De la
vida diaria
Fuerzas
que nos mueven (1)(Compartido)
María
José Roche
La fuerza que le
motiva a cada uno, tiene sus orígenes más allá de lo que creemos comprender. MJ
La vida diaria es
un continuo dividido, cuando logramos observar las dos esferas que la componen:
la totalidad y el instante, permiten apreciar cómo es que interactúa el todo
con el momento y eso nos da una visión mucho más completa.
He
escrito sobre mi vida diaria desde hace mucho más de cuarenta años, hoy reviso
y me encuentro con ese maravilloso ritmo entre la totalidad de la vida que he
llevado y los acentos dados por los momentos.
Como
dice Enrique Federico Amiel: “Cuando se ve lo que fué, no se duda ya de lo que
puede ser.”
Esta
mañana de octubre deseando ya que nos llegue el fresco tan esperado y que tanto bien nos hace a los peninsulares y
así tener un respiro de los calores del verano, me encuentro de pronto en
este décimo mes que nos da cuenta de que
es un hecho que las temperaturas ya no son las mismas. Tratar de comprender
como todas las cosas que nos mueven tiene un claro sentido dentro de las
dinámicas vitales y del grupo en el que nos ha tocado nacer, es un reto que
disfruto mucho. Existe un sustrato en el
que nos encontramos con el infinito, como si la propia vida se nos presentase
siempre con más incógnitas (a veces hasta divertidas) así como aquellas lagunas
que son parte del bosque de la memoria y que nosotros queriendo explorar en
ellas tratamos de encontrar los hilos conductores de todo. Es un hecho que hay
líneas en nuestras vidas que al ser las más significativas se presentan como
las más claras y son como los troncos gruesos del árbol del vivir, que a través
de ellos es que podemos acceder a muchas
ramas. Muchas de estas cosas memorables no son necesarias para la vida diaria,
mas si lo son para la vida personal. No se puede seguir un sentido gratificante
mientras no se tengan algunas vivencias con claridad y para esto no hay edad.
Se cree que los jóvenes son los que están en momento de clarificar, mas para mí
todo momento de la vida que nos pida más claridad, es asunto de tomarse en
cuenta y darnos esos momentos de reflexión necesaria.
A
veces no es algo que nos propongamos. Son momentos que de pronto se presentan y
nos damos cuenta de lo grato que es rememorar.
Para
la época que releo hoy día a principios de este siglo, me encontraba en
plenitud trabajando en el taller que impartí para motivar niños en el Arte. Ese
taller cambió mi vida. A veces es necesario asirse al tiempo para saber la
verdadera dimensión de lo vivido. Muchos se preguntaran porque no continué con
esa actividad tan noble y he aquí la respuesta: Nada debe ser tan eterno que
nos impida poder mirar a otros lados ya que todo tiene su ciclo, su momento y
su cierre para poder conducirnos a otros lares. Había otros caminos a tomar.
Tomé mis bártulos y me fui a otras acciones. A veces por ese vicio de
cuantificar, me encuentro pensando si he dedicado más a mi obra plástica o a
compartir en talleres, al final la
actividad creativa es lo que cuenta. Desde que se iniciaba la semana yo
preparaba material e ideas a desarrollar para llegar al sábado bien armada.
Tuve siempre personas que colaboraron conmigo empezando por los gerentes en
turno del Club de Golf recinto en donde lo impartí, así como sus asistentes que
siempre motivaron a todos para que existiera buen flujo.
Una
actividad muy creativa era la de leer un cuento y después plasmar lo que a cada
uno había significado más. Los niños desplegaron enorme imaginación.
Otras
veces les poníamos música de varios tipos y ellos debían (primero con los ojos
cerrados) imaginar que colores les evocaba, para plasmar luego escuchando de
nuevo la melodía en abstracciones que se convertían en trazos fabulosos.
Y así
fue como aún sin continuar en este bello proyecto, no acabó del todo, se
diversifico. Es grandioso poder dar lo que uno ha comprendido. Nadie que quiera
hacer plástica debe privarse de
practicar las técnicas que le motivan y hacerlo con buena disciplina porque
aunque no es la técnica solamente lo que define al buen Arte, es muy importante
contar con esas herramientas bien dispuestas para poder expresar lo que en
verdad se siente y digo sentir porque es un verbo muy importante en las artes
en general. Los niños lo comprenden como algo natural y hay que darles esas oportunidades.
Lo más grato ha sido saber que de los muchos niños que pasaron por ahí, hoy
algunos tienen al Arte como profesión. No todo se tiene que explicar, mas si
todo tiene que mover, emocionar y en el fuero interno impactar de una forma
irremediable. Plasmar no es tan sencillo como parece y no debe serlo porque al
hacer plástica estamos no solo moviendo todo nuestro ser interior sino además
estamos dando mucho de nuestro espíritu. En esos momentos del taller con niños
aprendí valiosas cosas. Comprendí como desde pequeños los críos pueden o no,
recibir apoyo en el camino de desarrollar su ser interior y motivación. Encontraba
espléndido el momento en que todos con su plena concentración hacían en sus
lienzos lo suyo. Obviamente también aparecían los críos que al no saber qué era
lo que podían expresar apelaban a lo que estaba haciendo el de junto. Un
momento muy especial de esos cursos era cuando se proponía trabajo libre, el
gozo y la algarabía hacían su aparición en algunos, petrificando a otros que no
sabían por dónde ir. Y ¿porque? (estoy segura preguntaría hoy día mi nieto de
tres años) Y diré el porqué: Lo más valioso que tenemos es aprender a descubrir
la pasta de qué estamos conformados o hechos por dentro y a los niños que no se
les motiva a ser, aprenden lo que
ven, sin tener claridad de cómo aportar de ellos mismos. Lo genuino que nos
define es el caldo de cultivo de la verdadera felicidad, hay muchas otras cosas
que son parte grupal que también gratifican la vida, mas no olvidemos que la
razón primordial es la misión personal, por sencilla o compleja que ésta sea. Así
en los ámbitos del arte sucede lo mismo. No es solamente lo que se expresa, es lo que se hace por una
motivación y con un estilo propio.
Esos
mismos pensamientos dentro de los recuerdos de esta gratísima etapa me llevaron a recordar cómo me motivó la vida
en lo personal. De eso les comentaré próximamente. Continuará.
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