continua en párrafos diversos cuando habla de ser libres: -El hombre que no tiene asilo en sí mismo, y que vive en el torbellino exterior de las cosas, de los asuntos, de las opiniones, no es propiamente una personalidad distinta y libre. -

Y todo lo que nos absorbe en el devenir de cada día, si no lo hacemos flujo, no nos permite ser más observadores, se roba nuestra verdadera libertad. Tener libertad sí que es una decisión.

La naturaleza es inteligente en sí misma, todo lo que podemos observar en estos ámbitos es seguro que nos dará más herramientas para tener un espíritu fuerte. Al respecto dice Amiel: -…La inteligencia de la naturaleza, el sentimiento de las diferencias exteriores del mundo y de los derechos de la vida a ser lo que es a su manera, y no a la nuestra-.

                                                     Ya en la adultez, descubrí los sueños de vuelo. Esa modalidad del soñar durmiendo, la había yo vivido varias veces sin apenas percatarme de lo que es, de lo que significa, un regalo que no se les da a todos los seres humanos. Hace unos años tomaba unas clases de dibujo con la técnica de grafito, en la Facultad de Arquitectura de la UADY, y se dio la oportunidad de compartir en conversaciones amenas estas experiencias. El maestro, un Arquitecto a quien aprecié y de quien aprendí mucho (hoy ya fallecido) sacó el tema en un descanso mientras tomábamos café, y fue grande la plática, algo del asunto lo habían vivido algunos de los que compartíamos el curso. Pude conversar respecto a uno o dos de esos sueños nocturnos que nos permiten volar.  En particular hablamos más claramente de lo del talonazo, que es otro modo como se le conoce a esta experiencia: Sueños de talonazo, porque de pronto nos podemos ver a nosotros mismos dando un fuerte empuje en el suelo con los talones, y elevándonos exactamente como si tuviéramos alas. Uno en verdad vuela, y se puede ver con claridad todo lo que está debajo de nosotros. De niña viví toda mi infancia en la Colonia México de la ciudad de Mérida, y en la adultez (que ya no vivía ahí) la recorrí casi toda en un sueño de vuelo. Fue fantástico, a tal grado que lo recuerdo siempre muy nítido. En los sueños de vuelo, quienes envidiamos las alas de los pájaros somos los más felices.

Los pájaros, constantemente aparecen referidos en mis textos por su piar a diversas horas del día. Esos que nos acompañan al amanecer se convierten en música conocida, aunque a veces no logremos asociarlos a una forma o color, de lo que si podemos estar seguros es de que hacen sinfonías únicas.  A veces, en los entornos de una alberca cercana, en la época de infancia de mis hijos, los niños que comían botanitas y dejaban sin darse cuenta caer algunas, los alados sin un solo temor manifiesto venían a reclamar su parte. Los vi comer papitas Sabritas y asimismo Cheetos, de esas botanas industrializadas que nos pueden encantar. ¡A ellos también!

Un gato Balam, que se regaló en la terracita del sur que queda junto a mi cuarto, vino por su propia decisión a nuestros entornos. Al principio se sentaba detrás de la puerta corrediza de vidrio y se me quedaba viendo como diciendo - ¿Será que podamos lograr una amistad? - Con solo mirarle, le dije que sí, que contara conmigo. Fue así que tuvo alimento por mucho tiempo. Un gato da su cariño a su modo, y siempre reclama algo a cambio para él mismo, esa es la diferencia con la amistad humana, que cuando es genuina realmente valora el fluir, comparte y propicia los encuentros de momentos tan solo para conversar. Cuando me he percatado de otras intenciones y expectativas diferentes dentro de una amistad, me ha dolido.  Cuando se desvirtúa el placer de encontrarnos con amigos tan solo para intercambiar ideas y el flujo de compartir espera más allá del simple intercambio de estar presentes, se cierran los círculos.  Algunas personas tienen a los amigos como trofeos, y cuando ya nos les reditúa el asunto, se pospone siempre el encuentro acordado. Así como se dan divorcios entre parejas, también se dan entre amigos.

Con regularidad venia el gato Balam, y las croquetas que dejaba para otro momento, empezaron a atraer a los piches (pájaros negros parecidos a los cuervos) y él mismo se asombraba de no encontrarlas después. -no te apure nada, mi querido amigo, solía yo decirle, habrá siempre más, para rellenar el plato- ya que los piches de los árboles cercanos se encargaban de acabárselas sin remedio. Este desfile de piches vale mucho la pena mencionarlo, porque en verdad era todo un acontecimiento. El sentido de orden era clarísimo, los más grandes eran los que bajaban primero, muy dignos en su estruendoso piar anunciaban a otros compinches más lejanos que la comida estaba servida. Por los lados, en los pretiles cercanos que bordean la terraza, siempre enfilados en espera los otros de menor tamaño, aguardaban su turno. ¡Un orden admirable! Saciado el hambre de los grandulones se iban yendo, para pasar a proa todos los demás. Había algunos más pequeños que aun aguardaban más tiempo, eran los del tercer turno que por momentos eran mi propio tormento, porque claramente recibían picotazos si decidían comer en desorden y a deshora. Muy sabia la naturaleza les convidaba a investigar durante la espera y eran los que se acercaban a la silla desde donde yo mirándolos detrás del cristal, me veían y seguro se preguntarían quien era esa intrusa que habitaba sus lares. Porque si, ¡cuánta razón! si eso pensaran los pájaros, hemos sido nosotros quienes hemos ocupado de más en la casa de ellos.

                                                             

Los acomodos como pareja no se hacían esperar ya entrado el siglo. Cuando veía a los pájaros venir, me acordaba que, de la naturaleza, y más aún la de estos seres alados, mucho se puede aprender ya que algunos viven de por vida con la misma pareja, creo que es el caso de los pingüinos y dicen que los pájaros T´ho, (también conocidos en Yucatán como pájaro reloj, porque mueven la cola como un péndulo) también andan de dos en dos. Mis movimientos internos y menopaúsicos fueron tomado asiento e influyendo en la vida diaria de mejor manera. Todo se ordenó, porque es un hecho que todo se ordena cuando es preciso y se asumen los cambios con puntualidad. En esos momentos fue necesario conciliar mucho, conciliar, un gran verbo que expresa mucho cuando es necesario armonizarnos.  Es una verdad que en la vida de pareja hay subidas y bajadas. Nadie está exento de esto y lo que se puede lograr. Apunté: -Hemos sobrevivido como pareja porque nos tomamos la libertad de decidir y hacer los mejores acuerdos, cambios de fondo y de forma-. Cuando el matrimonio ha procreado hijos estos son un maravilloso catalizador para encontrar momentos muy bellos de convivencia y ni que decir que cuando hay nietos, por asentado se da que todo fluye mejor.

Dice Fromm: -La sociedad humana como ente actuante, es creadora-. La adaptación, que es un factor determinante, se considera estática cuando obtenemos un nuevo habito sin alterar nuestra esencia, por ejemplo: El chino que deja de comer con palillos de bambú, para hacerlo con cubiertos occidentales. Se dice que la adaptación es dinámica, cuando surge una trasformación en el ser interior, nos volvemos otros por dentro, si esto no se consigue con conciencia de que es un bien, puede producir neurosis-.

Toda libertad, está vinculada a rehacernos, y por eso mismo, nos puede reformar la esencia.

                                                                   Mucho se dice que quienes son afines a estar pendientes de la divulgación científica del momento histórico en el que se vive, son seres que se auto regalan pensamientos de libertad. Generalmente estos seres son los que pueden cuestionar lo que está obsoleto, y pueden ayudar a propiciar los mejores cambios (Continuará).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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