D.L.V.D. Libertad, es decisión. (20)
La libertad, así como el convivir armónico, no es algo que se dé con
naturalidad. uno los procura, uno los propicia. MJ
Hablar de libertad como un asunto que se propicia en los ámbitos de lo
que elegimos, ha sido una propuesta. Es algo así, como saber qué ritmos le
damos a la vida en cada momento y como eso mismo a la vez nos abre puertas. Con
este texto cerraré para tratar nuevos enfoques. Ante todo, en la convivencia
uno puede elegir la forma que nos de la buena interacción. Aun hoy día en el
siglo XXI, es necesario estar alerta, no es el paso del tiempo en sí mismo lo
que nos hace evolucionar, es más bien la actitud que a cada paso aportamos.
Tras los avances, es necesaria más presencia de ánimo.
En estos momentos de ir revisando empieza un año nuevo,
veremos cómo la vida vista desde esos ámbitos de comenzar y recomenzar nos
puede brindar humores nada desdeñables para continuar. Para comenzar el ánimo
está como si fuera nuevo.
Al mismo tiempo, retomo la libreta numero 60 (sesenta).
Esta libreta se abre con un pensamiento de San Ignacio de
Loyola: -La vida, un
festín que no tiene fin. - Me parece acertado
pensar así, porque habremos de sentir que esa visión es motivante, y es posible
percibir que estamos en una circularidad que da especial felicidad, misma que
si se mantiene es porque es trabajada. Y quienes sabemos que, ante el cierre de
la vida terrenal, no es el miedo lo que ha de imperar sino la esperanza, es lo
mismo cuando cerramos un año más. Este
santo tan sabio y que nos dejó buenas enseñanzas cierra su aseveración y dice:
-Que hoy, sea
mejor que ayer. -
Nada se da de un día para otro. Si hemos estado activos
en mejorar, entonces sí podemos ir percibiendo los adelantos. Darnos cuenta que
en nuestras manos está el sentido de proponer, dar nuestra parte para lograr la
evolución humana.
Nada fácil es lo
que propone el Santo, ese afán diario solo se asienta con una actitud bien
elegida, siempre percibiendo el camino con luz.
Continuamos releyendo y ahora es Elías Canetti quien
dice:
-Pensar que uno se escribe a sí (mismo) sin mentiras,
dándonos cuenta de qué es lo que queremos decir (nos) y cuando uno (mismo) se
dice, hay una fidedignidad. -
En el verano de 2003,
tenía la percepción de que nuevas claridades daban luz a mis días, y abría
diálogos conmigo misma. La manifestación de mi vida trataba de empalmar el
sentimiento de hacer más caso a la voluntad de Dios, aclarar las narrativas
personales y ese actuar asertivo de aceptar los flujos que llegan como algo
real y que a veces son incuestionables. Ya había logrado entender que Dios no
se manifiesta como parte del aprendizaje que se concreta ni en la iglesia ni en
las lecturas de la Biblia (esos son solo complementos que dan pautas) la
manifestación de lo divino uno la siente en las acciones de cada día que fluyen
y se instalan en nosotros complementadas con las lecturas, momentos de meditación,
así como acciones bien encaminadas. A Dios se le siente cuando vivimos con
serenidad, cuando tenemos más claro que el optar y decidir está totalmente en
nuestras manos.
De pronto, si sentimos como que todo encaja, es el gran
mandala de la vida que se manifiesta estructurado, todo se siente fluir. Nos
volvemos más observadores y hasta el sencillo paso de las hormigas cargando
tremendos pedazos de hojas para alimentarse, puede asombrarnos. Nos vamos
maravillando del vivir de cada día. Aprendemos a sentir la buena energía.
A veces, uno amanece con tal estado mental, que hasta dan
ganas de enfrascarlo para tenerlo ahí cuando sentimos que de pronto todo
se nos desmorona.
Mi madre decía: -Hacer las cosas como Dios manda-… Y uno
como joven lo escuchaba con cierto pasmo, abriendo la mente lo mejor posible para
comprender qué es esto del mandato divino. Por momentos parecía que se refería
a que uno escuchase como una voz que
desde afuera dictase algo, cuando en realidad el mandato real y divino viene de
dentro de los silencios de cada uno de nosotros.
Durante mucho tiempo mi ejercicio matinal se dio con caminatas,
llevando un ritmo propuesto. Al caminar con ritmo se propicia una cierta manera
de silencio que nos permite contemplarnos, escucharnos y estar más con nosotros
mismos a la vez que lo que vamos percibiendo del paisaje nos reconforta y lo
físico se mantiene saludable. Los olores de la naturaleza se perciben mejor
caminando, es así que pasaba por algunos lugares con idea de detenerme un rato
ante las limonarias florecidas, ante los olores de la diversidad de otras
muchas plantas.
Observar con tiempo los distintos cambios de la luz
solar, como llega, como marca a las cosas y les da diferentes tonalidades. Uno
se topa con otros caminantes, un saludo rápido es el que se da al paso,
mientras algunos escuchan música o van ensimismados.
Ser
como somos, no como los otros esperan que seamos.
Ser a veces inquisitivos y propositivos, seguros de que
la vida siempre puede mejorar, aunque sepamos que para eso se necesita un
esfuerzo de cada día.
En estas épocas había yo venido haciendo algunas rabietas internas
porque todo lo que leía no solo quería comentarlo con los de casa, sino proponer
las lecturas. Literalmente era yo mandada por los tubos más anchos del
vivir. Comprendí que esto no funciona
así, en estos años aprendí a quedarme callada, sabiendo que las lecturas son
tan personales como el respirar mismo.
El destino se planta. Nos planta cara y nos enseña mucho
si estamos bien atentos. Las interacciones, aun con los más cercanos se van
dando con nuevos bríos y aprendemos al gozo profundo de silenciarnos, mucho más
cuando los hijos van tomando sus propios caminos.
Me pregunte, una vez más en la vida - ¿Qué se entiende
por neurosis? -
El diccionario a la letra nos dice:
Enfermedad funcional del sistema nervioso caracterizada
principalmente por inestabilidad emocional. - La Real Academia es muy clara,
aunque no aclare bien. Mas bien me quedo con el párrafo final: inestabilidad
emocional…
¿Quién en total cordura, puede afirmar que pasa los días
totalmente estable en lo emotivo?, yo creo que nadie. Si esto es así, ¿es que
vivimos neuróticos? sería muy injusto aseverar esto de uno mismo, de los demás.
Por lo que habremos de encontrar ese justo medio para saber cuándo estamos o no
estamos en neurosis.
En lo personal, me gusta más tener claro que lo neurótico
es cuando nos sentimos fuera de centro, como tratando de ajustar una realidad
al pensamiento y vemos que la cuadratura del circulo no esta presente. Es labor
personal lograrla.
A veces escuchamos, -ese ser, es un ser neurasténico. -
¿Qué se está tratando de decir con eso? tal vez se haya
detectado que ese ser manifiesta demasiadas inconformidades, se le percibe por
lo general más molesto que alegre y por ende su emotividad vive más trastocada
que la del normal de los mortales.
O tal vez sea algo así como ¿Incapacidad de aceptar la
realidad?
Lo muy realista, cuando nos rebasa nos impone actitudes
que pueden ser dolorosas. No olvidemos que el dolor bien enfocado, nos hace
crecer.
Sin duda alguna hay de realidades a realidades, la
generalidad del entorno social se pues salir de las manos, no es fácil
comprenderlo del todo, más la realidad del día a día es arena otra playa. Tengo
una amiga muy ocurrente que dice que lo social mal entendido, se convierte en
un monstruo sin cabeza.
En
casa, desde siempre nos ha gustado mucho pasear por los pueblitos. He redactado
bastante de lo que percibo en esos ámbitos del interior del estado de Yucatán.
En estos días, nos encantaban un tipo de plantas llamadas en su generalidad
calladium, son hojas muy vistosas y las hay de muchas variedades.
En las salidas que hacíamos las íbamos encontrando muy
vitales en los pequeños patios y parábamos a tomar alguna fotografía, los
dueños de esas plantas que generalmente las tienen bien plantadas en macetas y
ordenadas en los portales, algunas veces terminaban regalándonos alguna.
Que generosa es la gente de los pequeños poblados, ahí se
comprende que la pasta de la vida no está hecha solo de posesiones materiales,
sino más bien del gozo de vivir y compartir.
Llegamos a tener bastantes variedades de esta planta,
misma que no es difícil de cultivar y crece amplia la hoja, de diferentes
verdes y a veces con tonos rojizos en algunas de sus especies.
Me abstraigo bastante en las narrativas que Amiel hace de
sus caminatas por los campos de Francia, así nos dice:
-Amplia es la vista luminosa y serena. -
-Las golondrinas atraviesan la extensión. Este vasto
paisaje parece mirarme con ojos amigos y a pesar mío me siento invadido por un
pensamiento melancólico-.
La naturaleza
misma puede propiciarnos ese sentirnos con cierta tristeza, porque nos damos
cuenta que a pesar de todo, la vida la hemos de construir paso a paso, la felicidad
no es regalada, proviene de la percepción personal.
Y continua: - Pues la eterna armonía
Pesa como una ironía
Sobre el tumulto humano
Y, las sombras que empiezan a ocupar los llanos nos hablan.
-
Como el mismo escritor nos recuerda: -Hay desgarramientos
en las nubes. Por entre los agujeros azules el sol arroja sus vivos rayos
juguetones. -
Elegir con la máxima libertad posible, porque como dice
este autor: aun en el cielo desgarrado el sol se presenta, llega juguetón,
llega vivaz, siempre llega.
(Fin de esta serie, retomaremos con nuevos enfoques.) MJ.
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