De la
vida diaria.
Colores,
del día a día. (5)
Una mala respiración puede provocar depresión. M.Osuna.
Antes de entrar de lleno a hablar del primer color que pondremos en la
palestra de estos textos, que es el color azul, es conveniente dejar claro algunos
asuntos relativos a la respiración. Sí, es un hecho que muchas personas
recuperan el buen ánimo en los consultorios médicos cuando el galeno, (generalmente
un psiquiatra, entendido del asunto) consciente más que otros, les indica a los
pacientes que no están respirando adecuadamente y toman cartas en el asunto.
Hay varios puntos relativos al tema del buen respirar que se pueden estudiar y
aprender, según tengo entendido en las clases de yoga esto es de primer orden.
Hace unos
días que estuve con Faringitis bastante aguda y terminé en el consultorio médico,
lo primero que éste revisó fueron los pulmones. Después de checar bien y con
buen humor decirme que estaban más limpios que su propia alma (Un médico
simpático no tiene precio y cuando uno vive asuntos así con malestar físico, se
agradecen comentarios que aligeran) me dijo que al revisar con el estetoscopio
no tenía yo que hacer nada más que respirar normal, ¿Qué es respirar normal? Es
hacerlo con ritmo suave y casi sin darnos cuenta. En otras ocasiones si me han
dicho que respire profundo mientras el medico
revisa, y me llamó la atención su claridad al decir la palabra normal, es decir antes de averiguar nada
hay que estar respirando bien. Pues bien, al irnos por la necesaria respiración
adecuada durante el día a día podremos
decir lo mismo, con respirar normal es suficiente. Más, cuando queremos un poco
más de tranquilidad, meditar o tan solo hacer de la respiración algo consciente
podríamos cambiar el modo y bajar el ritmo, inspirando por la nariz lentamente
tratando de llevar el aire más profundo, y luego después de unos segundos sacar
ese aire por la boca sintiendo como se desinfla el estómago y se hace el vacío
en el interior.
Es un
hecho que muchos de nosotros no sabemos
respirar o más bien no nos ocupamos en saber más de este asunto, para mayor beneficio de nuestra salud. Al ir
conociendo cada influjo energético de los colores, habremos de tener la
conciencia de que hay que respirar mejor, y cuando visualicemos el color que
queremos que nos acompañe, habremos de hacerlo respirando con más atención.
Nuestra
mente muchas veces es presa de emociones que no nos hacen nada bien. Somos
seres emotivos sin duda alguna (algunos más que otros) y esas emociones hay que
saber manejarlas, para lo cual la respiración es una buena aliada. Con el mejor
conocimiento de nosotros como especie también se ha dejado saber con más
claridad la importancia de la emociones. Pasé por una cirugía mayor hace ocho
años ( perdí la mayor parte del intestino grueso) el cirujano que es muy consciente
de mi carácter (lo cual agradezco infinito) me informó que en parte lo que
padecía yo en el intestino estaba en cierta forma ligado a mis emociones y
asimismo me dijo: -Ya tienes que visitar
con regularidad al cardiólogo, te voy a mandar con quien creo será más afín a
ti, porque esto del corazón es un asunto delicado y tú eres muy emotiva, por lo
que creo que el mejor para que tengas de cabecera es a quien te voy a recomendar-,
se lo agradecí mucho. Uno agradece
cuando los médicos se fijan en nuestro carácter, no es la costumbre de la mayoría
porque se piensa que la curación es más importante que la sanación integral,
cuando en realidad son aspectos diferentes y pueden ser complementarios. Ya
había yo tenido unas visitas anteriores y esporádicas al cardiólogo, un joven del que me di cuenta que estaba descubriendo el mundo social que se le
abría con una práctica médica cuantiosa, la mitad de la consulta se la pasaba hablando
de sus avances en el paddle tenis, asunto que nada que ver con el momento del
paciente. Eso pasa mucho, los jóvenes se engolosinan con sus poderes
profesionales que les dan nuevas miras en el ámbito social y no se dan cuenta
de que eso, no es parte de una profesión bien llevada. Tuve otra experiencia con un dermatólogo no tan
joven y muy satisfecho por los viajes
que había logrado hacer, por lo que decidía sin preguntar que uno querría saber
de esos asuntos, la última consulta viaje a sitios de Brasil por bus y salí del consultorio con mil dudas
respecto a que tanto este individuo logró observar bien las pecas de mi espalda (tengo muchas y
me preocupa el asunto del cáncer de piel) tuve que ir con otro médico para
quedar tranquila, decidí no volver a viajar a ese consultorio. Es
un hecho que los médicos también son humanos llenos de emociones y para tratar
asuntos delicados nos convienen los que sean más afines a nuestro modo de ser.
Casualmente a mí me encanta conversar, pero hay momentos y momentos.
Dominar
los pensamientos se dice fácil. Los pensamientos están a veces como automóviles
en carretera de coches de carreras, a veces se atropellan unos a otros y hay
que observarlos y tenerlos en su sitio. Es un arte saber qué asuntos poner en
la conversación y cuando hacerlo. No siempre es fácil ordenar lo que nos
conviene pensar en cada momento y que no nos cuenten un cuento de qué se puede
poner la mente en blanco porque eso es en verdad un cuento
de pescadores que arrulla el mar. La mente nunca está en blanco, por lo que
lo que es importante ponerla en modo: yo decido que pongo en mi mente.
Quienes
creemos en la acción de orar al Dios que nos es afín, escogemos los momentos
adecuados. Yo no soy de rezar el rosario,
prefiero una combinación de medita/oración. Cada quien tiene su modo natural de
comunicarse con su Dios. Cada quien
implementa para su paz. A mi esposo,
quien es afecto a un momento personal para rezar el rosario, le he preguntado
qué exactamente le deja en claro esa acción, y su respuesta es contundente: -Me
da paz-. La oración es exteriorizar pensamientos, a veces de petición o de
agradecimiento, lo importante es que implementen para tener un mejor estado
interior. La meditación que es ir más a fondo dentro de nosotros mismos, nos
conecta con nuestro: Yo Soy.
A
veces la meditación es no buscar nada. Tan solo dejarnos ir, contemplar, estar.
Es
importante que para que algo se genere, antes debe de haber vacío. Es por ello
que antes de ir comprendiendo como los colores están presentes o podemos
hacerlos activos en nuestra vida, es conveniente tener la mente tranquila, que
no es lo mismo que tenerla en blanco.
Si los
pensamientos entorpecen la mente, también podemos aprender a dejarlos pasar, o
lo que es lo mismo ver como fluyen y se van, la respiración pausada ayuda a
esto. Si estamos en el reposo meditativo y queremos serenar el interior, no
vamos a estar pensando que se descongelará para la comida del día siguiente, es
mejor terminar con asuntos del orden casero y comenzar con los asuntos del
orden espiritual. El tema del color en la vida diaria tiene una vertiente
espiritual que es útil cuando estamos en la vorágine del día a día que es
apremiante, es un gozo el sentir el color que nos acompaña y ayude a estar más…
¿Felices? ¿Certeros?
Por ejemplo, se liga a la Sabiduría el color
amarillo. Si logramos observarnos cuando estamos en una encrucijada de resolución,
y el saber natural que de momento tenemos en mente no nos da la pauta de que
hacer al respecto, poner el amarillo en
presencia, es enfoque que hace proclive la serena respuesta. Tiene también todo
que ver con obtener la claridad en el léxico, hablándonos a nosotros mismos. El
amor a las palabras está unido con lo sabio y su influjo es amarillo y es luz.
Las respuestas se pueden ir aclarando y eso
que desconocemos sea más fácil. No es magia, es concentración procurada
y trabajada.
Cuando
dirigí un taller para motivar niños en el arte, practiqué con bastante éxito un
ejercicio que luego también hice con algunos adultos, y a todos les encantó. Se
trata de pintar la música. Es
conjuntar los sonidos al color. La música y los colores tienen términos en
común, como es la tonalidad. No tiene que hacerse en físico, aunque si se
animan háganlo que es de lo más divertido. En lo mental se hace lo siguiente:
Se pone una melodía y se trata de que cada ritmo o movimiento musical nos
evoque un color. No importa cual color sea, es tan solo aprender a sentir que
tal o cual sonido armónico nos puede permitir pensar en tal o cual color. Si se
quisiera hacer en vivo solo se toma una hoja en blanco y una caja de colores o
acuarelas y conforme empieza a sonar la música vamos eligiendo el color que
asociamos al sonido, son importantes los
trazos y la interacción de éstos. Vale mucho la pena hacerlo porque no solo es
una manera de expresar nuestro interior sino que produce paz. En lo personal
tengo varios de estos ejercicios que he guardado, lo que queda plasmado es algo agradable a la
vista.
El ejercicio
mental de pintar la música se puede hacer antes de dormir. Ponemos una melodía
que nos encante y tan solo nos imaginamos de qué color se pinta.
Sentir, observar nuestras emociones es algo
que no se propicia mucho y ya es hora de ponerlo en la vida de cada día, porque
lo que se espera de todo ser humano es que su parte racional funcione y lo
demás solo acompañe, cuando si desarrollamos la intuición y nuestras percepciones
más profundas eso afectará a la vida en su conjunto y a la razón. Esto vale la
pena hacerlo antes de entrar de lleno a saber más y más de cada color.
Si tenemos niños cerca, recomiendo hacer este
ejercicio de pintar la música, le estaremos dando vida al cerebro mediante la
imaginación.
Hacer conciencia del cuerpo que habitamos.
Sentados, en primer lugar tratamos de estar con la columna vertebral bien recta
y nos enfocamos en la mente, haciendo unas cuantas respiraciones pausadas.
Dirigimos los pensamientos a visualizar desde las piernas y subiendo con la
mente hasta la coronilla. Mover la cabeza de lado a lado para liberar la
tensión es muy bueno, para poder tener claridad. Cada vez que queramos
comprender todo lo que en el texto se dirá de cada color, es conveniente estar
relajados. Lo que diremos es tan solo lo que se ha asociado a tal o cual color.
Comenzaremos
hablando un poco del negro, éste no es propiamente un color en sí mismo, aunque
así lo percibamos, porque en realidad es la ausencia del color. Podríamos decir
que los contiene a todos en su profundidad, porque es como si se los hubiese
absorbido, las radiaciones no son visibles
como reflejos en este color. La contraparte
que es el blanco, es la energía que
contiene a todos los colores. Es luz y refleja la luz.
Haciendo
un pequeño resumen de lo tratado: Como seres humanos somos los únicos capaces
de percibir los colores que están asociados a la percepción de nuestras
emociones. Si queremos encontrar más bondades en los colores habremos de ser
capaces de procurar relajación, observación y percepción sensible. (Continuará)
MJ
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