jueves, 18 de enero de 2024

 

D.L.V.D. Libertad, es decisión. (20)

 

                                                                                                                 La libertad, así como el convivir armónico, no es algo que se dé con naturalidad. uno los procura, uno los propicia. MJ

                                                                          Hablar de libertad como un asunto que se propicia en los ámbitos de lo que elegimos, ha sido una propuesta. Es algo así, como saber qué ritmos le damos a la vida en cada momento y como eso mismo a la vez nos abre puertas. Con este texto cerraré para tratar nuevos enfoques. Ante todo, en la convivencia uno puede elegir la forma que nos de la buena interacción. Aun hoy día en el siglo XXI, es necesario estar alerta, no es el paso del tiempo en sí mismo lo que nos hace evolucionar, es más bien la actitud que a cada paso aportamos. Tras los avances, es necesaria más presencia de ánimo.  

En estos momentos de ir revisando empieza un año nuevo, veremos cómo la vida vista desde esos ámbitos de comenzar y recomenzar nos puede brindar humores nada desdeñables para continuar. Para comenzar el ánimo está como si fuera nuevo.

Al mismo tiempo, retomo la libreta numero 60 (sesenta).

Esta libreta se abre con un pensamiento de San Ignacio de Loyola:                                  -La vida, un festín que no tiene fin. -  Me parece acertado pensar así, porque habremos de sentir que esa visión es motivante, y es posible percibir que estamos en una circularidad que da especial felicidad, misma que si se mantiene es porque es trabajada. Y quienes sabemos que, ante el cierre de la vida terrenal, no es el miedo lo que ha de imperar sino la esperanza, es lo mismo cuando cerramos un año más.  Este santo tan sabio y que nos dejó buenas enseñanzas cierra su aseveración y dice:

 -Que hoy, sea mejor que ayer. -

Nada se da de un día para otro. Si hemos estado activos en mejorar, entonces sí podemos ir percibiendo los adelantos. Darnos cuenta que en nuestras manos está el sentido de proponer, dar nuestra parte para lograr la evolución humana.

 Nada fácil es lo que propone el Santo, ese afán diario solo se asienta con una actitud bien elegida, siempre percibiendo el camino con luz.

Continuamos releyendo y ahora es Elías Canetti quien dice:

-Pensar que uno se escribe a sí (mismo) sin mentiras, dándonos cuenta de qué es lo que queremos decir (nos) y cuando uno (mismo) se dice, hay una fidedignidad. -

                                                       En el verano de 2003, tenía la percepción de que nuevas claridades daban luz a mis días, y abría diálogos conmigo misma. La manifestación de mi vida trataba de empalmar el sentimiento de hacer más caso a la voluntad de Dios, aclarar las narrativas personales y ese actuar asertivo de aceptar los flujos que llegan como algo real y que a veces son incuestionables. Ya había logrado entender que Dios no se manifiesta como parte del aprendizaje que se concreta ni en la iglesia ni en las lecturas de la Biblia (esos son solo complementos que dan pautas) la manifestación de lo divino uno la siente en las acciones de cada día que fluyen y se instalan en nosotros complementadas con las lecturas, momentos de meditación, así como acciones bien encaminadas. A Dios se le siente cuando vivimos con serenidad, cuando tenemos más claro que el optar y decidir está totalmente en nuestras manos.

De pronto, si sentimos como que todo encaja, es el gran mandala de la vida que se manifiesta estructurado, todo se siente fluir. Nos volvemos más observadores y hasta el sencillo paso de las hormigas cargando tremendos pedazos de hojas para alimentarse, puede asombrarnos. Nos vamos maravillando del vivir de cada día. Aprendemos a sentir la buena energía.

A veces, uno amanece con tal estado mental, que hasta dan ganas de enfrascarlo para tenerlo ahí cuando sentimos que de pronto todo se nos desmorona.

Mi madre decía: -Hacer las cosas como Dios manda-… Y uno como joven lo escuchaba con cierto pasmo, abriendo la mente lo mejor posible para comprender qué es esto del mandato divino. Por momentos parecía que se refería a que uno escuchase como  una voz que desde afuera dictase algo, cuando en realidad el mandato real y divino viene de dentro de los silencios de cada uno de nosotros.

Durante mucho tiempo mi ejercicio matinal se dio con caminatas, llevando un ritmo propuesto. Al caminar con ritmo se propicia una cierta manera de silencio que nos permite contemplarnos, escucharnos y estar más con nosotros mismos a la vez que lo que vamos percibiendo del paisaje nos reconforta y lo físico se mantiene saludable. Los olores de la naturaleza se perciben mejor caminando, es así que pasaba por algunos lugares con idea de detenerme un rato ante las limonarias florecidas, ante los olores de la diversidad de otras muchas plantas.

Observar con tiempo los distintos cambios de la luz solar, como llega, como marca a las cosas y les da diferentes tonalidades. Uno se topa con otros caminantes, un saludo rápido es el que se da al paso, mientras algunos escuchan música o van ensimismados.

                                         Ser como somos, no como los otros esperan que seamos.

Ser a veces inquisitivos y propositivos, seguros de que la vida siempre puede mejorar, aunque sepamos que para eso se necesita un esfuerzo de cada día.

                      En estas épocas había yo venido haciendo algunas rabietas internas porque todo lo que leía no solo quería comentarlo con los de casa, sino proponer las lecturas. Literalmente era yo mandada por los tubos más anchos del vivir.  Comprendí que esto no funciona así, en estos años aprendí a quedarme callada, sabiendo que las lecturas son tan personales como el respirar mismo.

El destino se planta. Nos planta cara y nos enseña mucho si estamos bien atentos. Las interacciones, aun con los más cercanos se van dando con nuevos bríos y aprendemos al gozo profundo de silenciarnos, mucho más cuando los hijos van tomando sus propios caminos.

Me pregunte, una vez más en la vida - ¿Qué se entiende por neurosis? -

El diccionario a la letra nos dice:

Enfermedad funcional del sistema nervioso caracterizada principalmente por inestabilidad emocional. - La Real Academia es muy clara, aunque no aclare bien. Mas bien me quedo con el párrafo final: inestabilidad emocional…

¿Quién en total cordura, puede afirmar que pasa los días totalmente estable en lo emotivo?, yo creo que nadie. Si esto es así, ¿es que vivimos neuróticos? sería muy injusto aseverar esto de uno mismo, de los demás. Por lo que habremos de encontrar ese justo medio para saber cuándo estamos o no estamos en neurosis.

En lo personal, me gusta más tener claro que lo neurótico es cuando nos sentimos fuera de centro, como tratando de ajustar una realidad al pensamiento y vemos que la cuadratura del circulo no esta presente. Es labor personal lograrla.

A veces escuchamos, -ese ser, es un ser neurasténico. -

¿Qué se está tratando de decir con eso? tal vez se haya detectado que ese ser manifiesta demasiadas inconformidades, se le percibe por lo general más molesto que alegre y por ende su emotividad vive más trastocada que la del normal de los mortales.

O tal vez sea algo así como ¿Incapacidad de aceptar la realidad?

Lo muy realista, cuando nos rebasa nos impone actitudes que pueden ser dolorosas. No olvidemos que el dolor bien enfocado, nos hace crecer.

Sin duda alguna hay de realidades a realidades, la generalidad del entorno social se pues salir de las manos, no es fácil comprenderlo del todo, más la realidad del día a día es arena otra playa. Tengo una amiga muy ocurrente que dice que lo social mal entendido, se convierte en un monstruo sin cabeza.

                  En casa, desde siempre nos ha gustado mucho pasear por los pueblitos. He redactado bastante de lo que percibo en esos ámbitos del interior del estado de Yucatán. En estos días, nos encantaban un tipo de plantas llamadas en su generalidad calladium, son hojas muy vistosas y las hay de muchas variedades. 

En las salidas que hacíamos las íbamos encontrando muy vitales en los pequeños patios y parábamos a tomar alguna fotografía, los dueños de esas plantas que generalmente las tienen bien plantadas en macetas y ordenadas en los portales, algunas veces terminaban regalándonos alguna.  

Que generosa es la gente de los pequeños poblados, ahí se comprende que la pasta de la vida no está hecha solo de posesiones materiales, sino más bien del gozo de vivir y compartir.

Llegamos a tener bastantes variedades de esta planta, misma que no es difícil de cultivar y crece amplia la hoja, de diferentes verdes y a veces con tonos rojizos en algunas de sus especies.

Me abstraigo bastante en las narrativas que Amiel hace de sus caminatas por los campos de Francia, así nos dice:

-Amplia es la vista luminosa y serena. -

-Las golondrinas atraviesan la extensión. Este vasto paisaje parece mirarme con ojos amigos y a pesar mío me siento invadido por un pensamiento melancólico-.

 La naturaleza misma puede propiciarnos ese sentirnos con cierta tristeza, porque nos damos cuenta que a pesar de todo, la vida la hemos de construir paso a paso, la felicidad no es regalada, proviene de la percepción personal.

Y continua: - Pues la eterna armonía

                     Pesa como una ironía

                    Sobre el tumulto humano

Y, las sombras que empiezan a ocupar los llanos nos hablan. -

Como el mismo escritor nos recuerda: -Hay desgarramientos en las nubes. Por entre los agujeros azules el sol arroja sus vivos rayos juguetones. -  

Elegir con la máxima libertad posible, porque como dice este autor: aun en el cielo desgarrado el sol se presenta, llega juguetón, llega vivaz, siempre llega.

(Fin de esta serie, retomaremos con nuevos enfoques.) MJ.

 

 

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