miércoles, 8 de junio de 2022

 

 De la vida diaria.

Circularidad vital. (1)

Exploramos sin cesar y al final de nuestras exploraciones llegamos al punto de partida y reconocemos ese lugar por primera vez. T.S. Eliot.

                                             

El estado de ánimo no solo es el balance entre alegrías y tristezas, es el conjunto de todo lo que somos y hacemos, como si todo fuera parte de un círculo.

Lo tengamos en cuenta o no, todo en la vida es circular, son como esferas que en su movimiento invaden el espectro de la vivencia entre unas y otras. A veces añoramos la vivencia pura, más no existe porque todo está interconectado en su propio circulo de acción.

Lo emotivo tiene todo que ver con un equilibrio que comienza desde la forma en que respiramos hasta el modo que la cultura nos ha enseñado a percibir los eventos de nuestra vida. Toda la vida me ha parecido muy interesante que el respirar no sea algo de lo que estemos conscientes propiamente, por decir que es el primer asunto que da base a toda la circularidad de la vida.

Respirar profundo cuando un círculo vital se cierra, indispensable para añadir la nueva pauta del que se abrirá a continuación, porque así es, todo es un continuo, mas es necesario visualizar cuando algo termina y cuando llega lo nuevo.

Los humores que circulan por nuestro cuerpo físico tienen todo que ver para los movimientos del ánimo y ni que decir como son la base para la toma de actitudes.

El diccionario de la Real Academia nos dice: -Lo animado es algo que está dotado de alma,- y yo podría añadir lo que hacemos al respirar da redondez a todo lo que se vive en un solo día, y mucho más en la circularidad que va desde que entramos al mundo hasta que damos el último suspiro.

Eudora Welty dice algo que hay que tomar en cuenta: -Los hechos son cronológicos, pero su importancia no.- y esto tan solo para tener claro que no importa cuando sucedió tal o cual asunto ¿es que sigue permeando tus circularidades actuales?

-No existe total conciencia del valor del olfato en la vida de los seres humanos-, nos dice la científica Nazaret Castellanos. Esta estudiosa del cerebro apunta que cuando respiramos por la nariz todos los millones de neuronas se alinean y nos permiten tener mejores percepciones. En un principio cuando aún se estaba perfeccionando el lóbulo frontal del cerebro el bulbo olfativo estaba más presente (que en realidad son dos, uno de cada lado) Cuando el lóbulo frontal del cerebro crece este bulbo olfativo se retira (pareciendo que es menos relevante en la acción humana) para dar entrada a la parte que rige el libre albedrio. Pletórico de circuitos electritos y neuronas es básico para el orden mental y el equilibrio emotivo. Si respiramos por la nariz seremos mucho más serenos y no propensos a la violencia, la tónica general de salud mejora. Entonar el olfato ayuda mucho a la plasticidad del cerebro y a que funcione con más redondez y armonía con los demás órganos y el corazón. Mucha gente sin darse cuenta en realidad respira por la boca, y tiene mas propensión a desordenes de salud. Hay día se hacen estudios muy serios de cómo todo el organismo influye al cerebro y por lo tanto el funcionamiento adecuado de los órganos. En particular el corazón. Otro órgano que controla lo emotivo está en la base de la nuca, la amígdala, y es estimulada para bien si el aire entra por la nariz.

Así de sencillo, solo respirar con adecuación puede hacer la diferencia en nosotros.

Desde la época de Hipócrates se dijo de la importancia del buen entorno y el cuidado de los olores como base de la salud mental.

El cansancio crónico desestabiliza la redondez del ánimo.

Horacio dijo: -El ánfora siempre guarda el aroma del primer vino que guardó.- Aun así no se sabía que cruciales son para el equilibrio mental, los olores. El olfato aun siendo subjetivo está asociado a la vista de los colores y con esta percepción se entonan las emociones y hasta la facultad cognoscitiva. Aunque no le podemos poner propiamente nombre a un olor, si lo podemos asociar a una vivencia y a alguna emoción, las emociones se hacen presentes y los recuerdos asociados se vuelven parte de la memoria y esta nos puede dar serenidad.

                                            No en vano se dice cada vez más, y con muchas personas para atestiguar, que cuando estamos a punto de irnos de este mundo una película pasa ante nuestros ojos: la de nuestra propia vida. A veces escuchamos cosas como ésta y nos preguntamos qué tan cierto es, porque son cosas que nos inquietan pero que solo viviremos en su momento. Es así que comprendemos que la vida aunque está hecha de momentos, la relevancia del conjunto total es indiscutible. Todo el círculo completo será mostrado en su momento por lo que cada pequeño cierre o apertura tiene un sentido que se guarda, que es parte actuante.

Tiene una fuerte razón de ser el hecho de que veamos toda nuestra vida como un solo paquete, ya que es así como la vivimos aunque para poderla realizar mejor la separamos por partes. Así es como preferimos ver las partes más iluminadas olvidando que las más sombreadas también aportan. En ese aporte de tonificación necesaria también entran en juego otros elementos, como ¿quiénes somos? y qué hacemos con eso que somos. Qué actitudes tomamos. Todo está afectado por el ánimo.

Con la vida de cada día viene pasando lo mismo, escuchamos de eventos y situaciones pero nada sabemos hasta que nos toca vivirlos en carne propia. Todo está vinculado, al llegar a nosotros esos momentos de vida tan personal y únicos es seguro que lo que sentiremos es algo que ni en sueños imaginamos como tal, cuando contemplamos la totalidad de nuestra vida. Así pues nos sucede con lo anímico: permea todo, porque lo más valioso que tenemos es dar con la respuesta de lo que se nos pide a cada momento. Estar pensando en lo que fue solo nos hace  bien mientras sirva para mejorar el presente.

Los humores son sumamente importantes y están también muy vinculados con la cantidad de stress que permitimos que esté presente, ya que sí es un hecho que uno puede aprender a atenuar los grados de tensión. Se ha descubierto que las personas depresivas tienen afectado el receptor físico de los olores y respiran sin armonía, básicamente por la boca. Se ha comprobado que muchas personas salen de cuadros depresivos tan solo aprendiendo a respirar.

                                 Los eventos inesperados a veces los vinculamos con hechos que no tendrían por qué suceder (o eso es lo que deseamos) pero se nos olvida que todo lo que sucede es totalmente viable y que por algo muy natural llegan. Estando revisando esta parte de mis escritos que pertenece a las fechas de principios de este siglo me encontré con que estoy viendo lo que viví en el mes de agosto de hace veinte años y aunque soy la misma y me reconozco, ya no veo la vida de la misma manera y eso es algo por lo que estoy agradecida, cada evento en su momento parece ser único, mas es tan solo parte. Es mi mismo círculo de vida que no puedo dejar, mas mis percepciones si pueden ser otras.

Ahora quiero compartirles un evento que paralizó todo lo que estábamos haciendo hoy día, ya que percibimos como que todo se detuvo para atender lo más imperioso que llegó. Estuvimos sin energía eléctrica más de cuarenta y ocho horas sintiendo que fueron como cuarenta y ocho semanas. Cuando llega la burbuja de una situación inesperada es un hecho que la temporalidad toma nuevos tonos y se nos presenta como eterna y diferente (esto no tiene la mayor importancia porque tiempo habrá de sobra siempre para lo importante) y aunque de momento no es exacto a lo que queremos vivir, el real problema no es lo nuevo que se vive, sino que nos cambie el estado de ánimo de forma drástica.

Ante una situación de emergencia es normal asustarnos, pero en nosotros está el saber que ante todo debemos estar lo más enteros para ir resolviendo, es seguro que saldremos fortalecidos.

El jueves pasado eran casi las dos de la tarde y llovía a cantaros, cuando sentimos que un ovni nos cayó encima (literal, fueron tan poco comunes los ruidos escuchados en nuestro techo exactamente arriba de donde nos encontrábamos, que creímos que algo había aterrizado ahí) obviamente salimos aún con fuerte lluvia y viento (un ciclón que entraba estaba comenzado a hacerse sentir en nuestro entorno) y desde una terraza vimos lo ocurrido: un poste de energía eléctrica estaba ladeado y solo sostenido por los mismos cables, literal: colgado. No sabíamos todo lo demás que había ocurrido: Un árbol en la misma calle y más allá de nuestra casa, cayó completo y jaló con mucha fuerza otro poste que quebrado se asentó en medio de la calle cerrando el paso a muchas casas que quedaron prácticamente sin salida, se trata de una calle cerrada. Todo esto nos dejó atónitos y solo supimos de la magnitud más tarde.(continuará).

 

 

 

 

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