De la vida diaria.
De
buscar y encontrar (1)(Compartido)
Un
camino es el que buscas y es otro el que te encuentras. Luis A. Álvarez.
La mayoría de nosotros
tenemos claro que es lo que buscamos, mas nunca es totalmente afín a lo que
encontramos. Este podría volverse el ámbito de las neurosis, si no ponemos
atención. Nos agrada dejar huella con
las experiencias. La validación de las cosas vividas solo pertenece al género homo sapiens, así que con las vivencias
de cada día tenemos mucha tela de donde cortar. La originalidad en las acciones
va tomando relevancia. La mente juega un papel preponderante, mas no siempre es
afín a lo real. Solo lo genuino nos hace desembocar un poco más acorde en el
juego de búsqueda y encuentro, no es que seamos ingenuos, es que somos seres
humanos y debemos saber que somos limitados. Se puede hacer muy divertido saber
cuáles son nuestros límites y dedicar más tiempo a fortalecer lo que si nos
incumbe.
Saber
improvisar para mejorar resultados es algo de lo que podemos estar orgullosos
como especie, no es tarea fácil, muchos le llaman saber fluir.
Por más sagrado que consideremos nuestro tiempo perdido, en lo personal
creo que hay que cambiar el enfoque: nada se pierde, solo se asienta de
diferente manera a la que a veces nos entercamos en creer. Cada sujeto sabrá
aquilatar que tan sagrado es el ámbito temporal que habita. Al recordar, al
rememorar estamos validando ya con otro sentido lo que ha formado nuestra
existencia, que es diferente a lo que es nuestra vida cotidiana. La existencia está
contenida en contingencia divina dentro de la grandeza del universo. Algunos,
que sí creemos en la fuerza de un Dios lo sentimos así, siempre hay camino en
el día a día.
El
ámbito social en el que nacemos marca absolutamente a nuestro ser. Carácter y
personalidad no son lo mismo. Los seres que sienten carencias de cualquier tipo
en las primicias de sus días, es un hecho que tratarán a toda costa de
suplirlas en su adultez. Lo más triste con lo que yo me he topado, es ver como
sí se llega a poner en prioridad la situación de la posición social en
detrimento de las buenas relaciones humanas. He visto como las personas son
capaces de no demostrar cariño a quienes dicen apreciar, por estar demasiado
apurados y absorbidos en las luchitas
de sus posiciones sociales. Como un juego de ajedrez, los seres humanos se
atacan y compiten en su jaque mate de
relación interpersonal.
La personalidad a veces gana la partida y
parte en dos al alma, asunto que crea condiciones sin retorno. A veces dejamos
que los hilos que nos pertenecen solo a nosotros, los muevan otros. Flaco favor
podemos hacernos unos a otros solucionando la vida a los que vienen detrás,
porque con esto solo se retrasan los gozos de saborear los modos de la madurez,
como bien dicen por ahí, hay quien pasa de verde a podrido a veces porque no se
viven los asuntos en carne propia. La misión siempre es consustancial a lo que
nos rodea y la desempeñamos en un lapso de vida que no siempre la contempla total
e integra, a veces tenemos que recorrer otros senderos sinuosos y recovecos
antes de llegar a hacer lo que hemos venido a dar al mundo. No importa en estos
asuntos la temporalidad, algunos seres, realizan la misión y su sustancia en
poco tiempo. No es la cantidad de años lo que cuenta en la vida, es lo que
hacemos con lo que somos. A veces nos
preguntamos porque un ser vive poco tiempo en el mundo y otro vive muchísimos años, esto tan solo
tiene que ver con la misión que ha venido a desempeñar. Lo que nos determina es
anímico y también es atemporal. Es así, que una de las cosas que mejor he
aprendido en mis seis y media décadas de vida es: Existe tiempo para todo,
quien se apremia es que no ha comprendido el sentido total de su quehacer. Sí, a
veces decimos la frase: no tengo tiempo,
mas es hora de valorar por qué la decimos,
la realidad es que tenemos tiempo de sobra.
Yo
misma me pregunté si llegaría el día de revisar mis escritos de la vida diaria.
Veía los muchos papeles apilados en su orden cronológico y me preguntaba cuando
les llegaría su tiempo. El tiempo
justo para lo justo llega y llega bien, porque eso que valoramos como certero
nunca se nos escapa de la mente y tendrá su debido momento sin apremios. Cuando
solía pensar que esto no llegaría a ser, me angustiaba, hasta que llegó el
momento de comenzar y ya me dije a mi misma que si no lo concluyo, ahí quedará
el material original.
Muchas
veces, cuando le digo a mi marido que he olvidado algo pendiente de hacer, él en vez de decirme: siéntate, recuerda y
piensa lo que era, tan solo me responde: -Déjalo fluir, tal vez no es tan
importante como creíste.- Y hoy doy gracias
por ya saber cuánta importancia damos a cosas que son solo paja. Una monja teresiana, a quien aprecié mucho,
siempre nos decía en clase: -atended lo
que es solo paja y no dejadlo entrar.-Una
española excepcional, filosofa y artista plástica. Sus clases de Estética con
apuntes a mano, me han servido para compartir.
Una
parte es el ser social, otra muy diferente el ser material. Saber qué es lo
relevante en cada uno de estos aspectos no es tarea fácil, mas si es tarea
indispensable e impostergable en cada ser humano. La vida en el desempeño del
espíritu es muy importante y nada tiene que ver con credos, iglesias y ritos. A
veces estos ayudan mucho a que sea más rica la existencia y en otros casos la
empobrecen al grado que las personas se atoran en rituales. Lo más triste de
hoy, son los muchos seres que se pierden
en situaciones de búsquedas de crecimiento humano, cayendo en grupos que a veces
esclavizan, sin darse cuenta que no era eso lo que en realidad se busca. La
liberación interna es personal. Se vive en el día a día.
La
vida humana, solo tiene sentido profundo si es vehículo para hacer más
trascendente al espíritu que la habita. Algunas religiones llaman a esto el
alma, pero hay diversas maneras de llamarlo.
Si
alguna cosa nos resulta controvertida, dudosa o que quisiéramos aclarar mejor,
nunca habremos de dejarla de lado: Es ahí donde crece el ser. Por donde trasciende.
La
vida humana es fascinante. No es tan solo pertenecer a algo, más bien es ser
algo y solo en la medida que somos, se arma el rompecabezas total del cosmos.
Hasta lo mínimo afecta. Hay un dicho preciso y precioso que leí alguna vez: No hay tarea pequeña. Por más sencillo que sea lo que nos toque realizar, es una
tarea que tiene su propia valía, su propia luz. Continuará.
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